Capítulo 27.
Si la situación hubiera sido diferente, si quizás hubieran estado juntos, un hijo para Jungkook hubiera sido la mejor noticia, pero en estos momentos, no lo fue.
Luego de llorar desconsoladamente en los brazos de Jieun, lavó su cara y trató de tranquilizarse lo suficiente como para volver a la clínica.
No tardó mucho en llegar, y cuando ingresó a la clínica, subió hasta el piso donde había quedado Jimin. Encontró al doctor que lo había atendido y se acercó rápidamente a él, para saber cómo estaba Jimin.
—Doctor... ¿Jung?
—Jang —le corrigió amablemente.
—Lo siento, soy malo recordando —sonrió avergonzado— ¿Cómo se encuentra Jimin?
—Oh, lo siento mucho, creo que esta información solo es para los más cercanos a él.
Claro, ese era el maldito protocolo de las clínicas.
—Soy el padre del hijo que él espera, supongo que tengo derecho a saber del estado de mi hijo —su voz salió ligeramente irritada.
—Eso cambia mucho las cosas, señor ¿Jeon? —Jungkook asintió rápidamente y él suspiró— El panorama no es bueno, en lo absoluto.
—¿Qué quiere decir? —preguntó confundido.
—Señor Jeon, lo lamento mucho, pero Park tuvo un aborto. Su útero rechaza al feto y Jimin debía estar en reposo absoluto, tomar sus medicinas y no tener emociones fuertes, pero al parecer algo no hizo y le afectó inmediatamente, haciendo que su cuerpo expulsara al feto. Lo siento mucho, no había nada que pudiéramos hacer.
Jungkook tragó el nudo que se formó en su garganta, intentando inhalar y exhalar para disipar las emociones que comenzaban a abrumarlo.
—Y... ¿Él se encuentra bien?
-Claro. Físicamente lo está, emocionalmente no sabría decirle. Quedará un par de días hospitalizado para ver cómo sigue y luego será dado de alta. Hora creo que tiene visitas pero puede verlo cuando guste.
—Gracias, doctor.
—De nada, nos vemos señor Jeon.
—Nos vemos doctor Jang —se despidió haciendo una pequeña reverencia y caminó hasta la habitación donde se encontraba Jimin.
***
Jimin se había despertado hace una hora atrás y como era de esperarse, estaba solo en esa gran habitación blanca que olía asquerosamente a enfermos.
Taehyung había salido a comprar un café para aliviar los nervios que sentía en ese momento y cuando regresó vio a su amigo bastante confundido ante la situación. El doctor Jang llegó a los pocos minutos a explicarle toda la situación y que lamentablemente no pudieron hacer nada para salvar al bebé más que retirar los restos de su interior para que no enfermara. La noticia lo dejó helado y no supo cómo reaccionar, pero no lloró, no preguntó mucho y no quiso hablar más al respecto.
De eso ya había pasado más de media hora y Jimin seguía acurrucado en la cama blanca, sin decir nada.
—Jimin...
—Tae, no quiero hablar al respecto, no ahora —se apresuró a decir.
—Está bien, no diré ni preguntaré nada.
—Gracias.
El silencio se adueñó de la habitación una vez más, por unos minutos hasta que Yoongi llegó. Su rostro era de preocupación, él era el que menos sabía de la situación.
—Ya llegué, ¿qué fue lo que pasó? —preguntó mientras se acercaba a Jimin para acariciar con cariño una de sus mejillas, desviando su rostro para mirar a Taehyung.
—Hola, Yoongi —le saludó Taehyung, y este le sonrió levemente.
—¿Cómo te sientes, Mimi?
—Mejor, estoy mejor ahora —mintió, evitando mirar a Min a los ojos o sería descubierto inmediatamente.
—¿Qué había pasado? —Jimin miró a Taehyung, mientras se sentaba en la cama y dejaba escapar un suspiro. No tenía ganas de hablar al respecto, por lo que bajó la mirada a sus manos.
-—Jimin... Jimin tuvo un aborto —respondió Taehyung algo nervioso y Min lo miró bastante sorprendido.
—¿Qué? ¿Cómo que tuvo un aborto? —frunció el ceño un poco. Él estaba al tanto de las tonterías de Jimin y la noticia le estaba molestando un poco.
—Tenía alrededor de quince semanas y... —fue interrumpido por un enojado Min.
—¿Me estás jodiendo? —miró a Jimin enfurecido y el rubio se sorprendió— ¡No puedo creerlo, Jimin!
—¡Yoongi! —le gritó Taehyung al ver que Min estaba algo alterado, sin entender la razón.
—¿Por qué tú estás tranquilo? —le preguntó al castaño luego de que le gritó.
—¿De qué hablas? —pero Min no le respondió y volvió a mirar a Jimin.
—No puedo creer que tu retorcido juego incluyera un embarazo, ¿siquiera has pensado en la situación? ¡Estás completamente desquiciado! No puedo creer que sigas con esto —pasó su mano por su nuca, la tensión en él era notoria— Espero que Jeon se aparte de ti de una buena vez. ¡Maldita sea, Jimin, madura!
