Vince
En mis planes
no estaba algún
día perderte
-Anónimo
1
Las voces sonaban lejanas para ella, ya no prestaba atención al presente. En lo único que pensaba era en que le había fallado, prometió protegerlo y le falló.
-¿Cómo es posible que se lo llevarán? -demandó Newt.
-Estaban llevándose a Sartén, le dije que viniera conmigo pero no me escucho, dijo que podía ayudarlo y terminaron llevándolo a él también -explicó.
-Tengo que ir a buscarlo -murmuró _______. Salió de su trance y comenzó a buscar una salida.
Minho fue tras ella. Se le ocurrió un plan y si no la controlaba lo echaría a perder.
-_______, escuchame -la tomó del brazo, deteniendola-. Ya pensé en algo, sigueme el juego y podremos obtener las respuestas que queramos.
-Chuck, esta allá afuera -habló entre dientes. Le molestaba que nadie entendiera la gravedad del asunto.
-¡Sí! El niño está afuera solo -reconoció-. ¿Quieres ayudarlo? Entonces detente a pensar un momento en una forma más coherente de ayudarlo, que no sea la garlopa de caminar como animal enjaulado.
Suspiro dándose por vencida.
-¡Bien! -exclamo-. Me quedaré sentada como un miertero animal enjaulado. De una vez te lo advierto, Shank, soy de poca paciencia y si tu "plan" no funciona, seré peor que un huracán categoría cinco.
-¿Alguna vez fuiste amable? -ironizo.
En ese mismo instante, se abrió la puerta de la habitación e ingresaron tres de sus captores con grandes bolsas. Detrás de ellos apareció otro con un Lanzador y una pistola.
Recorrían el recinto para ver si había algún problema mientras los
otros comenzaron a distribuir lo que había en el interior de las bolsas: pan y botellas de agua.
-¿Por qué siempre nos metemos en estos líos? -preguntó Minho-. Al
menos antes podíamos culpar a CRUEL de todo lo que nos sucedía.
-Bueno, en realidad todavía podemos -murmuró Newt, apareciendo a su lado.
Minho lanzó una sonrisa burlona.
-Menos mal. Esos malditos garlopos.
A medida que la gente comenzaba a comer, un silencio incómodo fue
envolviendo la habitación. Si querían continuar hablando tendrían que susurrar.
Minho le dio un leve codazo.
-Solo uno de ellos está armado -murmuró-. Y no parece tan bárbaro. Estoy seguro de que puedo encargarme de él.
-Quizá -respondió _____ en voz muy baja-, pero no hagas ninguna estupidez. A parte del Lanzador tiene una pistola. He recibido un impacto de cada arma, no es nada lindo.
Internamente se preguntaba si ése era el gran plan que su amigo.
-Tú hazme caso a mí esta vez -dijo Minho guiñándole el ojo.
Newt meneo la cabeza negando ante la alta confianza de su amigo. Las posibilidades de realizar un ataque exitoso eran nulas.
Los captores llegaron con ellos. Thomas y Newt aceptaron el pan y las botellas de agua. _______ y Minho, por otro lado, las rechazaron.
-Metanse el pan por donde les entre.
-Por mí puedes morirte de hambre, Preciosa -replicó el hombre y siguió de largo.
Había dado solo unos pocos pasos cuando Minho se puso de pie y de un salto tacleó al hombre que sostenía el Lanzador. Newt retrocedió en el momento en que el arma se deslizaba de sus manos, disparando una descarga.
Minho se abalanzó sobre su secuestrador, que continuaba en el piso, y comenzó a golpearlo mientras luchaba por tomar la pistola con la mano libre. Los otros tres guardias dejaron caer sus bolsas para ayudar al guardia caído.
Seis personas se echaron sobre ellos. El caos se desató, peleaban por liberarse, hay algunos que tenían mucho tiempo ahí y exigían salir.
Brenda sostenía el Lanzador. _______ se aproximó arrebatarle el arma al sujeto, no midió su fuerza y le aplastó el brazo con el pie. Thomas ayudo a Minho a contener al guardia.
-¡Deténganse! -gritó ella, disparando al techo.
Minho se incorporó y, al alejarse del hombre que estaba en el piso, alcanzó a ver que el tipo tenía el rostro cubierto de sangre. La gente arrastró a los otros tres guardias junto a su compañero y los colocó en fila, uno al lado del otro.
Todo había sucedido tan rápido que Thomas seguía inmóvil en el piso, pero enseguida puso manos a la obra.
