Tres
"Recuerdos del ayer"
Saque el pastel del horno y lo puse en la encimera, solo tendría que esperar a que se enfriara y le diría a Zua que lo decoráramos juntas aunque en realidad querría dejarle la mayor parte de ese trabajo a ella ya que era cien veces mejor en ello que yo.
Había recibido varios mensajes de Jungkook, pero, aunque quisiera estaba muy ocupada para contestarlos, claro que si no quería que pensara que estaba molesta lo mejor era contestarle y hacer como si nada, pero fingir estar bien no se me daba, al menos no con él.
No estaba acostumbrada a ignorarlo, de hecho, a penas y puedo recordar alguna vez en la que lo hice, pero no sabía cómo manejar esta situación, simplemente quería que me dijera las cosas para poder hablarlo y buscar una solución juntos o sencillamente para que supiera que lo iba a apoyar sin importar la decisión que tomara.
Mi alarma sonó y suspire debía salir en cinco minutos al aeropuerto para estar allí antes de que Namjoon llegara y así él no tendría que esperar.
-¡Zua! -Grite y de inmediato escuche su puerta abrirse y cerrarse en el segundo piso-
-¿Qué sucede? -Dijo hablando sin mirarme su vista estaba en el libro que tenía en la mano-
-Necesito que decores este pastel ¿Si? Debo ir por Namjoon al aeropuerto y no tendré tiempo -Me acerque a la sala donde Solmi estaba en su mecedora mientras miraba televisión-
-Pero Nam llegará al menos en una hora -Dijo mirándome con confusión-
-Lo sé, tal vez tarde veinte minutos de aquí al aeropuerto, pero no quiero hacerlo esperar -Zua rodó los ojos y yo arrastre la mecedora cerca de la cocina donde Zua podría ver a Solmi-
-Como quieras ¿Entonces papá no ira contigo? -Negué con la cabeza y ella suspiró- Bueno he ahí la razón número uno por la que Nam nunca está aquí, ya vete me encargare del pastel y de la bebé -Le sonreí en agradecimiento antes de tomar mi teléfono y mi bolso y darle un beso en la cabeza a la pequeña bebé-
Fui al garaje por el auto de Namjoon, normalmente yo tenía las llaves porque lo llevaba al lava autos una vez por mes y a la revisión mecánica anual ya que Namjoon no estaba aquí para hacerlo, el auto de Nam era un Cadillac cts plateado prácticamente nuevo, Namjoon solo la había utilizado hasta los diecinueve antes de irse a estudiar negocios a estados unidos y desde que le dieron su auto siempre estuve fantaseando con el mío, llegando a la conclusión de que me iría bien con un Audi A8 porque es eléctrico o una Range Rover porque siento que sería un vehículo que me haría ver imponente, aunque ahora supongo que se quedarán solo en eso: Fantasías.
Suponía que nadie entendía la admiración que tenía por mi hermano, a penas y lo veía y nunca fuimos unidos, pero yo lo vi enfrentar a papá, pelear por sus ideas sin miedo e irse a estudiar a otro país sin importar que mi padre repugnara la idea, supongo que al final salió bien ya que Namjoon había aprendido inglés y era oficialmente el encargado de los negocios en el extranjero, pero por todo esto yo quería ser como el, soñaba con desafiar a mi padre, hacer lo que quería y al final que todo saliera bien, aunque sabía que no tenía el valor, yo no era como Namjoon.
Camino al aeropuerto no pude dejar de estar nerviosa, ni siquiera pude escuchar mi playlist a gusto por lo que simplemente deje la radio a la que ni siquiera le puse atención.
Llegue al aeropuerto veinte minutos antes de la llegada de su vuelo, sabía que debía estar cansado, yo también lo estaba luego de la escuela, hacer el almuerzo, organizar la habitación, limpiarla y preparar la cena. No suelo ser tan laboriosa, pero necesitaba mantenerme ocupada y tener la casa en perfecto estado podía sumar puntos para la comodidad de Namjoon.
