Capitulo nueve
/ ⁄ BAD BLOOD PRESENTA
ACTO UNO — — Capitulo nueve: El funeral
Palabras: 1575
Advertencias: Funeral de personaje. Miedo.
Maratón: 4/5
Comentarios míos: Mi niña Lune será la bestie de Baela y Rhaena 💪 Disfruten, comenten y voten 😘
Año 120 d.C
Marcaderiva
Siempre quiso conocer más allá de Poniente. Cruzar el Mar Angosto a pisar tierras desconocidas donde se aventuraría en las nuevas costumbres y tradiciones de la gente. El problema era que para poder viajar tenía que hacerlo en barco. Y el navío no era su medio de transporte favorito por el momento.
Tampoco lo era la situación por la que viajaban a Marcaderiva.
El día estaba nublado. Tristes nubes cubrían Torre Alta por el funeral que se estaba ejecutando. Lady Laena Velaryon, primogénita de Lord Corlys y la princesa Rhaenys, había fallecido en parto. La princesa Rhaenyra no quiso entrar en muchos detalles acerca de su muerte, por lo que se conformó con saber quién era la mujer dentro de aquel ataúd.
Lucerys, Jacaerys y Sir Laenor, durante el viaje lamentaban la partida de la joven mujer. La conocieron de niños, compartiendo con sus primas Baela y Rhaena cuando viajaban a Rocadragón por algunos días para después regresar a Pentos. Decían que era una valiente mujer, que le encantaba volar en su gran dragón Vhagar, la antigua montura de la Reina Visenya Targaryen. Una dragona de Conquista.
— ¿Vamos a darle el pésame a sus primas? —Pregunto Lune, acariciando los rizados cabellos del príncipe Lucerys.
Jace negó. Se encontraban en un balcón grande donde había mesas con comida, y la gente caminaba de un lado a otro conversando con todos. El funeral fue el más triste de todos sin contar cuando el príncipe Daemon se rio de algo que Lord Vaemond había dicho. No comprendía el Alto Valyrio, pero supo que era malo cuando la princesa Rhaenyra abrazo con más fuerza a sus hijos.
—No. Quedémonos aquí —dijo Kermit. Su mirada estaba perdida en la joven peliblanca sentada junto al rey. Helaena. Al parecer su hermano estaba haciendo un buen papel de futuro esposo cuando al llegar los vio muy sonrientes a ambos—. No somos de la familia, además que Jace y Luke no quieren perder de vista a Sir Laenor.
Formo una mueca. Abajo, en la costa, el padre de los muchachos Velaryon estaba de rodillas con las olas del mar golpeando su cuerpo. Se iba a resfriar o peor aún, congelar. Además, no era una bonita imagen para los hijos del hombre, asi que Lune se interpuso en la vista de ambos hermanos quedando frente a ellos. Luke la miro con sus ojitos de incomprensión, mientras que Jace con el ceño fruncido.
—Tu madre viene —comento.
Ambos hermanos observaron a la princesa, quien se hincaba a su lado. Tras de ella, Lune vio a su padre bajarlas escaleras hasta llegar a la costa donde tomo a Sir Laenor. Su padre llevó al hombre bajo la atenta mirada de los presentes.
—Sus pequeñas primas perdieron a su madre. Les serviría un gesto amable —dijo la princesa, acariciando los cabellos de Jace.
— ¿Se vería bien si nosotros vamos a darles un gesto amable? —Pregunto Kermit.
La princesa le sonrió, asintiendo.
—Claro. Ustedes son parte de nuestra familia ahora. Y los Velaryon son familia —dijo ella, levantando su cuerpo para mirar a las hermanas Targaryen—. Vayan, a ellas les sentara bien.
Lune asintió. Tomo la mano de Luke y Oscar, que jugaba con un caballo de juguete. Ambos la siguieron sin saber dónde iban, tras de ella Jace y Kermit conversaban acerca de que tan tonto era Aegon al estar tomando vino sin descanso. La pelirroja le sonrió a Aemond al ver como el chico la miraba.
No habían tenido la oportunidad de conversar desde que arribaron a Marcaderiva. Pero Lune no sabía de que podrían hablar, cada vez que recordaba su última conversación no tenía ideas de que decir en ese momento ¿Cómo se encontraba? ¿Si el huevo que le dieron eclosiono? No, no eran temas de conversación que a Lune le agradaran.
El chico dejo en claro que la extrañaría y que un huevo jamás eclosionaría.
—Hola... Nosotros...
Kermit no supo que decir, solo miraba sus manos y después a ella como buscando una forma de continuar con la conversación. Ella solo se sentó entre Baela y Rhaena para tomar las manos de las niñas, para darles consuelo. A veces no se necesitaban palabras para expresar lo que se sentía. Un gesto podía decir muchas cosas, y aquel gesto a las hermanas fue suficiente para que ellas se sintieran acompañadas.
Oscar volvió a jugar con su caballo, al igual que Luke, que se sentó al otro lado de Rhaena. Jace solo miro y tomo la mano libre de Baela. Todos apoyando a las hermanas en aquel momento tan triste. Lune sabía lo que se sentía perder a una madre, lo recordaba por una septa que falleció cuando tenía 4 veranos. Ella fue su figura materna, pero el desconocido se la llevó cuando malas personas intentaron asaltar Aguasdulces.
Recuerda sus llantos y los llantos de sus hermanos. También recuerda los llantos de su padre, quien decía esa mujer fue su septa cuando era joven. Todos perdieron a una madre aquel día.
