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Permanecía callada. Seguían a Lawrence por una buena escalera, para entrar a un sucio pasillo iluminado solamente por un foco.

Ingresaron a una habitación que, quizás, cien años atrás habría sido una hermosa sala de conferencias. Ahora sólo era un horrible cuarto con una vieja mesa de madera en el centro y un par de sillas.

Dos personas se encontraban del otro lado de la mesa. Un hombre corpulento, más gordo que musculoso. Gally estaba a su derecha, los saludo con un asentimiento y una leve sonrisa. Un gesto extraño que nunca antes se le había visto.

-¿Es éste el cuartel general del Brazo Derecho? -preguntó incrédula-. Esperaba algo más... llamativo y no tan lúgubre. 

La sonrisa se borró en el rostro del ex-constructor. 

-He perdido la cuenta de cuantas veces nis hemos mudado -contestó seco. 

-¿Cuál de ustedes es el jefe? -indagó Thomas.

Gally hizo un movimiento de cabeza señalando al hombre corpulento. 

-Shank, Vince está a cargo. Y sé más respetuoso. Él ha arriesgado la vida
porque cree que el mundo tiene que cambiar.

-Sabes que no lo dije con mala intención. Por la forma en la que te comportaste en tu apartamento, creí que tú dirigías todo.

-Bueno, no lo soy. Es Vince.

-¿Y Vince habla? -preguntó _______-. Porque no lo escucho decir palabra alguna. ¿El gato le comió la lengua?

-¡Basta! -rugió el hombre grandote con una voz profunda y amenazante-. Toda la ciudad está invadida por Cranks. No tengo tiempo para estar aquí sentado escuchando charlas infantiles. ¿Qué quieren ustedes?

La actitud de él fue lo que hizo que lo detestara en segundos. De soslayo vio como Thomas intentaba esconder su enojo, ella no fue tan buena actuandolo. Aprovechando la cercanía entre ellos, y el hecho de que la habitación estaba muy mal iluminada, sujeto su mano en un intento de calmarlo un poco y decirle que guardará la compostura. Habló primero:

-Una sola cosa: saber por qué nos capturaron. Por qué están secuestrando gente para CRUEL.

El ex-constructor los observaba atento con su semblante serio y ceñudo, ese gesto tan típico de él. _______ apenas relataba en su presencia, toda su atención estaba en el corpulento hombre que los miraba con indiferencia.

-Gally nos dio mucha esperanza -agregó Thomas-, pensamos que estábamos en el mismo bando. Imagínense nuestra sorpresa al descubrir que el Brazo Derecho era tan malo como la gente a la que se suponía que estaba combatiendo. ¿Cuándo dinero iban a recibir por vender seres humanos?

-Gally -dijo. Como si no hubiera escuchado ni una sola palabra de lo que dijeron anteriormente.

-¿Sí?

-¿Podemos confiar en estos dos?

Está vez Gally intentó no mirar a ninguno mientras contestaba:

-Sí. Podemos.

Entonces Vince descansó sus brazos sobre la mesa y se inclinó hacia adelante.

-Entonces, no podemos perder más tiempo. Muchachos, esta es una operación idéntica y no pensamos sacar un solo centavo. Estamos reuniendo Inmunes para imitar a CRUEL.

Esa respuesta los desconcerto a los dos. _________ puso su cerebro en marcha intentando adivinar el por qué de esas acciones. ¿Para qué querrían imitarlos? ¿qué sacarían de provecho?

-Muy bien, ahora, Señor, expliquenos ¿por qué rayos querrían hacer algo así? -preguntó confundida.

Camino un poco más hacia adelante, se cruzó de brazos.

-Vamos a utilizarlos para ingresar en su cuartel general.

La idea era estúpidamente sencilla. Casi se echó a reír frente a sus narices. Querían ingresar a los Inmunes al cuartel de CRUEL, ¿para qué? Si CRUEL entre mas Inmunes tuviera, más rapido comenzarían de nuevo las pruebas.

-Ok, Vince, tienes toda mi maldita atención en este preciso momento -comentó _______-. No estaría mal un par de sillas para sentar y platicar cómodamente.

Vince sonrió ante la propuesta de la chica. Claramente olvidó ofrecerles una silla, hizo una seña al hombre a un lado de la puerta. Salió un momento y al volver traía consigo dos sillas de plástico. Ambos se sentaron y ______ sonrió complacida.

-Perfecto -exclamó con fingido entusiasmo.

-Puede que funcione -dijo Thomas. Refiriéndose a lo que Vince dijo anteriormente.