—Min Yoongi, cálmate. ¿Qué te pasa? —habló Taehyung aun sin entender nada y ya estaba perdiendo la paciencia.
—¿Ni siquiera le dijiste a Tae? —miró a Jimin, quien se veía completamente afligido— ¿Solo yo sabia? —sonrió de manera poco agradable— Ahora entiendo, si Tae hubiera sabido quizás no estaría aquí preocupado.
—Yoongi... por favor —suplicó Jimin— No es el momento... —su cara de angustia no hizo que Min se calmara.
—¿Me van a decir que está pasando? - preguntó Taehyung a su amigo, pero no fue él quien respondió, Yoongi lo hizo.
—Pasa que este —le señaló con el dedo índice— Desde que volvió de Rusia y vio a Jeon llevar una buena vida, que era alguien importante, que tenía un buen trabajo y amaba lo que hacía, que tenía una buena relación y que ya no era ese don nadie de hace años atrás.
—Y-Yoongi, detente.... —aquello fue dicho casi como una súplica, pero Min lo ignoró.
—Jimin simplemente quiso enamorar a Jeon solo para arruinarle la tranquilidad, quiso jugar con él y sus sentimientos por simple capricho —al escuchar esto, Taehyung miro a Jimin realmente confundido— Quiso tenerlo en la palma de su mano para su diversión y desecharlo cuando se aburriera porque sabía que Jeon caería por él.
—Eso es ridículo —dijo Taehyung soltando una risita nerviosa. Miró nuevamente a Jimin— ¿Es mentira, verdad?
Jimin podría mentir, podría engañar si se lo proponía incluso a su propia madre, pero a Taehyung, no. Su amigo reconocía fácilmente una mentira con solo mirarlo a los ojos y este no era el momento para mentir y aumentar la decepción que había reflejada en sus ojos.
—¿Jimin? ¿Es mentira, verdad? —volvió a preguntar. Jimin solo negó con la cabeza y comenzó a derramar lágrimas sin mirarlo— ¡No puedo creerlo! —exclamó con enojo.
—Lo s-siento...
—Oh, por dios. A mí no me debes pedir disculpas, es a Jungkook.
-P-Puedo expl...
—No puedo creer lo que hiciste, ¿Qué clase de persona eres?
—Ya no es así...
—¿Te embarazaste a propósito? —preguntó aún más horrorizado a su amigo, ahora que había escuchado todo.
—¿Qué? ¡No! —negó con su cabeza, mientras sus lágrimas caían por sus mejillas.
—Realmente pensé que habías crecido, que estabas siendo responsable y no me metí cuando te escuche cómo tratabas a Jungkook. Pensaba que necesitabas tiempo para aprender a llevar tus emociones, pero me equivoqué —dijo aun más molesto— Deja de menospreciar a quienes están a tu alrededor, a quienes te demuestran algún tipo de afecto. Deja de pretender ser fuerte, cuando no lo eres —se levantó del sofá en el que apenas se había sentado— Estoy completamente decepcionado de ti, Jimin, y nunca pensé que serías esta clase de persona.
Tomó sus cosas y caminó hasta la puerta, al abrirla soltó un pequeño ruidito de horror al ver ahí a Jungkook. Jimin y Yoongi miraron en dirección a la puerta para ver qué pasaba.
Jimin se paralizó en ese mismo instante.
—Ju-Jungkook... —Taehyung no supo qué decir.
—Hola, Taehyung —saludó notoriamente serio.
—Lo siento —dijo Taehyung, pero no supo porqué se disculpó. Si era por la pérdida de su hijo o porque quizás había escuchado lo que Jimin había hecho. Simplemente salió de la habitación y se fue.
—También me voy. Suerte con ello, Jimin — Yoongi tomó su chaqueta que había dejado en un sillón y salió detrás de Taehyung.
Min no fue capaz de decirle nada a Jungkook mientras salía del lugar, haciéndolo en silencio. Jungkook entró a la habitación y cerró la puerta, caminó a paso lento hasta quedar cerca de Jimin.
—Pu-Puedo explicarlo... —dijo algo angustiado y sin mirarlo a la cara mientras secaba la humedad de sus mejillas.
—No quiero que expliques nada, todo está bastante claro, Jimin...
Jimin negó rápidamente con su cabeza.
—¡No! No lo está, déjame explicarte...
—No —su tono de voz sonó bastante grave y casi como un gruñido, esto hizo estremecer a Jimin. Jungkook tomó asiento en el pequeño sofá que estaba a un lado de la camilla y lo miró— Me doy cuenta que nunca fui lo suficientemente bueno para ti, Jimin. No importa lo que te dijera o hiciera, simplemente nunca alcance tú corazón y ahora lo entiendo.
—Ya no es así. Fue al principio, pe-pero ya no... —lo miró con sus ojos húmedos. Jungkook logró ver cuánta sinceridad y tristeza reflejaba su mirada— Y-yo lo siento mucho... —unas pequeñas lágrimas aparecieron y rodaron por las rojas mejillas de Jimin.
