Capitulo 26 "La captura de Jack"
-Jack Anderson, entréguese. ¡Está rodeado! – Ordeno Robert llamando al muchacho desde un altavoz.
- ¡Me entregaré si prometen darme lo que pido! - Grito el contrario desde la ventana de aquella casa abandonada.
-Señor, no debemos ceder. - Le recomendó Lorenzo.
-No podemos hacer nada más.
-Déjeme entrar. Yo puedo detenerlo.
- ¡No! Es muy peligroso, no voy a poner en riesgo ninguno de mis oficiales.
-Pero señor...
-No, yo doy las ordenes aquí.
-De acuerdo. - Se resignó algo molesto.
-Está bien Jack, dejaremos nuestras armas. Pero suéltala y baja por favor. - Grito Robert en lo que dejaba sus armas en el suelo y las alejaba con el pie.
Acto seguido ordeno a su equipo dejar sus armas.
Esta discusión había tardado media hora, Lorenzo estaba en total desacuerdo con el abandono de armas. Consideraba que eran blanco fácil y que no debían confiar en alguien como Jack. Pero Robert ante la desesperación de que liberen a ___________ era capaz de hacer lo que le pidan.
Días antes...
Jamás habías ido a ver a Zabdiel y en este momento, que lo tenías frente a ti, con un vidrio de por medio, te sentías realmente culpable.
-Créeme que lo siento...me dejé engañar, no confié en ti.
-No te preocupes ______, a todos engañó, es un profesional.
-Sí, pero debí darte el beneficio de la duda. Espero algún día puedas perdonarme.
-No tengo nada que perdonarte.
- ¡Zabdiel, realmente me esta molestado tu amabilidad!
-Lo siento ____- Se rio ante tu tono. - Pero es lo que siento.
-Te prometo que enmendare todo esto. Pronto te liberaremos.
-Lo sé, confío en ti y en Robert. Él sabe lo que hace, incluso más que Alex.
Tu reunión con Zabdiel no duro más de media hora, era el tiempo que tenía permitido hablar con alguien fuera del horario de visitas.
Saliste esperanzada de aquel lugar y decidiste dirigirte hacia el hotel donde se hospedaba Robert para ver lo que continuaba, la captura de Jack.
En todo el trayecto desde la penitenciaria al hotel te estuvo siguiendo un coche, el cual no notaste. Era Alex, en el auto de su madre, claramente no reconocerías el auto.
Te vio llegar al hotel y solo le hizo falta un minuto para comprender la situación. En su semblante se podía ver preocupación y enojo. Lo estaban acorralado.
Desesperado llamo a su hermano.
-Algo ha de suceder para que te comuniques conmigo estando las cosas como están. – Comentó Jack.
-Necesito que me hagas un trabajo más.
-Te dije que me salía de esto.
-Esto no es un juego del que puedes salir, te dije que era muy tarde para arrepentimientos, estas hasta el fondo y si me hundo yo, te hundes conmigo. Recuerda que no me tiembla la mano al apuntar y que tengo excelente puntería.
- ¿Acaso me estas amenazando?
-Te estoy advirtiendo, desde el inicio sabias las consecuencias, ahora necesitas actuar si no quieres caer.
Hubo un incómodo silencio, que fue interrumpido por la voz de Jack.
-De acuerdo... ¿Qué puedo hacer por ti?
-Necesito que secuestres a ______
-Es definitivo, perdiste la cordura.
-Nada de eso, estoy más cuerdo que nunca.
-Es muy arriesgado, lo sabes.
-Yo sé bien lo que hago.
Y era así, Alex jamás se equivocaba; era una mente más que brillante. Era su oportunidad para recuperar la confianza de _______ y sacarse de encima a su hermano.
...
EL DIA DE...
Era una cálida mañana, planeabas acompañar a Ally al banco, tenían algo, un grave error que cometió Alex.
Lo que no sabías es que jamás llegarías al hotel, en la parada de bus paro una camioneta negra polarizada. No te dio tiempo a reaccionar que ya estabas en el asiento trasero y cuando menos te diste cuenta ya te estabas durmiendo, clara técnica de Jack, cloroformo.
Despertaste en un edificio, lo notaste por el balcón frente a ti. La intensa luz que entraba por el ventanal te cegó, por lo que te costó tiempo acostumbrar la vista.
Una vez que pudiste ver bien comenzaste a observar el lugar. Estabas atada contra una enorme columna, las paredes eran blancas, parecía un lugar en remodelación, pero no era un departamento, parecía más una oficina.
Lograste divisar unas llaves y una taza de café aun humeante sobre una pequeña mesa a unos metros de ti.
