Luna *2*
Tenía unos 14 años y se encontraba en primer año, el cabello le rosaba la cintura y ya comenzaba a encargarse de que todas las miradas estuvieran puestas en ella. Caminaba por las pasillos, firme y segura de si misma, tratando de disfrutar esas horas de victoria y diversión, para luego regresar a casa y encontrarse con su madre vendiéndo su cuerpo por un poco de droga y alcohol. Y a su padre con olor a licor recostado en el suelo, volviéndo a sentirse miserable.
Sus compañeras estaban impresionadas y envidiaban aquella seguridad que emanaba, pero lo que ellas no sabían, era que solía llorar frente al espejo todas las mañanas. Sus compañeros, en cambio, deseaban con locura su cuerpo, pero lo que ellos no sabían, era que ella solía dañarlo con frecuencia. Pero, era mejor que nunca lo supieran ¿Verdad? Así ella podría creerse el cuento realmente, de que nada le afectaba y que vivía con total libertad. Pero un día, cansada de besarse con los chicos de el ultimo año, alzó su vista al ver una silueta nueva caminando por el pasillo, era una chica muy singular, con el cabello rubio, los labios rosados, la piel blanca, los ojos azules y bien delineados, esta agacho la mirada al encontrarse con la de Luna, causando una intensa curiosidad en ella.
Todos los días, se apoyaba contra la pared, esperándo a verla, con la intensión de hablarle, pero ella se alejaba. Quizá, no podía imaginar cuanto la deseaba a a ella, la chica mas deseada de la escuela, al igual que Luna, que no podía entender como aquella rubia aún no estaba en su red. Pero ese jueves fue diferente; ambas se econtraban apoyadas en paredes enfrentadas, mirándose en silencio, con atensión, esperándo a que alguna decidiera avanzar. Luna notó que aquella tenía una figura armoniosa debajo de aquel remerón rayado, y una mirada muy intensa la cual deseaba sentir de cerca de una vez por todas. ¿Que mas dá? Pensó y se acercó a ella sin vacilar.
_Me llamo Luna_ Dijo mientras levantaba su mano para estrecharla con la misteriosa rubia. Esta, con los ojos brillosos sonrió y acachó la mirada.
_Ambar_ Susurró levantando lentamente su mano para saludarla, pero el rose de sus pieles estremeció a ambas. Las megillas enrojecidas de la rubia conquistaron a Luna, que mordió sus labios al verla sonreír.
_¿Te gustaría que nos saltaramos las clases?_ Propuso acercándose lentamente a su rostro. Aquella frunció el ceño desentendida.
_¿Vos? ¿Conmigo?_ Dijo señalándose. Luna revoleó los ojos divertida y asintió_ ¿Pero por qué?.
_Te eh estado viendo estas ultimas semanas y..._ Acercó sus dedos corriéndole un mechón del cabello que le rosaba uno de sus párpados_ Eres muy linda_ Afirmó. Quizá demasiado rápido para la timidéz que la rubia solía tener y su desconfianza hacia los demás, pero los ojos de esta chica le parecían conocidos, como si ya los hubiera visto antes, como si ya los hubiera anhelado en otro momento_ ¿Y?_ Susurró, desconectándola de sus pensamientos.
_Vos tambien sos linda_ Susurró avergonzada, mientras comenzaba a caminar nerviosa, con la oji verde detrás, que sonreía satisfecha con la idea de perturbar la inocencia que aquella chica parecía tener.
Al cabo de unas horas coqueteando, se encontraban en un aula vacía que Luna solía utilizar ya que sabía que nadie concurría por allí. Ambar caminó hasta una mesa y se apoyó en ella, dejando que los besos de Luna se apoderaran de sus labios, de su cuello, al igual que sus manos que recorrían sin escrúpulos sus curvas. ¿Que sería aquello que estaban sintiendo? ¿Serían solo las hormonas? ¿Que erá la extraña conexión que tenían sus ojos claros al mezclarse?
***
Lumbar!!! jajaja ¿Se esperaban que ellas fueran pareja antes de conocer a los chicos?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top