IX. Viernes (parte 2)

     El tiempo fluyó tan rápido.

     Nos sentamos tranquilamente en la orilla de un muelle, hablando trivialidades, mirando los cangrejos y el agua chocar contra las rocas que tenemos debajo, también comemos un helado y nos robamos pequeños besos traviesos... Ojalá esto pudiera extenderse eternamente, ojalá esta burbuja nos envolviera de manera indefinida, pero el reloj amenaza con dar la hora acordada y eso me pone los pelos de punta.

     Tan solo falta una hora, quisiera hacerla especial, pero solo puedo sentirme miserable y, por supuesto, Nam lo nota.

—Te noto tenso —comenta NamJoon, abrazándome más fuerte.

—Lo estoy —suspiro y me sostengo de su agarre—. Ahora no solo pienso en lo que pasará con mis amigos, sino en lo que pasará con mis padres, NamJoon. ¿Qué van a hacer cuando les cuente todo? ¿Me echarán de casa o tendrán empatía conmigo y me apoyarán?

—A ver, mírame, cielo —nos sentamos de frente y él toma mis manos—. Creo que lo que tenemos que resolver aquí es: ¿Qué quieres hacer? ¿Cómo vas a contarles todo? ¿Llegarás en un plan pasivo o agresivo? Tú, por decisión, ¿quieres pedirles que te apoyen o simplemente llegarás a confesar y te irás?

—Es que no tengo idea, Nam. Esa decisión dependerá de cómo reaccione mi padre. Y respecto al mi postura, realmente no sé cómo hablar de manera tranquila porque siento que todo terminará en gritos y caos. A papá es a quien más temo, mi madre y yo nos somos indiferentes.

     Ahora estoy casi llorando, sintiéndome tan acobardado porque mis pensamientos difusos no me permiten contestar esas preguntas tan vitales en este momento.

     Pero Nam sostiene mis manos con fuerza, mostrando su apoyo. Si él no estuviera aquí en este momento para contenerme, yo ya habría huido de todas las responsabilidades que me pisan los talones.

—Bueno, entonces empecemos por ahí. ¿Tu papá cómo es? —Me pregunta de manera gentil, entrelazando sus dedos con los míos.

—Estricto y malvado... —Contesto cabizbajo.

—Pero no te echó de casa cuando supo que eras homosexual, ¿o sí?

—No, no lo hizo — ¿qué mierda intenta hacer NamJoon? Esa extraña pregunta de pronto me sorprende, entonces lo miro a los ojos con mucha curiosidad.

—Y tampoco te echó de casa cuando decidiste salir de viaje con tus amigos, mandando a la mierda todos los planes que él tenía para sus vacaciones, ¿o sí?

—No... ¿A qué intentas llegar con esas preguntas?

—El punto es, Jinnie, que podrían pasar mil cosas luego de que confieses, pero dudo que te vayan a echar de casa. Según lo que me has contado, ellos te han aguantado cada acto de supuesta rebeldía y no han dejado de mantenerte incluso cuando derrochas dinero en cosas que ellos creen innecesarias y además te juntas con personas que ellos creen indeseables.

—Pero me soportan bajo la condición de que estudie medicina, y tampoco quiero eso, no más. Preferiría salir de ahí antes de que me sigan obligando a estudiar eso.

—Bueno, Jinnie, entonces tienes que responderte una pregunta importante: ¿tú quieres convencerlos de que te permiten quedarte en casa?

     Mierda... Me siento un tanto acorralado por sus preguntas, pero sé a qué intenta llegar.

—Bueno... ¿sí? No lo sé, Nam. Es que... es que por un lado quisiera simplemente soltarlo todo e ir contigo, pero por el otro...

—Todavía te gustaría esperar un poco para dar ese gran paso, ¿verdad?

—No lo tomes a mal —mierda, me leyó la mente—. Te quiero, Nam. Quiero tener una relación seria y real contigo, quiero seguir jugueteando de manera cursi hasta que llegue el día en que alguno de los dos tenga el valor para hacer esa gran pregunta. Quiero seguir haciendo el amor contigo, que me lleves a pasear por ahí, que tengamos lindos fines de semana con tu papá... Pero pienso que debo lidiar con esto primero. No quiero que pienses que no me agrada el plan que me propusiste, al contrario, me quiere ganar el impulso de recoger lo poco que tengo y aceptar tu magnífica oferta, pero no es la manera en la que quiero hacer esto.

—Amor, mírame —de pronto me doy cuenta de que mi mirada se desvió hacia la nada, así que él la trae de vuelta y lo que me encuentro es una bella sonrisa de hoyuelos profundos y ojos agudos—. Comprendo completamente tu postura, respeto absolutamente cualquier decisión que quieras tomar porque eres un hombre libre. Y no me gustaría que tomaras decisiones basadas únicamente en lo que yo quiero. Si tú quisieras mandarme a la mierda en este momento con el pretexto de que fui un amor de verano, lo aceptaré porque sé bien que nada es para siempre y que a veces me tendré que tropezar para poder seguir avanzando. Pero amor, lo de tus padres es algo que tienes que enfrentar a tu modo y si tú deseas luchar por esa familia, hazlo. Si deseas huir, ya sea solo o conmigo, hazlo, nada más que tus propios límites te lo impiden. ¿Qué desea hacer tu corazón, SeokJinnie? Ni siquiera tienes que pensar en mí para responder estas preguntas.

     Oh, mi hermoso Nam. ¿Por qué siempre es tan poético y considerado para todo lo que dice? Quisiera tener una pizca de esa sensatez que él se carga.

     Y aquí, señoras y señores, es donde me encuentro: en una terrible y premeditada encrucijada, lidiando con mi ansiedad, sufriendo por cosas que todavía no pasan, sobrepensando como siempre, encerrándome yo solo en un laberinto que parece no tener salida.

     Pero tengo algo enorme a mi favor: Nam me inspira a ser valiente y autosuficiente. Esto es algo un poco contradictorio, puesto que al principio él me sobreprotegió hasta que mi pie estuvo sano, pero ahora veo que, en realidad, es todo un hombre maduro que me da consejos de la talla que mi obstinada mente necesita.