-Hay que hacerlos hablar -dijo-. Quizá tengamos poco tiempo antes de que lleguen más refuerzos.
-¡Deberíamos dispararles en la cabeza! -gritó un hombre-. Matarlos y largarnos de aquí -afirmó y varios dieron voces de aprobación.
-Nada más necesitamos hacerles unas preguntas -hablo Newt. Se incorporó al lado de su hermana, que les apuntaba a sus captores-. Después son todos suyos.
______ se arrodilló junto al tipo que le había ofrecido el pan y le apoyó el arma en la sien.
-Contare hasta tres. Quiero que comiences a cantar y nos digas qué planea hacer CRUEL con nosotros y dónde ibas a encontrarte con ellos o aprieto el gatillo. Uno.
El hombre no vaciló.
-¿CRUEL? No tenemos nada que ver con CRUEL.
-Mientes. Dos. -presionó el seguro del gatillo.
-¡No, lo juro! ¡ellos no tienen nada que ver con esto! Por lo menos, que yo sepa.
El hombre sudaba la gota gorda. La forma en la que ella lo miraba le atemlrizaba, ni siquiera le temblaba la mano al sostener aquella arma.
-¡No me digas! ¿Entonces podrías explicarme, querido, por qué andas secuestrando a un montón de personas inmunes?
El hombre observó de soslayo a su amigo, luego respondió con la vista fija en Thomas. Él parecía ser el más rozanable en ese momento.
-Trabajamos para el Brazo Derecho.
Debía ser mentira. El Brazo Derecho para qué necesitaba un grupo de Inmunes, era ilógico.
-¿Qué quieres decir con eso de que trabajas para el Brazo Derecho? -preguntó Newt.
-No entiendo qué me estás preguntando -dijo el hombre, a pesar de tener un arma contra la cabeza-. Trabajo para el maldito Brazo Derecho. ¿Por qué te resulta tan difícil entenderlo?
Quito el dedo del gatillo, pero no movió el arma. Analizó al hombre unos segundos antes de levantarse y acercarse a Thomas. Agarraba el arma con firmeza, no deseaba que alguien se la arrebatara.
-¿Crees que miente? -le preguntó.
-¿La verdad? -la miro a los ojos-. No sé que pensar, estoy confundido.
-Tommy, tú siempre estas confundido -puso los ojos en blanco.
Fruncio el ceño. Le dio un leve empujón con el hombro, ella sonrió y le devolvió el empujón, observando por el rabillo del ojo la diversión en el rostro de Thomas.
-... porque se nos da la gana -respondio a la interrogante de Minho, sin quitar los ojos del arma-. No hay nada más que debas saber.
-Dispárale y pasa al siguiente -gritó alguien entre la multitud.
-Buena idea -concuerdo ______. Se inclinó de nuevo sobre el hombre por última vez y presionó la pistola contra su frente-. Eres increíblemente valiente, teniendo en cuenta que llevas las de perder.
-Lo preguntaremos una última vez. ¿Por qué el Brazo Derecho habría de querer Inmunes? -hablo con impaciencia Thomas-. Responde o tendré que pensar que estás mintiendo.
-Niño, tú sabes que no miento.
-Tic, tac -_______ movió el dedo índice de un lado a otro, imitando el movimiento de las manecillas del relo.
-No vas a matarme. Puedo verlo en tu mirada.
Él no la conocía, no sabía de lo que era capaz. Sonrió maliciosa, sin quitar la mirada de los ojos de su captor, puso el dedo el gatillo. Fue ahí cuando Jorge intervino, interrumpiendo el fusilamiento de un extraño.
-Si trabajas para el Brazo Derecho, se supone que estamos en el mismo bando. Cuéntanos qué está sucediendo.
Lentamente se incorporaron. El hombre ensangrentado gruño por el esfuerzo que le llevó. ________ continuaba en cuclillas, en lo que se incorporaba apunto el arma a la entrepierna del hombre.
-intenta algo y mandaré a volar al pájaro -sonrió con sorna.
-Si quieren respuestas -dijo uno-, entonces tendrás que preguntarle al
jefe. Nosotros no sabemos nada.
Brenda apunto al pecho de uno de ellos. Las chicas mandaban en ese momento.
-¿Y cómo llegamos a tu jefe?
El hombre encogió los hombros.
-No tengo la menor idea.
Con un resoplido, Minho le arrebató el arma a _________. Se hizo a un lado, dándole a su amigo el espacio suficiente para que hiciese lo que quisiera. Cruzó los brazos sobre el pecho y atente observó como la colera aumentaba en el rostro de sus secuestradores.
