Capítulo 25
Una vez el lente de contacto entró en su ojo empezó a parpadear rápidamente. Tenía que hacer que quedara bien puesto. Si no, no funcionaría. Suspiró ante el espejo. Agarró su buso recién comprado azul oscuro y se vistió con el. Se acomodó la capucha que tenía incorporada y volvió a verse al espejo. Ahora parecía que nunca en su vida había teniendo ojos azules. El lente funcionaba de maravilla. Sus ojos ahora parecían marrones opaco. Ahora, sin importar a donde fuera, llamaría mucho menos la atención por tener un color de pupila más común que el aire. Salió del baño, o mejor dicho, del vestidor. Pasó por él mostrador de la tienda y agradeció a medias por el servicio sin dejarse ver la cara, sus ojos cambiados delataban. La chica encargada que estaba allí solo agradeció y volvió a lo suyo. Esperar a clientes que nunca vendrían. Quizás, en unos cuantos meses más, ese local desaparecería. Pero esto no le interesaba, solo pensaba en su objetivo. En su misión.
Una vez llegó a la estación de buses, empezó a repasar una vez más que haría. Ya se había puesto los guantes extraños invisibles que servían para evitar que su huella digital fuera buscada por todo el país. Aunque, ¿realmente a alguien le interesaba que una persona de esas características desapareciera? Solo dejaría un hueco en el corazón de tan poca gente que apenas se podrían contar con las palmas de las manos. No importaba. No importaba. Además sería por una buena razón. Una buena causa.
Con despreocupación, sacó su iPod del bolsillo y unos audífonos. Se los puso y empezó a escuchar su música. Sonrió al reconocer la primera canción. "Numb" de Linkin Park. Cantó un par de veces el estribillo sin alzar la voz. No quería llamar la atención pero la música le inspiró. Fue inevitable.
Y vio a su derecha. Los mechones rubios y el cabello en forma de estrella con dos tonos entraron en su campo de visión. Su objetivo estaba aquí. Se calló de inmediato. Cambio a una canción donde no podía hacer ninguna pronunciación. Una banda sonora. Cerró un poco los ojos y respiró profundamente, no sabía en qué momento se le había acelerado el corazón y las manos le empezaron a temblar. Dejó ver sus orbes una vez más y se dispuso a esperar al bus. Solo rezaba de que estuviera vacío, así, todo sería mucho más sencillo, solo tomaría custodia del bus. Solo sería eso y su trabajo estaría terminado.
Oyó los frenos alzarse por encima de la música que escuchaba, más el sonido de un elemento gaseoso salir por una boquilla pequeña. El bus estaba allí. Frente a sus ojos. Hizo el distraído y dejó que el objetivo entrará primero. Entró después, y ¡demonios! Un anciano y una pareja en el bus, suspiró por la nariz imperceptiblemente. Tendría que acudir al plan B.
Sacó de su saco una carpeta. Y con una letra combinada escribió, con dificultad, algo. Se puso sus dos audífonos y se desconectó un poco. Tenía que pasar desapercibido. Como un adolescente con problemas oculto tras sus cancio nes.
Se paró unas cuadras antes la siguiente estación. En donde su objetivo se bajaría. En donde Yugi se bajaría, suspiró de nuevo. Ya se estaba cansando de hacer esto, de intentarlo un millón de veces y fallar en todas por su compañía, nunca podía agarrarlo solo. Negó un poco y miró al frente con decisión. Hoy no fallaría. Hoy era su día. El día en el que todo acabaría. El bus por fin se paró, su objetivo se acercó a la puerta con algo de dificultad debido a la maleta presuntamente pesada que cargaba sobre su espalda. Las puertas se abrieron de par en par. Salió primero el sujeto con audífonos. Ya sabia hacia dónde se dirigía, no le importó nada. Se dirigió despreocupadamente hacia la casa de Yugi. Este último por su parte casi que no sale del bus por un retraso temporal suyo. Se mordió el labio después de eso. Siguió calle abajo mientras el sujeto seguí adelante suyo.
Pero cambiaron de lugar en un momentito.
¿La razón? El sujeto se quedó mirando a una tienda, una de relojes. Miró todos los plateados, dorados, negros, blancos que te podrías imaginar. Solo trató de hacer tiempo. Y así dejar que el objetivo se vaya lejos y se adelante. No habría problema. Ningún problema.
