- ¿Y para qué buscas a _____?

-Necesito hablar con ella, es de vida o muerte.

-Pues...Dios...ven.- Le dijo sujetándola fuertemente del brazo y arrastrándola con él.

-Oye, espera, me lástimas. - Le gritaba tratando de soltarse.

-Entra.- Le ordenó tras abrir la puerta del acompañante de su ranger blanca. La chica obedece. - Aquí hablaremos mejor.- Le aclaró tras montarse en la camioneta.- ¿Quién eres?

-Solo te dire que soy alguien que quiere salvarse y salvar personas.

-Déjate el misterio niña.- Le recriminó. Le estaba fastidiando su actitud.

-Solo necesito que me lleves con ______- Le suplicó.

-No puedo aunque quisiera.

-¡¿Por qué, demonios?!- Le gritó seguido de una patada a la guantera.

-¡Oye, mi coche!

-A la mierda tu coche niño rico.- Estaba a poco de comenzar a llorar.

-Oye, tampoco es para tanto, no llores, no la rompiste.- La intentó calmar. Cogió su barbilla y le levantó el rostro; ella movió la cabeza alejándose de su mano.

-No lloro por tu estúpida guantera, es que- Lo mira fijamente.- No te das una idea todo lo que tuve que pasar para llegar aquí. Corrí como diez kilómetros, trepé una cerca, no tengo un dólar, muero de hambre y frio y tengo una herida que me impedirá caminar bien por una semana. Y ahora llegó y me dices que no sabes donde esta ¿Y sabes qué es lo peor? Que viene sin saber si realmente encontraría a alguien.

Erick la miraba y escuchaba atentamente, había algo en ella que le llamaba la atención, no sabía qué, pero en su rostro había algo familiar. Observaba la palidez de sus labios producto del frio, sus manos temblaban y sus ojos estaban repletos de lágrimas.

-Ay Dios, no puedo creo que voy a hacer esto. - Dijo vacilante mientras se tiraba el cabello hacia atrás. Paola lo mira intrigada. - Solo te pido que no hagas un escándalo, mejor ningún sonido.- Y puso en marcha el coche.

...

Richard entra por la puerta del comedor, en su rostro se veía preocupación.

-Ya, cálmate y siéntate, vas a gastar el suelo si sigues caminando de un lado a otro.- Le dijo Zabdiel que se encontraba sentado en la punta de la mesa afinando su guitarra.

-Si, amor. Erick ya va a venir. Ven, ayúdame con esto.- Pegándole una palmada a la silla junto a ella. Richard se sienta, algo molesto.

-¿Qué es todo esto?- Preguntó fastidiado al ver la mesa repleta de documentos.

-Son algunos documentos de la estética; sueldos, facturas...ah y en esa caja están los curriculums que me dejaron hoy.- Señalando con la birome.- Ahí está... puedes ayudarme con eso, separa los mejores curriculum para el trabajo de los que no sean útiles.

-De acuerdo.- Tomando la caja con desgano

-No, deja. Si lo vas a hacer así mejor deja.- Tomando la caja

-¡No! Ya esta, lo quiero hacer ahora.- Quitándosela con fuerza.

Zabdiel se comienza a reír

-¿De qué te ríes?- Estaba enfadado.

-De nada Richard, de nada...- Seguía riéndose mientras se retiraba hacia el recibidor.

...

Zabdiel se encontraba frente a las escaleras, con un pie sobre el escalón cuando escucha el cerrojo de la puerta; voltea y ve a Erick entrar con Paola, la cual llevaba la campera del chico.

-Ah...hola Erick.- Lo saludó indiferente, como si no le importara el chico.- Y hola...tú.- Mirando con desprecio a Paola y retirándose escaleras arriba, sin esperar respuesta.

-¿Y ese imbécil quién es?

-Es Zabdiel

-Es un grandísimo idiota

-No siempre fue así.

-¿Qué le sucedió?

-Esté...luego te cuento, ahora debes comer algo y cambiarte. Ven, por aquí.- La tomo delicadamente de la mano.- No hagas ruido.- Le susurró.

Pasaron silenciosamente por la puerta del comedor, esperando que Lu y Richard no se dieran cuenta de su presencia, pero...

-¡Erick!- Gritó Richard levantándose de su silla.

Erick hace un gesto de rabia y no tuvo más remedio que volver hacia el comedor, había dejado a Paola tras la puerta izquierda, la cual se encontraba cerrada.

