Capítulo 19.

La ceremonia de la boda de los ahora señores Jung, había sido increíblemente preciosa. Se había realizado en un centro de evento majestuoso, todo era terriblemente elegante y sumamente fino, digno de familias con buena posición económica. Los novios ya habían bailado el famoso vals y los amigos cercanos ya habían dicho hermosas palabras a los recién casados.

Jimin había estado desde la mañana junto a sus amigos, ayudándoles a ver los últimos detalles. Jungkook por su parte, había llegado con los Kim a la hora que correspondía, luciendo un impecable traje negro a la medida. Lo hacía ver terriblemente atractivo y todos volteaban sin disimular para poder verlo y apreciar su belleza.

—Todos te miran, Jungkookie. Estás rompiendo corazones —le dijo Seokjinin en voz baja, pero sin dejar de soñar divertido.

—Nadie puede resistir mi belleza —bromeó mientras sonreía. No le importaba realmente si lo miraban o no, a él sólo le interesaba que Jimin lo notara, lo deseara y lo amara, pero al parecer estaba lejos de eso.

Jungkook nunca fue al departamento de Jimin cuando este le había dicho, Jieun había recibido muy una mala noticia que la reprimió aún más, y no podía dejarla sola con Jin, no podía poner en riesgo la salud de este y de su bebé, por lo que decidió llamar a Jimin cancelando todo.

Luego de eso, no hablaron más. No se habían visto desde el cumpleaños de Seokjin y Jungkook lo extrañaba, pero no era insistente, siempre respeto cuando Jimin le pedía que no lo llamara o no lo fuera a ver. Pero realmente lo extrañaba.

Todos los invitados eran personas con buen apellido, una increíble posición social, dueños de empresas o gente que estaba ligada a la política. Todos se conocían entre sí, hasta el matrimonio Kim se encontraba saludando a algunos rostros que se les hacía común ver. También cabe destacar que todos conocían a Jungkook porque era un nuevo rico, era un artista joven y reconocido por su trabajo, un buen partido para cualquier soltero. Pero Jungkook no conocía a nadie.

—Jungkook —le habló Taehyung de manera amable— Me alegra verte, te ves muy guapo —lo elogió.

—Taehyung, felicidades —sonrió— Espero que todo les salga de maravillas desde ahora.

—Gracias —se dieron un cálido abrazo— ¿Ya viste a Jimin? —preguntó aun con su bella sonrisa.

—Oh, no. No lo he visto —hizo una mueca.

—Ash, estaba conmigo hace poco, pero no sé dónde se metió —Taehyung se sentía mal por Jungkook y estaba convencido de que Jimin solo estaba jodiendole la vida con sus acciones, pero quería creer que se daría cuenta pronto y no haría lo lastimado a, quería creer en Jimin.

—Quizás luego aparecerá —su tono sonó algo deprimido pero aún sonreía.

Jimin había ido al baño y se paseaba probando los diferentes tragos que habían para degustar, estaba en ello cuando su madre quien estaba entre los invitados le hablo.

—Y... ¿Dónde está tu juguete nuevo? —su semblante era completamente serio, pero la forma en que dijo aquello sonaba un tanto en forma de burla.

—Pensé que no vendrías, mamá —dio un sorbo a la copa que tenía entre sus manos.

—Claro que tenía que venir, me alegro por ellos que hayan hecho esta unión, dos familias con buen apellido juntas. Es fantástico —la señora Park siempre pensó que Jimin se casaría con Min y cuando se enteró del rompimiento entre ambos, sintió decepción de su hijo. Para ella tener buen apellido y una buena posición social era lo más importante. Ahora que sabía que su hijo andaba en algo amoroso con Jungkook, no le desagrado, al contrario— ¿Entonces?

—Entonces, ¿qué?

—Vas a presentarme a Jeon o realmente debo pensar que es sólo tu juguete.

—Que cosas dices, mamá. No es mi juguete y tampoco es algo tan serio como para ser presentado de manera formal ante ti y papá —su madre lo miró y soltó una risita irónica.

—Vi a Min con su novia, se nota que es feliz. Dejaste ir a un hombre que valía la pena, Jimin —su voz sonó molesta— Aunque Jeon no sería un mal partido.

—Las cosas no siempre serán como tú quieres, mamá —desvió la mirada y pudo ver entre la multitud a Jungkook, quien revisaba atentamente su celular— Y no voy a formalizar nada con Jungkook —agregó.

—Entonces deja de perder el tiempo, Jimin —sentenció su madre— Si no vuelves a Moscú y continua con tus clases. Además, voy a aceptar la petición de compromiso de los Lee y así unir nuestras familias. Ya es hora de que tomes responsabilidades y sientes cabeza —Jimin rodó los ojos.

Odiaba esa insistencia de su madre.

—Mamá, este no es el lugar más indicado para discutir esto —acomodó con su mano su cabello, peinádolo hacia atrás— Iré a casa para navidad.