-Me alegra que lo apruebes, jovencito -comentó Vince con expresión indescifrable y Thomas no alcanzó a distinguir si había un dejo de sarcasmo en su voz-. Tenemos un contacto y ya está hecho el trato para venderlos. Será nuestra forma de entrar. Debemos detener a esa gente. Impedir que desperdicien todavía más recursos en un experimento inútil.

En éso _______ y Vince estaban de acuerdo. En lugar de experimentar con niños, arrabarselos a sus padres y someterlos a Pruebas y Variables para una cura que no existe; deberían proteger a todas esas personas para que las personas sanas no acaben muertas en manos de esos enfermos.

-Si el mundo va a sobrevivir, tienen que usar lo que poseen para ayudar a la gente que está viva y dejar que la raza humana continúe en una dirección razonable -agregó Vince.

-¿Piensas que hay alguna remota posibilidad de que encuentren una cura? -preguntó Thomas.

Vince lanzó una risa contenida, larga y grave.

-Si hubieras llegado a creer eso solo por un segundo, no estarías frente a mí, ¿no te parece? No habrían escapado ni estarían clamando venganza, que es lo que yo supongo que realmente están haciendo. Yo sé lo que han tenido que soportar, Gally me contó todo -hizo una pausa-. No, nosotros ya no creemos en su divin cura... hace mucho tiempo dejamos de hacerlo.

-Es cierto. Buscamos venganza contra toda esa gente... al menos yo estoy buscándola, y mi hermano Newt, Thomas igual, ¡ah! Y no hay que olvidar a mi amigo Minho -dijo. Miro a Gally, sonriendo-. Él es un chico que no titubea, no sé si Gally le contó que Minho le atravesó el pecho con una lanza.

-Sí, me lo comento -contestó-. Muero por conocer a ése muchacho.

-¿Qué saben sobre lo que CRUEL está llevando a cabo? -interrumpió Thomas. No deseaba salirse del tema principal: Vencer a CRUEL.

Vince volvió a reclinarse en su asiento.

-Acabo de contarte algo que es un secreto que guardamos con nuestra
propia vida. Ahora es tu turno de devolver la confianza. Si Lawrence y su gente hubieran sabido quién eras, te habrían traído acá de inmediato. Te pido disculpas por el trato violento.

-No tienes que disculparte -repuso Thomas. Aunque le molestó saber que lo hubieran tratado diferente que al resto, no le gusta parecer tan importante-. Solo quiero conocer el plan.

-No seguiré hablando con ustedes hasta que compartan con nosotros lo que saben. ¿Qué pueden ofrecernos?

Thomas miró a ________ dando a entender que ella hablará. De los dos, ella era la que sabía más sobre CRUEL y sus planes. Prácticamente desde niña había trabajado con ellos.

-Para no hacer el discurso tan largo, digame: ¿Sabe cómo empezó la Llamarada y se fundó CRUEL? -Vince asintió con una mirada de inxredubilidad, pensó que lo tomaba por un idiota-. Ok. Ellos piensan que pueden encontrar la cura, ya sabe por todo lo que nos hicieron pasar. Creen que Thomas es la solución para este problema y están muy equivocados. La cura no existe, y esos idiotas tienen la idea errónea de que como el virus ataca únicamente el cerebro; allí encontrarán el remedio.

-¿Cuántos más hay allá? -preguntó Vince.

-Veamos... -comenzó a contar- Menos de diez, quizá más. Están esperando en el lugar del que Lawrence nos trajo. ¿Ustedes cuantos son?

-Es difícil de decir, la mayoría no son inmunes; yo no lo soy. Con todo lo que pasó en la ciudad tal vez ya tenga el virus -explicó.

-¿Cómo piensan vencerlos? -inquirió Thomas.

Vince se les quedó mirando unos minutos. No hablaba, en su mente pasaban algunas formas en lo que los niños frente a él podían ayudarle.

-Escucha, trabaje toda mi vida con esos engendros. Conozco el cuartel como la palma de mi mano. -artículo ________-. ¿Qué más quieres? Puedo proporcionarte cualquier tipo de información. Sólo recuerda que es Thomas a quien quieren de regreso.

-Gally -pronuncio su nombre como si fuera una señal.

El recién nombrado comenzó a hablar por primera vez.

-Conocemos un modo de ganarles. Que la pelea sea justa -desembollo-. Todas las armas que CRUEL tiene de segunda generación fueron creadas en la fábrica más grande del mundo. Contamos con la ayuda de una de una ingeniera, Charlotte Chiswell, ella descubrió en los últimos meses como hacer que dejen de funcionar esas armas. Todas funcionan con el mismo chip, un aparato tiene que ser colocado en el complejo y es ahí cuando Charlotte hará su magia.

