Capítulo 8
Esto, era simplemente incorrecto. Meterse en la casa de alguien si ser invitado. ¡Sin siquiera pedir permiso! Oh, en donde se habían metido este extraño dúo tricolor. Y en qué problema ¿eh? Ja, a ver como se salen de esta. Es que, sólo mírenlos, el chico de los ojos cafés estaba en la esencia de Yami, Yugi estaba tratando de tranquilizarle, y explicarle todo; y el chico de los ojos cafés estaba completamente alterado, ni siquiera podía escuchar con claridad a Yugi de lo asustado que estaba.
-Escucha, sé que es muy difícil de entender, pero él no hace daño...-era ya la décima vez que trataba de explicarle todo de una manera tranquila, pero ¿cómo hacerlo? Él mismo estaba sudando de miedo, miedo a que los descubrieran. Pero aun así, fingía que estaba calmado y que nada malo estaba pasando. Tenía paciencia, había aguantado las últimas diez veces, podría aguantas otras diez veces más. -Tranquilízate, si te sigues moviendo de esa manera no te vas a liberar nunca...
Paso. Paso. Paso. Cambio de dirección de mirada. Pasos. Más pasos. Miedo. Miedo se sentía. En el aire. Se notaba. En las caras. Parálisis. Todos tenían parálisis. Más pasos. ¿Por qué tantos pasos? Yugi. Él se preparó para lo peor. Debían de esconderse. Debían de escapar. Debían de encontrar una solución. Sus piernas no se movieron. Su boca no artículo palabra. Todo estaba tenso. Yami no soltó al chico. Y apareció.
Con un aspecto adormilado, miró todo el panorama con sus ojos amarillos. Estos últimos se asombraron sólo un poco y sus cejas cafés se levantaron levemente. Después miro al piso, lo recorrió con la mirada de un lado a otro, después posó su mirada al frente y término de bajar las escaleras para después seguir caminando hacia su destino como si nada. Todos los demás le miraban anonadamos, no reaccionaban, el chico atrapado simplemente no noto la presencia de su compañero y siguió forcejeando, Yugi no se movía, su mente pedía a gritos que hullera de allí, pero su cuerpo no reaccionaba. Yami por su parte seguía como baba todavía y no hacía más que seguir "abrazando" al chico reciente de la casa, tal y como pasó con Yugi, no lo dejaría hasta que este se calmara completamente. Lamentablemente, no duraría mucho tiempo, no el suficiente como para calmarlo con, ese abrazo.
El recién entrado en escena, actuaba de lo más de normal, no hacía caso a los jadeos y quejidos que daba su compañero. Pasó de largo de donde estaban nuestros amigos tricolores y su "prisionero". Se acercó a la nevera y saco un pequeño envase, un envase de yogurt, lo abrió con cuidado, separó la delgada lamida de aluminio que separaba el lácteo del exterior y la votó en el basurero cercano. Todo esto echo con mucha calma y lentitud. Hizo algo extraño a continuación se dirigió hacia la mesa la cual curiosamente estaba cerca de Yami y el chico de ojos café. Sus pasos resonaron en el piso de madera en toda la casa. Y antes de que siquiera se pudiera decir algo o hacer algo, el líquido medianamente espeso ya estaba encima del alíen tricolor.
-¡Ah!-gritó apenas volvió a su forma de copia. Al hacer esto soltó al chico que estaba siendo abrazado, empezó a agitar sus brazos y a correr en círculos como si no hubiera un mañana. -¡Duele!-el chico de ojos cafés apenas se vio liberado, corrió al lado de su compañero y se hizo detrás de él.
-Gracias-dijo con voz todavía algo alterada.
-¿Qué hacen aquí?-preguntó con voz severa dirigiéndose a Yugi. Y en ese momento, el tricolor original volvió a la realidad. Con una voz atropellada y un gran nerviosismo, intentó responder.