"Está aquí" pensaste. No dudabas en quien te había secuestrado, o por lo menos, quien era el autor intelectual del hecho. Y tu sospecha fue confirmada al ver entrar a Jack por la puerta de metal.
Robert te había enseñado unas cuantas fotos de él, pero era más temible en persona.
Un joven de casi 30 años, realmente demacrado por los narcóticos a los que era adicto. Delgadez extrema, pero con fuerza de sobra, ojeras de días.
-Te despertaste antes de lo que pensaba.
- ¿Qué quieres?
-Quiero que dejen de buscarme.
-Difícil si me secuestras.
Se acerca y se pone en cuclillas para estar a tu altura.
-Te soltaré, pero deben dejar de buscarme. Bien sabes quién es el autor de todo esto. Sé porque me obligo a secuestrarte, él quiere inculparme y salir librado de todo, quedaría él solo, es todo por dinero. Él planea quedarse con todo el dinero de mis padres y huir con Hannah.
-No entiendo que quieres que haga.
-Por ahora, darme tiempo.
- ¿Tiempo para qué?
-Para huir.
-Eres un cobarde.
- ¿Tu sabes quién es mi hermano? - Se puso de pie. - Es capaz de matarme, es capaz de matarte. Es capaz de matar a tu hija si es necesario.
Ese comentario te causo un frio en la columna.
>>Todo esto finalizara, pero debo garantizar mi libertad.
Eso fue lo último que te dijo, iba a decir más pero el tono de su teléfono capto su atención. Al ver de quien se trataba salió de la habitación.
Una vez fuera contestó aquella llamada, era Alex.
- ¿Ya la tienes?
-Así es, ¿Qué planeas hacer con ella?
-Es muy pronto para decirte, en cuanto te vea te contaré.
-De acuerdo, como digas. - Aceptó la respuesta, resignado.
Luego de un intercambio de palabras cortaron la comunicación. Alex se escuchaba tranquilo, a pesar de tener la soga al cuello. Jack, luego de años, logró descifrar a su hermano y esta vez él estuvo un paso adelante.
La denuncia por tu desaparición no tardó en darse; todos sabían que era algo extraño de ti ausentarte y no avisar donde estabas y más aún no responder las llamadas.
Los mensajes anónimos falsos de tu avistamiento no tardaron en llegar, tanto así que cada día Robert dudaba de la veracidad de la información que encontraban. Hasta la tarde del quinto día en el que llegaron dos notas misteriosas, una impresora y otra con recortes de revistas.
La primera de ellas, la impresa, tenía remitente: Alex Peterson. Está de más decir que el detective quedo sorprendido ante la nota más que nada por la firma que confirmaba sus sospechas, Alex la tenía.
La nota era concisa.
"Yo no la tengo, la tiene Jack. Sé que quiere desafiarme y teme que hable y lo inculpe por todo. Se dónde la tiene, pero deben dejarme libre si les entrego a _____ y a Jack. "
Mientras, la otra nota provenía de Jack.
"Alex Peterson me obligo a secuestrar a su novia, se porque por ello los ayudaré. La tengo en uno de los edificios en construcción sobre la avenida 7. Yo se las entregaré si garantizo mi libertad. Jack."
Ahora Robert se encontraba en una encrucijada; y por parte entendía que esto se había vuelto un conflicto familiar y que tú habías quedado en el medio como el cebo para ambos.
Lorenzo, en cambio, lo comprendió enseguida.
-Es claro, Alex está buscando deshacerse de su hermano y quedarse librado de todo esto culpando a Jack del secuestro y limpiándose las manos. Tiene sentido que Jack haya solo acatado una orden y que ahora este aprovechando la situación para garantizar su libertad y él librarse de su hermano. Están en guerra entre ellos.
-Una guerra silenciosa, a traición.
-Exactamente.
- ¿Y qué aconsejas?
-No confiar en ninguno de los dos. Ir armados hasta aquel edificio. Jack no es tan listo, ya nos dio la ubicación sin garantizar aun nada, no tenemos ningún trato con ninguno.
Y efectivamente, al siguiente día se levantó un enorme operativo para rescatarte y capturar a Jack.
De tres camiones blindados bajaron un gran número de hombres y mujeres uniformados, con chalecos y enormes armas.
Jack los observo desde el balcón.
- ¡Demonio! Estoy muerto...estoy muerto. - Dijo mientras caminaba de un lado al otro de la habitación. - Me matan ellos o me mata Alex.
Tu solo te limitabas a mirarlo.
>>Ahora ¿Qué hago? - Luego de efectuar esa pregunta te miro, sabias que nada bueno podía venir de esa mirada.
Tomo una pistola que tenía sobre el escritorio y abrió un poco la ventana del balcón.