     Realmente quiero tomar una buena decisión, pero también quiero que él se quede en mi vida.

     Pensemos en mis padres... ¿Valdría la pena luchar por su aceptación o su amor, tomando en cuenta que no tenemos un buen historial? Pero Nam tiene razón, ellos me han soportado...

     He pasado la mitad de mi vida odiándolos por lo poco afectuosos que son conmigo, pero nunca me puse a pensar en ese otro lado de la moneda.

     Fui un accidente. Mamá no quería tenerme, pero fue obligada a casarse y a parir porque entre toda su familia y la de mi padre presionaron para que eso sucediera. Pero a pesar de que ha sido distante e indiferente conmigo, puedo jurar que intentó quererme un poco cuando yo era niño. Jugaba conmigo aunque lo hiciera a la distancia. Cuando fui creciendo ella debió sentirse aliviada de que yo deje de pedirle atención, así que solo se limitó a darme dinero y a decir "haz lo que quieras, solo no me molestes".

     Y mi padre... siempre ha estado encima de mí, al grado de asfixiarme. Me obligó a meterme a esa carrera porque, según él, yo debía continuar con el legado familiar, quería convertirme en un mini él. Y aunque quisiera que yo fuera perfecto, cuando salí del clóset y le presenté a JiYong simplemente me ignoró unos días y después dijo: "Me importa una mierda lo que hagas con tu culo, simplemente sigue estudiando". Él sabía bien que mi linaje acababa conmigo al momento de preferir estar con un hombre y de todas formas siguió viendo por mí aunque seguía inconforme. Cuando salía de noche y varias veces le llamaron de la estación de policía porque mis amigos y yo estábamos grafiteando borrachos, él estuvo ahí y hasta movió sus influencias para que las madres de Kookie y JiMin no se enteraran; cuando empecé a "perder" el tiempo con mis amigos jugando LoL, cuando reprobé un par de materias, cuando me vine de viaje sin su permiso... él siguió ahí...

     Entonces...

     Si ellos me han aceptado a pesar de todos los disgustos que les he dado, ¿eso significa que sí me quieren, que no soy tanto un estorbo para ellos? ¿Significa que si les muestro lo vulnerable que estoy ahora, ellos me seguirán cobijando aunque al principio les parezca desagradable?

     No tienen opciones: yo inevitablemente seré algo inaceptable para ellos. ¿Pero podré tocar sus corazones de alguna forma? ¿Quiero realmente conservar esa unión, o tal vez hacerla más fuerte para descubrir que mis padres realmente no son tan malos como yo pensaba?

     Y ahí es donde no puedo avanzar porque hay niebla en mi camino, tan espesa y tenebrosa, imposible de despejar hasta que actúe...

     Tal vez sea momento de hacer un plan alternativo al de irme con Nam. No es que no quiera estar con él, pero también tengo que pensar con la cabeza fría.

—Bueno —al fin me digno a contestarle, luego de mi silencio—, realmente no sé si quiero luchar por esa familia, pero puedo hacer un intento para ver qué sucede. Si resulta que desean apoyarme, entonces me quedaré un tiempo más, tal vez hasta que sea tan independiente como tú.

—Puedes irte conmigo en el momento que tú desees, Jinnie —oh, me va a matar un día de estos con esa maldita sonrisa—. No importa qué tan autosuficiente que seas, yo estaré para ti en todo momento. Papá y yo vamos a apoyarte.

—Eres tan noble e increíble, Nam —le beso ambas manos, mostrándole lo agradecido que estoy—. Gracias por esto que estás haciendo. Eres una gran inspiración para mí, prometo ser valiente.

—Siempre has sido valiente, Jinnie, pero a penas ahora estás descubriendo cómo usar ese súper poder.

     No puedo evitar reír, es tan tierno e infantil al mismo tiempo que presume su sabiduría.

— ¿Crees que valga la pena usarlo con mis padres para pedirles apoyo y comprensión?

—No lo sabrás si no lo intentas, Jinnie.

     Entonces me abalanzo hacia sus brazos, en busca de un necesitado apapacho que me llene de fuerzas para lidiar con estos sentimientos tan intensos. Y es tan funcional como ninguna otra cosa. Tal vez sonaré idiota por pensar eso, pero pareciera que estamos hechos para ser pareja porque solo con verlo sonreír o abrazarlo, siento que todo en el mundo funciona bien y que seguirá así mientras permanezcamos juntos.

—Quiero que estés ahí cuando hable con ellos —me aprieto a su torso, oliendo su suave perfume cítrico—. Porque si todo sale mal, necesitaré ayuda para empacar... y además necesitaré que sostengas mi mano o lloraré sin parar.

—Estaré ahí, cariño —me aprieta entre sus fuertes brazos y besa mi sien—. Pase lo que pase el día de hoy, nunca estarás solo, no mientras yo siga respirando.

—Gracias por darme esperanzas —dejo caer mi llanto sobre su pecho, permitiéndole que me consuele.

     Me arrulla por un buen rato hasta que soy capaz de levantarme sin sentir más escozor en los ojos y ya mi pecho se ha liberado de esa enorme carga de ansiedad que me acechaba.

     Y mientras respiro la brisa salada y siento la dulce compañía de Nam, me voy preparando para lo que sigue.

     A diferencia de esta mañana, ahora sí espero que todo salga bien...

     Que las palabras de Nam se hagan realidad, por favor.




[♥]




—Entonces llámame cuando estés listo, me quedaré cerca, no me demoraré más de diez minutos en llegar.

—De acuerdo —suspiro y aprieto sus manos por última vez—. Deséame suerte, porque ahora que lo pensé mejor, sería divertido que mis amigos te conocieran.

—Todo saldrá bien y si no...

—... de todas maneras estarás para mí, lo sé —sonrío y suelto sus manos.

     Antes de separarnos, me da un largo beso, lleno de ternura y apoyo moral. Su agarre en mi cintura también comunica toda la tranquilidad que quiere brindarme, la cual le agradezco enormemente.

     Y finalmente, nos damos la espalda.

