Pov Nina

El agua tibia callendo sobre mis moretones se sentían como un dulce beso, de esos que provocan dolor, pero que causan un extraño placer. Así, en general transcurría mi vida buscar dolor para sentir satisfacción. Como por ejemplo; estos ultimos 4 días había estado viendome con un hombre mayor, aquel tenía mujer asi que nunca se enamoraría de mí... Me buscaba por las noches en su auto, pedía una cama en algún hotel con unas velas en la habitación, alguna botella con alcohol, lo haciamos y luego solo apagaba la luz, se giraba a espaldas de mí y se dormía; yo tomaba mis cosas y volvía a casa, sola, libre... aunque por alguna razón, las lágrimas caían en la acera en aquel camino de regreso. Deje de pensar y salí de la ducha para colocarle vendas a mis moretones, Luna entró para maquillarse, miró mis heridas y negó con sus ojos.

_Maldita sádica_ Susurró riendo_ ¿Viste a Ambar?_ Preguntó. Negué con la cabeza.

_Esta nublado, asique seguro salió a beber café por ahí_ Afirmé. Ella asintió sonriente.

_¿Recuerdas a los chicos que besé el sábado que van con nosotras? ¿Nicolas y Simón?_ Preguntó. Asentí y la miré interrogativa_ Bueno. Simón esta realmente interesado en ella_ Confesó.

_Pero seguro ella lo hecha de vuelo. Como hace siempre_ La miré haciendo una mueca_ Como "hacemos" siempre_ Luna largó una risita mientras pintaba sus labios. Ojala sea así, sería lindo si alguien lograse sacarla de su aislamiento. Esperemos que funcione.

El camino a la escuela fue rápido, ya que Luna y yo siempre teniamos cosas para hablar. Luego al llegar, ella se fué hacia la cafetería para desayunar. Mientras que yo, me dirigí al aula para guardar lugar, cruzándome con los ojos de Gastón, obviamente lo ignoré. Luego de media hora, al terminar mi paquete de galletitas decidí volver al aula a esperar a que la clase comenzara y al llegar a mi asiento visualicé un chocolate pegado a un cartelito encima de mi carpeta, lo tomé confundida.

"Las chicas como tu merecen flores y chocolates, no insultos y golpes..." 

Tomé el papel entre mis dedos y lo abollé arrojándolo al tacho, yo sabía perfectamente que había sido él y estaba muy equivocado si pensaba que tenía una oportunidad conmigo. Un chico tan bueno como él, debería de buscar mujeres completas, que lo complementen. No chicas como yo, rotas y que solo lo harían sufrir...Esperaba simplemente, que se diera cuenta pronto, antes de que sea tarde.

Pov Nico 

Odiaba los martes ya que compartía matemáticas con Jim, y ella se pegaba a mi como una maldita garrapata, se sentaba conmigo, iba al patio conmigo, a la cafetería conmigo, y me sentía realmente ahogado. Tomaba mi brazo y miraba a todas las chicas con el ceño fruncido, como si estuviera marcándo territorio, exáctamente eso hizo cuando entramos a la escuela, las clases aún no comenzaban así que beberíamos un café para despertarnos y entonces, la veo a ella revolviéndo su té, pasandole la lengua a la cuchara, mi mente empieza a volar al compas de sus movimientos exitantes, ella me ve y sonrie mientras me guiña un ojo y desaparece por uno de los pasillos. Vuelvo en si y miro a mi bella y molesta novia, que me observa fijamente con los ojos enojados ¿Y ahora que hice?.

_¡Decime la verdad! Esa chica Luna no es tu amiga ¿Verdad?_ Preguntó. Yo sonreí nervioso.

_Jim, tranquila es solo una amiga, enserio_ Mentí tomándo su rostro y besando su nariz. Ella negó insatisfecha y se hechó para atrás.

_Vos me estas engañando otra vez y lo voy a confirmar_ Afirmó apuntándome con su dedo_ No me vas a tomar por estúpida otra vez_ Y luego se fue al baño. Estaba bien, seguro me descubriría pero... Seamos honestos, ella volvería a perdonarme por que nuestra relacion era así, un maldito círculo continuo. Yo prometía cambiar por ella, pero no iba a cambiar, y ella no iba a dejar de intentar aunque supiera que no llegariamos a ningun lado.

La primera clase estaba por la mitad y no veía la hora de escaparme de una vez de los logaritmos inservibles esos, Jim se había dormido en su mesa asique pedí permiso para ir al baño y salí en busca de entretenimiento, ojala me encontrara con Luna... para divertirme un rato, claro está. Y como si el cielo cumpliera deseos, ahí estaba ella pero se estaba acercándo a Matteo y lo besó, luego este la siguió hasta el baño ¿Asi que estaba compartiendo la seducción de Luna con mi amigo? Increíble, es la primera vez que conozco a una chica que se comporta tan mal como yo. Esperé hasta que Matteo saliera del baño y pasara por mi lado para frenarlo.

_¿Que onda con Luna?_ Interrogé levantando las cejas. Matteo levantó una ceja.

_Me estoy divirtieno con ella_ Afirmó_ Yo se que vos tambien_ Dijo moviendo sus cejas de arriba a bajo. Yo asentí levemente.

_Tengo la sensación de que esto va a ser complicado_ Susurré, el frunció el ceño y apoyó su mano en mi hombro.

_Tranquilo amigo. Solo nos estamos divirtiendo con la misma chica, somos amigos y una pollera jamas va a separarnos, de eso estoy seguro_ Afirmó. 

_Entonces es un trato_ Musité. El golpeo mi hombro y siguió su rumbo. Al cabo de unos minutos ella salió por la puerta visualizándome y caminando hacia mi con su mirada penetrante.

_El chico malo_ Dijo mordiéndo su labio. Yo la examiné, llevaba puesto un jean azul ajustado con un top rojo fuego que le ajustaba sus pechos_ ¿Te gusta lo que vez?_ Preguntó levantando una ceja. Yo relamí mis labios y llevé mi mano hasta su nuca atrayéndola hacia mí.

_Me gustan tus labios_ Susurré rosándoselos_ No veo la hora de volver a sentirlos contra mi- Confesé, ella sonrió de costado y posó sus labios en los míos, lentamente comenzó a abrirlos al igual que yo y nuestras lenguas comenzaron a jugar en un intenso beso. Mordió mi labio y se alejó.

_Nos vemos luego. Ojitos claros_ Dijo y se fué, dejándome la vista de su hermoso trasero moviendose de un lado al otro al caminar. Maldito infierno, espero que sea así realmente, que esos ojos verdes y esos labios pecaminosos no se interpongan en mi amistad con Matteo.