capítulo 23.

«JUSTIN»

El plan había resultado: gracias a la llave pudieron ingresar al club donde encontraron la caja de fotos que los deportistas ocultaban. Después de revisar lo que tenía, encontraron imágenes donde Bryce abusaba de Chloe. Todos se quedaron helados, incluso seguía siendo una mierda con su propia novia. Como si cada descubrimiento los llevará a sitios cada vez más oscuros. Y le costaba, aún más, reconocer que esa persona había sido durante mucho tiempo su mejor amigo.

Después de ducharse, se cambió y se dirigió a la habitación de Clay, donde el chico aún se encontraba revolviendo las fotografías.

—Guarda eso. Haz otra cosa— sugirió, porque lo veía demasiado involucrado.

—¿Qué otra cosa?— cuestionó.

—No lo sé. Mira televisión, haz tarea, lo que sea que no tenga que ver con eso— mencionó al mismo tiempo que se colocaba una campera de jean. —¿Donde está mi perfume?— preguntó, ya que no lo encontraba donde lo dejaba usualmente.

—Toma— le dijo Clay, que buscó en su escritorio y tras encontrarlo, se lo entregó. —¿A donde te vas?— le preguntó con algo de intriga.

—Voy a salir— se limitó a responder, tras aplicarse perfume y dejarlo donde estaba. Clay lo miró como si estuviera esperando a que dijera algo más. —Voy a salir con Lucy— completó finalmente.

—Oh. Ahora entiendo— alzó las cejas. Lo observó guardar la caja de fotos y entonces, volteó hacia él. —¿Los esperamos para cenar?

—No lo creo— respondió aunque no estaba seguro de lo que tardarían exactamente. Recordó entonces, que necesitaba dinero, así que buscó en su bolso. Aún conservaba lo robado a su padrastro en la última ocasión. Todo.

—No lleguen demasiado tarde. O seré yo el primero en recibir un cuestionario de mis padres.

—Clay. No te preocupes. Tengo todo bajo control— dijo con seguridad. Había una chispa encendida en él. El entusiasmo que le provocaba salir con Lucy. Miró la hora en su celular y se dio cuenta que ya era el tiempo que habían pactado. —Me voy— le hizo saber y salió del cuarto.

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—Una malteada de frutilla— pidió Lucy. Ambos habían elegido tomar algo en "Rosie's", lugar donde habitualmente concurrían los más jóvenes a comer o pasar el rato.

El mesero anotó el pedido y luego miró a Justin, esperando.

—Una cerveza— ordenó, pero el mesero no apuntó nada e hizo una mueca.

—Tengo que ver tu identificación primero— mencionó, ya que no podía vender bebidas alcohólicas a menores de veintiún años. Justin lo sabía, pero pensó que podía fingir. Lucy también, solo que optó por no decir nada y se esforzó por esconder una sonrisa, mientras miraba hacia el piso, divertida.

—La olvidé— trató de actuar, mientras insinuaba buscar en su bolsillos lo que no existía.

—Entonces no podré traer lo que pediste— le hizo saber.

—No hay forma de que... ¿Hagas una excepción?— bajó la voz al preguntar. La castaña no perdió la expresión divertida y el mesero volvió a negarse.

—Lo siento. ¿Vas a pedir otra cosa o no te traigo nada?— cuestionó por última vez y la frustración apareció en el rostro de Justin.

—Sí. Lo mismo que ella— se dio por vencido y en cuanto el mesero se alejó, Lucy soltó una risa.

—¿Que pasó? ¿Esta vez no funcionaron tus encantos?— bromeó haciendo que la molestia de Justin disminuyera, por la simple razón de que la risa de Lucy era contagiosa.

Justin chasqueó la lengua.

—Con la identificación falsa siempre funcionaba— alegó recordando que la había perdido mientras estuvo viviendo en la calle.

—Bienvenido a la vida de un adolescente aburrido— ironizó, burlándose de él. —Lamento que no puedas tener tu cerveza— dijo sin perder el tono de broma, al mismo tiempo que el mesero volvía con los pedidos y los dejaba sobre la mesa.

—No está tan mal— trató de seguir la broma. —Estar de fiesta todo el tiempo era genial, no lo voy a negar— se encogió de hombros. —Pero no era real. Era una distracción de lo que me esperaba en casa. Solo tenía algo verdaderamente bueno y lo destruí—se refería a su relación con Jess. Parte de él la extrañaba, pero sabía que tenía que mirar hacia adelante, porque todo en ella indicaba que no lo quería de vuelta.

Lucy bebió un sorbo de malteada. Por primera vez, no sabía que decirle. Justin notó que sus palabras de cierto modo la habían afectado y atento, se levantó para sentarse al lado de la castaña, a quién rodeó con su brazo por los hombros. —Y Lucy, tú eres lo mejor que podía pasarme.