—No vamos a estar, convencí a tu padre de irnos a París y pasaremos las fiestas allá.

—Cariño, hijo —dijo el señor Park— No los encontraba.

—Hola, papá —Jimin en algún momento de su vida fue el niño consentido de papá— Iré con los novios, luego los veo —y se fue abriendo paso entre la gente, hasta que llegó donde estaba Jungkook.

No le dijo nada pero Jungkook no lo vio ya que hablaba por teléfono algo preocupado, ignorando por completo la presencia de Jimin y eso le molestaba demasiado.

—Minnie —sonrió apenas lo vio y guardo su teléfono al terminar su llamada— Te ves tan hermoso, como un ángel —cada palabra de Jungkook, cada elogio, cada mirada que le dedicaba a Jimin, iba cargada de puro amor sincero. Y esto, por supuesto, aterraba en cierta forma a Jimin.

—¿Por qué no fuiste a mi departamento? —fue lo primero que preguntó, ni siquiera se molestó en saludar.

—Estaba con Jieun —no había nada de malo en contarle a Jimin la verdad, ellos no hacían nada malo mas que estar juntos dándose apoyo— Está pasando un mal momento y no podía dejarla sola.

—Oh, si que se llevan bastante bien, ¿no? —su voz sonó notablemente disgustada.

—Es solo una gran amiga, nada de qué preocuparse —le sonrió— Minnie...

—¿Qué? —lo miró fijamente.

—Para navidad, ¿podemos...?

—Iré a casa de mis padres —mintió descaradamente— Pasaré con ellos las fiestas.

—Ah, bien —tomó las manitos del menor y deposito un beso en sus nudillos— Te he extrañado mucho estos días, quisiera pasar más tiempo contigo —y le dio un cálido abrazo, para luego depositar un casto beso en sus cabellos rubios.

—¿Vas a irte conmigo hoy? —preguntó aun entre sus brazos.

—Sí —respondió mientras su cara estaba en el cuello de Jimin.

—Bien, vámonos ahora.

—¿Ahora? —salió del cuello, sin poder ocultar su confusión.

—Ya es tarde y la fiesta casi acaba, y estoy terriblemente cansado. Iré a despedirme de Tae y Hobi para irnos —le sonrió y Jungkook asintió— Nos vemos afuera.

—Bien, iré primero con Jinnie —pero antes de irse le besó fugazmente los pomposos labios.

¿Qué mierda estoy haciendo? pensó Jimin al ver como Jungkook se dirigía hacia donde estaban los Kim. Jungkook siempre aceptaba todo lo que él le pedía sin siquiera pensarlo. Pero cuando Jungkook se negó a ir el día que se lo pidió porque estaba con una mujer, le irritó terriblemente.



***

Habían llegado al departamento de Jimin hace media hora, era de madrugada y estaban algo cansados. Jungkook estaba sobre Jimin quien estaba semi desnudo en la cama, siendo devorado por besos y pequeños mordiscos sobre su cuello.

—Mhg... —gemía al tacto de Jungkook, deseaba su cuerpo, deseaba sus besos, deseaba que el castaño se enterrara cada vez más en él. Pero no se había dado cuenta hasta ahora. ¿Acaso realmente lo extrañaba?— Ju-Jungkook...

—¿Qué sucede, bebé? —subió su cabeza hasta quedar pegadas ambas frentes sudadas y le regaló una pequeña sonrisa.

—Qui-Quiero más —suplicó. Sus mejillas tenían un tono carmesí, estaba completamente duro, tanto así que le dolía— Más...

Jungkook sonrió antes las súplicas del rubio y besó sus labios gruesos, delineando y separándolos con su húmeda lengua para luego adentrarse sin esperar aprobación del menor, y sus lenguas se encontraron.

—Te amo. Te amo tanto, Jimin —dijo entre labios y luego siguió una danza entre sus lenguas, haciendo que Jimin soltara pequeños gemidos.

Abandonó la boca de Jimin y comenzó a recorrer el cuello, un camino de besos húmedos que llegó hasta sus pezones, los cuales lamió y chupó de manera dulce y apasionada.

—Mierda... —sus gemidos iban aumentando cada vez más.

Jungkook sin abandonar los rosados e hinchados pezones, comenzó a desabrochar el pantalón de Jimin para luego alejarse del pecho y retirar toda tela del cuerpo, dejándolo completamente desnudo. Se relamió los labios y abrió las piernas del menor para posicionarse en el centro, acariciando sus muslos y deleitándose con la hermosa vista que tenía en ese momento.

—Hermoso —ronroneó, mientras Jimin mordía con fuerza su labio inferior y Jungkook bajaba la cabeza para lamer y besar el miembro del rubio.