     Siento un enorme hueco en mi pecho cuando empiezo a caminar y no siento su presencia ni escucho su voz, pero confío en que volveremos a reunirnos pronto.

     Reviso mi celular mientras camino y veo que, entre todos los mensajes que tengo pendientes, está una ubicación en el grupo que tengo con los chicos, seguida de mensajes de ambos pidiendo que me apure, lo que significa que ya están ahí... Eso me pone demasiado nervioso.

     Al seguir el GPS, noto que no falta mucho, el mapa me indica que es un pequeño restaurante a tan solo diez minutos caminando.

     Paso tras paso, me voy poniendo más tenso y siento ganas de regresar corriendo como un cobarde a los brazos de NamJoon.

     Pero no más...

     No volveré a acobardarme como lo he hecho estos últimos tres años, e incluso antes... Con ellos también tengo que ser valiente.

     Veo el restaurante a lo lejos, tiene una zona cerrada y también mesas al aire libre. Cuando me voy acercando, mi corazón se acelera.

     Ellos están en una de las mesas de afuera, viéndome llegar. Inmediatamente me llaman con sus vocecitas agudas y molestas, animándome a apurar el paso como si estuviera corriendo un maratón.

     No sabía que los podía extrañar tanto. ¿En qué estaba pensando cuando escribí esas cosas en mi diario, sobre estar harto? De ninguna manera dejaré que lean esas páginas...

— ¡Jin hyung! —Ese es JiMin, llamándome desde la mesa que eligieron, la más lejana a la gente, con una enorme sombrilla cubriéndolos.

     Reprimo mis ganas de llorar al ver las sonrisas de los dos, esperando por mí.

—Hola, chicos —me paro frente a la mesa y ambos, tan sincronizados, se levantan para envolverme en un fuerte y asfixiante abrazo.

     Y cuando me sueltan, me invitan a sentarme. Hay tres cervezas aún sin tocar y unas botanas en el centro, al parecer pidieron por mí.

—Jin hyung, te voy a reclamar por muchas cosas —JiMin es el primero en regañarme, como lo sospeché.

— ¿A mí por qué?

—Porque no hiciste nada de lo que dijiste que debíamos hacer todos —oh, ya lo sé, no quiero que me jodan con eso—. No enviaste tus ubicaciones, no contestaste nuestros mensajes ni llamadas cuando nos preocupamos por ti, incluso tu papá nos llamó para saber por qué no contestabas y tuvimos que contarle mentiras. ¡Pensamos que te habían secuestrado o algo! Nos debes una explicación, hyung.

—Lo sé, chicos, lo siento —suspiro y sonrío, intento sonar genuino—. Les voy a explicar todo, lo prometo.

— ¡Pero primero leamos los diarios! —JungKook saca su libreta de la mochila, presumiéndola como un trofeo—. Juguemos piedra, papel o tijera, el que pierda pone el diario en la mesa y los demás leerán.

     Oh, maldita sea, eso no lo vi venir... ¡Debí arrancar esas páginas antes de venir aquí!

— ¡Me parece una idea magnífica! —Chilla JiMin, y para mi mala suerte, son dos contra uno, así que no puedo hacer nada. La verdad, espero no ser el primero.

— ¿Qué pasa, Jin hyung? —Pregunta JungKook—. Luces como si hubieses visto un fantasma, estás pálido.

—Ajá, y tampoco te estás portando controlador con nosotros ni estás preguntando por nuestros acostones. ¿Pasa algo?

     Demonios. ¿Estoy siendo muy evidente con mi preocupación? Quisiera ponerme a aparentar mi maldita manera de ser de antes, pero no puedo. ¿Cuándo fue que dejé de lado esa máscara?

—No pasa nada, chicos, solo tengo un poco de resaca...

—Tómate esta cerveza para que se te pase, ahora pasemos a lo que vinimos —JungKook me acerca la botella y los dos ponen su puño en la mesa, invitándome a jugar.

     Mierda... espero no perder...

     Oh, pero parece que el universo siempre conspira contra mí.

     Cuando muestran sus manos, es simplemente un juego limpio y soy yo quien salió perdiendo, poniendo una estúpida piedra y ambos pusieron papel... magnífico, perfecto, espléndido.

—Hora de explorar en el misterioso cerebro de Jin hyung —se ríe JungKook y me arrebata la libreta en cuanto la saco de la mochila.

— ¡Esto es como un confesionario! —Chilla JiMin, emocionado—. Si les soy sincero, escribí cuando estaba muy ebrio, así que no me responsabilizo de lo que haya ahí.

—Bueno, yo también escribí en ese estado —trago el nudo en mi garganta en cuanto JungKook empieza a hojear—. Antes de que lean eso, tengo que decirles algo.

—Oh, espera —me interrumpe JungKook—. Déjame adivinar... ¡No conseguiste una verga en el culo y ahora serás el Soporte! ¡Lo sabía, lo sabía!

— ¡Cállate y deja que hyung hable! —Le regaña JiMin—. Ya sabemos que sí pudiste coger y que estás orgulloso de ello, mandaste la foto al grupo, pero espera tu maldito turno, Kook.

     ¿Qué? ¿Cuál foto...? Oh, bueno, seguro me la perdí porque no le hice caso al teléfono en todos estos días.

—Aish, aguafiestas —JungKook bufa y cierra la libreta sin prestar atención—. ¿Qué es eso que tienes por decirnos, hyung?

—Bueno —respiro hondo, vamos SeokJin, tú puedes hacerlo—. Primero, confieso que solamente escribí dos días —ellos reaccionan algo decepcionados, lo cual me pone nervioso—. Perdón por eso, pero sinceramente no pude seguir escribiendo por todas las cosas que me pasaron en este viaje y...

— ¡¿Qué te pasó?! —JiMin se exalta y me toma por las manos—. ¿Está todo bien? ¿Te lastimaste?

—No, JiMin —sonrío ante su preocupación, tan tierna como siempre—. Bueno, seré sincero, la verdad no les van a gustar las cosas que escribí en esos dos días de viaje, pero ahí dentro hay una carta que quiero leer para ustedes, donde podré explicarles la razón de todo. Pero antes... quiero pedirles que me escuchen bien antes de reaccionar, no es fácil para mí ser así de transparente con ustedes, puesto que nunca lo he sido...

