Capítulo 15.


Cinco meses desde que eran novios oficialmente y el tiempo pasaba increíblemente rápido, los meses avanzaron sin que ellos lo notaran. Cuando llegó el cumpleaños de Jungkook, fue un día lleno de saludos por parte de sus colegas de trabajo y sus amigos. Jimin nunca le preguntó qué día era y solo se enteró al notar que el teléfono no paraba de sonar en ningún momento.

—¿Por qué tantas llamadas y mensajes? —lo miró curioso, aun cuando no le interesaba en lo más mínimo.

—Ah... por nada importante —dijo mientras sonreía al revisar un nuevo mensaje que había llegado.

Jimin lo observó unos segundos, y frunció un poco el ceño.

—Si no fuera importante, no te llegarían tantas notificaciones ni recibirias tantas llamadas —llevó su mirada al televisor. Habían decidido ese día hacer maratón de películas al azar y comer palomitas de maíz en el departamento de Jimin, ya que él nunca aceptaba ir al de Jungkook.

—Solo son felicitaciones, nada más... —guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

—¿De qué? —nuevamente se concentró en Jungkook. Bien, la curiosidad lo estaba matando.

—Es... —lo miró— Es mi cumpleaños —sonrió sin ganas.

A Jimin no le emocionaban las celebraciones que no fueran para él o por sus amigos. Claramente, saber que Jungkook estaba de cumpleaños, no le interesaba en lo más mínimo, pero Jimin era bueno mintiendo. Muy bueno.

—Tú... —lo miró entrecerrando sus ojitos— Idiota, ¿por qué no lo dijiste antes? Vamos a pedir comida a domicilio. ¿Te parece? Solo hay que buscar algo bien rico para comer.

—Bueno, pero el solo hecho de estar contigo me basta.

—Que aburrido, Kookie —se burló— Luego de comer, te puedo dar tu regalo —su voz salió más sensual que de costumbre y Jungkook entendió a la perfección lo que le insinuaba Jimin. Se sonrojó de inmediato.

—Sí a todo, Minnie... —misitó, acercándose a los pulposos labios de Jimin para besarlo.

Luego de eso, su rutina era la misma. Se veían casi a diario y cuando Jimin se cansaba de que Jungkook fuera tan empalagoso, simplemente le mandaba un mensaje diciendo que estaría ocupado y que no fuera a su departamento, cosa que era mentira la mayoría de las veces.

Cuando fue el cumpleaños de Jimin, Jungkook lo llevó a un restaurante carísimo, cinco estrellas y completamente lujoso. Sabía que esto era del agrado de Jimin.

—Feliz cumpleaños, Minnie —sonrió de manera dulce mientras sacaba del interior de su abrigo una cajita negra y rectangular, demasiado elegante y con un fino moño de cumpleaños.

—Oh, no debiste, kookie —la tomó y comenzó a abrirlo. Bien, Jimin amaba los regalos y sobre todo cuando eran costosos— Dios, Es hermoso —sonrió ampliamente, comprobando que su collar no era ninguna baratija.

Es que, vamos. ¡Era un Black Crystal Necklace de CHANEL!

—¿Te gustó? —preguntó preocupado— No estaba seguro realmente si te gustaría, pero puedes cambiarlo si quieres...

—Que dice, idiota —sonrió encantado— Es maravilloso. Ven, ayúdame a ponerlo —Jungkook puso delicadamente el collar alrededor del cuello de Jimin y sonrió con satisfacción al terminar.

—Te queda precioso —tomó las pequeñas manitos y las acarició, para luego dar un dulce beso sobre sus nudillos— Te quiero demasiado, Jimin.

El rubio simplemente ensanchó su sonrisa.

Durante esos cinco meses todo parecía ir bien. Jimin aún no se animaba a instalar su academia, pero ya estaba revisando planos de locales en venta para luego adaptarlo a sus necesidades.

Jungkook en cada cumple mes, siempre se las ingeniaba para sorprender a Jimin con cualquier precioso detalle. Era demasiado romántico y atento, tanto que a veces le resultaba un completo fastidio a Jimin.

Sin darse cuenta, Jungkook llevaba dos meses descuidando su trabajo ya que Jimin se las ingeniaba para distraerlo cuando llevaba trabajo a casa, haciendo que toda su concentración quedará en él y se olvidara por completo de sus deberes. Incluso en las mañanas, siempre buscaba la forma de seducirlo y llevarlo de vuelta a la cama.

