Hogar, dulce hogar

"A veces una mala racha suele ser
el comienzo de algo mejor"

Café con leche

1

La cara de Nesr reflejaba confusión. ________ estaba impaciente porque tenían el tiempo encima.

—Haber si entendí, ¿dices que tienen a nuestros amigos en el Laberinto, el mismo lugar en el que vivimos por tres años?

—Sí —respondió.

Minho, que era el que estaba más cerca, se acercó a ellos.

—_________, el Laberinto está lejos de aquí.

—Te equivocas —meneo la cabeza retrocediendo dos pasos—. El Laberinto está justo debajo de nosotros.

La expresión de las dos personas frente a ella era indescriptible, una mezcla de varias emociones a la vez. Minho bajo la vista al suelo esperando que fuera de cristal y reflejará el lugar del que ellos venían. Thomas por su parte hablaba con Vince, el cual parecía muy convencido de que ganarían ésa vez contra CRUEL.

—Pe-pero el cielo —balbuceo Newt—. Cuan-cuando se hacia de día y...

—Fueron ilusiones, Newt. Todo era por computadora, porque crees que jamás llovía —explica—. Siempre estuvieron observándome de cerca, recuerda que jugaron con nuestra mente desde un inicio. Hasta la llegada en la Caja era una farsa.

—¡La caja también! —espeta Minho, con ambos brazos en jarra—. ¿Qué más sigue? Me dirás que Sarten si cocina bien y la comida que nos daban era enlatada y por eso sabía asquerosa.

—Van a venir conmigo ¿si o no? —pregunto impaciente.

No quedaba tiempo para hacer preguntas, Minho y Newt querían saber todo acerca de su estancia en el Laberinto. Thomas se aproximó a ellos con Gally pisandole los talones.

—Hay que irnos rápido —demandó Thomas entre jadeos—. El Brazo Derecho piensa volar en pedazos el lugar, con todo y los Inmunes que vendieron.

—¿Tienen explosivos? —inquiere ______, la pregunta iba dirigida al muchacho de cejas raras.

—Sí —confirma Gally. Mirando en todas direcciones—. El plan era hacerlos detonar todos al mismo tiempo, por desgracia nadie aquí es experto en explosivos así que tenemos poco tiempo antes de quedar bajo los cimientos.

—Traeré al resto —Minho se aleja para reunir a los demás Habitantes de los distintos Laberintos.

Thomas descubrió que Vince desde un inicio pensaba volar el lugar, aun con los Inmunes dentro. Convenció a Gally de que se uniera a ellos para sacar a todas ésas personas que, quizás, eran la pequeña esperanza de la raza humana. Lo que terminó por convencerlo es que dijera que le hubiera gustado que alguien hubiese hecho lo mismo por ellos cuando estaban allí.

________ repetía en su cabeza una y otra vez el trayecto para llegar a la Trans-plana. Era un buen plan, debía serlo.

—Alguien quiere explicarme que sucede, porque no le entendí ni una garlopa a lo que dijo Minho.

—Zart pon atención: debemos regresar al Laberinto —explicó Newt.

El ex encargado de la huerta palideció.

—¿Hablas del Laberinto, Laberinto? ¿del que nos llevó tres años escapar? —parpadeo rápidamente intentando asimilar la noticia.

—Ése mero —respondió Gally.

Sin más que decir, ________ y Thomas les explicaron el plan, agregando que ahora el Brazo Derecho los miraba como un blanco más por desertar. Thomas les mostró la nota que encontró al lado de la camilla en la que despertó.

Brenda le entregó a Thomas un cuchillo por si las dudas. Se encaminaron a una de las puertas que daba al interior del complejo por el cual llegarían al subsuelo. Vince y el resto les decían locos por intentar ir por ellos. La cosa que él ignoraba es que eran una familia, desde el momento en que llegaban en aquélla Caja y pisaban en suelo del Área, comenzaban a formar parte de ella. Aun con sus diferencias seguían siendo una familia extraña y disfuncional, pero feliz a su manera.

Iba a la cabeza del grupo, guiándolos por los pasillos. Se sentía como una Corredora otra vez, la sensación extrañamente familiar que crecía en su pecho la hacía sentir viva de nuevo, igual que en los viejos tiempos.