—Me preocupas, hyung —JungKook también toma mi mano y eso me pone demasiado sensible. ¿Serán así de nobles conmigo luego de enterarse de todo lo que escribí?

—Bueno, acabemos con esto —retraigo mis manos y bebo mi cerveza—. Adelante, lean el diario, pero la carta la leeré yo. ¿Está bien?

—Estás demasiado raro, hyung —dice JiMin y le quita la libreta a Kook—. Hace mucho que no hablabas así de serio.

—Perdón —suspiro—, pero hay una explicación para todo, por favor lean.

—Lo haré —JiMin abre la libreta y da con la única hoja que pude llenar—. Y dice así:

     »Día uno: Debí haber hecho esto hace mucho tiempo. No sabía de lo que me estaba perdiendo hasta ahora, la vida que siempre quise está lejos de Seúl, lejos de LoL, lejos de JiMin y de JungKook. Ya estoy harto de ese juego y de mi estúpida carrera, no quiero ser médico, odio todo lo que tenga que ver con ello, lo único que quiero es alejarme de todo, ser modelo y, si se puede, ENCONTRAR A ALGUIEN PARA QUE ME PARTA ELCULO DÍA Y NOCHE. ¡Salud!

— ¡Maldita sea, hyung! —JungKook golpea la mesa, causando que la gente alrededor lo vea con malos ojos—. ¿Por qué...?

—Jin hyung dijo que escucharas antes de reaccionar, pendejo, además él dijo que estaba borracho. Uno en ese estado puede decir cosas de las que luego se arrepiente —JiMin le regaña y a la vez intenta calmarlo, pues de sus grandes ojos llenos de ilusión intentan escapar algunas lágrimas.

     Sabía que lo iba a decepcionar, pues el juego se volvió demasiado importante para él... me duele tanto echar abajo sus ilusiones.

—Sigue leyendo —cabizbajo, simplemente doy la orden. Necesito llegar rápido a la carta.

—De acuerdo —en los ojos de JiMin también hay decepción, tal y como lo imaginé—. La siguiente nota no tiene fecha, hyung...

—Es del lunes —contesto desganado—. Ese fue el último día que escribí, solo lee...

—Está bien —suspira y vuelve su vista a la libreta—. Y dice: "Te odio, Ji-Yong. Si no fuera por ti, yo estaría bien. Si no fuera por ti, yo jamás hubiese perdido la dignidad y probablemente, mi salud. Si no fuera por ti... Si no fuera por ti, yo no le temería tanto al mañana... ¿Sabes lo difícil que es para mí despertar todos los días y olvidar eso que me dijiste antes de irte para siempre? ¿Sabes lo difícil que es intentar mitigar el miedo a diario y seguir con mi miserable vida? ¿Por qué no te quedaste para ayudarme? ¿Sigues vivo, siquiera? ¿Por qué me dejaste abandonado y con tantas dudas? Eres un maldito cobarde. Pudimos haberlo solucionado juntos, pude haber estado ahí para apoyarte, pero huiste como el perro miedoso que eres. Te odio. Juro que si próximamente muero, estaré esperándote en el infierno para hacerte pagar por hacerme sufrir. Eras lo único que me hacía feliz, JiYong. ¿Por qué te fuiste solo porque salió positiva la prueba?" —Entonces JiMin cierra la libreta, respira hondo y me mira acusatoriamente—. Jin hyung, ¿qué es toda esta mierda? ¿Por qué le escribiste a tu ex novio? ¿Y qué prueba le salió positiva? ¿Embarazó a alguien?

     Ambos me miran en busca de respuestas, mirándome acusatoriamente, así que tengo que intervenir antes de que hagan más preguntas y mi plan termine por irse a la mierda.

—Deben saber —trago saliva y los miro, esta vez con vergüenza—, que cuando le escribí eso a JiYong, estaba drogado y sufriendo. Me encontré con unas chicas que me compartieron marihuana y caí en la tentación, por ello me siento culpable, sé que los estoy decepcionando pero por favor... dejen que lea la carta para ustedes y verán que todo cobrará sentido.

—Jin hyung, no entiendo nada —JungKook se escucha triste, me mira con mucha decepción—. Creí que tú no hacías esas cosas y... y creí te gustaba jugar, que nos harías un buen equipo y seríamos los mejores, creí que luego de estas vacaciones volveríamos a las pantallas...

     Cuando Kook dice eso, noto que JiMin se pone incómodo y desvía su mirada.

—Escuchen —me atrevo a mirarlos al fin y tomo la libreta de las manos de JiMin—. Sé que esto se ve mal, pero necesito ser transparente con ustedes. Sobre esto del consumo de marihuana, yo lo hacía antes de conocerlos pero lo dejé porque no quería ser un mal ejemplo para ustedes. Desde esa noche que te recogimos en la calle, Kookie, entendí que yo debía ser quien los cuidara y guiara, por eso los regañé, los llené de información sobre las consecuencias que traen las drogas y decidí que intentaría con todas mis fuerzas alejarlos de esa vida. Si volví a probar, fue porque me sentía todo un rebelde, dejé que mi estúpida impulsividad me ganara, pero luego me arrepentí y me prometí que no volvería a probar nada. Ahora, por favor dejen que les lea la carta. Después de eso, entenderé cualquier decisión que quieran tomar. Si deciden alejarse de mí para siempre, si deciden incluso golpearme o insultarme, lo aceptaré porque a veces siento que no merezco otra cosa de parte de ustedes. ¿Puedo empezar a leer?

—Está bien, hyung —suspira JiMin, su mirada es difícil de descifrar, pero sé que está incómodo.

—Dale, no podrás lastimarme más, de todas formas —JungKook se cruza de brazos y desvía la mirada.

     Y yo reprimo mis ganas de llorar. Ahora de verdad me arrepiento de todo y desearía jamás haberles mentido sobre mi vida. ¿Por qué tuve que ser tan cobarde?