Definitivamente, llegar tarde a la empresa porque su Minnie le hacía hermosos berrinches le estaba trayendo serios problemas.

—Es la cuarta vez en el mes que no cumples el plazo acordado, Jungkook. Si no puedes, simplemente no te comprometas —Namjoon llevaba más de cuarenta minutos hablando con Jungkook. Le había prohibido a su esposo entrar e interferir como su abogado, ya que Jungkook estaba siendo muy irresponsable, no solo en los plazos de entrega, sino que incluso en la hora que llegaba a la empresa— Si no vas a entregar un buen trabajo, como los que solías hacer, no hagas nada y me ahorras este tipo de situaciones. Simplemente te dejaré de ayudante. ¿Eso es lo que quieres?

—No...

—No solo eso, estás llegando a la hora que se te da la gana, hay horarios de entrada y se deben cumplir. Jungkook, ¿estás escuchando?

—Sí.

—¿No tienes nada que decir?

—No, lo siento... no volverá a pasar.

—No es la primera vez que me dices esto, si vuelve a pasar simplemente dejaré de aceptar tus servicios temporalmente.

—¿Qué? No... yo... no volverá a pasar.

—Eso espero. Te quiero bastante y te considero un muy buen amigo, al igual que Jin, pero no creas que por eso voy a dejar pasar tus faltas, estás equivocado —suspiró cansado, no le gustaba regañar a Jungkook— El trabajo es una cosa y la amistad es otra, no quiero te tomes esto de manera personal, pero vamos... tú no eras así.

—Lo sé. Lo siento, Nam...

Y así estuvieron por más de una hora, Jungkook salió en silencio de la oficina de Namjoon y cuando vio a SeokJin simplemente lo saludo con una pequeña reverencia y se fue.

—¿Por qué lo regañas? —preguntó Seokjin al entrar a la oficina de su esposo— Está enamorado y es normal, tú y yo hicimos lo mismo al inicio.

—Lo sé, amor, pero hay algo que no me agrada de esa relación y no sé qué es —tomó de la cintura a su esposo y lo sentó con cuidado en su regazo, llevando sus manos al vientre de casi seis meses y lo acarició— Espero no equivocarme y que Jimin no sea el culpable de la irresponsabilidad de Jungkook, porque no es normal hacer que tu pareja arriesgue su trabajo solo porque quiere que le conceda sus caprichos.

—Esperemos que no sea así, mi amor —dijo algo preocupado.


***

Era viernes y Jungkook terminó por irse de los últimos ese día, había terminado todo sus proyectos que tenía atrasados y se sentía completamente agotado. Lo único que deseaba en esos momentos era ver a Jimin y tenerlo entre sus brazos, besarlo y mimarlo, pero Jimin le había dejado bien en claro que estaría demasiado ocupado y que no lo molestara, no hasta que él le llamará.

—¿Jungkookie? —eran casi las nueve de la noche y Seokjin había pasado a buscar unos documentos ya que andaba por el sector— ¿Por qué aún estás aquí? —preguntó extrañado, Jungkook nunca se había quedado hasta tan tarde.

—Hola, Jinnie. Solo estaba terminando unos pendientes —su voz sonaba cabreada.

—¿Ya terminaste?

—Sí.

—¿Quieres ir a casa conmigo? Estará Jieun y pasaremos un rato agradable.

—No, pero gracias, Jinnie. Voy a ver si Jimin está desocupado —sonrió— Quiero ir a verlo.

—Vale. Pero si cambias de parecer, solo vas a casa —lo miró sonriendo.

—Sí. Gracias, Jinnie.

—Nos vemos, Kookie.

—No vemos...

Después de la celebración de la empresa, Jungkook mantuvo contacto con Jieun, ya que se llevaban bastante bien, a veces se mandaban mensajes para saber como estaban o simplemente para charlar, también ella lo llamó en su cumpleaños deseándole lo mejor para ese día. Cuando se reunía con Namjoon y Seokjin, ella estaba ahí. Su agenda parecía no estar tan saturada como antes y le dejaba ratos libres para divertirse. Jungkook aun con el tiempo disponible, prefería estar con Jimin, aun cuando este aveces lo evitaba y Kook se daba cuenta, no era tonto.

Yo.

