Aclaraciones
Pov Ambar
El día estaba gris, con pequeños líneas violétas asomándose. La casa estaba silenciosa, al parecer, aún era muy temprano para que las bellas durmientes abrieran sus ojos, en cambio yo otra vez no había podido cerrarlos. Caminé en puntitas de pié, tomé mis cosas, llené mi termo de mucho café fuerte y caliente, y salí a las calles, para respirar aquel aire melancólico que producían los días así. ¡Ay! La melancolía... esa de revivir momentos donde uno era feliz, o estaba menos triste dicho de una mejor manera. Yo estaba menos triste, cuando ella aún vivía, cuando tomaba mi mano con sus pequeños dedos y me pedía que salieramos a pasear los días nublados, por que se parecía a mí... Amaba las calles solitarias, salir en días lluviosos donde las demás personas estarían en sus casas protegidos, la libertad de sentir la lluvia en tu rostro, no te la proporcinaba ningun techo. Y repentinamente una brisa violenta remueve todos mis pensamientos a su cajita sellada una vez más. Miré hacia el frente encontrándome con una moto bloqueando el camino, aquella persona comenzó a sacarse el casco y ahí estaba...
_Ambar_ Dijo Simón, con una sonrisa en su rostro. Yo le regalé una sonrisa torcida_ ¿Que haces en las calles a estas horas?_ Preguntó. Yo levanté a penas una ceja.
_Es curioso que me preguntes eso cuando vos también estas en la misma calle y a la misma hora_ Afirmé. El mordió su labio mientras sonreía.
_El día esta muy lindo como para ir a tomar un café_ Afirmó_ Esa es mi escusa, ahora di la tuya_ Ordenó, yo bajé la mirada.
_Me gustan los días grises y caminar_ Susurré.
_¿Eso es café?_ Preguntó señalándo mi termo. Yo asentí timidamente.
_Ten_ Dijo lansándome su casco. Yo lo miré interrogativa_ Creo que sería una buena idea buscar un lindo parque y compartir un café en este hermoso día nublado ¿No te parece?_ Dijo de una forma muy seductora. Me ruboricé y me coloqué su casco... Yo sabía que iba a replantearme todo el camino el haberme subido con él a aquella moto, pero los impulsos a veces eran más grandes. A veces eran malos, y a veces eran buenos pero en ese momento no podía decifrar su origen, por que me sentía cálida abrazándo su espalda.
_Esta es mi plaza favorita_ Dijo bajándo de su moto_ Quería que la vieras_ Dijo acercándose hacia mí.
_¿Yo? ¿Por qué?_ Pregunté sorprendida. El llevó su mano hacia la mía.
_Por que estoy segura de que te va a gustar_ Dijo tomándo mi mano_ Cómo vos me gustas a mí_Susurró, causándome una electricidad en todo el cuerpo ¿Había escuchado bien? ¿Yo le gustaba?.
Pov Luna
Las horas de clase no pasaban más, la clase de historia era demasiado aburrida para mí, la profesora me desconcentraba al confundirse tanto en hablar, mis amigas habían quedado en otros cursos y no tenía nada interesante que hacer, ni a nadie que me interesara para molestar. Así que me levanté del asciento pidiendo permiso para "ir al baño", aunque solo quería escaparme un rato de aquel aburrido salón y buscar algo divertido que hacer. Al caminar unos metros visualicé a Matteo saliéndo del baño con una camisa negra ajustada que marcaba su descomunal anatomía, sonreí. Definitivamente esto iba a ser divertido, caminé hacia el moviéndo mis caderas y mirándo hacia otro lado, fingiendo distracción.
_¿No vas a saludar?_ Preguntó frenando en frente de mi. Yo sonreí satisfecha y levanté el rostro.
_No te habia visto_Mentí y me acerqué lentamente hacia sus labios, depositando un pequeño beso mojado, luego volví a mi lugar y comencé a jugar con mi cabello. El levantó una ceja.
_ ¿Siempre tan directa?_ Dijo mordiéndo su labio. Yo asentí haciéndome a un costado y caminando hacia el baño, me encantaba dejarlos deseando más. Entré y me miré un segundo al espejo, tranquila Luna, este chico no va a tardar ni una semana en caerse a tus pies, me dije a mi misma. Luego caminé hacia la puerta del baño y al abrirla alguien entró rapidamente y me estampó contra la pared, reaccioné con lentitud y visualicé el tierno y exitante rostro de Matteo.
_¿Que te pasa? ¿No podes resistirte?_ Pregunté pasando mis dedos por su pecho. Él sonrió de costado y colocó sus manos en mis muslos apretándolos con fuerza mientras lamía y mordía mi cuello. Mi cuerpo comenzó a entrar en calor ante aquella sensación, el subió hacia mi oreja.
_¿Te gusta?_ Susurró mordiéndome, mientras sus manos subían por mi abdomen hacia mis pechos, apretándolos. Un leve gemido se escapo de mis labios, pero llegó hasta sus oidos por que en ese instante se dirigió a mis labios sonriendo_ ¿Queres más?_ Preguntó apretándolos con mas fuerza, y rosando sus labios abiertos en los míos. Los abrí para besarlos cerrando los ojos y en ese instante el me soltó. Abrí mis ojos confundida_ No sos la unica que juega acá ¿Sabias?_ Dijo alardeándo. Levanté una ceja y él abrió la puerta para marcharse.
_Te vas a arrepentir de cruzarte conmigo Balsano_ Amenacé, el asintió burlonamente y cerró la puerta en mi cara. El realmente no se imaginaba ni un poco de lo que era capaz..._No me subestimes Matteo por que yo soy un huracán y voy a arrazar contigo... lo juro.
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