—Está bien —abro la libreta y encuentro la hoja donde todo empieza. Con un inmenso dolor en mi corazón y la voz temblorosa por el llanto naciente, empiezo a leer: — "Hola chicos, este es su hyung, Jin, ese al que ustedes han seguido a regañadientes por casi tres años, ese que les ajustó los tornillos en algún momento de sus vidas y gracias a ello pudieron volverse los mejores mancos que he conocido en mi vida —ante esto, JiMin ríe, pero JungKook sigue inmutable, plantado en su molestia—. Tengo muchas cosas qué decir aquí, pero empezaré por lo que seguro se estarán preguntando: sí, conseguí a alguien que me follara y fue grandioso, de hecho lo hicimos tres veces, pero más adelante les contaré sobre él.

     »Lo siguiente que quiero decirles es que los amo. Sé que a veces parecía que no debido a que me molestaba con ustedes frecuentemente porque pelean demasiado o porque llegaban tarde a las prácticas. A pesar de que lucía muy gruñón algunos días, siempre que ustedes se iban de mi casa yo quedaba con una enorme sonrisa de satisfacción porque al menos ese día, pude hacer algo que disfrutaba por completo, pude reír y disfrutar de su maravillosa compañía. Deben saber que ustedes fueron como un salvavidas para mí porque los conocí en mi época más dolorosa, me dieron la oportunidad de reinventarme y dejar de lado una parte de mi vida que es demasiado oscura y me ha torturado desde hace tres años.

     »Y aquí es cuando debo hablar de la parte mala, porque es el motivo principal de esta carta, y también es aquí donde tengo que confesar que realmente no soy la persona que ustedes creen. Nunca fue mi intención ocultarles mi verdadero ser, pero en algún momento me vi forzado debido al inmenso miedo que me daba ser rechazado por ustedes, las únicas personas en quienes pude confiar después de lo de JiYong. Voy a contarles una horrible verdad de la que no me siento orgulloso y también tengo que ser sincero con ustedes a cerca de mis metas a futuro. Empezaré por la horrible verdad, esperando desde lo más profundo de mi corazón, que ustedes comprendan y no quieran alejarse de mí para siempre..."

— ¡Eres un puto hipócrita, hyung! ¿Cómo te atreves a decirnos eso, pero en el diario escribiste que estabas bien al alejarte de nosotros? Pendejo de mierda —me recrimina JungKook, la mirada que me dirige es de puro e impulsivo odio. No lo culpo, después de todo lo que escuchó... debió ser suficiente para que quiera cancelarme de su vida para siempre.

— ¡JungKook! —Le regaña JiMin de inmediato—. ¡Jin hyung dijo que debías esperar, él no ha terminado de leer su carta!

—Entiendo que estés molesto, Kook —conecto miradas con él, me duele verlo tan enfadado—. Tengo que explicarles una cosa: yo no esperaba que ustedes leyeran esas cosas que escribí en los días de viaje. Como ya les dije, no estaba en mis cinco sentidos en esos momentos y además estaba cegado por el dolor. Lo que quiero que escuchen es lo que está en esta carta, donde me expreso completamente a consciencia. ¿Puedes esperar a que termine, Kookie?

—Como sea —tuerce sus ojos y sostiene su cerveza, mirando la etiqueta para fingir que no me presta atención. Pero lo hace, él siempre es así cuando se enfada: hace un berrinche, pero está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.

—De acuerdo, continuaré: "Empezaré por la horrible verdad, esperando desde lo más profundo de mi corazón, que ustedes comprendan y no quieran alejarse de mí para siempre, sin embargo, estoy preparado para recibir el rechazo en caso de que ustedes así lo decidan.

     »Y aquí va: ¿recuerdan lo que pasó con JiYong? Les conté que me engañó y así fue, pero la infidelidad no fue la peor parte. Antes de desaparecer de mi vida, me confesó que estaba infectado de VIH —y justo aquí, ellos me miran impresionados y mi voz comienza a temblar otra vez—. Su versión de la historia fue que la persona con la que me fue infiel lo había contagiado, pero yo sospecho que estuvo infectado desde mucho antes y probablemente me puso el cuerno más de una vez. A fin de cuentas, esas ya son solo especulaciones mías sin mucho valor, porque la realidad pesa mucho más que todas las ideas que yo pueda hacerme en mi cabeza. Y la realidad es... que... yo..." —no puedo evitar soltar algunas lágrimas, me siento tan abrumado como el día en que recibí los resultados, quisiera que NamJoon estuviera aquí, pero debo ser fuerte, debo resistir...

—No tienes que continuar si no quieres, hyung —JiMin me palmea el hombro y me mira con los ojos más comprensivos del mundo. Esta es la segunda vez que él me ve llorar, pero sigo sintiendo pena de exponerme así.

—Te... Tengo qué —con una servilleta, limpio mi nariz y continúo leyendo sin mirar a JungKook, no quiero saber de su reacción todavía: — "Y la realidad es que yo también tengo VIH, él fue quien me contagió —respiro hondo, sintiéndome más ligero—. Debido a esta verdad tuve que tomar algunas decisiones muy importantes. Primero que nada, dejaré de estudiar medicina porque odio esa carrera, no es para mí y no pienso desperdiciar el tiempo que me queda de vida dedicándome a algo que mi padre me impuso. ¿Les cuento algo vergonzoso? Mi sueño, desde siempre, ha sido ser modelo y además dedicarme al diseño de modas, pero por mucho tiempo preferí hacer lo que mi padre decía para no perder mis privilegios, era la única manera de lograr que él soportara el hecho de que su único hijo es gay y además le gusta utilizar su tiempo libre jugando videojuegos con personas que le desagradan. Pero ya no lo soportaré más. Sin importar las consecuencias que tenga esta decisión, voy a dejar la medicina y cambiaré de rumbo. Y eso, mis niños, va a significar que también deje de lado el objetivo de llegar a las nacionales de League of Legends con ustedes —esto claramente rompe a JungKook, porque lo escucho sollozar, pero no me atrevo a mirarlo—. Pero esto no significa que ustedes dejen de ser importantes para mí, sino todo lo contrario. Si ya no quiero perseguir esa meta, es porque mi corazón me está guiando hacia el sueño de mi vida, eso implica pagar algunos precios que ahora estoy dispuesto a asumir. Pero aunque yo tenga que dejar el equipo por estas razones, puedo ayudarlos a encontrar gente para que armen un buen equipo y así puedan continuar tras ese gran sueño.