-Suficiente garlopa para mí -exclamó y apuntó el arma al pie del hombre. _______ formo una enorme O con la boca al comorender lo que haría-. Bien, no te mataremos pero si no empiezas a hablar ya mismo, dentro de tres segundos te van a arder los dedos terriblemente.
-Ya lo dije, no sabemos nada -su cara estaba roja de la furia.
-Muy bien -comentó Minho y disparó la pistola.
Retrocedió al escuchar el disparo. Contempló cómo el hombre se agarraba el pie y gemía del dolor. Thomas estaba atónito. Newt estaba sorprendido, pues no creía que hubiera tenido las agallas.
Minho le disparó en el dedo más pequeño. La sangre emanaba como un río desembocado.
-¿Cómo pudiste hacer eso? -gritó la mujer que se encontraba en el piso
junto a él, mientras trataba de ayudar a su amigo. Extrajo una pila de servilletas de sus pantalones y las presionó con fuerza contra el pie.
Sintió cierto orgullo hacia Minho. Te ganaste mi respeto, garlopo, pensó. Él observo a las cuatro personas que tenía enfrente.
-Mientras ella intenta hacer algo con ese pobre dedo, es mejor que
alguien comience a hablar. Dígannos qué está sucediendo o vamos a perder otro dedo -agitó el arma hacia la mujer y después hacia los otros dos tipos.
________ sonrió de lado, en momentos serios él podía seguir usando su sarcasmo.
-¿Por qué están secuestrando gente para el Brazo Derecho? -continuó.
-Ya les dijimos, no sabemos nada -respondió la mujer-. Ellos nos pagan y nosotros hacemos lo que nos piden.
-¿Y tú? -preguntó Minho dirigiendo el arma hacia uno de los hombres-. ¿Deseas decir algo… conservar un dedo o tal vez dos?
El tipo agitó los brazos. Eres un hijo de perra, maldito coreano.
-Te juro por mi madre que no sé nada. Pero…
¡Ahí estaba lo que buscaban! El tipo hablo de más, obvio sabían más pero no lo decían. Thomas no salía de su a estado atónito. Jorge pensaba que Minho era más rudo de lo que pensaba.
-¿Pero qué? Suéltalo ya. Sé que ocultas algo -exigió.
-Nada -miro en otra dirección.
-¿Es necesario que sigamos jugando a este juego? -preguntó Minho y
colocó el arma directamente contra su pie-. No voy a contar esta vez.
Puso el dedo sobre el gatillo, presionó el seguro y un milímetro antes de que el gatillo fuese activado, el hombre hablo:
-¡Espera! -gritó el guardia-. Está bien, escucha. Un par de personas de tu grupo podrían venir con nosotros y preguntarle directamente. No sé si ellos les permitirán hablar con el que está a cargo, pero tal vez sí. No voy a dejar que me saquen un dedo sin una buena razón.
-¿Lo ves? No fue tan difícil. Se hubieran ahorrado el dedo si hubieran dicho eso desde un principio -________ se acercó a Minho y tomó el arma en su poder.
-Vayamos a visitar a tu jefe. Tú, yo y mis amigos -demandó el coreano.
Un coro de voces estalló en la habitación. Protestaban, no querían quedarse. La mujer que ayudo al hombre que ahora reía cuatro dedos en un pie, se levantó e hizo callar a todo el mundo para que la escucharán.
-¡Estarán mucho más seguros aquí! Créanme. Si todos intentamos llegar al sitio adonde tenemos que ir, les puedo asegurar que la mitad no lo logrará. Si estos tipos quieren ver al jefe, dejen que ellos arriesguen su cuello. Una pistola y un Lanzador no servirán de nada allá afuera. Pero aquí adentro no hay ventanas y podemos trabar la puerta.
Cuando terminó, más quejas inundaron el salón. La mujer se volvió hacia ellos, hablando fuerte para que la escucharán por sobre el alboroto.
-Escuchen, allá afuera es muy peligroso. Si fuera ustedes, no llevaría más que a un par de personas. Cuantos más sean, más llamarán la atención -se interrumpió para examinar el salón-. Y yo no me demoraría mucho. Por lo que veo, esta gente se está impacientando. Pronto no habrá forma de contenerlos. Y afuera…
Contrajo los labios con fuerza y luego prosiguió.
-Hay Cranks por todos lados. Matan a cualquiera que se interponga en su
camino.
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