«JUSTIN»

Cuando la encontró en la biblioteca la vio tan concentrada que dudó en acercarse. Los últimos días había tenido la sensación de que Lucy lo evitaba o que cuando estaban cerca se mantenía distante. Se lo comentó a Clay, quién le dijo que probablemente solo eran ideas suyas. Quizá era cierto. Tal vez era la abstinencia a la heroína lo que lo ponía en ese estado de alerta. Por cierto, se estaba tomando en serio la cuestión de recuperarse, considerando que aún estaba a tiempo de dejarlo todo atrás, antes de que alguien notara su pequeña recaída.

—¿Molesto?— preguntó en un tono de voz moderado para evitar ser regañado por la bibliotecaria, una mujer a quién no le simpatizaban los chicos como él. Al mismo tiempo, se sentó frente a Lucy.

La castaña quitó la vista de su cuaderno para dirigirla hacia él y reconocerlo.

—No... Solo estoy tratando de terminar mi tarea. ¿Qué haces todavía aquí?— indagó. La jornada escolar ya había acabado. La escuela estaba prácticamente vacía, a excepción de los estudiantes que se quedaban haciendo cosas extras.

—Tengo entrenamiento— respondió. —El entrenador sumó más horas hoy porque esta noche hay partido— comentó y agregó con entusiasmo —Vuelvo a jugar— sonrió, esperando la atención de la chica que había vuelto a concentrarse en las tareas.

—Oh, vaya. Es genial— le sonrió. —Estás... Estás contento. ¿No?— asumió y lo volvió a mirar, mientras Justin asentía.

—Y tú estás rara— largó sin resistir más esa especie de indiferencia.

—¿Yo? Tú estás raro— lo contradijo.

—Llevas casi toda la semana evitándome ¿O es idea mía?— cuestionó y al instante oyó un <shh> por parte de la bibliotecaria. No podía tener una conversación normal ahí dentro y ese detalle lo alteraba más.

—No te estoy evitando— Lucy mantenía la calma. —Trato de hacer mis deberes— dijo como si fuera una obviedad.

—Lo sé. ¿Pero que hay del resto de los días?

Ella suspiró y finalmente soltó la lapicera, abandonando su tarea para poner toda la atención en él.

—Solo me estoy concentrando en volver a tener mi vida. Quiero dejar atrás todo lo que pasó— se encogió de hombros.

—¿Eso significa que quieres alejarte de mí?

—No...— titubeó, provocando que Justin percibiera que dudaba.

—Porque yo no quiero estar lejos de ti, Lucy— la miró con honestidad. —No lo soportaría. Quiero estar contigo en serio— odiaba tener que decírselo en la biblioteca, donde no tenía la libertad de demostrar sus palabras.

Y entonces por fin vio una pequeña sonrisa asomarse en el rostro de Lucy.

—¿Estás seguro? ¿Seguro que no hay nadie más...? Ya sabes.

Foley apretó la mandíbula nervioso y tragó saliva, deseando poder borrar todo lo que había hecho.

—Tú eres la única— acarició su mano por encima de la mesa. —Ven a verme esta noche. Y luego del partido podemos salir por ahí— sugirió aunque era jueves y al otro día debían ir a clases. —¿Qué dices?

Ella lo pensó algunos segundos.

—Está bien— la oyó y sonrió de inmediato, sin poder ocultar su ilusión. —Voy a ir al partido. Luego vemos lo otro— dejó la duda. —Ahora si dejas de robar mi atención... Tengo que terminar con esto— agregó divertida.

Foley se marchó al entrenamiento con más energía de lo normal. Lucy tenía ese efecto en él: lo encendía. Lo potenciaba a ser alguien mejor.

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«LUCY»

Encontrarse con una multitud de gente en el salón de deportes le recordó al baile y una sensación escalofriante le recorrió la espalda de punta a punta. Sin embargo, se dijo a si misma que era un partido de basketball y que nada volvería a repetirse.

—Viniste— le dijo el chico cuando la vio aparecer, aproximándose.

—Claro. Tengo que comprobar que tan bueno eres— murmuró divertida. Justin vestía las prendas azules del equipo incluyendo la típica chaqueta azul con el símbolo de "Liberty Tigers".

—No me presiones. Todavía no recupero por completo mis habilidades— también bromeó. —Supongo que voy a necesitar un beso para la buena suerte— se acercó con aires seductores y Lucy no pudo evitar sonreír con picardía.

—Eso es un problema. No sé quién pueda dártelo— se mordió el labio inferior jugando con él.

—Yo sí— pronunció Foley con seguridad.

Lucy que fingió dudar por un momento, se acercó esfumando la distancia y besó sus labios rápidamente, dejando al chico con una expresión de satisfacción pero con ganas de más.

—Listo. Ya lo tienes. Ahora no hay excusas, tienen que ganar— mencionó con sus dos manos apoyadas en los hombros del contrario.

—Vamos Foley, a concentrarse— le gritó Zach quién se hallaba en medio de la cancha practicando.

—Te necesitan— dijo empujándolo con suavidad hacia atrás. Foley asintió mientras se quitaba la chaqueta y se la extendía.

—Te veo al rato— le sonrió con complicidad antes de correr hacia el equipo.

La castaña se colocó la chaqueta de Justin dejando a la vista de todos a quién estaba apoyando.

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Lamentablemente el partido no alcanzó para distraerse de los recuerdos que le traía aquel salón. Aún en la compañía de Clay tuvo que levantarse en medio del partido e ir a tomar un respiro. Se metió a uno de los cubículos del baño de chicas y todavía estaba dentro cuando percibió que alguien ingresaba. Distinguió la voz de dos chicas.

—Jess, escucha. No podrás hacer nada hasta que no acabe el partido— reconoció que era Chloe quién hablaba.

—No me importa. Lo esperaré.

—¿Qué es tan importante?— la rubia la cuestionó perdiendo la paciencia.

Hubo un silencio, el cual se vio empujado por un suspiro frustrado de parte de Jessica.

—Justin y yo lo hicimos el día del baile— confesó. —Y luego nos acostamos en mi casa y... Y me estoy volviendo loca, Chloe. Tuve que decírselo a Alex y se puso mal— largó para luego tomar una bocanada de aire. —Tengo miedo de lo que pueda pasar. Justin tiene que saberlo.

Estaba segura de que no quería seguir escuchando. Ya había oído lo justo y necesario. Lo suficiente para hacer que su corazón se rompiera en mil pedazos y que todos los malos sentimientos empezaran a emerger. Se sentía engañada, usada, como si hubieran estado jugando con ella. De una manera cruda y devastadora comprendió porque Justin se distanció de ella la primera semana después del tiroteo.

Y dolía.

Dolía pensarlo. Asumirlo. Dolía por todas partes.

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bueno, me voy a expresar con emojis: 

💔😰😭💔💔💔💔😭😭😭💔

(si no los pueden ver, son corazones rotos y caritas llorando).