     »Sin embargo y como ya lo dije antes, comprenderé si ya no quieren ser mis mancos favoritos y prefieren flamearme y banearme de su vida, pero quiero que sepan que siempre los llevaré en mi corazón, pase lo que pase el día de hoy.

     »Y pasando a otros temas menos jodidos, les quiero hablar de una persona importante que me ayudó a abrir los ojos respecto al tema del VIH. Esta persona, que en otro contexto me habría ayudado a conservar mi puesto en el juego, resultó ser quien me inspiró para tomar todas estas decisiones.

     »Su nombre es Kim NamJoon y me lo topé por una enorme casualidad luego de una noche desastrosa de camping donde fui asaltado por unas niñas malcriadas. El martes en la mañana, NamJoon me recogió de la autopista y prácticamente me salvó la vida. Cuidó de mí y me transmitió una confianza que tenía mucho tiempo sin sentir. ¿Y saben cuál es la parte más escalofriante? Él también resultó tener VIH y además acababa de perder a un padre. Ambos compartimos nuestras tragedias y eso nos llevó a querer apoyarnos mutuamente. Gracias a él, tuve el valor de hacerme la prueba, estuvo conmigo para sostenerme cuando recibí los resultados. Fue bastante duro, pues aún tenía esperanzas de salir ileso a pesar de que viví con miedo por tres años. Y otra cosa que debo confesar, es que realmente no me he acostado con absolutamente nadie después de JiYong, salvo con NamJoon. Perdón por hacerles creer que fui un libertino e incitarlos a hacer este tipo de cosas también, ahora veo que no he sido tan responsable como yo creía. Sí, coqueteé con algunos hombres que me querían llevar a la cama, estaba despechado y quería intentar olvidarme de las heridas que aquel imbécil me dejó, pero a partir de él adquirí un miedo inmenso al sexo, el cual no fue apaciguado hasta que conocí a NamJoon.

     »Y aunque esté jodido de muchas maneras, he podido encontrar un poco de belleza en esta tragedia porque lo he podido conocer a él y, por más tonto que parezca, terminé enamorado de este hombre que también siente lo mismo por mí. No necesitan saber más detalles sobre nosotros, ese es el hecho: nos gustamos demasiado y casualmente vivimos en la misma ciudad. ¿No es demasiado bueno para ser verdad?

     »Quiero dejar en claro que NamJoon no es un pretexto para cambiar de rumbo, no me estoy dejando llevar por mi maldita calentura. Él simplemente es mi Soporte en esta maldita jungla llamada vida, donde todavía me queda demasiado lejano ese nexo que estoy persiguiendo, pero sin importar cuántas veces me derrumben, podré reunir las fuerzas suficientes para ganar esta partida antes de que mi tiempo se acabe.

     »Les pido perdón por esto, yo no tenía nada planeado. Y si les soy sincero, estas vacaciones también fueron poco planeadas porque jamás había viajado de autostop, solo los engañé para convencerlos porque de verdad necesitaba impulsivamente salir de la ciudad a hacer cualquier cosa que no estuviera relacionada con el juego y con la escuela. También les pido perdón por no haber contestado mensajes ni llamadas, realmente necesitaba desconectarme, pero sé que no fue el modo adecuado y que debí ser sincero con ustedes desde el principio.

     »Y reaccionen como reaccionen, siempre recuerden que a pesar de que fui un doble cara con ustedes, lo primordial para mí siempre fue cuidarlos, por eso fue que les prohibí que siguiéramos saliendo a las calles en la noche, por eso los dirigí hacia el juego, donde el ambiente siempre fue más sano. En esta ocasión, el fin sí justifica los medios, incluso para esto que estoy haciendo ahora mismo.

     »Si para poder librarme del peso emocional que cargo en estos momentos, tengo que recibir palabras hirientes de ustedes y probablemente pierda su amistad por la persona desagradable que soy, lo aceptaré.

     »Los quiero, mis pequeños mancos, de eso no deben dudar porque es real."

     Bien, me siento destruido por dentro, pero extrañamente ligero porque ya no hay más telas obscuras que opaquen la persona que soy. Lo he sacado todo, pero tal vez a un precio muy alto.

—Hyung, yo... —JiMin se escucha constipado. Cuando levanto mi vista hacia él, noto que está llorando mucho—. Lamento tanto todo esto que te está pasando... ¿Hay algo que yo pueda hacer para ayudarte?

—Realmente... no creo que sea justo de mi parte pedirles ayuda, ni siquiera están obligados a ser mis amigos, les he mentido todo este tiempo.

—Pero hyung —mi pobre y adorable chico se apresura a tomar mi mano—. Yo no quiero dejar de ser tu amigo, al contrario, quiero estar para ti y apoyarte en todo lo que se pueda. La verdad yo entiendo todo, yo...

— ¿Cómo puedes entenderlo, JiMin? —JungKook interviene fríamente en la conversación—. Después de todo lo que escuchaste, de todo lo falso que ha sido estos años... ¿Vas a perdonarle que prefiera abandonar todo lo que hacíamos, solo porque conoció a un idiota que, según él, "le abrió los ojos"? ¡Eso suena tan malditamente ridículo!

— ¡¿Qué no prestaste suficiente atención, Kook?! ¡¿No ves que le han pasado cosas horribles y a pesar de eso él solo se interesó en protegernos?! ¡Ese tal NamJoon le ayudó más de lo que le hemos ayudado nosotros en estos tres putos años! —JiMin llama la atención de muchos en el restaurante con sus gritos. Encuentro sorprendente, y a la vez no, verlo defenderme. Creo que subestimé demasiado su amistad.

—Me dueles, JiMin —él lo mira con bastante odio. Juro que jamás lo vi tan enfadado—. He sido tu amigo más tiempo, deberías estar de mi lado. Yo propongo que nos vayamos de aquí. A fin de cuentas, él ya dijo que iba a aceptar si nos alejábamos y eso es lo que voy a hacer.

