XXVI

- Herido -

Corría como sí mi vida dependiera de ello. Después de que mi mamá me dijera aquello solo pude salir de casa tomando un poco de dinero, las llaves de la casa y mi teléfono, llegando a la parada de buses rogando que un taxi pasara por aquél lugar y luego de unos largos minutos de larga y tortuosa espera uno paso y lo detuve pidiéndole que fuera lo más rápido que podía al hospital; ahora buscaba en el área de cuidados intensivos en donde se encontraba el rubio. A lo lejos divise al señor Agreste así que me acerqué sin pensar dos veces.

- ¡Señor Agreste! ¿y Adrien? - le cuestione sin siquiera saludar, estaba demasiado preocupada por el rubio y las palabras simplemente salieron.

- Está inconsciente. - respondió secamente. Podía comprender de cierto modo como se sentía y notaba su estado, al parecer había estado llorando.

Decidí no preguntar más y note quienes se encontraban ahí además del señor Agreste, estaba Nathalie, su guarda espaldas y mi madre acompañada de Fabio, escuché una puerta abrirse y me percate de las personas que salían de la habitación de al lado, si no me equivocaba la mujer era la madre de Marinette. Decidí ignorar aquello.

- ¿Puedo entrar a verlo? - cuestione mientras veía la puerta que se encontraba frente a mi. Tan siquiera me había dignado de saludar a mi madre. Quería ver a Adrien.

- Si, pero por orden de las enfermeras no más de quince minutos. - habló Nathalie y yo asenti para entrar a ver a mi rubio compañero.

Al entrar a la habitación el olor a antibióticos y alcohol me dio de golpe a comparación de lo poco que olía afuera; lo observé postrado en la camilla conectado a la maquina que mostraba su ritmo cardíaco, tenía una vía en la mano derecha por donde le pasaban suero (supuse), su pierna izquierda tenía un yeso, su cabeza estaba bendada y en su rostro había una mascara que enviaba oxígeno a sus pulmones.

Sentí mi corazon paralizarse al ver su estado y por mi cabeza solo paso un pensamiento: Adrien no podrá jugar en los partidos de básquet.

Me acerqué a el y con mucho cuidado acaricie su mano. En ningún momento me imagine encontrarme a Adrien de esta forma y el pensar que en lo que tanto se había esforzado no podrá hacerlo. Observé su rostro y note pequeños rasguños en su piel y tenía una sutura en una de sus cejas.

- Dios mio... ¿cómo fue que terminaste así? - suspire tratando de calmarme, me costaba mucho asimilar su estado. Sentía un enorme nudo en la garganta.

Agradecia enormemente que dentro de lo que le pudo haber sucedido estaba bien, pero aun así no podía sacar el amargo sabor de boca que dejaba verlo así. Simplemente lo observaba y trataba de calmarme, quería llorar. En ningún momento había dejado de acariciar su mano, me reconfortaba sentirla tan cálida y suave. No quería dejar de acariciarla.

Después de un par de minutos más salí de la habitación sintiéndome un poco más tranquila y dispuesta a saber que había sucedido. Me acerqué a mi madre, me senté a su lado y la abracé sintiendo como me envolvía entre sus brazos.

- ¿Qué fue lo que sucedio mamá?... - susurre sintiendo como acariciaba mi espalda.

- El auto se estrelló contra un poste de luz y Adrien salió por el parabrisas al evitar que Marinette lo hiciera. - respondió sin más suspirando pesadamente. Marinette también estaba inmiscuida en esto y si es así ella se encuentra en la habitación de al lado, por eso sus padres estaban aquí también.

- Ella estaba ebria y no recuerda nada de lo que sucedio, sus padres han intentado todo para que lo haga pero los medicos dijeron que por el alcohol y el golpe que recibió en la cabeza no lo recordaría. - explicó esta vez, dejándome desconcertada.

- ¿Adrien también estaba ebrio? - pregunté con el ceño fruncido, si me afirmaba eso, después que el rubio despertara lo volvería a dejar inconsiente por idiota.

- No, y por esa razón necesitamos saber que paso con exactitud ya que los padres de Marinette no estan contentos. - explicó mi progenitora dejándome más tranquila. Observé como una enfermera entraba a la habitación de Adrien y a los pocos segundos salía en busca de un médico dejándonos alarmados.

- ¿Emilie sabe del accidente? - cuestione observando como un hombre de bata blanca y la misma enfermera de antes entraban a la habitacion de Adrien, dejando a Gabriel con las preguntas en la boca.

- No, ha mejorado muchísimo y no queremos que la preocupación la haga recaer. - asenti comprendiendo sus palabras y no pude evitar sentirme feliz por saber que Emilie estaba mejorando, aunque eso venía desde hace un tiempo.

Nos quedamos en silencio sintiendo el aire tenso, yo me encontraba aún en los brazos de mi mamá sintiendome en calma, esperando que Adrien regresará. Aunque una duda carcomia mi ser y era el simple hecho de: ¿Cómo nos dejan estar aquí a estás horas si eso esta prohibido?, pero no le daría tantas vueltas. Al rato salieron el duo de agentes de la salud y automáticamente nos pusimos de pie. Pude percatarme de que los padres de Marinette habían puesto su atención desde donde estaban en nosotros.

