valor y sentimientos.
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Felix estaba ligeramente preocupado porque no pudo comunicarse con Chris todo el domingo debido a las actividades que su mamá había inventado por la familia Jung.
Ahora mismo se encontraba entre el pasillo, aún era temprano y los alumnos llegaban de a poco. Esperaba poder ver al alfa, o sino iría a visitarlo ni bien tocara la campana de salida.
Jisung estaba más entretenido con Minho y Jeongin ya estaba en su salón porque tenía exposición a la primera hora.
Sí, se encontraba solo. A la espera del castaño.
── ¿Sientes eso? ──logró escuchar a unos metros de él, justamente en donde se ubicaba un grupo de cuatro omegas.
── ¡Ah, sí! Ese aroma es delicioso, ¿de qué alfa vendrá?
── Ni idea, pero en cuanto lo sepa estará apartado. ──confirmó la otra con una gran sonrisa.
Felix frunció el ceño instintivamente, porque el denso y amargo aroma a café también empezó a colarse por sus fosas nasales. Haciéndole saber a quién le pertenecía.
Oh no, ellas estaban verdaderamente equivocadas si creían que tenían la más mísera oportunidad de acercarse a su alfa con esas intenciones.
Alzando la vista, se topó con la neutra mirada de Chris que cambió a una más suave al reconocerlo. El castaño le regaló media sonrisa, moría por estrecharlo en sus brazos. Pero aún recordaba que Felix no se sentía listo para ser más demostrativo en público.
Sin embargo, no se esperaba que el rubiecito se encaminara hacia él, luciendo tan precioso y adorable como siempre.
── ¡Channie! ──dijo con cierta emoción suave en su voz, enrollando sus brazos en el cuello del más alto y dejándole un besito en la nariz.
── Estuve muy ansioso esperándote.
El aludido arqueó levemente una ceja sintiéndose algo confundido, pero jamás iba a quejarse. De cierta forma, le gustaba la idea de que todos se enteraran que Felix ya tenía futuro alfa.
Ajeno a que esa también era una de las razones del rubio para con las omegas que querían acecharlo.
Tal para cual.
Chris posó sus manos en la cinturita, dejando que el omega acariciara ahora sus mejillas con tranquilidad. Felix apreciaba lo atractivo que era el castaño, ahora comprendía muy bien por qué querían quitárselo.
Su lobo gruñó disconforme.
── Te quiero. ──le murmuró muy de cerca, lo suficiente para que sus respiraciones se mezclaran.
── Yo más, bonito. ──y sin más, acortó lo poco para besarlo. También lo había echado de menos y se lo hacía saber en el contacto de labios contra labios.
Terminando el casto ósculo con un débil chasquido, Felix se sujetó del fornido brazo para seguir el corto camino a su respectiva aula.
Sonrió victorioso cuando todos parecieron observarlos y murmurar de inmediato. Notar a varios omegas decepcionados y atónitos era como obtener de esas calcomanías de estrellitas en el kínder por haber hecho un gran trabajo.
Vaya que sí lo hizo.
── Estás muy sonriente, me dejaste sorprendido afuera. ──habló el alfa luego de aventar su mochila en la silla.
Felix cerró sus ojitos mientras escondía su rostro en el cuello adverso, chocando con éxito en la glándula de aroma que liberaba más aroma de lo normal.
── Es porque te volví a ver, tonto. ──dijo suave, recostándose en el pecho de Chris cuando este se sentó en la carpeta──. ¿Tu celo aún no acaba?
El castaño resopló sobre el cabello sedoso del omega, rodeándolo con sus brazos.
── Con seguridad termina hoy. ¿Por qué? ¿Mi olor sigue siendo fuerte?
── Un poquito, pero me encanta. Lo bueno es que es mío por completo.
Chris sonrió de lado.
── Me alegra escuchar eso, no me puse mucho neutralizador por ti.
── Eso es muy lindo de tu parte, Channie. ──se alejó lo suficiente para verlo fijeza──. Pero allá afuera ya habían omegas peleando por quien se quedaría contigo.
Park soltó una risa nasal, besando el puchero que Felix había echo sin siquiera darse cuenta.
── ¿Entonces fue para ponerles en su lugar?
── En cierta parte sí. Además... creo que ya era momento de demostrar lo que siento sin necesidad de pensar en lo que dirán otros.
