Welcome Home


"Tendría que disculparse con todos" fue lo primero que pensó Vegetta cuando regresó a su casa, "especialmente con mi querido Foolish, con Leonarda. Roier no le iba a dejar pasar esta".

Estos días había estado ocupado, realmente ocupado. Los demonios habían llamado a su puerta y no era del todo figurado.

¿Por qué nadie podía pararle de hacer tonterías? No debería haber hecho ese trato con su estúpido demonio. Aunque no podía decir que lo había odiado por completo. ¡Nadie había tenido la oportunidad de ir a un mundo repleto de demonios! ¡Aquí! ¡Sin salir del QSMP!

Y eso que Foolish fue el primero en llegar al Nether.

Había sido una semana agotadora, casi sin descanso alguno. Después de dos días hibernando, porque no existía una palabra mejor que lo representase, tenía de nuevo las pilas al máximo. ¡Y justo a tiempo para una fiesta!

Todavía estaba dudoso de ir o no. Si ya se estresaba en demasía cuando estaban todos juntos, ahora sería peor. Todos excitados por la fiesta, por los juegos o lo que quiera que estuvieran preparando los brasileños, sería horrible. Pero, allá iba; "¡el que tenga miedo que no nazca!".

Después de una ducha y un par de palabras de ánimo, se puso la ropa que le trajo Forever. La había dejado en un cofre, cerca de las escaleras, donde las torretas no pudieran matarlo del todo. Debería darle las gracias, traerle un regalo también, tuvo que pasarla mal el pobre brasileiro y al él le caía bastante bien.

Vegetta, miró lo que supuso que era la ropa tradicional, algo modificada para su estilo. Eran unas botas marrones, cortas y con un pequeño tacón similar a la cual tenía en sus zapatos habituales, junto a unos vaqueros azules con tirantes era, prácticamente, todo el conjunto. Claro, además de un pañuelo morado. Él se los puso sin preocuparse por la falta de camisa, se encontraba, raramente, con la piel sensible. La tensión se había convertido en sensibilidad, y, aunque a él le gustaba pasearse con el torso al aire, pensaba que el roce de los tirantes con su pecho iba a fastidiarle el día. Aun así, tendría que aguantarse, desconocía la tradición que estaban celebrando y menos sabía lo que podía llevar o no.

Terminó por ponerse sus guantes, nunca salía sin ellos, y, con el broche que decoraba su capa, una "V" brillante de colores morados, lo enganchó al pañuelo de su cuello. Estaba listo.

Tenía ganas de ver a Foolish, muchísimas ganas, fue lo primero que pensó cuando se dirigía hacia las Favelas. Quería saber cómo iba su dragón, y el nuevo acuario que había decidió construir. Quería encontrarse con Leo, y preguntarle sobre los nuevos rumores que corrían por el servidor. Quería ver al Tontoier, ver si se había adaptado al ser el nuevo hijo de los Brown.... Había tantas cosas que quería hacer, estaba deseando de estar de nuevo en casa.

Al llegar allí, se encontró con una enorme variedad de banderines multicolores que los ondeaba el viento, que, junto a la gran variedad de casas, y las flores, formaban un hermoso lugar. Había una gran hoguera en el centro, de dos pisos, echa de heno y madera, estaba soltando pequeñas chispas de colores cálidos y brillantes, era tan cálido, que sintió como podría quedarse dormido allí, a la intemperie, sin que el frío de la noche fuera un impedimento.

Eso si, estaba todo demasiado vacío. Los puestos, aunque no estaban cerrados, no había nadie en ellos, y el olor a comida recién hecha, de maíz y especias, poco a poco estaba desapareciendo.

Había llegado demasiado tarde.

Vegetta tuvo tiempo de deprimirse, ni de cotillear las demás cosas -ya que había ido hasta allá iba a aprovechar-, cuando Forever salió de la Iglesia con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba casi conteniendo las risas, con lágrimas en los ojos y la cara roja.

Cuando lo vio, saltó directamente hacia él, gritando su nombre y hablando demasiado rápido para poder entenderle.

-¡Vegetta! ¡Vegettaa! ¡Vegettaaa!