-Aagh, Jungkook... —enterró sus dedos en la cabellera del castaño y juntando levemente las piernas, Jungkook no espero mucho para meter toda la erección en su boca, haciendo movimientos de arriba para abajo con su cabeza. Jimin sentía que estaba perdiendo la cordura, sus caderas se movían por sí solas y tenía la urgencia de sentir a Jungkook dentro de él, los movimientos aumentaron haciendo que un hormigueo llegará al vientre de Jimin— Me voy a correr... —gimió.

—Hazlo, amor —dijo mientras seguía moviendo su mano, la cual estaba firme sobre el miembro de Jimin, aumentando cada vez más los movimientos y dejando pequeños besos en los muslos de Jimin

—¡Aaah! —soltó, mientras se corría en la mano de Jungkook, su respiración estaba agitada y su corazón saltaba como si quisiera salir del pecho— Maldición...

—Aún no acabamos, bebé —dijo mientras juntaba sus dedos con el esperma en el estómago de Jimin y los llevó hasta su apretada entrada. Metió uno y se pudo escuchar un gemido cargado de placer, fue agregando los dedos a medida que iba viendo que Jimin estaba listo para recibirlos.

—Vamos, saca tus dedos... —suplicó, cepillando con su lengua sus hinchados labios— Necesito más que dedos, Kookie —solo eso bastó para que Jungkook los sacara de manera rápida, haciendo que por un momento Jimin se sintiera vacío, pero eso no duró mucho.

Jungkook se levantó quedando de pie para retirar toda su ropa y dejarla caer al suelo, Jimin observaba con suma atención y miraba con deseo el hermoso y marcado pecho de Jungkook.

Quiero lamer esos duros pectorales. Pensó para sí mismo, mientras se mordía nuevamente el labio inferior.

Jungkook se volvió a posicionar entre las piernas de Jimin y puso con rapidez el condón para luego alinear su miembro a la denuncia entrada que lo esperaba gustoso. Ingresó lentamente y las paredes lo recibieron sin problema. Una sola estocada para quedar completamente dentro y Jimin gimió alto. Jungkook sonrío.

—Maldición, te amo —bajó la cara para darle un pequeño beso y comenzó a moverse, Jimin rodeó la cintura del castaño con sus piernas— Es-está muy apretado, bebé... —gruñó con voz ronca.

—Más rápido... uhm... —las grandes manos de Jungkook hacían presión las caderas de Jimin y los movimientos ya eran más rápidos. El sonido de la piel mientras chocaban entre sí, era obsceno pero erótico a la vez, Jungkook se apollo sobre sus codos y beso a Jimin con un poco de violencia, atacando sus labios y lenguas, haciendo que el menor gimiera aun más— Kookie... ugh... se siente increíble —hipó ante el placer.

Jimin tenía abrazado a Jungkook por el cuello, pero sus manos acariciaban su nuca con delicadeza, estaba sintiendo como su cuerpo experimentaba nuevas sensaciones, no solo era placer lo que sentía, sino que tenía la necesidad y ganas de expresar en voz alta que lo quería, pero mordió sus labios antes de dejar escapar alguna palabra.

Lo quiero. Maldita sea, lo quiero. Pensó y su corazón se aceleró.

Claro que lo quería, pero tenía miedo y se negaba a aceptarlo. Él nunca se había enamorado y su relación partió porque Jimin solo quería fastidiar la vida perfecta a Jungkook, ¿pero ahora? Ahora nada de eso le interesaba y su plan había quedado en el olvido.

—Ugh —gruñó Jungkook a medida que aumentaba las estocadas, y llevó su rostro hasta el cuello de Jimin para darle un pequeño mordisco acompañado de un beso, estaba por correrse.

—Kookie... me v-voy ¡aaaah! —no alcanzó a terminar la frase cuando el orgasmo golpeó su vientre haciendo que se corriera— Ugh...

—Mierda —soltó y terminó. Apoyó su cabeza en el cuello del rubio, siguió dejando pequeños besos mientras intentaban regularizar la respiración y Jimin aun lo tenía abrazado— Te amo —susurró cerca de su oído.

—Ya lo sé —lo abrazó con un poco más de fuerza, haciendo que sus cuerpos quedara aun más apegados— Yo te quiero, idiota —dijo sin pensar y se sorprendió, pero no dijo nada más.

—Me alegra saberlo —sonrió y lo besó, Jimin respondió aquel beso.

Ambos quedaron abrazados, haciendo "cucharita", hacía frío y Jungkook era jodidamente caliente mientras que Jimin era frío, sus manos en invierno siempre quedaban rojas debido a ello, le costaba regularizar su temperatura corporal y sentir el calor de Jungkook era algo que sin darse cuenta hasta hace poco, le encantaba.

Durmieron así hasta que dieron las nueve y Jimin se levanto al baño, luego de eso fue a buscar algo para comer, después del sexo siempre le daba mucha hambre. Se sentó en el sillón y encendió el televisor, comenzó a cambiar lentamente los canales y mientras estaba en ello vio que en un programa de farándula, hablaban de aquella chica, Jieun.

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