capítulo 28.
«JUSTIN»
Después de pasar tiempo en el salón de castigos junto a sus demás compañeros, salieron del colegio dirigiéndose al auto de Clay, donde se llevaron una sorpresa: un vidrio estaba roto y había desaparecido la caja de polaroids. Otra jugada que les salía mal. Chloe iba a declarar contra Bryce, pero las fotos habían desaparecido.
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Lo que pasó ese día en tribunales no significó nada. Chloe terminó poniéndose del lado de Bryce, quizá por miedo a asumir lo que había pasado. Nuevamente sintió bronca, porque a Walker todo le salía bien. Faltaba poco para que el juicio llegara a su fin y los puntos iban en beneficio a Bryce, como si fuera el bueno de la historia.
Nadie era complemente bueno. Todos tenían errores. Defectos. Todos se habían equivocado en algún punto. Pero asumir el error y mostrar arrepentimiento era el siguiente paso. Era lo que realmente importaba y Bryce no lo hacía.
Por eso, entre tanta injusticia, se iluminó una última opción en su cabeza. Él podía declarar, presentarse como testigo de la noche en que Bryce abusó de Jessica. Contaría todo lo que había visto, lo mandaría al frente, sin ningún tipo de miedo. Se lo dijo a Clay y él de inmediato dio su aceptación.
Así que volvió a reunirse con Jessica, pretendiendo llegar a un acuerdo con ella antes de avanzar.
En la cafetería, Justin se sentó frente a su ex novia. Le costaba hablarle. Le costaba mirarla, porque nunca podía dejar de pensar en todo el daño que le había hecho.
—Las cosas habrían cambiado si Chloe hablaba hoy.
—No culpes a Chloe— dijo la chica, mal interpretando sus palabras.
—No, solo digo que...
—No estaba preparada. No tuvo valor para contar su historia y no es su culpa.
—Lo sé— aseguró, cabizbajo y con la culpa devorándolo por dentro.
—Si lo dice en voz alta, si lo señala y dice "Él lo hizo", su mundo se derrumba— se obligó a mirarla a los ojos y sintió como algo le oprimía el pecho. Dolía. Dolía demasiado saber que había lastimado a una persona que todo lo que hizo fue quererlo.
—¿Tu mundo se derrumbó?— murmuró. El suyo también se había derrumbado. Se había hecho trizas. —Ojalá pudiera remediarlo, Jess. Haría lo que sea para que todo lo que te pasó a ti me pase a mí.
—No puedes— largó. Y él lo tenía claro. Solo había una última cosa que podía hacer: declarar contra Bryce.
—No, no puedo. Pero puedes dejar que lo señale y diga: "Él lo hizo"— la observó esperando aceptación de su parte y finalmente, la consiguió. Era imposible borrarle el daño que estaba hecho, pero al menos lucharía para que Bryce no quedara impune.
Cuando salió de la cafetería sintió que empezaba a hacer lo correcto y aunque siempre imaginó que eso lo haría sentir bien, no fue así. La culpa lo seguía invadiendo, continuaba corriendo por sus venas, odiándose por reaccionar tan tarde. Y lo peor fue que tuvo ganas de ir por heroína. Porque aquella sustancia lo calmaba, le daba una falsa sensación de tranquilidad y conciencia limpia. Solo tenía que ir a casa de los Jensen, donde tenía oculto el dinero.
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Al entrar, divisó a Lucy sentada sobre el sofá de la casa, tenía las rodillas dobladas y pegadas a su pecho. Cuando elevó la mirada y lo reconoció, la vio quitarse ágilmente algunas lágrimas y también se dio cuenta que tenía el labio dañado.
—Justin. Mira como tienes la cara— le dijo en un tono mezclado de reproche y preocupación.
Se encogió de hombros, haciendo caso omiso a sus heridas. No le importaban demasiado.
—¿A ti que te pasó?— indagó dirigiendo su mirada a la boca y se aproximó para sentarse a su lado.
—Fue un accidente. En la pelea que se armó hoy intenté ayudar, pero quedé en el medio y alguien sin querer me golpeó— comentó.
—Lucy, te pedí que salieras de ahí— ahora él le hablaba en tono de reproche.
—Nunca puedo irme como si nada. Es más fuerte que yo— trató de relajar la conversación y él lo notó.
—¿Estás bien?— preguntó. —Recién estabas...— iba a recordarle que la vio llorando, pero ella lo interrumpió.
—Estoy bien— se adelantó sonando poco convencida poco e intentó forzar una sonrisa que al final no le salió. Foley no le creyó ni un poco, la conocía como para darse cuenta que su semblante no era el mismo.
—¿Por qué estabas llorando?— fue directo.
Lucy suspiró frustrada, su plan de esconder lo que había pasado estaba a punto de fallar. Bajó la mirada, jugando nerviosamente con un anillo de su dedo.
—Porque soy una idiota.
—No lo eres— Justin frunció el ceño enojado. Le molestaba que pensara así de ella misma. —Eres brillante, hermosa, enojona...— él trató de hacerla sonreír y lo logró. —Pero no idiota.
La chica dejó descansar la cabeza sobre su hombro y Justin la rodeó con un brazo, alcanzando a acariciar su hombro. Siempre estaban ahí el uno para el otro. En eso se basaba la relación que mantenían.
—Pero me equivoqué. Me esforcé con alguien que no resultó ser como creía. Y no sé, no creí que fuera a hacerme sentir tan mal— confesó. Justin se mostró algo confundido.
—¿Montgomery? ¿Ahora qué te hizo?— dedujo que se trataba de aquel chico, sintiéndose molesto. No podía creer que otra vez estuvieran hablando sobre él.
—No importa. Ya está. Soy yo la que se equivocó.
—Eres demasiado buena. ¿Sabes?— y por eso la quería tanto. Porque había sido paciente con él. Porque se había fijado en él estando en su peor momento.
Y entonces, sintió que su celular sonaba. Leyó un mensaje de Clay, donde pedía que que tomara su auto y fuera a buscarlo a la ubicación que mandaba. Justin frunció el ceño mientras leía, tenía un mal presentimiento.
—¿Quién es?— curioseó la castaña.
—Clay. Me pide que vaya por él. Creo que está en problemas— comentó deshaciendo el abrazo para ponerse de pie y buscar las llaves del coche.
—Te acompaño— rápido, Lucy se sumó colocándose las zapatillas y abordaron el auto, que Justin comenzó a conducir al lugar pactado. Pasaban la casa de Bryce, cuando Lucy se percató de algo.
—Es Clay— mencionó un tanto exaltada. —Es Clay. Y tiene un arma. Justin, tiene un arma— repitió, Foley miró y comprobó las palabras de Lucy.
Detuvo el auto, justo frente a la mansión de Walker.
—Que mierda, Jensen— expresó confundido todavía dentro del auto. —Tengo que detenerlo. Quédate aquí.
—¿Seguro que puedes? Porque yo... Yo podría hablarle— se ofreció, pero Foley negó la opción de inmediato.
—Lo traeré a salvo— le aseguró y sin perder más tiempo, bajó del auto para increpar a su amigo antes de que cometiera una locura.
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holaaa, perdón si el capítulo no tuvo tanta acción, pero los próximos serán mejores, se los prometo💛💚
es que tuve unos días bastante ocupados y encima mañana vuelvo a cursar 😭
bueno, espero que tengan una linda semana, recuerden que acepto sugerencias/opiniones en los comentarios. los leo a todos 💗🌻😊
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