Viva imagen

Lo difícil es olvidar a alguien que te hizo olvidar todo.


1

Thomas se encontraba acosado en el suelo de aquella habitación de paredes y piso blanco. No sabía si era de día o de noche y no le importaba. Dormía después de estar llorando por horas, después de leer esa carta que su princesa le había dejado.

Ya había pasado un mes desde que despertó en esa habitación y la carta estaba sobre el escritorio blanco que está en esa habitación. Se sintió desconcertado al ver el sobre y conforme fue leyendo su corazón se partía en mil pedazos. Intentó hablarle por telepatía muchas veces, esa sensación de un vacío en su mente no desaparecía, ______ no respondía y no volvería hacerlo.

Al terminar de leer la carta, lloró y golpeó la pared muchas veces. Los primeros días no comía nada y no dormía, solamente sollozaba y estrujaba la carta contra su pecho, como sí de esa forma ella aparecería. Sin embargo, nunca lo hizo.

Una semana después, Thomas apenas comenzó a ingerir la comida asquerosa que le traían. Hacía un poco de ejercicio para no pensar en la carta que guardaba en su bolsillo trasero. Corría alrededor de la habitación, hacía un par de flexiones, abdominales y sentadillas. Cálculo que tanto duraban los día conforme traían sus comidas. Le quitaron el reloj que traía en su muñeca, así que no podía saber la hora exacta.

Toda la tristeza que sintió al principio, se fue transformando en odio hacía cada una de las personas que trabajan en C.R.U.E.L, por haberle quitado lo único bueno que le quedaba en la vida.

«¿Qué hicieron contigo, princesa? -pensó- ¿A dónde te llevaron?»

Antes de dormir, cada noche sin falta, releía la carta una y otra vez hasta quedarse dormido de tanto llorar. Llego a preguntarse varias veces sí Newt sabría lo que sucedió con su hermana. Se le partió el corazón al imaginarse a su amigo recibiendo la noticia.

Tenían planes, escaparían con sus amigos y buscarían un lugar donde C.R.U.E.L no los encuentre y poder vivir tranquilos al fin. Se prometió cuidarla siempre y le falló. Ambos juraron permanecer juntos hasta el final y ambos fallaron. En la carta, ella le pide a Thomas que sea feliz, si no es con ella que sea con alguien más, pero él sabe que no encontrará alguien mejor que ______, ella era una en un millón y dos como ella no hay.

Aun conserva el collar que ella le dió en el Desierto antes de ir a aquella cabaña. Le dijo que mientras lo llevará puesto, ella siempre estaría con él. Esas palabras se las llevo el vieniento hace mucho.

Su mente jugaba con él, imaginas que ella entraba por esa puerta blanca y le burlaba de su estado tan demacrado; nariz roja y llena de mocos, ojos hinchados de tanto llorar, mejillas empapadas de lágrimas y de el mal olor que emanaba de él ya que llevaba un mes ahí encerrado y no se ha tomado un baño desde entonces.

-váyanse al infierno- murmuró con odio-. Todos ustedes.

Su voz sonaba extraña, llevaba días sin habar. Sonaba átona y gélida. Era débil, pero fría y distante a la vez.

Bajo sus ojos hay unas enormes ojeras que delatan todas a noches de insomnio que ha pasado. Ahora todo sería diferente, nada volvería a ser como antes.

La puerta blanca, que permaneció cerrada desde que llegó, se abrió por fin, y La Rata entro con su típica sonrisa que fingía amabilidad.

-hola, Thomas. Ha pasado tanto tiempo- lo saludo como si fuesen amigos de toda la vida. Lo cual irritó a Thomas en seguida y le dieron ganas de borrarle es sonrisa estúpida de un golpe.