-¿Qué necesitas Richard?- En tono molesto y casi sarcástico.

-Primeramente, que no me hables así. No te estoy agrediendo ni faltando el respeto. Y Segundo ¿En dónde estabas?

-¡Qué te importa! - Se había puesto agresivo algo que alertó a Lu.

-¡Te dije que no me faltes el respeto, tu gritas, yo grito él doble! Te estoy preguntando porque Zabdiel me contó que vas a la tumba de Meryl, entiende ¡Solo quiero ayudarte!

-Cierra la boca, cierra la ¡Puta boca!- Le ordenó.- ¡Siempre intentando ayudar, queriendo controlar todo, queriéndonos obligar a ser felices para que tú y tú estúpida novia puedan follar sin remordimientos. Pero ven, metete un maldito segundo en esta realidad y deja tu mundo feliz por un instante. Zabdiel esta completamente bloqueado, lleva una semana sin dormir y esta casi anoréxico. Chris se fue, vio que éramos un problema y huyo como el cobarde que es; Joel siquiera nos mira a la cara, proyecta todo su odio en mi "Ay Erick eres un fastidio, Erick deja de llorar, déjate de amenazas y matate de una vez", mira a tu alrededor, carajo. Estamos destruidos, ya no hay nada por lo que pelearla! Escucha...escucha a tu alrededor ¿ves? ¡Nadie! ¡Ellas se fueron, ellos se fueron. Ahora vete tu con tu patética novia peluquera!. Déjanos a Zabdiel y a mi que entre nosotros nos mataremos.

Erick se había quebrado. Richard lloraba, Luisina igual. Y Paola observaba

-Debo irme de aquí, no puedo traer más problemas, ya tienen de que preocuparse.- Reflexionaba

Pero algo la saco de sus pensamientos; era Erick en el suelo, se había desmayado. Lu y Richard corren a por él.

-¿Y tú quién eres?- Lu la había visto.

Paola no respondió, solo le dio una sonrisa nerviosa.

-Primero encárguense de él y luego hablamos

Richard la miraba furioso y desesperado.

-No, no puedo con todo esto.- Dijo frotándose el rostro.- Amor, tu encárgate de esta chica, yo llevare a Erick al hospital.

-¡No, espera! Quiero ir con él.- No sabe porque, pero realmente le preocupaba la salud de Erick, más aún luego de lo que escucho.

-¡No, carajo! Vas a hacer lo que digo, Lu se encargara de ti y yo de Erick.- Le ordenó como si fuera su hija.- Amor, averigua quien es y si no llego temprano, por favor, dale las vitaminas a Zabdiel, las debe tomar a las 12 y asegúrate de que las tome.- Toma en brazos a Erick y, con ayuda de Lu, se dirige al garage.- Ah y también dale una pastilla para dormir sin que se dé cuenta. Si sigue así lo tendremos que internar y no quiero ni puedo lidiar ya con esto, no solo.

Richard se montó en su coche y se fue. Luisina cerró la puerta y volteo, se sobresaltó al ver a Paola tras ella.

-Demonios niña, casi me matas del susto. Bien, ahora tu y yo vamos a hablar. Acompáñame.

-Si, podría...- señalando el cesto de fruta a su izquierda.

-Si, toma lo que quieras y sígueme.

Paola toma una manzana y va tras Lu. Se dirigieron al living; Paola se estaba por sentar.

-¡Espera!- Le gritó

-¡Dios! ¿Qué?

-Vamos, acompáñame no te vas a sentar toda mojada. Ese sillón vale una fortuna.

Paola revoleo los ojos.

"Estoy cansada de esta gente rica" pensó fastidiada.

Siguió a Lu escaleras arriba

...

Zabdiel se encontraba en su habitación sentando en la cama tocando la guitarra, seguía componiendo, era lo único que lo mantenía concentrado y le evitaba pensar. Escucha los pasos en el pasillo y la voz de Lu.

No le dio importancia, pero había algo que le daba curiosidad de la chica con la que Erick había llegado. Dejo la guitarra a un lado y se dirigió a la habitación de Richard y Lu.

Toco la puerta.

-¿Si?- Preguntó Lu.

-¿Puedo pasar?

-No, la chica se esta cambiando.- Le respondió.- Ten, ponte esto.- Le ordenó

Suena el celular de Luisina, que se encontraba en el comedor.

-Yo voy.- Gritó Zabdiel.