Gally continuó explicando la función de dicho aparato, el plan que tenían en mente; enviarian ochenta Inmunes en tres Bergs para hacer la venta con su contacto, luego pondrían el aparato y, horas después, podrían entrar en acción. Vince también añadió que entrarían por un agujero que harían en la pared con explosivos. Todo parecía ir bien, por un punto a su favor.

Para Gally era mejor que cuando ellos llegarán el aparato ya estuviera instalado y solamente llegarían a pelear para dejar tanto show. Vince concordo, le explicó a Thomas que era allí cuando él entraba. Acordaron dejarlo unos kilómetros antes del complejo y el seguiría caminando; no obstante, ________ acordó que ella también iría. Thomas se opuso y tuvieron una discusión.

Ella protesto hasta que el pobre no tuvo de otra que aceptar. Si ella volvía ahora no habría nada que la ayudará. La famosa Charlotte llegó y le explicó a Thomas como funcionaba el aparato.

________ estaba en su mundo. Lo primero que haría al llegar sería buscar a Chuck e intentar sacarlo. Desde luego no descartaba la idea de que en cuanto las cámaras la vieran, Janson daría la orden de dispararle.

Vince les proporcionó ropa limpia. Thomas terminaba de arreglar los suministros para el viaje cuando ________ llegó a su lado.

-Tommy, si las cosas no salen bien...

-No pienses esas cosas. Todo va a salir bien, Princesa.

-Janson podría matarme... va a matarme -aclaró. 

-Sobre mi cadáver -sentenció-. Quédate, ve con Newt. Puedo hacerlo solo.

-Esto lo hago por Chuck. No voy a volver abandonarlo, no de nuevo -meneo la cabeza.

Thomas se acercó a ella, la abrazo fuertemente. Tampoco iba admitirlo, pero la posibilidad era alta; probablemente sería la última que estuvieran juntos.

-Te amo -besó su frente. 

-Y yo a ti -lo apretó más fuerte. Hundió su cara entre su cuello.

Gally irrumpió en la sala avisando que la camioneta estaba lista. Thomas agarró las mochila y se dirigió al vehículo. _______ lo siguió y antes de salir de lleno por la puerta, Gally la sujeto del brazo.

-Es suicidio lo que intentas -dijo-. Puedes quedarte, ir con nosotros después de que el dispositivo se haya activado.

-Gally, no me importa. No puedo esperar y no voy hacerlo, en este momento pude que le hayan hecho a Chuck un millón de cosas.

-Solo digo que le ahorrarias tanto dolor a Newt. 

-Él ya lo sabe, pero de todas formas, si es que no regreso... dile que lo quiero mucho, y que ojalá me perdone -dijo en un hilo de voz.

Les entregaron la pistola cargada. ________ se la guardo en la parte trasera de su jean, cubriendola con su mueva chamarra. Al lugar que se dirigían estaba muy helado.

-¿Recuerdan el plan? -Vince aparece al lado de la camioneta.

-A la perfección -responde Thomas, seguro de recordar cada paso y cómo funciona el pequeño dispositivo en su mochila.

-Bien. Suerte, muchachos -estrecha sus manos-. Fue un gusto conocerte Génesis.

-Hablas como si jamás fueras a verme de nuevo -sonrió con sorna.

-Quise decir que te veré luego -intento corregir su error.

-Mmh.

Subieron a la parte trasera de la camioneta. Lawrence encendió el motor y partieron hacia el aeropuerto. Para su suerte el sol comenzaba a asomarse anunciando un nuevo día de locura en la antes tranquila Denver.

Ahora veían con claridad las calles, evitaban las avenidas más infestadas de Cranks. Jugaba con su trenza, no podían controlar sus nervios y las ganas de regresar e irse con Newt.

Todo sea por Chuck.

Las risas desquiciadas y las miradas vacías quedarían grabadas en su mente para siempre. Saber que unas personas crearon ése virus sólo para acabar con la sobrepoblación le causaba tanta repulsión. Sin duda no conocían límites. Y agregando a la lista: ella ayudó a que enviarán a sus amigos al Laberinto.

¿Se podía ser más despreciable?

Cierta figura captó su atención. Frente a ellos, dos calles más a delante, parado en la acera había una persona que le pareció familiar. Estaba cabizbajo. Conforme se aproximaban lo veía con más claridad.

-Deten el auto -le dijo a Lawrence.

-¿Qué? ¡No! -contesto.

-¡Detente! -exigió.

-¿Qué ocurre? -intervino Thomas.

-¡Qué detengas el jodido auto!