— ¡JungKook, eres un despiadado! —Para este punto, JiMin se ve tan desconsolado, dividido obviamente entre dos partes de él. Y yo solo puedo observarlos y esperar a que esto termine de arder para pasar al siguiente escalón.

— ¿Lo estás defendiendo? ¿Incluso cuando nos prometió que haríamos grandes cosas y nos llevaría a las nacionales? ¡No te entiendo, tú también querías triunfar!

—Exacto —entonces, JiMin se levanta abruptamente y golpea la mesa con ambas palmas—. Quería, en tiempo pasado. ¿Sabes qué? ¡Jin no es el único que quiere dejar de enfocarse en esa ridiculez de ir a las nacionales de LoL!

— ¿Pero qué mierda estás insinuando, Park? —JungKook está pasmado al igual que yo. ¿Es en serio?

     Ahora entiendo por qué JiMin está siendo tan comprensivo conmigo.

—Lo que escuchaste —respira de forma agitada y vuelve a sentarse—. Este viaje no solo ha cambiado a Jin hyung, también a mí. A decir verdad, tenía mucho miedo de confesarlo porque no quería perder su amistad, pero dado que él lo hizo primero, supongo que ahora no me siento tan mal...

—A ver, déjenme ver si entiendo esta mierda —JungKook se frota las sienes, está consternado.

La verdad yo también y, dado que JiMin decidió confesar algo que no me esperaba; entiendo que JungKook se empiece a sentir traicionado, solo, decaído... No somos tan diferentes ahora.

—No hay mucho que entender, JK —intento calmarlo, pero él avienta la mano que intenté poner sobre su hombro.

— ¡Claro que lo hay! ¡No entiendo por qué mierda están haciéndome esto! ¿Desde cuándo ya no querían seguir con el entrenamiento? ¿Por qué prometieron cosas que no querían cumplir? ¿Por qué apostaron en primer lugar? ¿Me acosté con un extraño para nada, entonces? ¿Todo fue un maldito engaño para que pudieran deshacerse de mí? ¿Planearon esto?

     Oh no... no, no, no. De todas las cosas que esperaba escuchar, esto era lo que menos quería. Ahora está llorando y abrazándose a sí mismo.

—Kookie, no —le hablo con voz quebrada, me duele que esté sufriendo por pensar esas cosas—. Jamás planeamos esto, nunca he querido deshacerme de ti. Te amamos, eres nuestro hermanito menor.

—Así es, JK, eres importante para mí y para Jin hyung —JiMin se acerca a él y lo envuelve en un forzado abrazo que el otro intenta repeler, pero está tan consternado que no puede externar toda esa violencia que su corazón carga.

     Aprovechando eso, yo también me acerco y lo abrazo del otro lado. Entre JiMin y yo, una vez más le damos la contención que necesita porque, si somos sinceros, de los tres él es el más vulnerable.

—Los odio —solloza con bastante fuerza, pero no se mueve ni un centímetro—. Desde el principio yo jamás encajé con ustedes, debí saber que me darían la espalda de esta manera, he sido solo tan estúpidamente confiado...

—JungKook, ya deja de pensar esa estupideces —me atrevo a enfrentarlo con rudeza, no puedo permitir que siga con ese discurso que no tiene nada que ver con la realidad—. Te expliqué en esa carta mis razones para esto, pero en ningún momento dije que quería deshacerme de ti, ¿o sí?

     Él se queda en silencio, como reflexionando mis palabras mientras seguimos abrazándolo. Luego de unos segundos, él responde:

—No, no lo mencionaste. Pero eso no quita que eres un mentiroso igual que JiMin y por su culpa tendré que empezar desde cero, porque ahora estoy solo en esto...

—Kookie, escucha —lo aprieto más fuerte contra mi pecho, por otro lado JiMin se separa para buscar servilletas—. No quiero que te sientas solo, quiero que sigamos siendo amigos aunque hagamos cosas diferentes. Eres un gran jugador, muy capaz. Seguro llegarás lejos porque eres perseverante. Si quieres, yo puedo seguir apoyándote de otras maneras, visitándote, dándote apoyo cuando estés compitiendo...

—Y podríamos jugar ocasionalmente —menciona JiMin, pasándonos a ambos algo para limpiarnos—. Eso si tienes tiempo, porque seguro estarás demasiado ocupado entrenando y viajando para competir con tu equipo en los campeonatos nacionales.

     Y de manera tierna, le guiña un ojo a JungKook. Increíblemente, él sonríe a pesar de que su cara es un desastre de lágrimas, mocos y pucheros.

—JiMin tiene razón, no había pensado en eso. Aunque tomemos caminos diferentes, podemos citarnos para una o dos partidas amistosas y, si quieren, también podemos salir a comer o a beber una cerveza.

—Sería genial, ¿no lo crees, Kookie? Y como dijo Jin hyung, podemos apoyarte de muchas otras maneras, seríamos tus fans número uno y dos, yo siendo el uno obviamente —JiMin hace todos sus esfuerzos por ser amable y lucir entusiasmado para convencer a JungKook. Y pienso hacerlo también porque, ahora que lo pienso mejor, no puedo abandonar a mis amigos así de fácil.

—Iríamos a avergonzarte a las competencias usando camisetas con tu nombre y cantando para ti —bromeo, haciéndolo reír de inmediato pero, como es JungKook de quien hablamos, nos golpea los hombros con fuerza pero su semblante luce menos decaído.

—Sigo enfadado con ustedes —suspira y bebe un trago de cerveza—. Pero... pensaré en eso. Es que yo no esperaba esto, creí que todo estaba bien con nosotros.

—Y lo está, Kookie —JiMin le sonríe y toma una de sus manos—. Seguimos siendo amigos, pero los amigos no necesariamente tienen que dedicarse a lo mismo, a veces llevan caminos diferentes pero eso no significa que tengan qué separarse.

