«LUCY»

El celeste de los ojos de Justin se intensificaba cuando lloraba, como si fueran una especie de preciosas gemas que brillaban. Lucy podía contemplar su transparencia, no dudaba de su sinceridad, tampoco de su arrepentimiento. Lo abrazó hasta que se calmó, hasta que sintió que las lágrimas cesaban y entonces llegó Clay, que exigió explicaciones porque no comprendía absolutamente nada. La castaña le pidió que primero se calmara y luego, le explicó. Ocultar lo que había pasado no traería nada bueno.

Lainie y Matt también lo supieron. Llamaron a Clay para tratar el tema, pero nada fue pacifico, se terminó convirtiendo en una discusión donde se preguntaban si debían o no llamar a servicios sociales.

Junto a Justin, podían oír cada palabra desde las escaleras, las mismas que atravesó Clay segundos después, molesto por la actitud de su padre y también con Foley, por decaer.

—Clay...— pronunció la chica con ánimos de hablar.

—Quiero estar solo— puso distancia desde un principio, haciendo que Lucy y Justin se miraran el uno al otro, confundidos. Ninguno sabía exactamente como tratar a Clay cuando se ponía de ese modo. Incluso Lucy, que lo conocía desde hacía mucho tiempo.

—Te ves cansado, Justin. Ve a descansar— recomendó con intención de distraerlo. Intuía que la discusión estaba provocando efectos en él.

—Estoy cansado de estar aquí encerrado— se quejó, todavía sentados sobre un escalón.

—¿Y si vamos a dar un paseo después de cenar?— preguntó con bastante entusiasmo. También quería salir de casa, a un lugar que no fuera el colegio.

—Está bien— aceptó él, todavía con escasos ánimos.

—Pero primero cambia esa cara. ¿Donde está el chico que no puede dejar de verse sexy y seductor?— bromeó, haciendo que rasgos de una sonrisa dieran las primeras señales de aparición.

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Debió saber que lo estaba esperando, porque tocó la puerta de la habitación horas después de cenar. Clay se había metido a la cama, cayendo dormido. Sin embargo, Matt y Lainie continuaban abajo mirando televisión, así que salir sería complicado.

Justin se había duchado, aún tenía el cabello mojado y olia a shampoo. La chaqueta de jean que traía puesta no le sentaba nada mal, al contrario, el color azul combinaba con la tonalidad de sus ojos, donde la tristeza seguía presente, pero al menos se mostraba más animado. Atractivo.

Lucy lo hizo pasar al instante y cerró la puerta. Se suponía que debían dormir.

—Creo que no podremos salir hoy— le dijo. —Abajo siguen despiertos.

—¿Y qué?— era lo de menos para él. —No te ahogues en un vaso de agua— agregó mientras se encaminaba hacia la ventana de la habitación, que daba al patio trasero. Si podían bajar, salir sería fácil.

—¿Que estás pensando?— cuestionó observando como el chico analizaba la ventana.

—Ya sé como saldremos de aquí— murmuró satisfecho de haber encontrado una rápida solución.

—No estarás pensando en bajar por ahí— sí, eso planeaba. —¿Quieres que nos matemos?— exageró.

—Confía en mí. Tengo experiencia en esto— aseguró lo que era cierto, había escalado paredes, sabía como colarse por las ventanas, lidiar con asuntos de altura. Era algo sencillo y casi habitual.

—No Justin, no sé...— empezó a dudar, sin embargo, él abrió la ventana y emprendió a salir. Ya tenía su cuerpo afuera y parado desde el tapial, seguía observando a Lucy.

—Vamos. No quiero salir sin ti— le dijo, extendiendo la mano para invitarla a seguirlo. —Hice esto un millón de veces. Te prometo que saldremos ilesos— prometió haciéndola reír y dejando las dudas de lado, Lucy tomó la mano del chico, quién la ayudó a salir.

Le encantó sentir como Justin le sostenía la mano. Quizá era una tontería, pero se sintió bien aquel mínimo contacto.