Cuando se cumplieron los veinte minutos salí del auto, así al menos podría verme más fácilmente, claro que la opción de traer un cartel con su nombre estaba descartada porque él no era ningún extranjero que desconociera esta ciudad y porque la última vez que vine con mi padre el cartel le molestó y me llamo niñita infantil, probablemente lo era, pero me hizo querer dejar de serlo.
Cuando veo a un grupo de personas salir suspiro nerviosa, hace mucho no me ponía nerviosa, no desde mis primeras citas con Jungkook.
Cuando por fin le veo me quedo sorprendida, su cabello es gris o más bien plateado, combina con su coche pero no creo que le agrade que lo mencione con intención de broma.
El mira a todos lados, pero yo no soy capaz de levantar mi mano para que me vea, debería reconocerme o al auto tras de mi, aún estoy procesando que está aquí y que nuevamente viene más imponente que la última vez, de solo verlo me siento intimidada.
Pero entonces nota el auto y notar el auto lo hace notarme a mí, no sé qué es lo que siente al verme, en su mirada y expresión no hay mucho para analizar, solo avanza hasta mi con su maleta de ruedas y su traje, me pregunto si no sería incomodo viajar con traje.
Cuando llega hasta mi espero un saludo porque no estoy segura de poder ser quien hable primero, pero el saludo nunca llega.
- ¿Dónde está papá? -Trago saliva un poco decepcionada-
-No pudo venir, estaba ocupado con unas cosas, pero quería venir por ti -No dice nada solo me mira-
-Abre el maletero -Dice antes de dirigirse a la parte trasera del auto-
Hago lo que dice sin siquiera pensarlo, por supuesto debe estar decepcionado porque sea yo quien esté aquí y no mi padre, pero pensé que se alegraría aunque fuera un poco o si quiera podría fingirlo.
Desactivo el seguro del auto con duda, pensé que tal vez el querría conducir de vuelta a casa, es su auto después de todo, pero también pensé que estaría cansado entonces no tenía idea de nada, pero el resuelve mi duda existencial entrando en el lugar del copiloto, suspiro y rodeo el auto con la esperanza de que quiera hablar en el camino tal vez así no sería muy incómodo, aunque no estoy segura de cual sería un tema de conversación adecuado entre nosotros.
-¿Que tal el viaje? -Digo encendiendo el auto y saliendo de la calzada de llegada de pasajeros-
-Largo -Responde viendo a su teléfono y asiento aunque sé que no me ve-
-¿Tienes hambre? Prepare la cena y Zua preparó un pastel o bueno lo estaba haciendo cuando me fui.
-Zua ¿Qué tal está ella? -Noto que levantaba la vista del teléfono no quería ser mezquina pero quería que Namjoon también me preguntara como estaba-
-Muy bien, cada vez se le ocurren nuevas travesuras pero no deja de ser inteligente, actualmente su nuevo pasatiempo es leer, no tengo ni idea de que pero cada vez que la veo tiene un libro en la mano -Sonrió porque adoro a Zua y su personalidad y empiezo a preguntarme como será Solmi cuando crezca-
-Vaya ha cambiado mucho, la última vez su pasatiempo era armar cosas con los lego -Asentí recordando esa etapa, encontraba piezas de lego incluso en el cajón de mi ropa interior-
Aunque sus palabras son sorprendidas su tono no lo es, es como siempre, frio y pausado.
-Dijiste que hiciste la cena ¿Qué hay de tu madre? ¿Está en casa? -Trago saliva negando-
-Está en Busan, probablemente vuelva mañana aún no está segura.
Namjoon no responde y sé lo que está pensando, hay una razón por la que mamá se ausenta y es cuando papá hace algo que la lastima lo suficiente como para no querer verlo pero yo no podría saber que es porque cuando vuelve parece que todo está arreglado.
-¿Entonces has estado a cargo de la casa o papá por fin decidió contratar a alguien?
-No... papá dice que son cosas de las que tengo que hacerme cargo, no cree que haya razón para que alguien más lo haga -Escucho a Namjoon suspirar y decido que será mejor cambiar de tema- ¿Has vuelto por alguna razón en específico? Papá no menciono nada.
