Golpeaban con todo el peso de sus cuerpos la puerta haciéndola resonar en todo el piso. Los vecinos, curiosos, observaban desde sus puertas. Solo uno de ellos, un joven universitario residente nuevo, decidió ayudarlos. Entre los tres lograron derribar la puerta.

A gran velocidad Johann se adentra en el departamento buscando alguna señal de la chica. La búsqueda no fue demasiado difícil. No termino de pasar el pasillo cuando sintió pisar un charco de agua.

Abre la puerta con violencia y se encuentra con una escena aterradora. Joel, por su parte no podía creer lo que veía. El anterior corre y toma en brazos a la muchacha, Joel se saca su camisa y de un tirón logra dividirla en dos. Hace un nudo con aquellos trozos en los brazos de la chica buscando detener la hemorragia, aunque sea para que le den tiempo de llegar al hospital más cercano.

                                                                                            ~*~

"...No lo quiero hacer, pero Ana me obliga, te odia, te odia por arrebatarle a su padre o eso cree ella. Supe que son hermanas.

Ya dicho esto, ya que sabes la verdad. Es mejor que me vaya, no podría vivir sabiendo que te hice daño o que por mi culpa mueran más personas. Si yo no estoy no debo verme enfrentada a esa decisión ni a vivir con miedo de lo que me puedan hacer..."

Quería hablar con su padre, pero este estaba ocupado con aquel video. Video en el que se podía ver explícitamente el asesinado de Louis y la persona detrás de él.

No podía creer lo que veía, realmente habían sido engañados, pero ¿Cómo? ¿Quién es él? ¿Quién es Alex Wadlow y por qué mataría a Louis?

Esas preguntas se encontraban plasmadas sin orden alguno en la libreta de Robert y miles de hipótesis pasaban por su mente.

No tenía respuesta, pero sabía que decía hacer. Las hermanas debían saberlo y sin pensarlo dos veces, toma su móvil y marca el número de Paola.

                                                                                       ~*~

Joel empujo la puerta del hospital permitiéndole a Johann entrar, este último gritando desesperadamente por ayuda, la cual no tardó en llegar. Varios enfermeros y paramédicos se acercaron y con sumo cuidado, pero lo más rápido posible depositaron a la chica en una camilla y la llevaron hacia sala intensiva.

Johann y Joel estaban juntos cuando Eliana llamo al primero. Y sabiendo el historial de Alejandra, Joel no dudó un segundo en ponerse de pie y correr hacia el auto.

No era la primera vez que se encontraba en esta situación con Ale. Cuando recién se conocieron lo había intentado, pero con pastillas. Solo esperaba que esta vez también haya llegado a tiempo.

Quería creer que no era por él, pero era la única hipótesis que se le venía a la mente. No quería parecer presumido, ni se creía indispensable para el mundo, pero, ¿Qué otro motivo desataría que Alejandra lo volviera a intentar?

                                                                                ~*~

Luego de hablar con Paola, ya no había mucho para hacer y tras ver la cantidad de llamadas perdidas que tenía por parte de Eliana decidió volver hacia el hotel.

Llego agotado, estresado y con su mente dispersa en Alex y el homicidio.

-¡Tenemos que hablar!

Ese grito lo alerto, levanto la vista y observó furiosa a su hija.

-¿Qué sucede?

-¿Ana Mena es mi hermana?

Sin filtro, sin pausa. Cayo como agua fría, así es Eliana. No se anda con rodeos.

-¿Quién te dijo eso?

-Alejandra

-¿Alejandra?

-¡Ten! – dándole la nota.- Y por seguridad de todos, espero que no me mientas.

Robert leyó atento la nota. No podía creer lo que allí narraba. Se sentía culpable, realmente si algo le pasaba a Alejandra por su culpa no se lo podría perdonar. Ana lo venía amenazando hacía ya cinco años, pero jamás pasaban más allá de eso, amenazas. Se tendría que haber preocupado más. Pero siquiera tantos años de entrenamiento le servía para reconocer la verdadera naturaleza de su hija mayor; o quizás era su propia mente la que lo obligaba a creer que su pequeña no podía ser capaz de algo tan nefasto, tan inhumano.