-Yo... Bueno, nosotros... -no había respuesta, ni una sola posible respuesta a lo que acababan de hacer, ¿Y todo por qué? Por no pensar bien las cosas antes de hacerlas. ¡Felicidades Yugi! ¡Te ganarás una demanda por invadir propiedad privada! ¡Oh espera! ¡Eso no es lo mejor! ¡Ahora ellos saben quién es Yami en realidad! ¡Que inteligente! No, espera, hay algo que no encaja aquí... ¿Cómo el tipo de ojos amarillos supo que hacer para que Yami se retirara de allí? ¿Eh? Señorita escritora, aquí hay una duda, venga a aclararla por favor... Jefecita... ¡Jefecita! (*escuchando música y leyendo Fanfics*) -.- ¡Oye! ¡No puedes ignorarme! ¡Tus fans se enojarán! (*le sube el volumen a la música y empieza a tararear* if today was your last day...) ¡No puedes ignorarme por siempre! ¡Ya se! ¡Arruinare tu escrito escribiendo cosas que no tienen nada que ver! (And tomorroy was too late...) ¡Ya veraz! ¡Haré que nadie nunca más lea este Fanfic! ¡Ya lo veraz! ¡Todos lo verán! (Could you say goodbye yerterday...) ¡Haré un Fanfic hetero en una página yaoi! (*pone un letrero en la laptop*) ¿Eh? ¿Qué...? "Si molestas, no tendrás tu sandía y te daré dos uvas en su lugar. Electroyusei." Oye... Igual lo haré sabes... (*Pone otra nota*) "Eso incluye el escrito también" ¬3¬ No tienes idea de cuánto te detesto. (Yo también te quiero nwn ahora continúa ¬¬#) ;-; vale...
-¡Waaaaaaaa!-gritaba el alíen a la par en la que corría de un lado a otro. Le dolía mucho. Tanto que una lagrimita se le estaba asomando por la parte baja de sus ojos. Agitaba sus manos vertiginosamente tratando de quitarse aquel líquido que le estaba quemando la piel. De gota en gota lo estaba logrando, teniendo como consecuencia que varias gotas de yogurt se expandieran por toda la cocina, y también sus residentes.
-¡Agh!-se oyó el quejido de dolor del chico ojiamarillo, le había caído unas gotas en la cara. Trato de quitárselas rápidamente usando la manga de la camiseta que usaba. Pero accidentalmente el líquido alcanzó a tocar su mano. Doble quejido,- ¡¡Agh!!-pero esta vez más fuerte.
-¡No puede ser! Ven, déjame ayudarte-dice el chico detrás de él, acto seguido se le pone en frente y empieza a limpiarle la cara y las manos. Yugi al verlo, simplemente reaccionó, fue a ayudar a Yami, lo detuvo y le limpió.
-Tranquilo,-dijo con voz tranquilizante, aunque tenía mucho miedo. -ya todo está bien...
Y en ese momento, todo se volvió en un silencio muy incómodo a decir verdad. Todos se veían entre sí. Y muchas preguntas salieron de la cabeza de Yugi en ese momento. ¿Quiénes eran ellos? ¿Cómo sabían cómo inmovilizar a Yami? ¿Por qué el otro reacciono de la misma forma de Yami? A menos de que conocieran la especie de Yami no podrían descubrirlo. A menos de que... ¿Acoso...? ¡¿Acaso él era de la misma especie?! Esto, esto no tiene ningún sentido, eso quiere decir que no sólo Yami vino aquí a la tierra, sino que también había venido con alguien más. ¡Claro! ¡Todo encajaba! ¡Por que los dos chicos del frente se parecían tanto y porque el de los ojos amarillos protegió al otro! ¡Todo era parte de su plan! ¡A él y al otro chico se los iban a llevar muy lejos de allí! ¡Los iban a someter a raros experimentos! ¡Iban...!
