II

-Desastre-

Un mes había pasado. Desde aquél día en la cafetería Chloe Bourgeois, se ha encargado de hacer de mi vida el peor de los infiernos. Bromas, tras bromas; burlas, tras burlas y ella no se cansaba.

Le da placer molestarme.

Claro, no debemos dejar de lado los días que he estado en dirección junto con ella y hoy es uno de esos.

Seré breve, yo, basura y el batido del Agreste.

A la rubia le pareció divertido combinar esas dos cosas y echarmelas encima. Genial.

Estúpida. Cerebro vacío. Oxigenada.

- ¿Me está prestando atención Srta. Lafont?- se dirigió hacia a mi el de barba blanca con su profunda voz. Yo negué con mi cabeza, me sentía algo avergonzada.

- Bueno, como seguía diciendo ustedes tres estarán castigados y se encargarán de limpiar toda la cafetería después de clases.- los dos rubios se encontraban anonadados. Parecía que sus ojos se fueran a salir de sus órbitas.

- Disculpe Director, pero creo que eso no será posible.- habló por primera vez el rubio.

- Dígame, Agreste...¿por qué no?- dijo seriamente el director, seguidamente de ser interrumpido por la de ojos azules cual cielito y de alma tan pura cual angelito.

Sobre todo ella.

- Porqué Adri-boo y yo tenemos prácticas. ¿No se acuerda?- dijo ella con una amabilidad más falsa que la sonrisa de una Barbie.

- Eso no tiene nada que ver Srta. Bourgeois, porque si tuvieron el tiempo de hacer revuelos, tienen el tiempo para limpiar.- ya estoy comenzando a oler mal. Help me.

- Yo tengo entrenamiento hoy y no pienso perderlo porque usted me lo diga.- se alzó el rubio al director, mientras apoyaba sus manos hechas un puño en su escritorio.

- Ve bajando el tonito Agreste, porque se puede quedar con las ganas de entrenar...- amenazó el barbudo mientras se colocaba de pie.

- Disculpe señor...- fui interrumpida por la rubia.

- ¿Qué vas a decir Lafont?¿Qué eres una tonta?- dijo mientras se reía a carcajadas.

Idiota.

- ¡Chloe! -exclamó el director con una mirada molesta.

- Bueno señor... si no tiene problema yo puedo limpiar la cafetería sola.- me voy a arrepentir de haber dicho eso.

- Por fin dices algo bueno cuatro ojos.- ya se me están acabando las fuerzas para evitar meterle un golpe en su nariz de plástico. El director la hundió con la mirada para luego hablar.

- ¿Está usted segura de eso, Srta. Lafont?- me acabo de dar cuenta de que el rubio me está matando con la mirada.

Seguramente me ahorcó, sacó mis riñones, los vendió y luego me quemó.

- Si, estoy segura señor.- es que yo debo de ser imbécil.

Adrien, sin comentar más nada, salió azotando con fuerza la oficina del director mientras Chloe lo seguía. El director con una mirada de lastima me dijo que podía regresar a clases.

4:00pm

Okey, esto será más difícil de lo que parece. La conserje me trajo todo lo que necesitaría para limpiar la cafetería y me comentó que de los 10 años que lleva trabajando aquí, nunca la había visto tan sucia.

Yo y el pato Donald.

Mi suerte está por el subsuelo. Limpiar la cafetería, sola y con mi patetica vista, no será una misión fácil.

Tengo que comenzar ahora y evitar tardar tanto, porque sino terminaré dentro de 24 horas. Vamos a comenzar con lo fácil, mover las mesas y las sillas para limpiar mejor el piso.

Narra Adrien

Me encontraba saliendo del hospital, camino al Instituto. Iba tarde a entrenar, no es algo nuevo, está dentro de mi rutina diaria. Instituto, hospital, instituto y casa.

Además el camino no era largo. Ya había llegado, apague mi auto y lo que quedaba de mi cigarrillo, metí una menta a mi boca para camuflear el olor a tabaco y nicotina.