-De acuer... ¡No, espera!- Gritó saliendo de su habitación interceptándolo en las escaleras.- Voy yo, quizás sea algo importante.

-Ok.- Dijo Zabdiel mirándola confundido por la extraña reacción de su amiga.

Luisina bajo velozmente. Debía percatarse de que no fuera _____, por ello no lo deja responder a nadie su teléfono, siquiera a Richard.

Zabdiel estaba por volver a su habitación, pero se detiene frente a la puerta de la habitación donde se encontraba Paola. Un impulso lo guiaba hacia allá, como una conexión que lo unía con esa chica.

Entra en la habitación sin previo aviso.

-¡Oye, idiota, que te sucede!- Le gritó tapándose el torso con una toalla.

Zabdiel se acercó a la chica cautelosamente, ella observaba cada movimiento del chico, estaba en estado de alerta. Pero la sorprendió que la tomara de la cintura. Zabdiel la miraba intensamente a los ojos, como perdiéndose en ellos.

"No me había percatado de los bellos que son los ojos de este idiota" pensó perdida en su mirada.

-Tu...- Es lo único que salió de la boca de Zabdiel, la tomo del rostro.- No puede ser.

"¿Qué le sucede?" Pensó confundida.

Pero dejo de pensar cuando Zabdiel, sin previo aviso, unió sus labios con los de ella. No sabe porque, pero se dejo llevar por el momento.

"Es que...besa tan bien" pensó.

...

-Si, Eliana te entiendo, yo también te extraño esta casa es un caos y...no quiero alterarte pero Erick esta en el hospital...no...espera...no te alteres escúchame, solo se desmayo, quizás fue la presión, es que estaba discutiendo con Richard...no, no soportó más esta situación. Yo quiero a los chicos, pero si seguimos así nos vamos a enfermar de estrés, pero Richard no quiere dejarlos siente que son su responsabilidad...ya no puede solo.

...

-Bien, señor Camacho, el muchacho ya se encuentra bien. Se le bajo la presión ¿Está sometido a constante estrés?

-Respiramos estrés en esa casa.

-Bien, es mejor que busquen la forma de calmar las cosas, no solo por Erick sino también por Zabdiel. ¿Qué le sucede a él?

-Zabdiel, ¿Por qué?

-Hace tres semanas no está viniendo a terapia.

Richard larga un suspiro de cansancio y frustración.

-Me encargare de que venga.

-Es muy importante que lo haga, ahora con permiso voy a atender a otros pacientes.

-Si claro siga con lo suyo.

Richard se deja caer sobre una de las sillas de la sala de espera y comienza a llorar, liberando todo el estrés y el cansancio.

Un rato después, más calmado, se seca las lágrimas y toma su celular. Comienza a sonar.

-Hola, Richard.

-Chris...- Habló en medio de un suspiro de alivio. Sentía paz al escuchar la voz de su amigo.

-¿Qué sucede?- Preguntó preocupado.

-Te necesito, te necesito aquí. No puedo solo con todo esto. Estoy en el hospital con Erick que tuvo un colapso nervioso, Zabdiel esta sin dormir hace una semana, no come y me acabo de enterar que no esta yendo a sus terapias. Me voy a enfermar Chris, necesito tu ayuda. No podemos dejar que esto se destruya, hace cuatro años hicimos una promesa, hacer hasta lo imposible para que CNCO siga siendo CNCO pero no es CNCO sin ti y Joel, que vive pero no existe en la casa.

-Quisiera volver, pero sabes como me fui, los chicos me odian por irme. La última vez que los vi fue terminar discutiendo y todos enojados.

-Chris...ellos te aman, debes volver. Te necesitamos. Debe volver CNCO, te lo suplicó.

-No lo sé Richard...

-Por favor, te lo suplicó, me voy a terminar enfermando.

-De acuerdo iré, pero al primer conflicto me voy. Yo quería a los otros chicos, no esta clase de locos que se convirtieron.

-Sabes, más que nadie, que ellos siguen ahí, solo necesitan sentir que estamos con ellos, ven, te prometo que todo será diferente.

...

-Si, lo se Eli pero ya no podemos con todo esto. Necesitamos ayuda.

-¿Y por qué no lo llaman a Chris?

-Lo conoces, es un cobarde. A la primera dificultad huye. Tu eres la única que puede sacar de ese pozo a Erick

-De acuerdo, de acuerdo. Tendré que posponer algunas materias, que bien. Pero es cierto que me preocupa mi primo. Pero a la primera que vea sufrir a alguno de los chicos me voy.