-¿Ah? Un momento... ¡¿N31464?!-O tal vez no... -¡Estas vivo! ¡No puedo creerlo! -rápidamente se acercó a "N31464" y lo abrazo de la manera correcta. En la cocina todos se quedaron boquiabiertos, con la clara excepción de Yami, el cual tenía sus ojos cerrados y una sonrisa puesta en su cara. Tanto Yugi como el chico de los ojos cafés podría decirse que su mandíbula podría fácilmente caerse como una palanca directo al piso. Mientras que él otro chico tenía los ojos más abiertos que de costumbre y podría decirse que su boca formaba una perfecta "O". Nadie pensó con claridad durante esos escasos segundos, que, más de uno sintió que fueron horas. Lo único que podía hacer para responder a las miles de millones de preguntas que se hacían en su cabeza, era esperar a que Yami volviera a abrir su boca para decir algo. Pero, él que estaba siendo abrazado, prontamente se hartó y no resistió hacer la pregunta que todos tenían en mente.
-¡No me gusta que me toquen!-Oh, bueno, mejor primero sacártelo de encima ¿cierto?- ¡¿Y quién se supone que eres?!-exclamó si quitarse del agarre del contrario. Este simplemente lo ignoro.
-¡No me lo creo! ¡Estas vivo! ¡Todos creímos que estabas muerto o algo! -dijo resistiendo a las forrajeadas de su compañero.- ¡Pensé que no volvería a verte nunca más!
Los dos se separaron abruptamente, "N31464" logro sacar fuerza, de quién sabe dónde, para apartarse de Yami y mirarlo desde una posición un poco más atrás con los ojos semicerrados. Era extraño, tenía miedo, miedo del de los ojos rojos, el mismo al que hace sólo un poco había tenido una indiferencia enorme. Era como si todo se hubiera volteado de cabeza así como de repente.
-¿Qué... Qué es lo que te está pasando?-preguntó no algo desperdicio en las palabras. El que antes le estaba abrazando, ahora estaba mirando con una de sus primeras expresiones, una de las primeras que podía formar en su rostro con claridad. Confusión. Una ceja levantada, ceño fruncido, boca ligeramente desviada hacia abajo, cabeza algo ladeada, esa era la perfecta pose de alguien un poco confundida. Duró poco. Fue perfecta pero duró poco. Se puso una mano en el cuello en señal de vergüenza.
-Lo siento, apenas recordé que no te gusta que te toquen mucho.-dijo cerrando los ojos y arqueando sus cejas.-Es que, de verdad me impresiona mucho que todavía estés aquí... -prosiguió en tono algo inocente. Bajo su brazo al tiempo en el que también sus cejas y ojos, volviéndose así una expresión que daba un aire un tanto doloroso. -De verdad pensé que no volvería a verte nunca.- todos, absolutamente todos abrieron los ojos a tope. ¿Se conocían? ¿Desde cuándo? ¿Cómo? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde?- ¿"N"? ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes expresiones de sorpresa?
-¿U-Ustedes se conocen?-preguntó con algo de miedo Yugi. Era el primero aparte de "N" y Yami que hablaba desde hacía ya un buen rato.
-Sí, así es, él es lo que ustedes denominan como "hermano" para mí-dijo con la mayor calma de todas, tal vez sin darse cuenta de lo confundís que estaba todos, menos, su querido amigo original.-No nos hemos visto desde hacía mucho, y... Bueno, creí que había muerto...
-¿Q-Quién eres tú?-preguntó totalmente confuso el "compañero" de "N".
-¡Oh! Es verdad... Veraz...-fue interrumpido.
-¡Largo!
-¿Eh?
-¡He dicho que largó!- gritó algo desesperado "N", no se sentía cómodo con el otro allí. Sentía como su cabeza se le oprimía y le dolía mucho. Trataba de ocultarlo y a decir verdad le salía estupendamente.- ¡Fuera de esta casa!
Y de repente, todo se hundió en un sepulcral silencio.
Notas finales:
Perdonen lo corto uwu pero ralmente no tengo mucho tiempo, estoy en la recta final de mi año escolar y estoy muy llena de trabajaos, lo unico que pude hacer fue escribir mientras volvia en el bus a la casa lo sinto mucho de verdad OnO
en fin, ¡nos leemos!
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