Ella dejó de enfocarse en la bebida y ladeó la cabeza para mirarlo. Sus ojos se encontraron como tantas otras veces... Lucy lo recibía con suma paciencia y esa minúscula sonrisita tranquilizadora.

—¿Mejor que las cervezas y todas esas fiestas a las que asistías?— rompió la tensión y Justin sonrió ampliamente.

—Definitivamente. Mucho mejor— murmuró, a lo que Lucy respondió dejando un beso rápido sobre sus labios. Acomodado a su lado, extendió el vaso solo para acercar su bebida intacta hacia él y quedarse cerca de ella. Se sentía bien.

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«LUCY»

Aún faltaban un par de cuadras, cuando de regreso, Justin le tomó la mano después de que sus brazos rozaran. Suspiró despacio, sintiendo que sus manos encajaban perfectamente. Estaba cayendo en él, cada vez más deprisa. Ya era tarde para retraerse o escapar, se estaba enamorando y no podía detenerse.

—Me gusta— dijo, al mismo tiempo que caminaban hacia la casa de los Jensen. —Me gusta que pasemos tiempo a solas. Quiero decir, adoro a Clay, pero es lindo que seamos solos tú y yo— pronunció con sinceridad.

El chico, que por un momento creyó que iba a responder, de pronto apretó su mano y la dirigió hasta resguardarse en el pórtico de una casa vecina. Lo miró, pensando que se había vuelto loco.

—¿Qué pasó, Justin?— preguntó tratando de mantener la calma, mientras percibía como la respiración del contrario se había acelerado y sus ojos lucían asustados.

—Nada. No pasó nada— trató de omitir el tema. Pero sabía que Lucy nunca lo dejaría pasar.

—Vamos, Jus. ¿Que ha sido todo eso?— insistió apoyando una mano sobre su hombro y buscando que la mirara.

—Creo que vi a mi padrastro— reveló todavía inquietado y Lucy por un instante se quedó inmutada, comprendiendo finalmente porque actuaba de tal modo.

—¿Estás seguro?

—Sí, era su auto, era él— afirmó.

—Quédate aquí— le dijo, para dirigirse hasta la acera para comprobar si el hombre aún seguía cerca.

—No, Lucy, ven...— escuchó que intentó detenerla, pero ella se apresuró a llegar a la calle. Observó de un extremo a otro: Ya no había nadie. —Lucy, es peligroso— la volvió a llamar y ella enseguida retrocedió, regresando a donde se encontraba el chico.

—Tranquilo. Ya no está— le aseguró, pero él no dejaba de seguir asustado. Ese hombre le había causado demasiado daño. —Hey, en serio. Se ha ido— consiguió que la mirara. —Volvamos a casa, ¿está bien?— tomó nuevamente su mano, alentándolo a seguir, ya que quedaban unos cortos metros para llegar de los Jensen. Cuando lo hicieron, Justin volteó a mirar un par de veces más hacia la calle, aún temía que ese tipo volviera a aparecer.

Sin mencionar más nada sobre el tema, cada uno se dirigió a su habitación. Se suponía que tenían que descansar, al día siguiente Bryce declaraba. Al día siguiente tenían que seguir con el plan. Pese a eso, oyó en medio de la madrugada que alguien abría la puerta de su habitación y no tardó en adivinar quién era.

—¿Justin?— lo distinguió al instante y se recostó en la cama, mientras lo veía entrar. —¿Qué pasa?

—No puedo dormir...— reveló. —Es que no puedo creer que lo haya visto.

Continuaba con el tema de su padrastro. Lucy se hizo a un lado, dejando un espacio en el colchón.

—Ven— lo invitó. —¿Qué es lo que tanto te preocupa? No tienes que regresar a tu casa, ¿sabes? Los Jensen aceptaron que estés aquí y...

—No es eso— la detuvo. Lucy hizo silencio, percibió como el chico que se había acomodado a su lado tragaba saliva y luego, se disponía a responder. —Es qué... La última vez que estuve en casa, le robé dinero. Y si me encuentra es sencillo, me va a matar— confesó. Y otra vez la chica fue capaz de percibir los latidos veloces de su corazón. Su miedo.

—Mírame— le pidió. —Eso no va a pasar. Te lo prometo.

—Lucy...

—Estoy aquí. Y no te voy a dejar solo— murmuró para luego abrazarlo, sintiendo como su respiración se calmaba poco a poco.

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holaaa. primero que nada, gracias por votar en lo de las portadas. soy MUY indecisa y no sabía cual dejar, pero al final ganó la vieja, que me encanta💖.

segundo, capítulo bastante largo a comparación de los otros, pero quería hacer algo solo de ellos dos antes de los dramas escolares que se vienen👀😱.

Espero que les haya gustado.

Ah, las ideas que me dejaron en el capítulo anterior las leí y las anoté para tenerlas en cuenta a lo largo de la trama😉😊.

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