Bajaron una serie de escaleras tropezando unos con otros al entrar en la habitación a un lado de ésta. Estaba en completa oscuridad, unas sombras y siluetas apenas podían verse. Entonces, cuando sus ojos se adaptaron a la densa negrura pudo deducir que se encontraban en aquella habitación donde recibió el disparó; donde Teresa se arriesgó por Thomas; el lugar continuaba igual que la última vez, al dar un paso se escuchaba el crujir de los cristales rotos bajo la suela de su zapato.

—Exactamente, ¿dónde estamos? —inquirió Gally, miraba cada rincón para distinguir algo familiar.

—Te daré una pista —dijo ________, estirando su brazo y simulando disparar un arma—. ¿Te acuerdas ahora?

—Ya lo recuerdo —contestó apenado.

—Aquí fue donde comenzó todo —menciona Aris.

—Técnicamente -argumenta _______—. Aquí es donde nos sentimos libres alguna vez, donde pensamos que por fin dejaríamos atrás todo y ¡Vaya sorpresa! Solamente era la cereza del pastel. Las mentiras jamás terminaron.

Aris apartó la mirada de los acusadores ojos de la castaña. Él sentía muy dentro de si que hizo bien al mentirles a todos, mas la cosa era diferente, porque a nadie le hizo bien y lo único que ganó fue el rotundo odio de ella y algunos más.

La Trans-plana se encontraba en la habitación continúa a ésa. Abrieron la puerta que dejaba ver el pasillo por el que entraron y después la que antes pensaban era la casa de los Penitentes. Enfilaron por el lado derecho del pasillo que solamente era iluminado por una luz roja de emergencia, igual que la última vez.

Esta vez empujó una puerta doble, el lugar a oscuras daba un escalofríos que haría temblar hasta al hombre más valiente. Cruzaron la habitación hasta dar con otra enorme compuerta.

Caminaron por el pequeño pasillo con enormes acantilados a ambos lados.

—No puedo creer que estemos de vuelta —comentó Thomas.

—Hogar, dulce hogar.

Las grandes placas se extendían frente a ellos.

—Oye, Minho —lo llamó. El asiático se abrió paso entre la gente para llegar al lado de su amiga—. ¿Sabes donde estamos?

—Por supuesto —contestó en un murmullo—. Sé a donde ir. Vamos.

Siguieron al ex encargado de los Corredores. A pesar del tiempo que estuvieron fuera, Minho continuaba moviéndose como si cada mañana caminara por esos pasillos. Las lianas y toda la maleza estaba más crecida, los pisos y paredes agrietados se veían más grisáceos, el cielo que una vez fue de un azul intenso ahora era gris.

Se detuvieron en seco al llegar al borde donde el antes verde pasto conecta con la entrada del Laberinto. El lugar estaba idéntico, algunas cabañas derrumbadas a causa de que se incineraron la ultima vez por la visita de los Penitentes; la antes huerta verde, no era más que un manojo de hidras secas y muertas; el matadero, antes lleno de animales, era una zona repleta de cadáveres; la finca seguía en pie. 

Solamente una cosa había cambiado: todo el Claro se encontraba repleto de Inmunes. Mujeres, hombres, niños, ancianos, una mezcla de todo. 

—¿Cómo haremos para sacar a todas estas personas en tan solo unos minutos? —interroga Aris, inseguro y nervioso. 

Newt fue el primero en dar un paso al frente, adentrándose en el único hogar que conocían. Minho pensaba en un plan que funcionaria en un  75% si es que las bombas no detonaban antes de lo que sus cálculos pronosticaban. 

—Buscare a Chuck —anuncio ____. 

—Voy contigo —se ofrece Thomas. 

Recorrieron el lugar, preguntaban a los extraños sobre el paradero del niño, algunos decían haberlo visto hace días y otros aseguraban de que no había un niño con esas características. Notaron a lo lejos que sus amigos les hacían señas para que se acercaran; Sarten estaba con ellos, Clint también y el resto.  

Se disponían a ir en su encuentro cuando alguien sujeta el brazo de Thomas deteniéndolo en seco. _____, que iba a su lado, frunció el ceño al no verle y se giro admirando la escena. Una chica de cabello largo hasta la cintura, estatura promedio, ojos cafés y rasgos latinos, tenía una sonrisa cálida que ____ no pensó volver a ver. 

—He visto al niño —habla. Su voz dejaba en claro su acento hispano—. Vengan, esta con una amiga. 

Intercambiaron miradas, siguieron a la chica hasta lo anteriormente fueron las cabañas de los encarados, se dirigían exactamente a la de ______. 

—¿Cuál es tu nombre? —le pregunto Thomas. 