—Además, creo que esto iba a pasar en algún momento —yo también le tomo una mano y la acaricio con cariño—. Tarde o temprano ustedes se iban a enterar de mi enfermedad o JiMin iba a tomar su decisión, este viaje probablemente era lo que necesitábamos para dar ese paso.

—Hyung, perdón —entonces logro ver arrepentimiento en sus ojos, como si fuera otro totalmente distinto, sensible y considerado—. Tu situación está del asco, no puedo creer que tengas VIH. Quiero encontrar al imbécil de JiYong y ahorcarlo con mis propias manos.

     Entonces mi corazón se hace pequeñito. ¿De verdad JungKookie está pronunciando esas palabras? Sí, definitivamente subestimé a mis chicos, me ahogué en un vaso de agua como siempre, pues la realidad es que sí se preocupan por mí a pesar de que seamos tan diferentes.

—Créeme que yo también, pero no sé dónde está y mejor que no aparezca porque no podré contenerme si lo veo.

—Igual ya tendrás un noviecito para que le dé unos putazos por ti —se burla JiMin y me da pequeños empujones.

     Y entonces los tres reímos, increíblemente me siento más tranquilo que nunca. NamJoon tenía razón, ellos no iban a dejarme de lado solo por esta situación tan caótica.

— ¿Y cuándo nos lo vas a presentar? ¡Probablemente te lo estás inventando y lo usaste de chantaje para que no te mandemos a la mierda! —JungKook, aunque aún no deja ir ese tema, ahora está sonriente, parece ser que dimos un gran paso con él. ¿Será que al fin está madurando?

— ¡NamJoon es real! —Le golpeo el hombro—. Después de que terminemos de chismear en los diarios le diré que venga, él tiene ganas de conocerlos también.

—Oooiii~, ¡Jin hyung le habló de sus mancos a su novio! —Se burla JiMin.

—Casi novio —puntúo y los golpeo a ambos—. No soy tan fácil, aún no le doy el sí.

—No le diste el sí, ¿pero qué tal el culo? ¡Y tres veces! —Otra vez JiMin. Y JungKook solo se ríe en complicidad.

     Estoy sonrojándome, creo que ya es momento de cambiar de tema.

— ¡Suficiente! Mejor jueguen piedra, papel o tijeras a ver quién será la siguiente víctima para leer el diario.

—Me ofrezco como tributo —dice JiMin y levanta tres dedos. ¿Por qué levanta tres dedos siempre que dice eso? Es tan raro a veces, nunca entiendo sus referencias...

—Me parece buena idea, porque también exijo una explicación —le recrimina JungKook—. Jin hyung dejará de jugar porque tiene asuntos de vida o muerte qué atender. ¿Pero y tú qué? No encuentro una razón lógica por ningún lado. ¡Seguro es porque no encontraste a nadie para follar y no quieres irte de Soporte!

— ¡Ya cállate, Kook! —Le regaña JiMin, luego su cara se torna seria, como si estuviera ofendido—. Mi decisión no tiene nada que ver con esa estúpida idea tuya, lo mío es diferente.

—Bueno, entonces explícanos —le pido de forma amable.

—Chicos... —él toma una respiración honda y nos mira casi con miedo—. Lo que estoy por confesarles no tiene nada que ver con mi decisión de dejar de jugar, pero sí tiene que ver con mi identidad, con lo que soy y he sido desde que nací, es algo importante para mí y necesito compartirlo con ustedes...

— ¡Pero yo quiero saber por qué ya no quieres jugar! —JungKook ha vuelto a tornarse molesto e impulsivo, lo cual me fastidia un poco.

—Kookie, tienes que aprender a escuchar, probablemente luego de eso él te explique por qué —le tomo una mano en intento calmarlo, pero él se aleja y se cruza de brazos.

     Tan infantil... Pero sé que aunque reaccione de esa manera, de alguna forma podrá comprender a JiMin así como lo hizo conmigo.

— ¡No quiero jugar porque estoy aburrido, cansado, hasta la puta madre, JungKook! —JiMin vuelve a enfadarse con rapidez, claramente estos dos necesitan arreglar esos problemas de comunicación porque son demasiado agresivos.

— ¿Cómo que "aburrido"? ¡Puta madre, Park, no entiendo nada!

—Eso, estoy aburrido, quiero usar mi tiempo para algo más productivo y descubrí eso mientras viajaba. Y precisamente en estos días fue que también descubrí lo que quiero hacer realmente y... —entonces se sonroja y se pone tímido—. Y también adquirí valor para contarles algo sobre mí.

     JungKook se ha vuelto a enfrascar en sí mismo. Y lo entiendo completamente, yo no quisiera estar en su lugar. Sin embargo, ahora lo importante no es atender ese berrinche, sino prestar atención a JiMin.

—Adelante, yo sí te quiero escuchar —sonrío para él y enfoco todos mis sentidos en él.

     Ahora puedo notar que está sonrojado, tímido incluso. Se encorva como si tuviera miedo, con la mirada desviada a la nada, jugueteando con la orilla de su enorme camiseta y... oh, acabo de notar algo diferente en su cuerpo, algo prominente a la altura de su pecho que me llama la atención...

—Yo soy... —respira hondo, nos mira y de pronto sus ojitos se llenan de lágrimas—. Bueno, yo... yo soy...

— ¡SOY UN CACAHUATE!~

— ¡PUTA MADRE, KOOK, CÁLLATE DE UNA BUENA VEZ Y ESCUCHA A JIMIN!

     Bueno, todos terminamos riéndonos como idiotas cuando JungKook canta esa estupidez del cacahuate que no entiendo. JiMin también suelta sus carcajadas y, cuando todos nos callamos, él toma una respiración honda, parece verse más confiado.

—Bien, aquí va —nos mira con una sonrisa nerviosa—. Yo soy...



[Continuará...]




No me mates por el suspenso jajaja

*para continuar con la averiguación de qué coñio es JiMin, espere el siguiente libro que será publicado a la brevedad*

Gracias por aguantar mis pendejadas, te amo, lector o lectora paciente que aunque soy bien inactiva, aquí estás. Vales oro, te mereces un besito en la pompi.

Nos vemos en el siguiente libro, bai~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top