-Cosas de la empresa, extrañaba corea y además será tu cumpleaños pronto ¿No? -Me quedó callada por el hecho de que eso dolió-
-Fue hace dos días, pero está bien tu calendario es diferente.
El no sé disculpa o dice otra cosa y lo agradezco porque probablemente le diría que no tiene que sentirse mal -Aunque probablemente no lo haga- El no fue el único que no estuvo, papá estaba en Japón antes de eso y mamá ya había partido a Busan, así que no había motivo para sentirse culpable.
Llegamos a casa en completo silencio, vi a Namjoon analizar el garaje mientras guardaba su auto, aún quedaba espacio para otro y afuera se guardaban dos más aunque ese espacio comúnmente estaba vacío.
-¿Qué? ¿Papá aún no te ha dado un auto? -Niego con vergüenza y el suspira-
-Vamos adentro aquí hace frio
Entro a la casa esperando que me siga, aunque haber ido a buscarlo parezca malo en realidad todo fue un éxito ya que al menos habló conmigo o eso creo hasta que pone un pie en la casa y una mancha pasa cerca de mí y embiste contra él, luego me doy cuenta, Zua lo está abrazando y el corresponde ese abrazo, de hecho está sonriendo, entonces para no sentirme mal voy hacia la mecedora mientras escucho como el le pregunta como está y le dice cuanto a crecido, hubiera querido que también me hubiera abrazado así.
Solmi es como una curación cargarla siempre me hace sentir mejor, tal vez sea porque cada vez que me ve sonríe y me hace pensar que está feliz de verme, la saco de la mecedora y vuelvo a la entrada, quiero que Namjoon la vea o bueno la conozca ya que prácticamente nunca se habían visto.
Solmi ya no sonríe y sé que es porque no había visto a Namjoon, se la ofrezco y el la carga sonriendo, Solmi tiene un año y cuatro meses así que es obvio que Namjoon no la había visto nunca exceptuando las fotos que mi madre suele enviarle.
Me alegra que sonría al cargar a Solmi, de hecho me alegro que le muestre tanto cariño y atención a Zua porque no podría soportar que se comportara con ellas como conmigo, aunque me dé un poco de envidia es más un alivio saber que aunque las tres somos sus medias hermanas su trato frio y distante es solo conmigo.
Cuando comemos la cena paso la mayor parte del tiempo callada, sé que Zua está intentando incluirme en la conversación pero al final es inutil porque a Namjoon solo parece interesarle ella e incluso las preguntas sobre Solmi se las hace a Zua, probablemente solo habló conmigo en el auto porque era la única persona con la cual podía hablar.
Cuando acabo de comer me levanto y les digo que voy a acostar a Solmi.
-¿Jia?
-¿Si? -Me giro de inmediato en cuanto le escucho llamarme-
-Puedes llevarte mi auto mañana a la escuela, no lo voy a usar -Asiento aunque no era lo que me esperaba ciertamente el auto es de mucha ayuda-
Le agradezco y subo las escaleras, luego de dejar a Solmi finalmente dormida voy a mi habitación, son apenas las ocho pero supongo que mi padre no vendrá a casa hoy de ser así ya habría llegado.
Me cambio mi ropa por mi pijama y me suelto el cabello para dejar descansar a mi cuero cabelludo y cepillarlo, de cierta manera estoy aliviada de que este día tan estresante haya terminado al fin.
O tal vez no.
Mi teléfono vibra con una llamada, es Jungkook, contesto porque un drama me distrae del otro.
-Hola -Digo con voz cansada-
-¿Dormida tan pronto?
-Si, ha sido un día largo así que iba a acostarme ¿Sucede algo?
-Estoy afuera de tu casa, quería hablar contigo pero si estás cansada puedo hacerlo en otro momento.
-¡No! -Digo rápidamente sorprendiéndome a mi misma, me tapo la boca con la mano esperando no haber sido muy ruidosa- Es decir... espera bajare en un momento.
Cuelgo la llamada y suspiro esperando escuchar algún ruido en la planta baja pero no hay nada, tal vez ya se fueron a dormir, la verdad no puse mucha atención a ello aunque esperaba que Zua viniera a contarme un poco de su conversación con Namjoon.