Podría quedarse aquí, no hacer nada, dejar que ese chico inocente se fuera y no le pasará nada. Pero no podría hacerlo, no podía incumplir con su deber. Volvió a su camino. Siguiendo a su objetivo. Persiguiéndolo entre las calles. Mirando a cada rato la avenida, verificando si había alguien allí, que le podría delatar, nada. Parecía que a todo el mundo se le había antojado salir un sábado en la tarde. Suspiró por la nariz, si en el próximo cruce no estaba vacío, tendría que abandonar la misión, debido a que entonces, estafarían muy cerca de la casa de Yugi.
Cruzaron, los dos. Y la calle estaba completamente desierta para agonía y pena de los dos caminantes. Era el último tramo antes de llegar a la casa del tricolor original. Y dudó. Dudó sobre si hacerlo o no hacerlo, si era lo correcto o lo equivocado. Se esperó demasiado, tanto que cuando sacó la peligrosa y afilada aguja que cargaba entre sus ropas estaba ya pasando por el segundo edificio, justo en ese donde había un callejón. Donde la gente lo podía ver. No le importó, de hecho ni lo había notado. Pero, su terrible error de cálculo, sería sentenciado, de una manera... Especial y bastante caótica.
Se abalanzó sobre él, y le agarró la boca con la mano, evitando así que pudiera gritar siquiera. El aludido se lleno de pánico. Empezó a forcejear de inmediato. "Pobre iluso, lo lamento, pero el deber es el deber..."pensó el atacante. Alzó una vez más la aguja hacia aquel inocente adolescente. Los pechos de los dos latían agitadamente, y lo curioso, es que ambos eran por miedo. Miedo a lo desconocido. Miedo a lo que pasaría a continuación. Justo antes de que aquel fatídico movimiento que terminaría con todo, ese grito fue oído. Y la recepción fue relativa. Fue esperanzadora y a la vez devastadora.
—¡Yugi!—gritó un joven rubio de ojos miel. El de los falsos ojos marrones se volteó hacia él y antes de que pudiera reaccionar ya tenía un puño pegándole en la cara con el afán de salvar a su amigo. La aguja se fue directo al piso. Se rompió, dejando a aire libre aquel líquido, y curiosamente, empezó a reaccionar con el aire para sorpresa de los presentes. Un gas azul se hizo presente en la escena. El dueño de ello, tomó acción rápida y lo terminó de partir causando de manera increíble que el gas desapareciera.
Ahora, tenía que enfrentarse a los dos presentes. Sin embargo no le tomó demasiado tiempo determinar que no podía correr, lo perseguirían. Esto estaba cada vez más difícil. Pero, armó una estrategia rápidamente. Justo cuando el más alto de la escena se le acercaba para pegarle, y en un movimiento rápido y fuerte; lo alejó. Cayó al suelo sentado y confundido por lo que había pasado.
El sujeto no perdió tiempo y se abalanzó sobre Yugi. Este completamente cegado por la sorpresa y el miedo; se quedo quieto. Grave error. El golpe llegó directamente a su mejilla. Dolió. Dolió mucho. Fue repentino y fuerte. Casi lo hizo caer al suelo, y lo más tenaz, fue que se al hacer le contacto, su inmediata contracción fue cerrar los dientes.
Con la lengua de por medio.
Escupió sangre. Funcionó. El rubio dirigió toda su atención al golpeado. Aprovechó para escapar. Corrió por el mismo callejón por el que el de los ojos miel salió. Corrió calle abajo. No se aseguró siquiera de si lo estaban persiguiendo. Cruzó en la esquina encontrándose con un bus particular, de esos donde apenas te subías tenias que pagarle al conductor. Corrió aún más solo para poder alcanzarlo. Subió y pagó al conductor. Se sentó en la silla de atrás mientras pensaba como iba a explicarle esto a sus superiores.
-.-.-.-.-
Ámenme ewe ok no :3
Perdón por subir esta historia antes que marioneta pero... Tengo que hacer algo con esa historia ewe
¿¿Como están?? Yo la verdad espero que muy bien :3 este capi fue más que todo para... Dar el principio del fin uwu si... A partir de este capi entramos en la recta final. No faltan... 5 caps para el final ewe obviamente, pero si... Las cosas a partir de este punto se irán aclarando una a una. Y pues nada ewe sólo las preguntas random.
¿Quién es el protagonista de este capi?
¿Por qué quería a Yugi?
¿Dónde estaba Yami?
¿Qué pasará ahora?
Nos leemos!!!
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