-Jack, entréguese. ¡Está rodeado! – Ordeno Robert llamando al muchacho desde un altavoz.
- ¡Deben soltar sus armas y garantizar mi libertad...sino la asesinare!
-Señor, no debemos ceder. - Le recomendó Lorenzo.
-No podemos hacer nada más. Temo la que mate, es un desquiciado.
-Déjeme entrar. Yo puedo detenerlo.
- ¡No! Es muy peligroso, no voy a poner en riesgo ninguno de mis oficiales.
-Pero señor...
-No, yo doy las ordenes aquí.
-De acuerdo. - Se resignó algo molesto.
-Está bien Jack, dejaremos nuestras armas. Pero suéltala y baja por favor. - Grito Robert en lo que dejaba sus armas en el suelo y las alejaba con el pie.
Acto seguido ordeno a su equipo dejar sus armas.
Lorenzo estaba en total desacuerdo con el abandono de armas. Consideraba que eran blanco fácil y que no debían confiar en alguien como Jack. Pero Robert ante la desesperación de que liberen a ___________ era capaz de hacer lo que le pidan.
Al dejar su arma y voltear, Robert noto la ausencia de Lorenzo y lo vio a lo lejos ingresar, armado, a aquel edificio.
Sabía que no había vuelta atrás, no le grito porque sería alertar a Jack.
- ¡Jack, ya soltamos nuestras armas, baja por favor! - Le ordeno Robert. Pero esta vez no recibió respuesta del contrario.
Es que, dentro del edificio, Jack, tú y Lorenzo no estaban solos...
-Eres un maldito traídos ¿Sabes?
-Tenía que garantizar mi libertad, soy un sobreviviente, entiende Alex.
Estaban teniendo esa calurosa discusión frente a ti, ambos portaban armas y temías quedar en medio de una batalla a muerte, no podías dejar de temblar.
-Las manos en la espalda y suelta el arma Alex.
Había llegado Lorenzo, apuntaba directo a la cabeza de Alex con una escopeta. Alex hace caso y comienza a descender y dejar su arma en el piso, pero sin previo aviso y como si del viento se tratara, Alex hizo un ágil movimiento sacando de su espalda otra arma con la que apunto directo a Lorenzo y antes de poder advertir algo disparo a ambos hombres y se hecho a la fuga dejándote confundida.
Lorenzo sostiene su estómago y con la mirada perdida va cayendo lentamente hasta quedar de rodillas.
-Lo siento...- Fue lo último que te dijo antes de caer de cara al piso.
Desde afuera escucharon tu grito de pena y fue suficiente alarma para que los oficiales volvieran a tomar sus armas y con Robert en la cabeza ingresaran al edificio.
Encontraron el cuerpo ya sin vida de Lorenzo y por el otro lado a Jack que se retorcía de dolor. La bala le había dado en la pierna, parecía ser en una de las articulaciones pues estaba quebrada.
Luego de liberarte, llevar a urgencias a Jack y abandonar la escena del crimen pudiste hablar con Robert.
- ¿Qué sucedió? - Te pregunto este último en lo que te entrega un café.
-Fue Alex. Estaba en el edificio y le disparo a ambos. ¿Lo lograron ver? - Hablaste mientras seguías su recorrido con la mirada.
-No, no lo vimos. Revisamos el edificio, hay salidas de emergencia, seguramente salió por una de ellas, o se fue en auto o alguien lo está ayudando. – Te respondió en lo que se sentaba frente a ti.
-Estoy realmente preocupada. - Dijiste mientras te abrazabas como si intentaras quitarte el frío. - Ahora que se todo, debo estar en la mira.
-Tranquila, estarás con custodia por un tiempo. Ya enviamos un boletín para capturarlo, todas las fuerzas armadas están trabajando para que no se nos escape.
Robert conservo la calma hasta el último momento, jamás se inmuto por la muerte de Lorenzo, hasta que saliste de su oficina; lograste escuchar como rompió en llanto y te lamentabas que todo esto sucediera y te culpas más que a nadie en el mundo.
La noticia de la muerte de Lorenzo no solo cayó como agua fría para Robert, Victoria en cuanto se enteró tampoco aguantó las lágrimas. Joel la contenía mientras ella ahogaba su lamento en el pecho de este tomándolo con fuerza de la camisa.
Toda la noche fue así, nadie pudo dormir, entre el miedo y la tristeza se quedaron juntos toda la noche.
...
En los días siguientes, luego de la autopsia, realizaron el funeral el cual convoco a más personas de las que imaginaban. Victoria estaba devastada, pero, solo una cosa la llenaba por completo, saber que Lorenzo murió dignamente y que será recordado para siempre, algo que él quería, morir como un héroe.
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