Salgo con cuidado de la habitación y de la casa, hace un frio infernal o tal vez sea que mi pijama es muy delgada, cuando veo a Jungkook noto su auto, debió recogerlo hoy y aunque el auto de Namjoon ya no es necesario aún quiero usarlo así que tal vez debería decirle que no me recoja mañana.
-Hola -Dice con una sonrisa nerviosa y con ese gesto sé de qué se va a tratar la conversación-
-Hola -Digo aunque no estoy nerviosa de hecho mi voz se escucha calmada, me doy cuenta de que he trazado una linea invisible al ponerme a dos metros de el-
-¿Qué tal el aeropuerto? -Asiento lentamente-
-Bien, papá no pudo ir así que lo hice yo sola -Él no dice nada y sé que la pregunta solo le está dando tiempo pero no quiero el tiempo- ¿Sobre qué querías hablar?
-Jia yo...
Espero pacientemente, espero que me diga lo de la beca, espero que lo haga para poder decirle que está bien, que me gustaría que la aceptara y que ninguna distancia hará que deje de amarlo pero esperar no sirve, sé cómo terminará esto y justo por todo lo que dijo en los vestidores sé lo que tengo que hacer.
-Quiero que terminemos -El aire se queda estancado en mi garganta luego de decir esas tres palabras y entonces no sé qué va decir o que se supone que deba hacer así que solo me quedo mirándolo-
Me mira directamente y me preocupa que sepa que me cuesta hacerlo, que no quiero hacerlo, que solo hago lo mejor para él.
-¿Por qué? No me interesa saber más nada, no perderé el tiempo haciendo que repitas algo que se oyó falso o diciéndote que no me dejes, sé que es mentira tu no romperías conmigo, no cuando no hemos tenido problemas no cuando tu... tu simplemente no lo harías.
Parece perdido, estoy pensando en que decir, que mentira saldrá de mi boca ahora, no quiero pensar en que esto lo lastima, no quiero pensar en nada que no sea él y lo bueno que será tener una beca.
-Porque ya no te quiero
Tan pronto como esas palabras salen de mi boca el aire se vuelve más frio, mis manos se juntan en puños y mis palmas arden por la presión de mis uñas, no quiero llorar, pero sé que las lágrimas no son necesarias para que el vea como me han dolido mis palabras, lo veo en sus ojos, él no quiere creerlas, pero sabe que no diría algo así a la ligera.
-Quiero que digas algo que al menos pueda creerme, no puedes dejar de querer a una persona de la noche a la mañana -Su voz tiembla pero no parece importarle-
-Jungkook... -Murmuro con dolor-
-¿Es por la beca? ¿Vas a romper conmigo porque no te lo he dicho? -Entonces ahora mi expresión es pura sorpresa-
-¿Como lo supiste? -No pude evitar soltar la pregunta-
-Taehyung es un idiota -Murmuró aunque tal vez no se imaginaba que no era culpa de mi amigo- ¿No podías disimular un poco? Supuse que había algo mal en cuanto note que me evitabas y solo tuve que hablar contigo para saber que había algo que te molestaba.
-No voy a ser la razón por la que rechaces ese tipo de oportunidad Jungkook, jamás podría perdonármelo.
-Pero no quiero irme, no quiero hacerlo... No quiero herirte -Dice y frunzo el ceño-
-¿Herirme? Sabes que el que aceptaras la beca me haría más feliz que cualquier otra cosa
-Si pero no puedo dejar que me esperes Jia, no lo mereces -Dice negando con la cabeza-
-¡¿Entonces se supone que vas a rechazar la beca por mi bien?! -Grito alterada y no me doy cuenta de que me he acercado tanto a el, quiero que se dé cuenta de lo estúpido que suena-
-No puedo dejarte aquí -Dice y su voz también es un desastre tembloroso-
-¡Idiota! -Digo y golpeo su pecho, aunque no lo hago muy fuerte pues no quiero herirlo, mis ojos no aguantan más y sueltan las lágrimas que he estado reteniendo- ¡Claro que puedes! ¿Por qué si quiera no lo intentas? -Murmuro cuando sus brazos me rodean y entierro mi rostro en su pecho- ¿Cómo es que me pones por encima tuyo tan fácilmente? -Las palabras me salen bajito amortiguadas por su pecho-
-Jia por favor no llores -No lo veo, pero sé que también está llorando- No sé por qué haces cosas que nos lastiman a ambos.