-Te prometo que todo será diferente.

...

Zabdiel se separa de Paola. La mira seriamente, confundido.

-¿Qué sucede? Zabdiel...

El chico comienza a alejarse.

-No...no eres ella. Solo que...esos ojos. No... deja, no digas nada. Perdón. Debo...- Y salió corriendo de la habitación dejando a Paola aún más confundida.

-Bien, ahora. Tu y yo vamos a hablar.- Entró Lu.- Pero niña, ¿Qué haces aún que no te vestiste? Oye, me escuchas.- Haciéndole señas con las manos frente al rostro. La chica miraba hacia la puerta pensando en lo que acababa de pasar.

-Ah...si, perdón me distraje...pensando.

-Bueno, piensa menos. Debo solucionar esto antes de que Richard llegue.

-¿Por qué te preocupas tanto?

-No lo entiendes, no entiendes esta familia.

-Si, entiendo que tienen problemas. Pero, ¿Por qué te preocupa tanto tener todo perfecto para ese chico Richard?

-El necesita ayuda, hace demasiado por todos.- Se sienta en la punta de la cama.- Solo, quiero ayudarlo y sacarle peso de encima, temo que tanto nos arruine lo que hay entre nosotros. Pero...que te cuento esto a vos.- Reaccionó poniéndose de pie.

-Supongo que porque no tienes a nadie aquí con quien hablarlo.

-Supones mal.

-¿No eres la única mujer?

-Si, pero no significa que este sola. Ahora, las preguntas las debería hacer yo. Ven, baja conmigo. Te preparare algo caliente.

-Gracias.

Lu para en seco antes de salir.

-Ehh...eso.- Señalando su mesa de luz.

-Ay Dios, que tienes con la limpieza.

-Junta moscas y hormigas. Termínala y tirarla en la basura.- Caminan hacia el piso principal.- Dios niña, ¿Dónde vives? En alcantarillas.

-No, pero había muchas ratas y olor a mierda.

Lu la miro asustada por la tonalidad de odio que uso la chica para referirse a donde vive.

-Espera... ¿Había?

-Ya no vivo más allí.

-¿Dónde vives ahora?

Llegan a la cocina y Lu prende la cafetera.

-En ningún lado. Hui. - Dijo mientras tocaba los adornos de la cocina.

-Ya veo, y ¿Dónde entra Erick en todo esto? En que lío se metió. - Preguntó esperando la peor respuesta.

-Oh él, en nada. Es asunto mío. Yo lo encontré en el cementerio, en realidad no buscaba a él. Buscaba a _______ ______ o a Christopher Vélez.

Lu se heló al escuchar tu nombre.

-¿Y para qué los buscas?

-Necesito hablar con ella, algo urgente. Se que su tío está en campaña y debo advertirle algo.

-¿Y Chris? Déjame decirte que, si te acostaste con él, no lo busques porque...

-¡No!- Dijo indignada.- Es porque lo conozco, en realidad, el salvo mi vida hace tres años. Luego lo vi en las noticias cuando paso lo del accidente de la chica esa Meryl y lo vi junto a ____ así que supuse que el sabría ubicarla. Y ¿Quién era esa chica Meryl? Vi que- Hizo un gesto con las manos como si volara hacia el cielo. - ¿Era importante?

-Primeramente, no hables de Meryl no tienes derecho alguno, no toques el tema. Es algo que no queremos recordar, solo recordamos a la chica que conocimos. Segundo no sé qué hizo Chris por ti, pero aquí no lo encontraras hace dos años se fue a Los Ángeles, se fue cuando esto se convirtió en un caos y CNCO no tuvo más remedio que separarse y dudo mucho que él sepa donde esta ______.

-Oh, no me digas que hice todo esto al divino botón. Que mierda, pues lo tendré que dejar a la suerte y lo peor es que no puedo hablar con la policía porque ellos son también unos corruptos.

-Espera, ¿Qué? ¿De dónde conoces a _____?

-Oh, no la conozco lamentablemente, mi madre nunca me dejo conocerla. Dice que es la viva imagen de su bruja madre. - Dijo en tono de burla hacia su madre.

- ¿Quién eres?

-Me llamó Paola Reynoso.

- ¿Y qué sucedió entre tu madre y la de _____?

-Oh, no nada. Bueno mi madre fue la amante de Víctor. Soy hermana de _____