Ya que no le prestaba atención. Tomo la pistola y la coloco en la sien del conductor, éste frenó de golpe y levabto los brazos en son de paz.

Ignorando los llamados de su novio salió de la camioneta y se acercó al chico del otro lado de la calle.

Tenía aspecto de no oír nada. Sus manos estaban dentro de sus bolsillos, su ropa estaba sucia, tenía algunos rasguños. Su mirada continuó clavada en el piso cuando ella estuvo a dos pasos de distancia.

-¿Peter...?

Él levantó despacio la mirada. Sus miradas se cruzaron, pero algo cambió en la de él, parecía perdida. Intento acercarse para abrazarlo, Peter retrocedió.

-Alejate de mi -su voz era monótona y ronca.

-Peter, vamos -suplicó. 

-Ya perdí la cabeza -dijo con ojos cristalinos-. No quiero hacerte daño; no a ti. Jamás me lo perdonaría. Vete por favor.

-Pet...

-¡Que te vayas! -bramo.

Su mirada cambió, estaba llena de locura. Indudablemente la Llamarada se apoderaba cada vez más rápido. Una chispa de cordura volvió a su mirada.

-Génesis... vete -rogó. Su voz se quebraba, brotaron las lagrimas-. Cada vez me es más difícil controlarme.

-No quiero irme -confesó. Ella también quería llorar-. Eres mi amigo. Te quiero, Peter.

-Por favor...

Ella negó repetidas veces. Volvió a intentar acercar se a él, cuando miro que no se alejaba se lanzó abrazarlo. Los dos derramaban lágrimas sobre el hombro del otro. Peter sabía que no le quedaba mucho y pronto llegaría el final; ya no tendría control sobre si mismo, adiós a la cordura.

-Quiero que me recuerdes por quien era y no por el monstruo que seré -susurro en su oído.

Se separaron un poco. Ella bajó la mirada.

-Lo siento tanto, por mi culpa estas aquí. Todo es mi culpa -sollozo.

Peter hizo que lo mirara, tomó sutilmente su barbilla para que levantara la mirada. Sin articular palabra alguna, hizo lo que siempre deseó y ella sabía que ese era última voluntad de su amigo.

Unió sus labios en un beso lento. La culpa invadió su pecho, supo del cariño en particular que Peter le tenía y se aprovechó de éso para que le ayudara a ir al Laberinto, y cómo todo enamorado hizo lo que su amada le pidiese.

Thomas contemplaba todo desde la camioneta. Apartó la mirada al observar como su novia y Peter se besaban. Él sabía del eterno amor de Peter hacia ________. Desde luego era consciente de que ella le permitía a Peter semejante atrevimiento por su estado, y en efecto, fue lo último que él se llevó.

Las manos de Peter comenzaron a descender de las mejillas de ______ hasta su garganta, donde comenzaron hacer presión.

Se separó de él, abrió los ojos asustada al observar que la dulce mirada de su amigo se había ensombrecido. Ya no quedaba rastro del Peter que conocía.

-Peter... -intentaba alejarse de él.

La respiración de él se volvió más pesada e hizo que ella cayera de espaldas contra el asfalto. Los ojos se le saldrían de los cuencas, Peter presionaba cada vez más fuerte su garganta. Su cabeza dolía por el golpe, su pecho ardía y unas manchitas negras comenzaban a bailar frente a sus ojos.

-¡Debiste matarme! -replico.

Sus intentos los quitárselo de encima no funcionaban y las fuerzas se le comenzaron agotar. Quedó petrificada con el sonido de un disparo, seguido de un salpicon en su cara.

Thomas al ver la escena buscó el arma por toda la camioneta, ________ la dejo sobre el asiento del copiloto cuando Lawrence paró la camioneta. Corrió hacia ellos y disparó rogando por no darle a la persona equivocada.

El cuerpo de Peter cayó sobre las manos de ______ que lo estaba agarrando de la camisa en un intento de hacerlo a un lado. Tosio frenéticamente a la vez que lágrimas corrían por su rostro.

Thomas la levantó. La abrazo fuertemente, ella lloraba desconsoladamente mirando el cuerpo inerte de Peter. Un charco de sangre comenzó a rodearlo. Thomas la llevo hasta la camioneta para que dejase de ver aquello.

-Lo lamento -murmuró él con los labios apoyados sobre su frente.

Ella se aferró a su camiseta. En lo único que pensaba era en lo culpable que era y los miles de hubieras aparecieron.

Si no le hubiera pedido ayuda para ir al Laberinto a él no lo hubiesen enviado. No hubiera pasado por el Desierto y no hubiera adquirido la Llamarada tan rápido. Es mi culpa.

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