── declaró con sinceridad. No había sido algo fácil de pensar, menos cuando tuvo líos con el rechazo que daba a otros alfas.
── No nos están juzgando, ángel. Y si lo hacen, pues es pura mierda. ──le dejó un piquito en la frente para luego sonreírle, transmitiéndole confianza── Solo somos nosotros dos contra el resto.
Felix asintió complacido, disipando cualquier inseguridad que podría surgir. Confía en Chris tanto como en él mismo.
── De acuerdo, los cariñitos para cuando estén en la calle, jóvenes.
La voz del profesor Park los hizo separarse algo asustados. Haciendo que Felix se fuera a su asiento con las mejillas sonrosadas mientras Chris le daba un último guiño de complicidad.
Los días pasaban y a Felix cada vez se le hacía más difícil crear una excusa para obtener el permiso de salir. No podía decirle a sus padres la verdad tan a la ligera, pero tampoco podía faltar a las clases personales que gustosamente le daba a Woo para que obtuviera el mejor puntaje de toda la lista.
Esa era su meta.
Quería que Woo se sintiera feliz y orgulloso de su propio logro, que era capaz de mucho con esforzarse y ponerle dedicación.
── A esto paso pensarán que ya somos pareja, Felix-ah.
── Sé que esto es algo riesgoso, pero por favor, tú eres mejor convenciendo a mi mamá. ¡Está encantada contigo!
── Uhm... De acuerdo, lo haré.
Felix logró escuchar un suspiro del otro lado de la línea. Por lo que se prometió en ayudarle a Woo cuando éste quisiera.
── ¡Gracias, Woo. Eres el mejor!
── Sí, lo sé. A ver hasta cuándo nos dura fingir que tenemos un interés romántico frente a la familia.
── ¡Es culpa tuya! Si me dices que te pague un boleto para ir con San, lo hago de inmediato.
── No es fácil, bobo. Tampoco puedo huir tan así, mi madre me mataría.
── ¿Por qué exageras tanto? No creo que a alguna mamá o papá le gustaría ver sufrir a sus hijos.
── No lo sé... He estado bajo tanta presión desde que soy un cachorro. ──Felix apretó sus labios, sintiéndose triste por el alfa.
── Cómo vestir, cómo comportarme, cómo hablar, con quién relacionarme para no afectar la reputación del apellido... Muchos quisieran tener el dinero y los lujos que poseo, pero a mí me hubiera gustado tener una adolescencia común, como cualquier otro.
── No te desanimes, Woo. Puedes hacerlo, no estás solo. ¿De acuerdo? Estaré ahí cuando quieras contárselo a tus padres.
── Gracias, Felix-ah. Pero bueno, llamaré a tu madre. Tengo que volver a la oficina a seguir con las prácticas de unos documentos.
Ambos se despidieron, al omega se le instaló un amargo sabor en la garganta. No queriendo imaginar qué tan mal la había pasado Wooyoung encerado en obligaciones y sin poder estar con el omega del que está enamorado.
Ciertamente sus padres nunca fueron exigentes con él. Siempre lo consentían y le daban de su tiempo entre tantas agendas apretadas. No obstante, tenía un ligero temor de no saber cómo reaccionarían si les contara sobre Chris.
¿Lo aceptarían?
── Por supuesto que sí, ellos quieren mi felicidad. ──se convenció entre murmuros.
Pero por alguna razón, no estaba completamente confiado.
¿Qué tan malo sería?
Chris venía de una familia respetada y de buena posición, que tal vez no era como la suya, pero sí lo suficientemente importante para la gente superficial de las que sus padres se rodeaban.
Aunque si no fuera así, a Felix tampoco le interesaba. Él estaba ahí por los sentimientos sinceros de Chris y no en cuántos ceros tenía en su cuenta bancaria. Él lo quería y el alfa también, nada era más valioso que eso y esperaba que pudieran entenderlo.
La bocina de la motocicleta de Chris resonó, haciéndole despabilar de sus pensamientos. Rápidamente colgó su mochila al hombro y bajó para llegar hasta el alfa.
Sonriéndole y tomando el casco para así poder llegar a la casa de Bang, afirmó que el dinero no compraría la felicidad ni a otra persona con la que quisiera compartir momentos de su vida si no era Chris.
Porque entre sus cálidos abrazos y dulces besos, palabras de apoyo y amor, ayudándole a estudiar y aprendiendo a amar... No había algún punto de comparación.
gracias por leer <3
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