Entre al instituto, se escuchaban mesas siendo arrastradas por el piso. Sonido insoportable a mis oídos.

Era la chica de la cafetería de la cuál no recuerdo su nombre. Era ¿Carla? O ¿Verónica? En fin, no importa.

Entre al gimnasio y por un lado estaba el equipo de animadores y por el otro el equipo de básquet, dirigí mi camino a mi equipo y me quite la ropa, estoy acostumbrado a llevar en ocasiones el uniforme debajo de la ropa. Me incorporé a los chicos los cuales se encontraban hablando con el entrenador.

- Rubio, 10 minutos tarde.- habló aquel hombre de cabello arreglado con un silbato alrededor del cuello.

- Ya usted sabe, deje de hacerse el gracioso.- levantó su mirada de la plantilla de asistencia y la dirigió hacía mi.

- Sabes que te entiendo, pero si sigues contestando así no entenderé mucho al verte cansado de trotar una hora.- sentenció el entrenador.

- Bien, ahora que están todos presentes quiero que escuchen atentamente, porque no repetiré por nadie.- todos los chicos comenzaron a murmurar entre ellos.

- Okey, dentro de 3 meses tendremos el Inter-high,  si ganamos iremos a los nacionales.- Que buena noticia.

- Y que lo este diciendo ahora tiene un porqué. Varios de ustedes por orden del director no podrán jugar, gracias a que su rendimiento académico está por debajo del promedio aprobado.- los chicos comenzaron a murmurar nuevamente pero se escuchaba más alto cada vez.

El entrenador sonó el silbato y todos callaron.

- En está lista están los alumnos que no podrán jugar, ni entrar en los entrenamientos hasta que suban sus notas. Los iré nombrando, saldrán y me esperarán en la cafetería.- mejor voy estirando porque en esa lista no estoy, de eso estoy seguro.

- Nino, fuera.- el de lentes asombrado salió hasta el comedor.

- Kim, fuera. Iván, fuera. Luka, fuera. Y por último.- dilo rápido para comenzar a entrenar.

- Risitos de oro, estas fuera.- ¿Cómo? Me carcajee, eso es una gran broma.

- Ja, ja, ja, buena broma entrenador, ¿cuantos minutos hay que trotar?- su cara cambió a una más seria.

- Agreste, estás fuera.- ¿es en serio?

- Seguro habrá leído mal.- arranqué aquella lista de sus manos.

Adrien Agreste...

El día de hoy no puede ir peor.

- Vamos campanita, no tengo tiempo. Sal, ya voy para allá. Y ustedes troten 30 minutos, ahora.- sonó su silbato y salió a la cafetería .

- ¡Disculpe!- llamó la atención de la chica de la cafetería.

- ¿Podemos estar aquí unos minutos? Será rápido.- ella giró sobre sus talones con la escoba en la mano, se veía cansada.

Su cabello estaba en una bolita, de esas que se hacen las mujeres para salir del paso; y algunos mechones caían por su rostro, me recordó a mamá.

- Claro, no hay problema.- dio una leve sonrisa y siguió con lo suyo.

- Okey, ustedes deberán de buscar un tutor, tienen un plazo 3 días para hacerlo, sino se les asignará uno. Eso es todo pueden retirarse.- el entrenador salió de la cafetería y todos los chicos comenzaron a irse.

Después me encargaré de eso, utilizaré la vieja confiable, esa nunca falla...

-"Solemos confiarnos y creer que las cosas saldrán como queremos, pero siempre el destino puede darnos un giro de 360 grados. M.M"-

-----------------------------------------------------------------
Hola, holaa! 🤗
Volví. Resucite.
Se que tarde demasiado en actualizar, pero primeramente el colegio me tiene agobiada con tantas evaluaciones; segundo estuve 6 días sin Internet y tercero soy de Venezuela, país en el cual hubo un apagón nacional por el cual pase 4 días sin luz. 🙃
Aquí les dejo su segundo, hermoso capítulo. Espero les guste, tanto como a mi.
¡Besos! 💋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top