—¿Sabes? Creo que en algún momento consideré que eras mi vida entera, pero la vida está lejos de ser justa —sonrió de lo ridículo que sonaba aquello— Aun así, creo que mereces a alguien que te ame con cada latido de su corazón, alguien que esté siempre para ti y que ame cada parte de ti, especialmente tus defectos.
—Jungkook...
—Escucha, Jimin —lo interrumpió y se levantó para quedar frente a él— Quiero que sepas que, creo que mereces más de lo que te propones. Mereces que te cuiden, mereces a una persona que movería montañas por ti si tuviera que hacerlo, mereces amor y mereces amar también. No busques a quien amar, la persona que te ame de verdad llegará a ti cuando menos lo esperes y entrégale tu corazón...
—Y-ya te encontré —se atrevió a decir, sin retener las lágrimas que seguían rodando por sus mejillas.
—No, Jimin —musitó con dolor— Estoy bastante cansado de esto, de andar detrás tuyo intentándolo. Realmente me canse de salir siempre lastimado.
—Pero a-ahora todo está claro —sorbió su enrojecida nariz— Lo siento ta-tanto, Jungkook. Sé que puedo hacerlo mejor, solo... solo dame otra oportunidad —rehuyó la mirada de aquel par de ocelos que lo miraban con melancolía, sintiéndose culpable por todas las lágrimas que Jungkook derramó por su culpa— Yo realmente m-me enamoré de ti...
Jungkook no fue capaz de decir nada por unos eternos segundos, pensando en lo feliz que se habría sentido con aquella confesión si todo hubiera estado bien entre ellos, pero no lo estaban y esas preciosas palabras solo lograban lastimarlo aún más. No podía olvidar todo y volver a estar junto Jimin, porque su corazón estaba herido y necesitaba sanar, recuperar la confianza de que no volverá a ser lastimado.
El haber estado enamorado de Jimin, había sido un proceso jodidamente complicado y doloroso.
—¿Recuerdas cuando te dije que estaba completamente enamorado de ti? —Jimin asintió con movimientos suaves de cabeza— Yo... realmente no sé si aun lo hago con la misma intensidad, y ya no quiero averiguarlo. Algún día, Jimin, en el futuro, tal vez podamos reencontrarnos y quizás, charlar un rato mientras bebemos algo —elevó su mano despacio y acarició la mejilla húmeda de Jimin, viendo como el rubio se inclina ante su tacto. Jungkook tomó una bocanada de aire antes de continuar hablando— Y compartiremos nuestras historias, sin que nos importen todos los fracasos y logros que experimentamos sin estar cerca del otro.
—Jungkook...
Jungkook posó sus largos dedos sobre los belfos de Jimin para silenciarlo y así poder continuar hablando.
—Pero hasta que llegue ese día, Jimin, yo seguiré adelante, al igual que tú.
Jimin no pudo decir nada ante sus palabras, aceptando todo en silencio. Había sido un maldito idiota y no valoró nada de lo que Jungkook hacia por él, y ahora que era demasiado tarde, se daba cuebta de sus errores.
Ante el silencio, Jungkook se inclinó y dejó un beso en la frente de Jimin, para poder marcharse, pero una pequeña mano se aferró en su abrigo, impidiéndole que siguiera avanzando.
—No me dejes... —susurró en un arrullo lastimero— Por favor, no me dejes... —sollozó.
El corazón de Jungkook se estrujó de dolor al verle tan devastado, rogándole que desistiera de su decisión. Apretó los ojos cuando estos le ardieron por las lágrimas retenidas y soltó un largo suspiro.
No esperaba que Jimin le dijera algo, no ahora que se estaba dando por vencido con él.
—Te amo como no te imaginas, Jimin, y a cualquier lado te hubiera seguido, pero ya no más —las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas febriles, pero Jungkook no hizo nada por apartarlas— Y te estoy diciendo adiós por el bien de ambos, porque no tiene caso que lo intentemos de nuevo.
—No...
—Tampoco me quedan ganas de seguir intentándolo, porque aunque me duela admitirlo, estoy mejor sin ti —acunó entre sus manos las mejillas húmedas de Jimin y se inclinó, para depositar un suave beso sobre los pulposos labios que tanto amaba— Y lo siento, por no haber alcanzado tu corazón.
Jimin negó con su cabeza rápidamente.
—No digas eso... —cerró los ojos, dejando escapar sus lágrimas sin vergüenza.
Jungkook retiró sus manos trémulas de las mejillas de Jimin, para permitirse darle un último abrazo. Y dolía tanto saber que era un adiós definitivo, porque lo amaba con todo su corazón, pero era el momento de dejar atrás todo lo que le causaba daño, todo lo que le causaba tristeza y empezar a vivir. Necesitaba cicatrizar sus heridas y valorar más su persona, amar y ser amado. necesitaba volver a empezar, pero sin Jimin en su vida.
Se apartó de Jimin luego de un largo rato de haber estado abrazados y caminó hasta la puerta, pero antes de abrirla solo dijo dos palabras para luego desaparecer definitivamente de la vida de Jimin.
—Adiós, Jimin.
—Adiós, Jungkook.
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