El solo acaricia mi espalda y suspiro, el dolor me atraviesa mientras pienso lo que estoy a punto de decir, contengo las lágrimas de nuevo
-No vengas por mi mañana, bloqueare tu número y espero que hagas lo mismo -Me separo de él viendo como sus brazos caían sin ganas a sus costados- Seguro sabes que no podremos ser amigos o sentarnos en la misma mesa, espero que tomes la decisión correcta Jungkook -Digo como un susurro antes de darme la vuelta y caminar hacia la puerta de mi casa-
El pecho me duele cuando escucho sus sollozos, sé que trató de retenerlos pero también sé que no podía aguantar mucho un dolor así como el mío, siento como si el corazón me ardiera pero no estoy segura si es eso o si es mi alma separándose de la suya.
Lloro en silencio hasta llegar a mi habitación, miro por la ventana a través de un pequeño lugar entre las persianas y lo veo aun viendo hacia la puerta y casi como si me sintiera su mirada cambia a la ventana, se pasa las manos por debajo de los ojos antes de rodear su auto y subirse a él, una vez dejo de ver su auto vuelvo a la cama y entierro la cara en la almohada y lloro, lloro tanto que me preocupa desmayarme.
Lo extraño tanto, pero no es un extrañar patético de verlo, lo extraño porque sé que ya no hay nada entre nosotros y aunque esta mañana pensé en que por alguna razón podríamos separarnos no lo pensé realmente porque para mí siempre estaríamos juntos porque era algo tan natural como respirar y ahora me sentía vacía e incompleta.
Creí que esto era una acción valiente y correcta, pero en el fondo sé que es cobarde y patética ¿Cómo separarnos podía ser valiente? Valiente sería intentarlo incluso si fallamos así al menos no nos quedaríamos con la duda de saber si habríamos conseguido estar juntos a pesar de la distancia, pensé que yo no valía ese tipo de intentos, el merecía ser libre aun estando lejos, y poder disfrutar de la cercanía de alguien que pudiera estar con él en todo momento.
Creo que esa era una diferencia notable entre él y yo, yo nunca le daría la oportunidad a algo que veía perdido, a él sin embargo le gustaban las tiendas de segunda y las manualidades con material reciclable si entienden de lo que estoy hablando pero a mí no, yo simplemente desechaba aquello que no me servía, aquello que no funcionaba como yo quería, como la vez que compre por equivocación unas zapatillas en una página pero en realidad eran una figura en arcilla, las tire a la basura porque no veía como alguien bailaría ballet con arcilla y no me gustaba decorar mi cuarto con las cosas que eran mi pasatiempo, él las recogió y ahora estaba en un estante como decoración en su casa, tengo que admitir que me pareció un acto precioso.
No podía creer que hubiera hecho lo mismo con nuestra relación, sé que alguna vez le escuche decir que intentaría una relación a distancia solo conmigo pero yo nunca creí que llegaríamos a ser el caso.
He revisado nuestras fotos mientras lloro, recuerdos que lucen muy lejanos y que hacen que cada respiración duela, siento la incomodidad en mi muñeca y recuerdo el reloj, estoy a punto de quitármelo y dejarlo en la mesita de noche para seguir llorando cuando veo la hora ¿La una de la mañana? Reviso en mi celular y son las once y treinta y cinco minutos, el reloj está adelantado y aunque nunca había usado uno al menos sé cómo configurar la hora.
Entonces alzo la corona y la muevo hacia atrás dejándolo exactamente en las once y treinta y seis que es la hora que es en este momento, desearía que volver atrás fuera tan fácil, así haría las cosas mejores para nosotros. Cuando presiono la corona nuevamente la habitación queda en blanco y es hora de husmear en los recuerdos del ayer.
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