La princesa Rhaenys se acercó a ellos, sonriendo ante la imagen que ofrecían. Ella quería abrazar a sus nietas, asi que Lune tomo esa oportunidad para ir a hablar con Aemond. Dejo a sus hermanos al cargo de Jace, que era el más serio de los mayores. Kermit perdería a Oscar apenas se diera vuelta. Su hermano mayor no era muy fanático de cuidar al Tully menor, pero si a ella. La protegía por sobre todas las cosas.
—Hola...
—Vi que tu visita en Rocadragón te hizo más cercana a mis sobrinos —dijo el mayor.
Solo asintió.
—Bueno, ehm... La mayor parte del tiempo la pasamos juntos para conocer Rocadragón —respondió.
Aemond asintió sonriendo de lado. La princesa se acercó a sus hijos para mandarlos a dormir. Lo mismo hizo su padre cuando regreso de dejar en su aposento a Sir Laenor. Dejo que siguiera conversando con Aemond hasta que se hiciera más oscuro y el viento fuera más fuerte. Claro que la mirada de Jace en ellos no pasó desapercibida, le decía que no se demorara, que la estaría esperando para dormir.
—Acompáñame —dijo el príncipe.
Lune frunció el ceño ¿Dónde quería ir Aemond? Miro a todos lados esperando que nadie los pillara. Al ver que nadie lo hacía, fue corriendo tras el príncipe que ya corría por la playa. Por el camino de las escaleras vio a Aegon tirado con varios vasos alrededor. Borracho y durmiendo estaba. Pobre príncipe.
No sabía donde iban, solo sabía que Aemond la tenía agarrada de su mano para que no se perdiera. De vez en cuando miraba hacia atrás esperando no ver a algún guardia enviado por la reina Alicent o por la princesa Rhaenyra. La princesa entró a Torre Alta junto a su padre Lord Elmo, ambos conversando entre murmullos que le causo curiosidad.
—Aemond, ¿Dónde vamos? —Pregunto con algo de miedo.
—Ya verás —respondió.
Llegaron a una colina muy grande en la que tuvieron que subir con ayuda de sus manos. Escuchaba las olas golpear la orilla de la playa y a las gaviotas graznar por el sonido. El aleteo de los pájaros era único y especial que la hizo relajarse por unos momentos. Solo hasta que llegaron a la cima de la colina y descubrió lo que Aemond quería hacer.
—No, Aemond. Acabamos de estar en el funeral de Lady Laena, ¿No puedes esperar hasta mañana? —Cuestiono.
—Mañana será muy tarde y la niñita esa la robara —respondió en un gruñido.
Lune trago saliva cuando el príncipe se levantó decidido a reclamar a la gran dragona que dormía. Era gigante, con solo una garra podía atravesar al príncipe. Trato de detenerlo, pero de tan solo escuchar sus respiraciones, el terror la embargaba. Ella no era mansa como Syrax, era mucho más letal que Syrax.
Grito cuando la dragona se despertó al sentir que alguien estaba por tocar las cuerdas de la montura. Su gran morro la hizo apretar los dientes y las manos ante el temor de perder a su amigo.
— ¡Aemond, ya vámonos!
La dragona volvió a mirar a Aemond, pero esta vez, abrió sus fauces para quemarlo. No, no podía suceder eso. Pero su amigo fue astuto al hablar en Valyrio, elevando su mano derecha para controlar a la dragona. Tuvo miedo, cuando vio a su amigo subir por las cuerdas. Tuvo miedo, cuando este se sentó en la montura. Y tuvo miedo cuando la dragona se levantó del suelo para dar un vuelo.
Corrió y corrió de regreso a Torre Alta. Tenía que avisarle a alguien. No podía dejar que Aemond sufriera algún accidente mientras volaba en Vhagar. La princesa Rhaenyra, ella sabría qué hacer. Ella siempre tenía la solución a todo. Corrió dentro del lugar, sin ver a ningún guardia merodeando por los pasillos ¿Dónde estaba Sir Criston? No se veía por ninguna parte.
Escucho a la dragona aterrizar en una parte de Torre Alta. Trago nerviosa, llegando a los aposentos de la princesa donde golpeo frenéticamente ante la situación que observo. La princesa no abría la puerta, ¿Dónde se hallaba? Volvió golpear, esperando a que abriera esa segunda vez. Y lo hizo, pero no se esperó encontrar a su padre tras la puerta.
—Lune, hija ¿Qué sucedió? ¿Por qué sigues en ropa y no estás con tu ropa de dormir? —Indago.
—Aemond, papa... Aemond reclamo a Vhagar mientras todos dormían...
Entonces el grito más doloroso de un niño se escuchó por todo Torre Alta.
¡Holis! Cuarto y anteúltimo cap del maratón 💪
Bueno, me gusto este cap porque fue un punto de vista de personaje que no es Targaryen, además deje muchos mas pensamientos de Lune acerca de su infancia. La septa figura materna, me costo escribirlo porque necesitaba a alguien que hubiera sido influyente en la vida de Lune al su madre jamás conocerla.
Mi niña acompañando a Aemond, tiene tan buen corazón 🤧 El segundo acto va a doler escribirlo 😔 Con la traicion de Aemond y aparte, conociendo los verdaderos pensamientos del niño 😳
Aemond con cuidado con la niña ☠
Con esto me despido al cap 10 😘 Les menciono que cuento con Canal de Difusión donde informo de varias cosas entre ellas, fanfics en borrador, spoilers etc. El link lo pueden encontrar en los comentarios del tablero 💖
Nos vemos,
Monse 🐲🐟
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