-Es cierto.- Afirmo finalizando la lectura.- Ana es tu hermana.

-¿Y por qué jamás me lo dijiste?- Tenia a voz quebrada.

-Para protegerlas.

-¿De qué?

-Es complicado de explicar.

-¡Basta de eso! Robert, explícame de una puta vez todo esto, odio estar perdida, confundida y que mis amigos sufran por culpa de esto.

-De acuerdo, no te alteres, te contaré todo lo que quieras. Pero, debes ser precavida, no debes acercarte a tu hermana por ninguna circunstancia y por sobre todo no debes contarle a nadie lo que te contare.

-Está bien, no le diré a nadie. Pero empieza por favor.- Le suplicó, sentándose en el sofá.

-Antes de conocer a tu madre, estuve con otra mujer, tenía otra familia en España. En ese tiempo era un simple empleado del F.B.I, pero, luego del atentado a las torres gemelas me subieron de posición y me adentré en un partido secreto mundial que se encarga de regular el orden social y la política mundial. Los jefes de los jefes. Este partido, conocido por lo que lo estudian como el justiciero, se encarga de que todo sea lo más políticamente correcto posible. Había estado años desaparecido, pero tras el atentado decidieron volverlo a resurgir, esta vez metiéndose desde adentro en la política. Y yo les servía como investigador y seguridad junto a otros compañeros alrededor del mundo.

Me estaba metiendo mucho en estos asuntos, tanto así que políticos involucrados con los atentados me comenzaron a amenazar. Decidí desaparecer para proteger a mi familia, luego de dos años conocí a tu madre y decidí comenzar de nuevo. Primero para cubrir mi identidad, pero luego me enamore de ella. Pasaron los años y decidí volver a los asuntos del partido, mala idea, asesinaron a la madre de Ana por ello, para amenazarme. No busque a Ana, la quería mantener a salvo. Luego, decidí volver a irme pues ya sabían de ti y de tu madre.

Fui por Ana, pero cuando la encontré ya tenía padres adoptivos, los cuales eran Patrick y Rosmerie un matrimonio que trabajaba en el departamento de justicia, los cuales eran millonarios gracias a tratados con terroristas.

Ellos sabían quién era Ana, por ello fueron tras ella. Era su forma de controlarme.

Decidí desaparecer del mapa. Años después el partido volvió, esta vez como REVOLUCIÓN. Era todo a escondidas, pero no tardaron en descubrirlos, matando a Louis. Allí fue cuando conocí a Paola, ellos eran amantes y decidí volver a meterme pues Louis era un muy buen amigo. Investigue la vida de Paola, nos encontramos con _____. Y vi que tú la conocías, por eso decidí volver. Me pareció una señal para recuperar mi familia.

Así fue como también busque acercarme a Ana, pero ella no me acepto. Y todos estos años viví bajo sus amenazas, pero jamás la vi capaz. La subestime en verdad.

-¿Por qué te amenazaba?

-Quería que te dijera la verdad.

-¿Y por qué no me la dijiste?

-Porque decirte quien era Ana implicaba explicarte todo esto e involucrarte en esto, cosa que evite toda mi vida.

-¿Hay algo más que me ocultes?

-No, nada más. - Y por su mente pasaba el nombre de Alex.

Eliana se pone de pie y se preparaba para irse, se notaba molesta.

- ¿Dónde vas?

-A ver a Ale. Te estaba esperando para hablar, ya que se la verdad quiero ir a ver a mi amiga.

-De acuerdo

Eliana abre la puerta cuando su padre le vuelve a llamar la atención

>>Eliana...me escuchaste verdad? No llames a tu hermana, no te comuniques con Ana.

-Seguro, ¿Algo más?

-Te quiero.

No recibió respuesta más que un portazo.

