A una amiga le ocurrió que nunca pudo conocer a su papá.

Creció pensando que a éste, nunca le importó. Que desapareció de su vida sin más, abandonando a su madre al desamparo de su condición cuando en verdad, las cosas tenían un giro completamente distinto...

La madre le escondió de dónde venía.

Su propia identidad.

Creció pensando que el hombre que la engendró la rechazó y escapó para acostarse con cuanta zorra se le cruzó por delante.

Hasta que un día, esta amiga tan, tan cercana, conoció a un chico.

En un principio, pensó que sería el chico perfecto: encantador, dulce, simpático, fiel, estudioso y ordenado. Pero resultó ser gay. Entonces no es que haya dejado de ser perfecto.

Sólo no era perfecto para ella.

Con la confesión expuesta, ellos emprendieron un camino como mejores amigos.

Esta amiga mía, quien les cuento, ha tenido muchos mejores amigos. Pero todos resultaron unos mujeriegos que lo único que querían era acostarse con ella. Y bueno, la única mejor amiga que tuvo además de mí, resultó ser una zorra mala que la tenía de estúpida haciendo y deshaciendo cada tanto le venía en gana.

Entonces mi amiga empezó la universidad y se quedó sola.

-¿Incluso cuando llegó a esta universidad? Vaya amistades.

-Shhh, Jul. No la interrumpas.

Sí.

Sola.

La chica empezó a demabular por todas partes como si no encontrase su lugar en el mundo.

Hasta darse cuenta de que ese lugar nunca existió. Sólo una versión alterna de esto, donde hay bandos enemigos y peleas ancestrales.

Ella se enamoró cuando estaba en la escuela de un chico perteneciente a uno de estos bandos... La sedujo. La atrajo a él para luego usarla como a un condón que lo dejando tirado en la habitación luego de un poco de sexo.

-Un imbécil.

-Sin duda.

Entonces ella tuvo que atravesar por mil infiernos hasta afrontar su nuevo Yo, pelear contra algunos idiotas que se cruzaron en su camino y empezar una nueva vida lejos de este primer imbécil que la usó.

Pero no fue tan fácil.

Para hacer su mejor esfuerzo en alejarse de él, se unió precisamente al bando enemigo.

-Yo no hubiera hecho eso. Vengarte es la mejor forma de amar a tus enemigos.

-Shhh, Jul.

-Lo siento.

Okay, pero ella lo hizo.

Fue un arranque de ira. O de dolor. Es que no encontraba una forma más efectiva de hacerse con ello. Con todo lo que le estaba sucediendo.

Se sentía abrumada.

Desprotegida.

Y bueno, cada quien se las arregla como puede ¿no? Entonces ella se supo arreglar con una implícita venganza uniéndose a un montón de chicos que no la conocían pero aparentaban ser sus amigos.

Ella al principio se sintió resguardada aunque nunca fue parte de ello, estrictamente hablando.

Se alejó con el tiempo. Se deshizo de los grupos en el chat, cortó lazos con sus más cercanos pertenecientes a este bando y cuando ya se sentía lo suficientemente rearmada, tomó sus partes y empezó la universidad lejos de todo ese mundo subalterno que guarda tantos demonios.

El punto es que los problemas no la abandonaron.

La siguieron hasta la universidad, tal cual les expliqué al comienzo.

Cuando creas que vivir lejos cambiará las cosas, te equivocas.

Y es que... el imbécil que jugó con ella, también empezó las clases en esa Universidad. Ella estaba al tanto e hizo todo lo posible por ignorarlo.

-No te lo creo...

-Ni yo.

Ella tampoco.

Le dije mil veces que estaba haciendo una locura pero no escuchó. Le advertí que saldría lastimada, que el mundo le daría bofetadas con su guante más áspero si seguía por ese camino.

Y aún así corrió el riesgo de volver a él.

-¿Lo hicieron?

-¡Jul!

-¿Qué?

Sí.

Lo hicieron.

Pero no de la manera que creen. Él sólo tiene sexo carnal con putas que lo hacen mejor que esta chica inexperta.

Al parecer, una chica tan inocentonta jamás saciaría del todo su apetito infernal.

La chica volvió a sus redes. Volvió a caer en él. Confió con su corazón, armó su vida en relación a él y a su mejor amigo gay que anteriormente mencioné.

El problema es que demasiada confianza puede herir la susceptibilidad de las personas cuando empiezan las declaraciones.

-¿Le declaró su amor?

-Admito que pensé lo mismo.

¿Su amor?

¡JA!

Ni siquiera eso. Le declaró... Le declaró algo mucho peor.

Todas las incógnitas con las que mi amiga creció, él justamente era la persona que las podía responder, sin embargo jamás se dignó a hacerlo.

-¿Pero ella le preguntó algo?

-Jul, te juro que te sacaré de la habitación si la vuelves a...

-¿Qué? Es sensato pensar en que si él sabia cosas que ella no, lo lógico es haberlo preguntado antes, Ky.

Puede ser.

Pero ella no preguntó.

No a él.

Y es que el imbécil conoció al padre de mi amiga.

No sólo eso sino que... hay toda una historia en relación a esto. Eran amigos.

Pero el padre de mi amiga pertenecía al bando enemigo, como yo. Y cuando emitió su juicio con tinta y marcas en la piel, la vinculación llegó al límite.

-¿Y qué sucedió?

-¿Qué le hizo al padre?

-¿Le contó a tu amiga?

No.

¿Qué le hizo? «Lo mató.»

Lo... escondió.

Dice que se vio obligado a hacerlo pero, santo Cielo, no puedo creer cómo pudo hacer semejante cosa. ¡Era su amigo!

Dice que la culpa lo persiguió toda la vida y se encargó de que a su familia nunca le falte nada.

El problema es que mi amiga y su madre jamás vivieron con ese señor pero de todas formas el idiota de la historia las tenía vigiladas como el patán que es. Sin atreverse a contarles La Verdad de sus vidas.

Hasta que mi amiga... se enteró por sus propios medios.

-¿Dónde está?

-Jul...

-¿Dónde es que ese asesino lo escondió al padre de ella?

No... No lo sé.

Nadie que viva puede decirlo.

Lo cierto, lo único que puedo responder con certeza es que el hombre está escondido para siempre.

Y ella nunca lo podrá abrazar ni decirle Papá, te extrañé.

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#BADBITCH #BADBOYS 

https://youtu.be/j1KAVSh6iUg