Pov Luna

Abrí los ojos completamente perdida ¿Era de día? ¿Era de noche? ¿Había sido todo un sueño? Me giré hacia un costado, y allí estaba su espalda desnuda, no, no había sido un sueño. Tomé el celular y eran las nueve de la noche, básicamente habíamos pasado toda la tarde durmiendo luego de haberlo hecho. Sonreí acariciándo su espalda, pero luego negué rápidamente con la cabeza y me levanté para tomar mis cosas y marchar, debía desaparecer antes de que abriera los ojos y volviera a seducirme, debía alejarme de él antes de que fuera tarde, porque esta no soy yo. Esta Luna que se siente cómoda al lado de un chico, que se deja poseer de esa forma, ella es desconocida para mi, yo quiero ser una Luna libre, esa que esta en el cielo y es admirada por todos, pero nadie puede tenerla.

Terminé de vestirme y lo observé un rato, sabía que era imposible no volver a terminar en la cama con él, pero sabía que tambien era posible que entendieramos que solo sería eso, que ambos eramos unos chicos malos que amaban el placer y el deseo, y que todo debía quedarse así. Tomé un papel y le escribí.

"La luna deve volver a su lugar. Pero aún así espero que quieras contemplarme luego"

Lo dejé encima de la mesa mientras me limpiaba las lagrimas junto con las estúpidas ganas de ir y recostarme a su lado nuevamente, sabía que caminar en la oscuridad me haría recapacitar y dejar de tener conflictos conmigo misma. Cerré la puerta y en el camino a casa un auto frena a mi lado, asomándose desde la ventana una cabellera rubia, sonreí, era Nico.

_¿Que haces tan solita a esta hora?_ Dijo en tono galán. Mordí mis labios mientras jugaba con mi cabello, esto necesitaba para sacarme de la cabeza al Italiano, jugar un rato.

_Eso de solita lo podríamos arreglar_ Dije guiñando un ojo. El asintió mordiéndo su labio y abrió la puerta, rodee el auto y me senté junto a él.

POV Matteo

La puerta comenzó a sonar despertándome violentamente, miré hacia un costado y ella no estaba, suspiré, de seguro ya se había marchado teniendo en cuenta que ya eran casi las 10 de la noche. La puerta siguió sonando, maldije por lo bajo mientras me colocaba las zapatillas, me dirigí hacia la cocina para beber agua y el celular comenzó a sonar, era Simón.

_¿Me vas a abrir bella durmiente?_ Preguntó. Largué una risita.

_Si me tocas una balada quizas_ Dije agudizando el tono de mi voz_ Tocame el culo mejor...

_Dale puto de mierda_ Dijo entre risas. Dejé el vaso de agua en la mesa y atendí a mi amigo, que tenía cesped en toda la camisa y unas latas de cerveza en sus manos_ ¡Gracias a Dios!_ Dijo, mientras me abrazaba.

_¿Y el cesped por qué?_ Pregunté. El sonrió y entró a mi casa, apoderándose de mi sillón. Lo seguí, por el color de su mirada, supuse que tendría varias cosas que contarme.

_¿Y los rasguñoñes por qué?_ Preguntó levantando una ceja. Yo me encogí de hombros mientras abría una de las latas para darle un largo trago, realmente extaba preocupado por Luna, pero sabía que no debía llamarla, que no tenía que interesarme por ella mas de lo puramente sexual, por que si no... se alejaría de mi_ ¿Con quién dormiste?_ Preguntó, adivinando en el instante.

_Con Luna_ Afirmé. El levantó ambas cejas y afirmó sorprendido_ ¿Y vos con quien te revolcaste en el cesped?_ Insinué. El revoleó los ojos con las megillas un tanto coloradas, siempre tan idiota y emocional.

_Con Ambar_ Susurró. Asentí de la misma forma que él y luego ambos dimos otro trago_ A mi realmente me gusta Ambar_ Confesó.

_Si, es una linda chica_ Afirmé y sonreí con cara de quinciañera curiosa_ ¿Y a ella le gustas?

_Al parecer si_ Dijo con los ojos iluminados_ Pero es bastante complicada.

_Las chicas siempre son complicadas.

_Pero ella es complicada al cien por ciento_ Dijo agrandando los ojos_ Pero lo vale.

_wow_ Exclamé_ La primer chica que enloquece a nuestro Simón_ Él frunció el entre cejo_ Sabes por que lo digo. A la primera que vez problemas te haces a un lado_ Dije señalándolo. El se encogió de hombros.

_No se que tiene ella. Ni siquiera la conozco mucho aún, pero me vuelve loco_ Dijo con mirada ensoñadora. Yo hice gestos como si fuera a vomitar, haciendo que se le fuera la inspiracón. Luego me miró serio_¿Vos y Luna solo tienen sexo?_ Preguntó apoyándose en sus rodillas.

_Claramente_ Afirmé mientras prendía la televisión para ambientar la silenciosa casa_ Nunca fuí un chico de relaciones.

_Igual. Hola, no es solo por vos. Luna tampoco se ve como una chica de relaciones_ Afirmó.

_¿Lo dices por que esta con Nico mientras está conmigo?_ Pregunté. El se quedó unos minutos pensando_ Si lo sé, es totalmente conflictivo.

_No solo por eso_ Musitó. Yo lo miré interrogativo_ Ese finde semana donde te llevaste a una rubia ¿Recuerdas?_ Asentí con la cabeza, recordando que había sido Ambar. ¿Debía decirle que había tenido sexo con su chica?_ Nico y yo besamos a Luna_ Escupí la cerveza anonadado ¿Qué?.

_¡¿Luna fue la del trio?! _ Dije totalmente sorprendido. Simón afirmó con una mueca.

_Perdón por no decirte_ Susurró. Yo negué con la cabeza y lo miré fijamente a los ojos, si el lo dijo, yo debía decirle.

_Perdoname a vos por no decirte_ Dije. Él me observó totalmente desentendido, yo suspiré_ ¿Sabes quien fue la rubia con la que dormí esa noche?_ Pregunté. Simón negó con la cabeza, y nos quedamos en silencio unos segundos. Luego levantó la vista un poco triste.

_Ambar_ Dijo con apenas un hilo de vos. No necesité responderle, mi mirada habló por si sola. La musica seguía sonando y ambos estabamos en total silencio. Hasta que el se levantó de su asciento y tomó su chaqueta.

_No te podes enojar. Vos también estuviste con Luna_ Dije mientras me levantaba del asciento. El abrió la puerta lentamente.

_Pero yo no lo hice con ella_ Confesó. Toqué mi barbilla un rato, pensativo.

_¿Pero con Ambar si?_ Pregunté. El salió por la puerta cerrándola, confirmando que no había estado aún con la rubia. Suspiré, yo sabía que esto le iba a afectar, ya que Simón y yo siempre tuvimos conflicos con chicas en común, y afortunadamente para mí y tristemente para él, yo siempre avanzaba más rapido con ellas; y aunque esta vez no fue a propósito, volví a hacerlo. Corrí hacia la mesa para buscar las llaves y seguir a Simón, pero un papel blanco con una letra redonda dibujada en él, desvió mi atención.

Sonreí al leer la despedida de Luna y tomé mi celular para llamarla. Me importaba una mierda si se enojaba conmigo, quería preguntarle como estaba. Pero cuando ella me atendió, lo que se escuchó de fondo me dejó totalmente helado...