                                                                            ~*~

Johann<No tiene caso que vengas. Aún no nos dicen nada, quédate tranquila Joel y yo nos quedamos aquí y cualquier cosa te llamamos.) 17:30

(De acuerdo, veré que hago hasta más tarde. Realmente no quiero volver al hotel y ver a mi padre. Luego te cuento que sucedió> Eliana 17:35

Eliana se quedó en una cafetería cercana al hotel, no estaba de ánimos para ver a nadie. Y sobre todo no estaba de ánimos de hacerle caso a su padre.

Así que, luego de pagar su café, se puso de pie y salió decidida. Encaminándose hacia su destino.

Destino no muy lejano, pues sabía que Ana vivía cerca de la zona céntrica.

Esta última entro en pánico cuando vio a Eliana acercarse hacia ella, volvía de verse con Hannah para contarle como estaba todo el plan. Claro, que cuando fue, le dio buenas noticias, no esperaba encontrarse con Eliana frente a frente.

Quiso huir pero la contraria la intercepto a tiempo.

-Tenemos que hablar.- Sonó más a una orden que a una sugerencia.- Hay cosas que debemos solucionar.

-No se de que me hablas.-Intentando evitarla.

-Si que lo sabes Ana, ¿O debo llamarte hermana mayor?

Ana sintió que el corazón le explotaba ante esas palabras. Suspiro, quería llorar.

-De acuerdo, hablaremos.

Ana se alejó de la puerta y comenzó a caminar hacia su izquierda. Eliana la seguía un poco más atrás.

Fueron a un parque cercano y se sentaron en completo silencio por un prolongado tiempo. Hasta que finalmente Eliana rompió con ese incomodo silencio.

- ¿ Por qué no me dijiste nada?

- ¿Decirte qué?

- Que eres mi hermana.

- Eso le correspondía a Robert

- No lo llames así, dile papá.

- Es fácil para ti decirlo, a ti no te abandono.

- ¿Escuchas lo que dices? Nueve años de mi vida pase sin el. Me abandono a la misma edad en que tu lo encontraste. Y también estuve furiosa, pero aprendí a perdonar y si lo escucharas sabrías el motivo.

- ¿Te dijo por qué?- preguntó sorprendida

- Si, me lo dijo hoy.

- Ves, sigue haciendo diferencia entre nosotras.

- Solo busca protegerte.

- Si, claro, como no.- riendo sarcásticamente.

- Algún día entenderás y solucionaremos esto, podremos ser la familia que debimos ser hace años.- Agregó con un tono positivo.

- ¡No! Tu entiende, eres una estúpida. Pues claro tu tuviste a tu madre, pero yo no tuve a nadie desde los 12 años. No te quiero, y tampoco a él. No me interesa su perdón, me interesa vengarme de ustedes. -Exclamó llorando.

- Pero, ¿Qué te hice?

- Existir, eso hiciste. Quitarme todo, todo lo que tienes debería ser mío, incluso Christopher.

- Christopher no es mío, ya no estamos juntos. Va a tener un hijo de otro.

- ¡Ay, Dios! Eres patética, siempre odie eso de ti. Quería hacerte fuerte, odiaba verte babear por los rincones por él y lo estúpida que te veías con solo verlo respirar. Pero, no importara cuanta mierda te tirara, te negabas a ser fuerte.

- ¿Crees que soportar todas las cosas que me hiciste no es ser fuerte?

- ¡Ser fuerte es luchar por lo que quieras y tú nunca tuviste la fortaleza, ni la tienes para pelear por Christopher!

- ¿Qué pretendes al decirme todo esto? ¿Por qué querías hacerme fuerte?

- Porque eres mi maldita hermana menor. Porque te odio y me divertía verte sufrir, así como quería que aprendieras a vivir. ¡Quería que aprendieras a reclamar lo que es tuyo, a luchar por lo que quieres y a que nadie te pase por encima! Pero dejas que Ally, en un segundo te quite todo.

- Pero...¿Cómo sabes de Ally?

- ¡Ally es mi prima! Yo la mande para que se hiciera amiga tuya, luego se acostara con Chris...