Minnie 👀

Jiminnie 💕.

¿Qué?

Yo.

¿Puedo ir a verte?

Jiminnie 💕.

No. Es tarde.

Yo.

Te llevaré algo

rico para comer

Jiminnie 💕.

No gracias,

terminaré engordando

por comer tan tarde.

Yo.

Qué dices, Minnie.

Estás precioso,

a mí me encantas así.

Jiminnie 💕.

Dije que no,

Tengo sueño.

Buenas noches.


Yo.

Descansa, Minnie.

Te quiero.


Muchas veces, Jungkook se sintió bastante frustrado y dolido. La actitud de Jimin parecía no cambiar con el paso de los meses, y se cuestionaba si realmente lo estaba haciendo bien. Ese viernes por la noche, Jungkook llegó a su departamento y decidió que simplemente se daría una buena ducha para luego dormir.

Jimin por su lado, jamás tuvo intenciones de ir a dormir temprano. Estaba con Yoongi bebiendo unas cervezas, mientras esperaban a que llegara Taehyung y Hoseok. Habían ido a comprar algo para comer pero se estaban tardando demasiado. Se habían puesto de acuerdo hace solo unas horas para así recuperar el tiempo que no se habían visto y disfrutar juntos como solían hacerlo en su adolescencia.

—¿Cómo te va con tu novia? —preguntó curioso, Jimin.

—De maravillas —tomó un sorbo de su cerveza— Quizás se venga a vivir pronto conmigo.

—Aaaw, ¿es en serio? —preguntó bastante asombrado— Ustedes sí que van en serio, eh.

—Claro que sí, ¿y tú qué? ¿Aún te estás divirtiendo con Jeon?

—Uhm... no lo sé —soltó en un falso tono inocente.

—Te vas a arrepentir, Mimi.

—De nuevo con lo mismo. ¿Desde cuando te preocupas por el bienestar de otro?

—Mimi... —suspiró mientras negaba con la cabeza— Debes madurar y dejar de ser tan caprichoso. Cuando lo hagas, te darás cuenta de el error que estás cometiendo —volvió a beber de su cerveza.

Jimin resopló ante su comentario.

—Con el paso del tiempo, te has vuelto aburrido.

—No. Pasa que alcancé la madurez personal y emocional, cosa que tú no has hecho aun —Yoongi quería bastante a Jimin, al final de cuentas, se conocían hace muchos años y vivieron momentos inolvidables juntos. Pero también le molestaba esa forma terca, caprichosa y poco seria de Jimin.

Mientras seguían charlando de sus proyectos y planes a futuro, el timbre del departamento sonó y Jimin se levantó del cómodo sofá donde estaba sentado junto a Yoongi. Prácticamente corrió a la puerta para abrir y saltar a los brazos de su amigo. Taehyung estaba tan sumergido en su trabajo que no se habían visto por una semanas con Jimin, solo se mensajeaban o llamaban por teléfono.

—¡Tae! —gritó, colgándose del cuello de su amigo— Maldición, te extrañé —a veces, Jimin podía ser realmente infantil y más cuando se trataba de su mejor amigo.

—Mierda, Mimi. Casi me matas del susto —lo arrulló entre sus brazos— También te extrañe, bebé - soltó una risita traviesa.

—Claro, ¿y a mí quién me extraña? —reclamó Hoseok, quien estaba cargando las bolsas con comida.

Jimin rodó los ojos.

—A ti también te extrañé. A todos en realidad, bueno, menos a Yoongi por amargado —todos rieron, menos Min.

Se acomodaron en la sala y pusieron todo lo que había para comer y beber en la mesita de centro, encendieron la televisión y pusieron karaoke para entretenerse, reían, cantaban y charlaban. El ambiente era perfecto.

—Me llamaron del salón donde será la ceremonia para avisarme que cancelaron dos boda —dijo Taehyung mientras bebía cerveza y Hoseok miraba curioso.

—¿Y? —preguntó Yoongi.

—¿Eso es bueno o malo? —preguntó Jimin.

—Una de las fechas libres es para el jueves de la otra semana y la otra es en veinticinco días más.

—¿Y eso significa? —Jimin estaba nervioso y ansioso por la boda de su mejor amigo.

—Aceptamos con Hobi casarnos en veinticinco días más.