Justin fue el primero en tocar suelo. La observaba de pie, mientras ella intentaba controlar sus movimientos para bajar de la pared. Se puso de espaldas, repitiéndose mentalmente <<tú puedes con esto>> Nunca había hecho algo así. Sin embargo, sus movimientos inseguros se vieron contenidos por dos manos firmes que la tomaron por la cintura. Foley intentaba ayudarla, pero sentirlo cerca solo la puso más nerviosa, haciendo que diera mal el último paso y resbaló. Suerte que Foley la sostenía: cayó en sus brazos.

—¿Estás bien?— le preguntó el chico. Ella asintió, de prisa. Todavía entre sus brazos. —¿Ves? Te dije que saldríamos ilesos.

—Callate, Foley. Estuve a punto de morir— exageró, liberando después una modesta risa. No podían causar demasiado ruido o adentro los oirían.

—Estás sana y salva. Y conmigo— pronunció. Lucy rodó los ojos y zafó de sus brazos, caminando hacia el cerco, el cual debieron cruzar para salirse completamente de la casa.

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En un principio no se dirigían a ningún lado en concreto. El plan era caminar, mientras hablaban y disfrutaban de las calles deshabitadas. Hasta el cielo se hallaba despejado, titilaban infinitas estrellas en él.

Al final, eligieron detenerse en el parque, donde Lucy se sentó sobre el césped y acompañante, la imito al colocarse a su lado. Ella volteó a mirarlo y ahí estaba Justin, su mejor amigo de ojos azules que portaba una chaqueta de jean y que para su sorpresa, cargaba una minúscula sonrisa. De alguna forma, los encantos que poseía, nunca se esfumaban.

—Te ves mejor— las palabras escaparon de su boca.

—¿En qué sentido? ¿Volví a ser seductor y sexy?— bromeó. Ella golpeó ligeramente su brazo, divertida.

—Con más vida.

—El aire fresco me hace bien. Y tú— dijo y Lucy moduló una sonrisita nerviosa, llevó la vista hacia el suelo y luego, nuevamente al chico frente a ella.

—Justin...— ella iba a decir algo, pero fue interrumpida.

—¿Qué? No estaría aquí sino fuera por ti— volvió a ser sincero, trayendo al presente lo que habían vivido horas atrás. Fue un momento intenso. Incluso Lucy seguía un tanto asustada porque por unos segundos, creyó que no tenía vida. La chica ladeó la cabeza, para recostarse sobre el hombro masculino. No sabía que decir. Justin se acopló a la cercanía y le dejó un beso sobre la coronilla, al cual Lucy reaccionó cerrando los ojos. Apreciando el gesto. Estuvieron así unos minutos, hasta que él extendió la mano para cortar una flor que mostró a Lucy, haciéndola sonreír al instante. —¿Te gusta? Porque sino... Siempre puedo robar otra— trató de bromear. Ella no apagó la expresión iluminada y asintió, mientras la tomaba entre sus manos y la admiraba.

—No es... Es perfecta— murmuró, mientras luchaba por organizar sus sentimientos. —Jus, me asusté mucho hoy cuando te encontré— reveló, todavía afectada. —Sé lo horrible que se siente perder a alguien que quieres...— bajó la mirada y percibió como Justin acomodaba un mechón de su cabello tras su oreja, como una caricia que sacudió inmensamente su interior. —Y no quiero perderte.

No siguió hablando. Y aún si quisiera, no habría podido continuar porque lo siguiente que sintió fueron los labios de Justin sobre los suyos. Apenas los vio venir y los recibió, primero con algo de calma que se transformó en seguridad. Tuvo que suceder para darse cuenta lo mucho que lo había deseado.

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Bueno, al fin llegó lo que tanto esperaban. Perdón si las hice esperar bastante, pero es que quería que se diera naturalmente(?) y no como algo forzado. Ojalá les haya gustado😍💘💞💕