—Carmen Álvarez —respondió, sin borrar la sonrisa de su rostro—. Debo adivinar que tú debes ser ______ —señaló, mirándola—. Chuck no para de hablar de ti. 

 —Sí, soy yo. Él es Thomas —apretó el hombro del chico. 

—Un gusto —dijo. Rodearon la entrada, pues un Penitente había aplastado la parte trasera de esta. 

Al ver el lugar una tormenta de recuerdos le vino a la mente a ambos. En aquella cabaña pasaron tantas cosas que la hacían sonrojar solo de pensar en ellas. Thomas recordó la primera vez que durmieron juntos, la vez que los dos se entregaron plenamente al otro; eso lo hizo sonreír. ______ supo lo que pensaba, sonrió igual y una capa leve de rosa cubrió sus mejillas cuando los ojos del pelinegro la observaron cómplices. 

—¡_______! —gritó el niño feliz, corriendo abrazarles. 

—Oh Dios, ¿estas bien? —lo estrujo fuerte. 

Le sorprendió ver lo que creció en ése mes que no lo vio, lo recordaba más bajo. Sin embargo, para ella seguía siendo su pequeño amigo. 

—_____... me asfixias —se quejo. 

—Perdón —lo aparto de su cuerpo sin soltarlo de los hombros—. Estoy feliz de verte, Enano. 

—Creí que habías muerto. 

—JA —rió sin gracia—. Sueñas. Siempre estuve cuidándote desde las sombras. 

El niño la abrazo de nuevo. Thomas miraba enternecido aquella escena, Chuck era como un hermano para él y ____ era la persona más importante en su vida, verlos llevarse tan bien lo conmovía tanto. 

Olvidaron la presencia de las dos chicas que los miraban sonrientes. Se volvieron amigas de Chuck durante su estadía allí. 

—______, te presento a mis amigas Carmen y Erika —señaló a cada una. Carmen ya los conocía. La otra chica, Erika, era de la misma estatura que la primera; salvo porque su cabello era negro. De tes morena, ojos negros, cabello hasta la cintura y una radiante sonrisa que se te contagiaba. 

—Hola —saludo. 

—Creo que le gusto —murmuro Chuck, refiriéndose a Erika. 

—¿Qué? —frunció el ceño. Escucho lo que el niño dijo. 

—Chuck, no sabia que te gustaban las mujeres mayores —Thomas le alboroto el cabello. Erika y Carmen aparentaban la misma edad que ____, salvo que Erika parecía un poco mayor que ambas. 

—Cállate, Thomas —reprendió el niño. 

—Haré como que no escuche éso —dijo Erika. 

—Vaya dato perturbador —comento Carmen. 

Rieron. Nos llevaremos bien, pensó ____.  Chuck los puso al corriente de la situación, la caja subía tres veces por día, Sarten no cocinaba (para su suerte) y nada en la cocina funcionaba. Agrego el cómo conoció a las dos chicas, cuando lo metieron allí estaba asustado por tener que vivir de nuevo en ése lugar, Carmen y Erika al verlo tan asustado decidieron acercarse a él y consolarlo. Desde entonces son amigos. 

Al volver los cinco al Claro vieron que todos formaban grupos de aproximadamente cincuenta personas. Minho daba ordenes, Brenda se encontraba cerca de la entrada con un grupo de personas, algunos habitantes y miembros del Grupo B también elaboraban la misma acción. Newt se acerco para decirles cual grupo de personas liderarían y mostrarles el plan. 

_____ iría cubriendo la retaguardia con Gally, Minho y Jorge. Thomas iría en el centro con el resto y Brenda los guiaría hasta la sala de mantenimiento donde la Trans-plana los esperaba. Agrego a su grupo a Carmen y Erika, Chuck opto por ayudar a Thomas. 

Las palabras de Minho fueron interrumpidas por una sacudida seguido de el crujido como de piedra agrietándose. Otro más, seguido del colapso de una de las puertas del Laberinto. 

—Los explosivos —dijo para si misma. 

—¿Explosivos dijiste? —pregunto Carmen, su rostro reflejaba el miedo que sus palabras no demostraban. 

Otra sacudida y otra parte del Laberinto cayó. Las personas que estaban cerca de la zona corrieron despavoridas, poniéndose a salvo; sin embargo no todas corrieron con la misma suerte. Observo atónita como ésa zona se llenaba de sangre por las personas que habían sido aplastadas. 

—¡Corran! —grito Newt. 

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