Al llegar a la escuela, Athan se notaba nervioso, miraba hacia todos lados esperando que nadie descubriera lo que había pasado.

—tranquilízate Athan, todo estará bien—dijo Jacob como si nada hubiera ocurrido, su gemelo no entendía como podría estar "bien" después de lo que acababa de ver

—tenemos que decirle a alguien, llamar a papá y contarle—susurro Athan llegando al área de casilleros

—está bien, le llamaré y le avisaré—dijo Jacob para que su hermano se tranquilizara

Athan no dijo más y decidió creerle a su hermano sobre qué llamaría a su padre para avisarle que había ocurrido hace unos minutos en su trayecto hacia la escuela, ambos llegaron a su salón de química y se sentaron en su mesa para dar inicio a la clase.

—Athan, ¿Estás bien?—pregunto uno de sus compañeros—. Te vez muy pálido

—oh si estoy bien, solo no desayune bien—dijo Athan rápidamente

La clase avanzó con normalidad, los gemelos hacían una práctica de mezcla de sustancias y todo parecía ir como un día normal, pero de repente una alarma sonó en toda la escuela alertando a los alumnos.

"Atención, Archer está en cierre forzoso desde este momento, todos los alumnos deberán de permanecer en sus clases"

Los alumnos al oír la alarma se acercaron a la ventana para ver qué estaba pasando, pero estás se cerraban automáticamente ante alguna amenaza, Jacob y Athan no entendían que estaba ocurriendo pero se pusieron contra la pared como todos los demás a esperar alguna noticia, ambos sacaron sus teléfonos para llamar a sus padres.

Athan llamó a su padre y espero unos momentos antes de que tomara el teléfono.

—Athan ¿Están bien?—pregunto Andrew

—si, nos han encerrado pero nadie sabe por qué—dijo el chico algo asustado

—ya lo sé, es...—Andrew prefirió no decirle por ahora lo que ocurría—. Mira no puedo hablar ahora ¿Vale? Escuchen a sus profesores y hagan lo que ellos digan

—si, pero tú lo sabes, ¿Hay algún asesino psicópata?—pregunto Athan

—no, no es nada de eso. Están a salvo, lo prometo—dijo Andrew y Athan se quedó callado pensando en decirle lo de esta mañana

—papá—lo llamo pero las palabras no salían de su boca, no encontraba el modo de decirle

—¿Qué pasa amigo?—pregunto Andrew y Athan prefirió no decirle nada

—no es nada, te veo en casa—finalizo Athan antes de colgar la llamada, esperando que no decirle haya sido una buena idea