La Rata tomo asiento en la silla que estaba colocada frente a la mesa, estaba mesa no estaba tan retirada de la puerta; como aquel día antes de entrar en aquella Trans-Plana para ser enviados al Desierto, la mesa estaba colocada enfrente de la puerta. Thomas presintió que también ésta tendría un campo que protegería a la Rata de cualquier intento de Thomas para matarlo.

Para su sorpresa, entro otro hombre vistiendo una bata blanca y depósito una silla justo frente a la Rata, en el otro extremo de la mesa. Le hizo un gesto con la mirada para que tomará asiento.

-¿Qué hicieron con ella?- preguntó, no trataba de sonar amable. Se tumbó en la silla y espero respuesta por parte de aquel hombre que le causaba tanto asco.

-Thomas, lamento mucho lo...

-no me vengas con estupideces- golpeó la mesa con la puño. La Rata se sobresalto y trato de esconder su sorpresa-. Dime, ¿Qué diablos hicieron con ella? ¿Dónde está?

Suspiro cansado y le extendió sobre la mesa una carpeta que traía con él. Thomas la tomo y con desconfianza la abrió.

-lamento mucho lo de _____, era una chica inigualable, valiente y tenía un gran potencial para seguir con la Fase tres. - se inclinó hacia adelante y apoyo los brazos en la mesa, entrelazando los dedos- Pero por desgracia enfermó. La Llamarada había avanzado demasiado en ella, se volvió agresiva y...

Thomas dejo de prestarle atencion. Leyó con cuidado cada una de las palabras que tenía ese pedazo de papel. En él parecía información de _____; edad, su nombre, su familia, número de recluta, en la esquina derecha había una pequeña fotografía de ella. Dos cosas llamaron su atención, en realidad eran tres palabras, no inmune y muerta.

-... Teníamos que hacerlo- concluyó la Rata.

-¿La maratón?- su voz sonó como un murmullo casi audible.

-ya te lo expliqué, Thomas- responde con calma- ella era...

-¡no tenían por qué hacerlo!- exclamó con molestia. Su garganta dolió por haber dado tal grito.

-estaba más allá del Final- trata de explicar con paciencia, pero de nuevo es interrumpido por un Thomas lleno de odio.

-¡¡no estaba enferma!! Y sí ustedes lo sabían desde un principio, ¿para tomarse la molestia de borrar su memoria y mandarla al Laberinto?

A estás alturas, él ya estaba de pie con ambas manos apoyadas sobre la mesa. Se respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez. Estaba haciendo un esfuerzo por no perder la  cabeza y lanzarse sobre la Rata.

En su mente sólo se repetía una palabra: venganza. Iba a vengar la muerte del amor de su vida, cueste lo que cueste.

-lo siento tanto, pero las cosas son así- se reclina en la silla apoyando ambas manos en su regazo-. Está es la Fase tres, la cual pasaste con mucho éxito, Thomas. Cada uno de tus amigos tuvo una Fase diferente; debo decir que la de Minho fue la más fácil.

No le importaba eso, quería respuestas del por qué habían matado a _____, ¿Por qué la habian mandado al Laberinto si no era inmune?

escúchame bien, Rata. No me importa esa garlopa de la Fase tres, ni sus estupidas pruebas, ni sus malditas Variables- lo mira de una forma amenazadora-. Quiero que me respondas de una buena vez, ¿Por qué enviaron a _____ al Laberinto?

-mi nombre es Janson- comenta. Su voz sigue siendo tranquila y en su mirada se le nota tranquilidad-. ¿Qué te parece si me acompañas? te das un buen baño, te llevo con tus amigos y allí respondo tu pregunta. Tengo algo importante que decirles.

Mirándolo con todo el odio que su mirada podía transmitir, acepto. Janson lo guío por varios pasillos, eran tan confusos que le fue difícil recordar por dónde había llegado.

Le informó que había ropa limpia, un cepillo dental y otras cosas de higiene personal, también le dijo que regresaría en treinta minutos. Sin decir una sola palabra, Thomas entro.

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