Capítulo 37

Cuando abrió sus ojos una vez más sintió como un dolor de cabeza insoportable empezaba a acumularse en un sólo punto. Lo detestó a más no poder. Sin embargo, no sentía fuerzas ni ganas para hacer algo al respecto. Trató de ignorarlo mientras trataba de recordar que era lo que había pasado antes con él. A decir verdad sus vagos recuerdos sólo le dejaban llegar hasta la parte en la que escribía una carta para Yugi. Una en la que expresaba sus sentimientos. Una de tantas que dejaría en lo más profundo del basurero. 

No recordaba más allá de aquel punto. Todo se sentía tan borroso y confuso que apenas podía acordarse de que había escrito en su carta. No sabía si había terminado o si la había dejado a la mitad. Quizás se había quedado dormido. Quizás se había mareado de repente y muy rápido. Quizás... No. No se le ocurría que más le había pasado. Aunque eso no evitó que la idea de que hubiese consumido alcohol le perforara todo su subconsciente. Pero... Ahora que lo pensaba, eso no era del todo descabellado.

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Se llenó de miedo. No pudo sostener más el teléfono fijo y lo soltó. Eso no era posible, en ningún caso, ni bajo ninguna circunstancia. Yami no podía haberse ido. Sin despedirse, sin decir nada, sin siquiera... Decir que se iban a ir muy pronto. No. No. No. No es posible, Yami no es de esa manera, el no es ni mal agradecido, ni mucho menos alguien que se iría sin decir nada, pero, ¿cómo podría estar tan seguro de... que no era así?

Dudó. En verdad dudó de Yami.

Lo único que apegaba a Yami en la tierra era... La misión. Pero Haou le había amenazado. Le había dicho que se llevaría a Yugi si no venia el tricolor copia. Eso quiere decir que... al final si se fueron. Pero, ¿por qué se irían sin decir nada? Algo no encajaba aquí... Yami le había pedido tiempo a su hermano para despedirse. No... No era posible que el se hubiese ido sin hacer nada de eso... Yami no era así, no. Algo estaba mal, horriblemente mal.

Con sus extremidades temblando agarró el teléfono entre sus manos y lo puso en su oído nuevamente.

—¿¡Yugi?! ¡Yugi responde!—se oyó la voz de Jaden. El aludido se sintió mal por haberle preocupado.

—Y-Yo...—respondió con nervios. Esto estaba a punto de ponerse paras para arriba.—Jaden, ellos no están aquí.

—¿¡Qué cosa?!—escuchó desde el otro lado. El tricolor original se lo imaginó con los ojos abiertos a más no poder sólo para después tener una expresión de terror absoluto, pensó en cómo estarían los latidos de su corazón, se preguntó además, si es haría algo más calmados que los suyos. Ambos tenían miedo y lo sabía. Cualquier cosa pasaba por su mente y era tomada como cierta. No podían evitarlo, estaban frágiles. No querían desconfiar, pero todo apuntaba a que... Bueno...—¿Tú crees que ellos en verdad...?

—No quiero pensarlo...—dijo seguido de un suspiro. Le aterraba en demasía aquella idea.—De verdad que no... No quiero desconfiar de ellos... Pero...—no pudo terminar la frase, pero de igual forma ya sabían cómo terminaba.

—Tienes r... ¿Uh?—exclamó de repente. Yugi frunció el ceño un momento. Le apreció algo extraño pero no comentó nada al respecto. Sin querer miró al suelo y observó una vez más el otro pedazo de carta caído en el suelo. Pensó que no era buena idea leerlo ahora, estaba con Jaden y sería mejor hacerlo más tarde. Agarró con sus manos aún temblando aquellos pedazos de papel y los miró por un instante mientras oía algunos ruidos extraños al otro lado de la línea. Poco a poco, sus pensamientos empezaban a divagar y él se empezaba a desesperar. Miles de pensamientos y teorías ocurrían en su mente. Miles de conclusiones para la situación cruzaban por su cabeza sin ganas de irse. Se mordió el labio y trató de calmarse. Su corazón ya estaba latiendo con fuerza.—Y-Yugi... Sonaría muy descabellado si... Bueno... Sospechara que han secuestrado a Haou.

—¿Q-Qué?—exclamó el aludido con asombro. ¿Cómo podría ser capturado el castaño de ojos amarillos?—¿Por qué?

—Hay varias huellas en mi patio, huellas que... No son de nadie que yo conozca.—dijo empezando a entrar en pánico. Yugi abrió un poco más sus ojos y esa idea resonó en su cabeza. Si eso era verdad, ¿había pasado lo mismo con Yami? Ahora que lo analizaba mejor tampoco era demasiado descabellado pensarlo. Las cosas encajarían correctamente, todo lo desorganizado, algunos libros fuera de su lugar. Temió por lo peor.

