▲ 155 ▼
Antes de iniciar la clase de Evans, me cruzo a Stefano quien no me saluda pero me dedica una extraña risita.
Es muy propio de él sostener su enigma, el misterio, la seducción pero últimamente desconozco si me provoca más miedo que pasión. Conserva su enorme atractivo pero luego de las revelaciones de anoche y las frases a medio terminar, quedé helada, costándome horrores terminar el trabajo una vez que se marchó.
Ahora elijo sentarme tras Juliette quien se percata de esto y mientras el profesor acomoda sus cosas en el escritorio, se da la vuelta y me dice:
-¿Qué sucede?
-Sólo quiero ver de cerca.
-Te has alejado de él y te ves muy agotada. ¿Qué te hizo?
La verdad es que hace tiempo una amiga no mostraba interés por mi bienestar.
-¿Te conformas si únicamente te pido que seas mi pareja de trabajos de ahora en adelante?
-Yo... Bueno, tendría que hablar con Olivia pero ella tiene otra amiga quien está sola así que, no habrá problema, supongo.
-Gracias-le sonrío.
Entonces la voz de Evans se impone por encima del resto y dice:
-Pueden ir dejando sus carpetas sobre el escritorio.
Juliette se da la vuelta y cuando me levanto, noto que Stefano también lo hace. Deja la suya sobre el escritorio y vuelve a su banco. Miro la carátula antes de dejar la mía justo sobre la suya y noto que ha hecho un práctico aparte donde él es el único integrante.
Acto seguido vuelvo a mi banco, busco un bolígrafo y tacho su nombre con frenesí hasta romper la hoja.
Tres golpes.
Doy tres golpes a la puerta en el despacho de Evans después de la clase y espero. Se ve luz que sobresale en los bordes, lo cual es buen índice al igual que su voz al permitirme la entrada.
Giro la perilla e ingreso. Está del otro lado de su escritorio tecleando algo en su portátil con unos libros abiertos a un costado.
-Señorita Smith, pase. Tome asiento-me ofrece.
-Agradezco que me reciba-murmuro y mi tono va impregnado con más timidez de lo que desearía.
-Supongo que su visita se debe a que recibió mi mail.
Asiento.
Tengo un sobre marrón cual dejo a un costado del montón de libros acumulados sobre su mesa.
-Lo que me pidió y algunos certificados que dictaminan mi escolaridad en cuanto finalizada-le explico-. Espero que sirva.
Él me mira, luego a los papeles, vuelve a mí y sonríe. Si antes era Glorious con el cuerpo, ahora lo soy con la Ley y todo lo que esto ampara.
Evans saca algunos papeles, los ojea, teclea algunas cosas mientras se toma un momento para leerlo.
-En efecto su currícula es brillante-me incomoda-. Estoy seguro de que será una enorme pieza de valor en nuestro grupo de investigación.
-¿El comité de manipulación de datos?
-Oh, claro. Pero desde ahora se llamará IIMD.
-¿Que significa...?
-Investigación Intensiva en Manipulación de Datos. Nuevamente bienvenida. Puedes acceder cuando gustes, ahora mismo Trevor se encuentra ahí por si quieres pasar y que te enseñe las instalaciones. ¿Qué opinas?
Falto a la clase siguiente y me tomo ochenta minutos para ir a encontrarme con el tal Trevor en el subsuelo abierto del edificio sur donde tengo mis clases de Investigación. Al parecer, el área de extensión en la IVU se encuentra muy ligado a esto lo cual encuentro muy competente.
Justo antes de llegar al alambrado que divide el límite del campus con el exterior, encuentro unos escalones que me permiten ir dos pisos hacia abajo hasta el punto en que la altura del edificio ya no permite la entrada de luz solar pese a estar al aire libre.
Hay una pequeña fuente de piedra con un ángel al centro sosteniendo una vasija de la cual debería caer agua, no obstante, está seco, sucio y en parte resquebrajado.
Junto a este, un chico pelirrojo, delgado y de unos quince centímetros más que yo, con gafas y una chaqueta blanca acompañada por unos jeans azules holgados y un par de zapatos marrones.
A medida que me acerco, mi instinto indica que debería revisar su brazo para saber si está de mi lado, no obstante tiene mangas largas al igual que yo. Me las arremango y él sonríe al verme.
-¡¿Tracy?!-llama.
Le sonrío y me acerco a él. Tiene una placa pequeña a un costado que dice: «¡HOLA, SOY TREVOR!»
-Sí. Tracy Smith, un gusto.
Le extiendo mi mano aunque me saluda con un caluroso abrazo lo cual me deja más que sorprendida. ¿Dónde quedaron las formalidades?
No tengo idea si corresponder o no pero en mitad de mi dilema, se aparta y sin quitar su risita socarrona de los labios, me dice:
-Es de una alegría enorme encontrar a alguien más que se sume al comité. Somos muy afortunados.
-¿Ah, sí?
-Sí, ven por acá.
Nos metemos por una puerta lateral y andamos por unos cuantos pasillos con olor a humedad mientras se explaya un poco más:
-Evans me ha contado que estás informada sobre las dificultades que hemos tenido para sumar Glorious con alto mérito académico e inspiren confianza. Este sector no puede ser abierto a cualquiera.
-¿Y qué vieron en mí?
-Eres mujer, tienes buen rendimiento y me ha dicho que pareces muy discreta.
-Si no me equivoco, el hecho de ser mujer ha sido tu primer señalamiento.
-Claro. Todos somos varones.
