¿Que querés?
Pov Nico
¿En que momento habia comenzado a sentirme tan inferior? Siempre había sido el tipo que todo lo podía, y que nada le afectaba, pero ahí estaba yo, con el semblante serio, un poco triste. Quiza era por que mi novia... ya no era mi novia y peor aún, estaba acostándose con mi enemigo, en mi cara. O tal vez, era el hecho de que ella esta vez no caía a mis pies como siempre, y ahí entraba Luna... que en vez de caer por mí, estaba cayendo a los pies de otro,y no cualquier "otro" si no el mismísimo Matteo. Me dediqué a observar como respondía a su beso robado, como subía las manos por su cuello y se dejaba vencer. Suspiré, ella jamás me besaría así. Asi que dejé de martirizarme con la escena y entré al curso decidido a dormir una siesta ya que matemática no me interesaba para nada, pero al cabo de unos minutos, Jim entró al salón con el labial corrido y miró en mi dirección con el ceño fruncido.
_¿Es el único lugar que queda?_ Preguntó molesta mientras la profesora asentía con una mueca_ No voy a sentarme ahí.
_Lo siento señorita Jimena pero debe sentarse ahí_ Respondió. Ella suspiró mientras yo sonreía satisfecho.
_ ¿De que te reís imbecil?_ Dijo mirándome fijamente. Todos se giraron para observar, apreté los dientes.
_De lo infantil que sos_ Afirmé. Ella frunció el seño mientras se auto señalaba.
_¿Yo?_ Dijo. Yo asentí mientras ella soltaba una sonrisa burlona_ ¿Quien te pensas que sos?_ Dijo mientras se acercaba y apoyaba ambas manos en la mesa.
_¡Jimena basta!_ Dijo la profesora levantándose del aciento. Yo levanté una ceja y me acerqué bruscamente casi rosandole los labios.
_¿Que vas a hacer? ¿Eh?_ Amenacé y por un instante sus ojos se perdieron en los mios, pero aunque pensaba que tenía nuevamente la situación controlada, no me había percatado de que la mano de jim se estaba levantando y estampándose en el medio de mi rostro.
_¡Te odio!_ Gritó mientras salía hechando humo de la sala. Miré a la profesora un instante que se encontraba completamente frustrada y me levanté de un salto corriéndo detrás de ella, sabia que esto me costaría unas cuantas horas en la dirección, pero ya no importaba. Tomé la mano de la colorada y la giré hacia mí, esta la quitó rapidamente y se cruzó de brazos_ ¿Que querés Nico?.
_A vos_ Confesé. Ella levantó una ceja burlonamente.
_¿Qué? ¿A caso te arrepientes de ser un maldito idiota?.
_Vamos Jim, sabes que te extraño y me estoy muriendo sin vos_ Susurré, tomándo su mano y sonriéndole, como a ella le gustaba. Ella mordió lu labio mientras revoleaba las cejas_ ¿No me crees?.
_¿Como voy a creerle al chico que me puso el cuerno durante dos años?_ Dijo mientras sus ojos comenzaban a cristalizarce. Solté su mano, con una sensación extraña en el estomago ¿Sería culpa?_ Ahora eres libre de estar detrás del culo de toda chica que desees, pero a mí, dejame en paz_ Afirmó. yo negué lentamente, la idea de alejarme de Jim, se me volvía imposible_ ¿Por qué te negas? ¿Te parece justo que yo esté llorando por tí mientras tu te revuelcas con otras?_ Negué mirándo hacia el suelo mientras las lagrimas comenzaban a acumularse en mis ojos_ Entonces ¿Qué queres Nico?
_¿Vas a empezar a llorar rubia?_ Dijo esa irónica voz que tanto detestaba, levanté la vista y allí estaba él, tomándola de la cintura mientras ella lo miraba sonriente ¿En que momento me descuidé tanto, para no notar que Ramiro estaba robándo el corazón de mi chica?_ Ya la escuchaste, dijo que la dejaras en paz.
_¿Por qué no te vas por donde viniste raperito de cuarta?_ Dije entre dientes_ La conversación es entre ella y yo_ Jim negó con la cabeza mientras fijaba sus ojos en los mios.
_Nosotros ya no tenemos nada de que hablar_ Sentenció. Luego se giró hacia él acariciando su rostro y depositándo un beso en sus labios. La sonrisa victoriosa del idiota de Ramiro me hirvió la sangre. Apreté los puños a punto de marchar, pero aquellas curvas sensuales y esos ojos verdes arrogantes acercándose a nosotros, me detuvieron.
_¿Entonces lo elegis a él?_ Pregunté con una sonrisa cínica. Ella afirmó lentamente mientras se acurrucaba en él_ Genial_ Afirmé_ Solo no te arrepientas_ Y acto seguido, tomé la mano de Luna y la acerqué hacia mí apoderándome de sus labios. Ella frunció el ceño totalmente desentendida ante mi brusquedad, pero no me importó, tomé su cintura fuertemente mientras deboraba sus labios, ella llevó sus manos hacia mí hombros apretándolos y jadeando. Si así querés jugar Jim, así vamos a jugar.
Pov Luna
Salí del curso con la típica excusa de ir al baño, solo para dar una vuelta por los pasillos y pensar ¿Que había sido ese beso tan repentino de Matteo, luego de no haber contestado mis llamadas ni una sola vez durante tres dias? ¿Acaso piensa que puede tenerme cuando quiere solo por ser tan jodidamente irresistible? Suspiré y una extraña secuencia llamó mi atención. Nico estaba con los puños apretádos mientras Jim besaba al chico de rulos en su cara, levanté ambas cejas interrogativa al conectarme con su mirada furiosa ¿Así que esto era lo que lo traía tan triste? Caminé lentamente hacia ellos.
_Solo no te arrepientas_ Dijo y acto seguido, se giró hacia mí tomándo mi mano y atrayéndome hacía el, la brutalidad en la que sus labios comenzaron a deborar los mios, me dejaron completamente perpleja. El subió sus manos por mi cintura mientras movía con profundidad su lengua encima de la mía, jadeé al sentir un calor recorriendo mi cuerpo y llevé sus manos hasta sus hombros, apretándolo, el gruñó y giró apoyándome contra la pared, acariciándo con presión el muslo de mi pierna y mordiéndo mi labio. Levanté apenas el rostro y visualicé como ellos desaparecían, luego me volví hacia nico negando con la cabeza_ ¿Que sucede?_ Dijo mordiéndo mis mejillas y bajándo por mi cuello. Yo me alejé lentamente de él, mientras el fruncía el ceño.
_¡Vaya escenita te monstaste eh! Así no vas a recuperarla_ Afirmé soltando una risita. El sonrió de costado y se acercó a mí, apoyándo su frente en la mía, con una mirada intensa que no había visto antes en él.
_¿Quién dijo que quiero recuperarla?_ Insinuó, mientras rosaba sus labios en los míos.
_¿Entonces que querés?_ Interrogé pasando mis dedos por su pecho, curiosa ante esta nueva faceta de él. El mordió lentamente mis labios mientras pasaba uno de sus dedos por el medio de mis pechos.
_Que seas mía.
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