—¡¿QUÉ?! —preguntaron Jimin y Yoongi al mismo tiempo. Taehyung junto a Hoseok se largaron a reír por la divertida reacción que ambos tuvieron.

—El lunes se mandan las invitaciones a los correspondientes invitados y necesito que tú —señaló a Jimin con su dedo índice— Me acompañes durante toda la semana a ver unas cosas que me faltan, menos mal tenia mucho avanzado —Taehyung había visto todo desde que Hoseok le pidió matrimonio, estaba viendo todo con calma y se auto agradecía por tener todo casi listo para el día más importante de su vida.

—¡Yo feliz te acompaño! —exclamó con emoción.

—¡Perfecto!

Luego de eso, siguieron divertidos hasta que les dio las cuatro de la madrugada. Yoongi fue el primero en ir a su departamento y Jimin tuvo que anotar la contraseña de este en la mano para que pudiera entrar sin problemas, luego de media hora Hoseok se fue, quedando solo Taehyung y Jimin.

—Y cuéntame algo, ¿cómo vas con Jungkook? —preguntó bastante animado y curioso.

—Uhm... no me quejo. A decir verdad estoy bien, es lindo. Pero lo mejor de todo es que es muy bueno en la cama, ¿Ya te lo dije antes, no? —se acostó en el sillón dejando caer su cabeza en las piernas de su amigo mientras sonreía.

—Lo mismo me dices siempre —hizo una mueca al no estar conforme con la respuesta, y acarició los sedosos cabellos rubios de su amigo— ¿Seguro que está todo bien?

—Claro que sí, ya sabes que no soy tan meloso pero me divierto con Jungkook y le diré que venga mañana, no lo he visto en toda la semana.

—Se nota que te quiere, Mimi, y eso me super alegra, pero si no te sientes bien en la relación, es mejor cortar por lo sano —le aconsejó.

—¿Por qué lo dice?

—Vamos, Mimi. Te conozco hace muchos años y a mí no me engañas. Hablas como si estuvieras fastidiado de tenerlo encima.

—No... bueno, no me gusta que sea tan cariñoso, pero me gusta como estamos —intentó sonar convincente.

—¿Lo quieres realmente? —preguntó sin rodeos.

—Tae... ¿Por qué estamos hablando de esto ahora?

—¿Lo quieres realmente? —volvió a preguntar.

—Realmente no lo sé. Al inicio solo estaba con él porque vamos... esta jodidamente sexy —soltó una risita nerviosa— Pero ahora, me gusta cuando estamos juntos y aun así lo aparto. me frustra todo y si he pensado en dejarlo, me cansa tener una relación, no es lo mío, no quiero esto y aveces me estresa todo.

—Jimin, sé que te he dejado solo en todo esto desde que llegaste a Corea, sé que debes estar deprimido por lo de tu pierna, pero, bebé, vivimos una vida llena de expectativas, planes, sueños y aspiraciones que no siempre se cumplen. No todo resulta como esperamos, por lo que sufrimos fracasos y desilusiones de una forma u otra, los que debemos abordar con filosofía y aceptarlos de forma positiva. Los fracasos de amor son aún más duros en ocasiones, deprimen y desaniman a cualquier persona —la voz de Taehyung de cierta forma tranquilizaba a Jimin— Si realmente no lo quieres, no hagas que él se enamore aún más de ti, no le de una disolución que no merece. Jimin, Jungkook es un chico inteligente, apuesto y le está yendo bien en cuanto a su vida económica, ya no es el don nadie de hace unos años atrás...

—Tae, ¿a dónde quieres llegar?

—Lo que quiero es que pienses en tu relación, no te desgastes pensando en que no es lo que quieres si aun sigues en ella. No le des más esperanza a alguien que sabes que está enamorado de ti. Debes ser claro y maduro en tus decisiones y relaciones. Yoongi y Jennie se ven como una pareja enamorada, pero cuando estaban juntos ustedes nunca se vieron así, nunca se vieron como pareja, siempre parecieron los mismos amigos de siempre. Tú con Jungkook estás igual, pareces el amigo de él cuando él sí parece que está en una relación.

Jimin no fue capaz de decir nada, su amigo tenía razón y quizás debería pensar las cosas y dejar de jugar, dejar tranquilo a Jungkook o seguir de manera real con él. Luego de que Taehyung se fue a su departamento, Jimin le mandó un mensaje a Jungkook.

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