—E-Espérame, voy para allá.—dijo aún con miedo en su pecho. Jaden murmuró un sonido de aceptación y el tricolor colgó. Pensó en irse corriendo por la calle, pero después se le ocurrió la idea de usar la otra ruta. La otra que involucraba árboles y cambio de la forma de sus brazos. Se puso los dos pedazos de papel en sus bolsillos traseros y corrió a agarrar sus llaves de la casa. Cuando tuvo todo listo se desplazó rápidamente hacia la puerta de cristal del patio.

Se detuvo de súbito.

—¿Yugi?—escuchó una voz llamándole.

Y no había sido por ella.

El cristal estaba completamente roto. Aquel trasparente material se había destrozado por completo dejando atrás miles de fragmentos esparcidos peligrosamente por el suelo, además de un marco abandonado y sin función aparente. Todo sin explicaciones. ¿Cómo había podido tan siquiera ignorarlo cuando llegó a casa? ¿Tan ensimismado estaba?

—¿¡Pero qué es lo que ha pasado?!—exclamó su padre llegando a su lado. Yugi se quedó inmóvil como una roca. Alguien había entrado a la casa. Ahora la idea de que le habían secuestrado no sonaba para nada descabellada.—¿¡Acaso nos han robado?!

—Esto... No puede ser...—murmuró ante aquella posibilidad. Un horripilante y poco agradable escalofrío pasó por toda su espalda.

—Demonios, ¿revisaste si falta algo?—preguntó con tono de molestia. Las cosas no estaban bien, para nada bien. Yugi no respondió.—¡Yugi!—este se estremeció de repente.—Te pregunté si habías revisado la casa en búsqueda de algo que falta.

—N-No...

—¿Al menos llamaste a la policía?—dijo con un tono agresivo. El aludido no respondió. Estaba muy  concentrado en sus pensamientos como para poder decir algo. Yami. Yami era lo que lo tenía de aquella manera. Lo único que lo sacó de su trance fue cuando su padre le agarró del brazo fuertemente.—Vete a tu cuarto,— dijo con aún más fastidio.—revisa que no falte nada y quédate allí adentro.

Momentos como ese eran los únicos en los que parecía verdaderamente un padre. Momentos como este eran lo únicos que hacían que Yugi le hiciera caso. Momentos como ese era unos de los que más aborrecía.

Pero ya no más.

Se liberó del agarre de su padre dejando su chaqueta atrás. A pesar de los gritos y nos intentos por detenerle, Yugi siguió corriendo. Sin importarle nada. Sin importarle si tendría que dar una larga explicación o si tendría que lidiar con un castigo. No se iba a detener, no por Yami. No tenía idea que lo que había pasado. Pero quería saberlo.

Cuando pasó la cerca casi se cae, pero sus pies fueron más ágiles y logró mantener el equilibrio corrió un poco más hacia adentro del bosque hasta que dejó de escuchar la voz de su padre. Paró un momento para recuperar el aliento. Se puso las manos sobre las rodillas y pensó en lo que tenía que hacer a continuación. Llegar a la casa de Jaden sin tener ni idea de dónde estaba.

-.-.-.-

No. No había consumido nada raro. Se sentía atrapado. O más bien veía que estaba atrapado. Con su borrosa vista apenas si podía distinguir las cosas. Pero no se rindió, trató de entender todo su entorno. Pero era complicado, su dolor seguía y seguía. No podía más. Cerró sus ojos. No lo estaba aguantando. Sin embargo, otra voz perforó su cabeza. Una que... Creía haber escuchado alguna vez.

—El sujeto despertó, repito, el sujeto despertó.

Yami hizo un gran esfuerzo por volver a abrir los ojos y descubrir quién era. Sin embargo lo único que consiguió fue mirar hacia el otro lado. Desearía no haberlo hecho.

Haou estaba allí, atrapado y con una cara de pánico indescriptible.

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Os amo, de verdad que si qwq
Primero... Lamento haber estado ausente QwQ ya saben cuál es mi disculpa, es el jodido colegio y sus malditos libros -3- la mayoría de ellos me está comiendo el espacio que tenía de escribir y eso no me agrada QwQ. De verdad lamento no actualizar tan seguido QwQ de verdad que me encantaría... Además... También hay otra cosa, tuve una pequeña baja emocional hace poco con la escritura QwQ  pero eso ya pasó, y no se preocupen owo pronto tendré vacaciones!! De una semana -w-

¡Tampoco dejo preguntas esta vez! Solo divaguen en que es lo que creen que está pasando owo.

¡Nos leemos!

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