La parte buena es que mientras andamos me cuenta que sólo son cuatro y mi aporte femenino sería el que vienen buscando de hace tiempo para no crear sesgos en sus proyectos.
Una vez que atraviesa algunas puertas, caigo en la cuenta de que cada vez hay menos gente hasta que todo el mundo ha desaparecido como el día en que Theo me condujo al salón de clase donde luego me hizo... eso.
-Disculpa que te haga caminar-se excusa-, pero el acceso no puede ser dispuesto a la facilidad de cualquiera, menos teniendo en cuenta algunos antecedentes peligrosos.
-Descuida-respondo-. Estoy acostumbrada a los cuentos de terror.
Me mira y sonríe.
Por último encontramos una puerta un poco más grande que las comunes cual tiene un enorme triángulo en punta, de hierro y con un halcón de garras abiertas al centro.
Es un escudo.
El escudo de Glorious.
Y por algún motivo, me siento protegida.
Distinto a las puertas anteriores, esta no tiene cerradura común sino una ranura con teclado al costado para pasar tarjeta como en las habitaciones de las residencias.
En el instante que digita unos número, la misma se destraba y la empuja. Se nota que es pesada.
De pronto veo un montón de pantallas, computadoras, estanterías con libros y una cafetera al costado.
No es muy acogedor pero el aire intelectual le confiere su atractivo.
-Vaya-murmuro anonadada observando todas las máquinas de última tecnología y unas enormes pantallas que visualizan estadísticas.
-Quizá te impacte si ves muchos números. Tres de cinco somos estudiantes de ingeniería. Evans es especialista en Lenguaje y sólo nos faltabas tú.
-¿Y en qué podría aportar, precisamente?
Él se encoge de hombros.
-Desde tu subjetividad-me responde-, lo que sea. ¿Qué te interesa averiguar?
Novelas. Sagas. Romances. Editoriales. Ficción juvenil.
-No creo que mi interés pueda aportar demasiado-murmuro rendida ante mi enorme incompetencia.
-Lo que necesites aprender, será a su debido tiempo con su debido entrenamiento. Ahora dime, ¿cuál es tu interés? ¿Qué te apasiona? ¿Qué datos te interesaría indagar y manipular?
-Bueno... Promete que no te vas a reír.
Él me señala un cartel colgado en una pared lateral cual dicta «REGLAS DEL IIMD. PRIMERA: RESPETO POR LA SUBJETIVIDAD DE CADA UNO. NO HAY DOS PERSONAS IGUALES POR LO TANTO, TODOS TENEMOS ALGO QUE APRENDER DEL OTRO Y EL OTRO SIEMPRE TIENE ALGO PARA APRENDER DE UNO.»
Ya me caen bien.
Y por la segunda ley, me caen mejor: «EL CAFÉ ES NUESTRO GRAN ALIADO».
-Entiendo-vuelvo a Trevor. Ahora que me detengo para observarlo mejor, noto algunas pecas en sus mejillas y vellos rojizos en la quijada-. Me gustaría saber cuáles serán las próximas novelas en publicarse y cuáles serán las más exitosas según valores del mercado.
-Me parece excelente. ¿Qué es lo que más te gusta de una novela?
-Hummm, los conflictos. El romance y los buenos finales.
-Conflicto. Genial. ¿Y cómo crees que eso potenciaría nuestra búsqueda de aprender a manipular datos?
-¿Te refieres a encontrar la Base de Datos?
-¿Evans ya te ha hablado de ello? Te noto bien informada. Eso nos ahorrará algunos pasos.
-Está bien. Y creo que podría ser de ayuda debido a que la ficción siempre nos ayuda a encontrar soluciones creativas.-Por un momento, noto que en verdad Charlie y Newt están hablando en mi lugar. Realmente tenían razón cuando el año pasado se metieron al Club de Lectura e iniciaron un debate sobre la utilidad que tiene leer Ciencia Ficción, Fantasía y Novela Negra.
-Genial aporte, nunca lo había pensado así. ¿Ves? Yo creo que serás una herramienta muy válida para el proceso.
Su sonrisa le hace los ojos más pequeños lo cual me hace recordar a Carl. Creo que esta situación me ha generado un poco de nostalgia.
-Mira-señala una computadora a su derecha-. Esa será tu máquina mientras estés aquí. ¿Tienes computador personal para cuando desees llevarte algo de trabajo a casa?
«A casa.»
-Sí, sí-lo quito de mi mochila.
-Vale. Pero de momento no lo necesitarás a excepción que quieras llevarte datos que no estén protegidos bajo Exclusivdad del IIMD.
Quisiera saber cuáles son esos datos, sin embargo se adelante y me señala sentarme frente a la enorme pantalla. Está todo en azul con un rectángulo y una lupa.
-Puedes realizar tu primera búsqueda.
-¿Sobre lo que yo desee?-le pregunto.
-Lo que desees.
-¿Hay más información que en Google?-bromeo.
-Podrías localizar a tu perro extraviado hace diez años, pero no lo tenemos todo, obviamente.
Mi risa tonta se detiene y mientras observo el teclado con mucho interés mi mente hace un clic. Las palabras de Trevor me acaban de sugerir algo.
Así que escribo las primeras cuatro palabras que se me vienen a la mente:
JACOB. TACHAS. BAD. BOYS.
__________________
#BADBITCH #BADBOYSenFísico #BADBOYSenpapel #BOYTOYS
__________________
https://youtu.be/j1KAVSh6iUg
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top