N. Peter

La incertidumbre azota y ataca mi cuerpo hasta no poder más, cada sentido arácnido que existe en mí se dispara en la consecuencia que vendrá debido a esta mala idea. Wade no parece alterarse mientras que yo mantengo su maldito tatuaje en mi piel, aún duele, está rojo y ligeramente inflamado, apuesto que fue hecho bajo códigos de higiene muy pero muy poco correctos.

Sin un teléfono o alguna especie de tecnología no puedo avisar algo a casa, seguramente mis padres debe estar hirviendo en furia y más que nada en preocupación, Wade detuvo la motocicleta en su lugar soñado, una cabaña encantadora, muy linda de madera y muy alejada de la ciudad, tardamos aproximadamente 13 horas en el recorrido, 5 antes del acontecimiento de la mañana, 3 después del incidente en el supermercado lo que aún me deja un mal sabor de boca y 5 más de camino, contando las paradas al baño, estirar las piernas y comer. Mi cuerpo cada vez decae más en cansancio y ese persistente aroma a canela ya comienza a picarme la nariz.

—Llegamos, mi joven y amateur Stark.—Comentó al momento de bajarse de la moto.

—'Rogers Srark'.—Corregí.— El erro es común, pero soy Peter Rogers Stark y no debería estar aquí, van a matarme y no creerás que formas tiene papá para hacer que éso ocurra.—Parpadeé un par de veces para analizar la situación.— Bien, ya estás en tu cabaña, ahora déjame ir.—Tomé el manubrio de la moto pero.—...No sé manejar bien estas mierdas.—Susurré soltando mi agarre.

—Bueno, niño Rogers Stark, deberías empezar a bajar las demás cosas, yo pondré la tienda porque no vas a irte de aquí, no solo.—Me sonrió y comenzó a bajar las cosas.— De regreso si robaremos un auto, esto es demasiado pesado y nos atrasará el peso, como ocurrió hace horas.

—Si nos encuentran a los dos van a cortarte las bolas, Wade.—Comenté antes de ayudarlo a bajar todo sin esfuerzo alguno.— ¿Cuánto dijiste que estaríamos aquí?.—Pregunté inquieto.

—3 días y una hora, quise hacer más corto el plazo pero toma su tiempo llegar hasta acá.—Me miró con cierto sarcasmo.

—Carajo, ¿y qué hay del tatuaje?, ¿vas a pagarme el láser para quitarlo?.—Mostré aquella tinta adherida a mi cintura.

—Amm, bueno, eso yo no lo hice así que no me corresponde pagar. Fue Holly, creyó que sería una broma divertida y para cuando me di cuenta de eso, ya había terminado su cursiva.—Me explicó mientras hacía nudos muy apretados con sus manos, grandes manos.— Descuida, si tienes suerte es tinta de mala calidad y se caerá sola.

—Ya veo, está bien, solo otra pequeña duda.—Sonreí con un entrecierre de mis ojos, tomé todo el aire que pude y volví a mirarlo.— ¿¡Tenía que ser algo tan vulgar!?.—Exploté al preguntar.

—Es una pequeña mierda sin importancia, tienes mucho dinero y tecnología en tu cajita de seguridad, algo encontrarás que lo quite. ¿Qué quieres cenar hoy?.—Me miró mientras terminaba de asegurar un extremo de la tienda en el suelo.

Notó mi silencio y era más que obvio mi severa incomodidad con la idea de pasar 48 y 25 horas fuera de mi casa, el cuerpo me ardía sin mencionar que todo a mi al rededor empezó a oler demasiado fuerte como si fuera un concentrado potente. Miré a Wade con inquietud y él solo sonrió y aún no se miraban completamente sus dientes.

Suspiré mirando su 'menú', hice un par de rostros de repulsión a lo que emanaba un aroma más nauseabundo y seguí observando.

—¿Bebito no quelle comidita?.—Preguntó burlón y sarcástico.— Bebé se enferma de la pancita si come algo que no sea de calidad premium.—Me mostró una charola con más comida, verduras desinfectadas en bolsa.

—¿Las compraste en Walmart?.—Pregunté mientras señalaba la bolsa con el loco de la marca más vendida de verdura en esa tienda.— Pero sí, sí me hace daño comer algo que...no esté desinfectado correcta y cuidadosamente.—Arqueé una ceja sacando un desinfectante premium.

—¡Ja!, sabía, está bien, la cena será de calidad estos cortos días así que me aseguraré de aprender en cada oportunidad.

Sonreí con ese comentario y empecé a ayudarle a prender su estufa con su respectivo tanque de gas, al menos fue cuidadoso en este detalle, serillas de militar y varios encendedores, lámparas de aceite, peligro si lo ves desde una perspectiva más crítica pero está bien.

Poco a poco empecé a repsirsr el aire de las montañas, esuchar los ríos suaves y la cantidad variada de aves en la zona, es tan...impactante. Si llego a acostumbrarme bien podrían poco importar los castigos por esas '73' horas.

✰𝘚𝘐𝘎𝘜𝘌𝘔𝘌 𝘚𝘐 𝘛𝘌 𝘎𝘜𝘚𝘛Ó 𝘔𝘐 𝘊𝘖𝘕𝘛𝘌𝘕𝘐𝘋𝘖✰

Me costó, pero acá anda. ✨