- Y se embarazara de él. - La interrumpió.

- ¡No! Quiero demasiado a mi prima para someterla a eso. Quería que te enteraras y te doliera. Sabía que si te hacías amiga y luego ella se iba con Chris te dolería el doble de que si fuese una chica ajena a tu entorno.

- Pues, te salió mal. Se embarazó.

- Sí, es una estúpida. Pero no es de Christopher.

- ¿Cómo? ¿De quién es?

Ana se dio cuenta de que había hablado de más.

- Pues, no lo sé. Pero de Christopher no es.

- Tengo que irme. - Se pone de pie. - Si algún día decides perdonar estoy dispuesta a perdonarte. Sino, quiero que desaparezcas de la vida de todos y dejes de ocasionar más daños. Ya se la verdad y te acepté. Espero que recapacites. Siempre serás bienvenida a mi familia fuiste muy mala, pero eres mi sangre. -Se estaba por ir cuando sonó su móvil con un mensaje. Vuelve a mirarla. - Retiro lo dicho. Ya te perdoné. - Da media vuelta y camina derecho perdiéndose a lo lejos.

Eliana vuelve a mirar en su móvil aquel mensaje y una sonrisa se hace presente:

Johann<Despertó😊 Quédate tranquila, está estable. No perdió mucha sangre, pero la tendrán en revisión. Me quedaré aquí a cuidarla. Puede recibir visitas a partir de mañana) 19:33

Eliana se sintió en paz por un instante en todo ese día. Hace tiempo no sentía esta alegría. No había perdido al ángel que le dio Meryl.

Esa noche no quería regresar al hotel, no se sentía del todo lista para enfrentar a su padre y sobre todo confesarle que estuvo con Ana cuando él le ordenó que no. No podía creer que con sus 21 años aún seguía acatando ordenes de sus superiores, o por lo menos de su padre.

Su madre, estaba de viaje con su actual pareja y aunque esta fuese una opción, tampoco pensaba en ella como la primera de estas. Solo pensaba en Christopher, quería sentirlo, quería tocarlo, sentirse protegida entre sus brazos y escuchar de sus labios que todo iba a estar bien.

Paola no tiene un hijo de él, Ally no tiene un hijo de él. Se sentía realmente mal por juzgarlo sin siquiera escucharlo y en su mente se planteó que jamás iba a volver a dudar de la veracidad de su palabra. Quería estar con él pues debía aprender a confiar.

No tardó mucho en llegar a la residencia de los chicos y una _____ algo desanimada la atendió. No era novedad, si no era porque discutió con Zabdiel por cualquier cosa o era por lo posesivo de Alex, que no la deja ni respirar.

-Christopher está en su habitación. - Le respondiste luego de que te preguntara por él.

Eliana subió con desconfianza, por su mente pasaba todo lo que debía y no decirle a Christopher. Era seguro que lo de Ally se lo iba a confesar...pero ¿Lo de Paola? ¿Y si por decirle la verdad de aquello ponía en riesgo su seguridad? Sabía lo que debía decir, pero más que nada quería, simplemente, estar con él; preferiblemente en silencio disfrutando de su respiración, recostada en su pecho escuchando su corazón.

Tocó la puerta dos veces y no tardó mucho en escucharse la voz del chico invitándola a entrar.

¿Cómo describir la reacción de Christopher? No esperaba que fuese ella quien estuviera allí parada frente a él. A pesar del silencio no se sentían nada incomodos, como si estuvieran acostumbrados a las presencias de sus cuerpos en un mismo cuarto sin un simple sonido.

-Te necesito. - Sollozó la chica, entregándose a un abrazo. - No puedo estar un segundo más lejos de ti.- Separo su rostro del pecho de su amado para levantar la mirada y mirarlo a los ojos los cuales se hayan llenos de ilusión y, se puede decir, felicidad.- Te amo.- Fue lo último que salió de los labios de la chica. Suficiente para que Christopher capturara sus labios en un intenso y significativo beso.