- Adrien finalmente desperto y por ahora no podrán verlo aunque pidió ver a la última persona que lo visito. - explicó el hombre e inmediatamente todos voltearon a verme.

Yo tragué saliva y entré nuevamente a la habitación encontrandome al rubio observando el techo; ya no tenía aquella mascara de oxígeno, al escucharme ingresar giró su cabeza hacia mi y sonrió levemente. Me acerqué a el y me arrodille para estar un poco mas cómoda ya que no había alguna silla y no quería estar otra vez de pié, el sueño me consumia.

- Levantate y ven... - movió un poco su cuerpo dejando un espacio para sentarme a su lado. El acercó su mano a la mía y la tomó, volví acariciarla.

- Desperte desde que antraste a la habitación, perdón por haberte preocupado... - comentó observandome con un brillo en sus ojos esmeraldas.

- Perdonado... ¡te juro que tenía el corazón en la boca! ¿cómo terminaste así, Adrien? - cuestione con suavidad aprentamdo un poco su mano. De verdad me había preocupado demasiado.

- También perdón por haber interrumpido tu cita con Luka... aunque a decir verdad, realmente no lo siento por eso... - dijo sacandome una carcajada. Me miró como si fuera idiota.

- Adrien, son la una de la madrugada y no interrumpiste mi cita con Luka. - su cara fue un poema, me observó como un niño de cinco años que pelea porque le den su juguete favorito y chasqueo la lengua fastidiado.

- Pero ahora podrías explicar qué fue lo que sucedió... - mencioné y lo observé con seriedad.

- Salí con Marinette después del instituto, paseamos un rato y luego la lleve a cenar... durante la cena bebió muchísimo y termino ebria. - empezó a contar y lo vi fruncir el ceño.

- Se suponía que al salir iríamos a un hotel,  pero no iba a estar con ella en ese estado... podré ser un patan pero no de ese tipo... así que en camino a su casa se montó sobre mi y desvió mis manos del volante, cuando trate quitarmela de encima moví el volante y el auto se salió del carril, Marinette se molesto y me jalo hacia ella. No sé en que momento se nos atravesó un poste de luz y como pude frene el auto, pero igual chocamos contra el y de ahí lo unico que recuerdo es haber salido volando por el parabrisas... - finalizó.

- Entiendo, eso tendrás que contarselos a los padres de Marinette... no estan felices y pueden ponerte una denuncia.- comenté.

- Gracias por venir a verme, eres la única que está aqui, a parte de mi familia...- habló entristecido.

- No tienes nada que agradecer Adrien, eres especial para mi a pesar de todo lo que ha pasado y no podía irme a dormir sin verte.- le sonreí y el me devolvió la sonrisa aunque sus esmeraldas se veían tristes.

- Eres hermosa... Luka tiene suerte de tenerte.- dijo con ternura y recelo, ¿acaso estaba celoso?.

- Si, creo que si... no sé si sea lo mejor para el.- expresé tímida.

- Eres lo mejor para cualquier persona, ______. No dudes eso.- espetó con seriedad.

- El golpe en la cabeza te afectó.- el no era de decir cursilerías y mucho menos decirmelas a mi.

- El golpe en la cabeza es lo de menos, a comparación de mi pierna, tuve una fractura y los doctores dijeron que no podría jugar en los partidos.- suspiro frustrado, yo lo había supuesto desde un principio.

- Pero podrás jugar el año próximo...- comenté tratando de subirle el animo.

- Si no juego este año probablemente no consiga una beca deportiva para la universidad...- eso si que no lo esperaba.

- Yo... lo siento mucho, se cuanto deseabas jugar.- expresé imaginando como debía de sentirse el rubio.

- No te disculpes, no fue culpa tuya...- sonrió relajado.

Llevé la mano desocupada a su rostro acariciandolo, sintiendo lo suave y fría que estaba su piel, la cuidaba bastante al parecer... no tenía granos o manchas en la piel, y estaba levemente bronceado. Adrien era perfecto.

Soltó mi mano y sentí como deslizaba la suya por mi cintura haciéndome estremecer, apretó un poco provocando un pequeño salto de mi parte. Me acerqué a el y lo abracé sin aplastarlo.

- Estoy feliz de que estés bien...- susurre a su oído, para luego sentir como me apretaba hacia el.


"-Una de las mejores sensaciones es la calma después de la tormenta.    M.M-"

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Buenas, buenas✨
Espero estén super bien y que hayan disfrutado del capítulo. Es la primera parte del maratón para agradecerles por los 500 seguidores.
¡Gracias por todo su apoyo!
Está vez no me iré y terminaré esta historia para empezar con las otras.
Tengo muchos planes para próximas historias.
Boku no hero
Jujutsu Kaisen
Haikyuu
Naruto
Kimetsu no yaiba
Son algunas de las series/anime de los cuales escribiré historias en algun futuro.
Mañana estaré actualizando la segunda parte del maratón. Sin nada más que decir, me despido.
1/3

¡Besos!💋

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