-¡Hey, little friend! ¡Es increíble lo que tenéis aquí montado! ¡Todo es so beautiful! ¡Hermoso!

[¡Hey, pequeño amigo! ¡Es increíble lo que tenéis aquí montado! ¡Todo es tan hermoso! ¡Hermoso!]

Forever terminó en los brazos del ojimorado. Estaba chillando de alegría y él no podía entender nada de lo que decía.

Agitó la cabeza, divertido. Podría haber llegado tarde, pero por lo menos podría saludar a quien quedase.

-¡Gracias por el traje! ¡Es muy bonito!

-Obrigado! Voçe... . ¿Tu? Eh... si, si... tu ¿viniste? You come! We missed you a lot! Everyone missed you! Voçe é muy bonito. Roupas tradicionais ficam incríveis em você. E esse broche? V de Vegeta! Bonito! Bonito! Também Mamadissimo!

[¡Gracias!Tu... ¿Tu? Eh... si, si... tu ¿viniste? ¡Viniste! ¡Te echamos de menos! ¡Todo el mundo te echa de menos! ¡Estás bonito! ¡Las ropas tradicionales te quedan increíble! ¿Y ese broche? ¡V de Vegetta! ¡Bonito! ¡Bonito! ¡También mamadissimo!]

Le dio un par de palmadas en la espalda. Seguían abrazados, pero se estaba volviendo incómodo. Estaba chillando tan cerca de él que parecía quedarse sordo.

-¡Si! ¡Me queda mamadisimo! ¿Llego tarde? ¿Muy tarde?

El brasileño negó con la cabeza y se separó un poco de él. Después del caos de las bodas, la suya propia, las de Quackity, todo el mundo se había esparcido por la Favela, incluso su recién marido había desaparecido, era increíble como Vegetta había conseguido atravesar los terrenos sin encontrarse con ningún jugador.

Estalló en carcajadas cuando se imaginó que ocurriría si entrase con Vegetta del brazo. ¡Podría ser una nueva boda y Foolish se ponía celoso! ¡Y un completo drama! Pero... lo pensó mejor, ¿cómo se sentiría Cellbit? No solo Roier se había quedado en su asiento cuando fingieron que Quackity y él se casaban, si no que ahora, veía casarse a una de las parejas más rumores de infidelidad del todo el servidor antes que él...

Aun así, si no tenían boda, ¡podría crear aún más drama!

Había un puesto que Pac y Mike habían hecho, pero todavía no habían encontrado a la persona indicada para estar en él, ¡el stand de los besos! ¡Iba a ser una completa maravilla!

En el QSMP, de una manera u de otra, no había nadie que pudiera luchar contra los hechizos de Vegetta. Todos querían probarlos, incluso si estaba "tomado".

Era una pena que los rumores de infidelidad nunca separaron al dúo de constructores, pero eso no evitaba que cualquiera quisiera probar, por poquito que fuera, del héroe de la Torre. Pero, Forever no era de los que perdía la esperanza.

¿No estaba el allí abrazándolo? ¿Tocando su piel semidesnuda?

Esperaba que todo el mundo le agradeciera por esa idea, un Vegetta sin camiseta para poder besar.

-Não não. Não é tarde. Estamos fazendo uma pausa antes de começar os jogos. Voçe querer participar? Diz que sim! Sim! Sim!

[No, no. No es tarde. Estamos haciendo un descanso antes de comenzar los juegos. ¿Quieres participar? ¡Di que si! ¡Si! ¡Si!]

-¿Juegos? ¿Ahora? Now? No, no, tengo que encontrarme con mi familia. Meet my family, Foolish, Roier... I didn't see them... for a long long time...

[¿Juegos? ¿Ahora? Ahora? No, no, tengo que encontrarme con mi familia. Encontrarme con mi familia, Foolish, Roier... No los vi... durante mucho mucho tiempo...]

Vegetta agitó su cabeza negando. No lo había entiendo del todo, pero, lo que había entendido -Não é tarde, y jogo- no tenían nada que ver con Foolish, así que, podían quedar en un segundo lugar. Los juegos podrían esperar, tenía a personas que besar.

-Luego, later... First Foolish, after games.

[Luego, luego... Primero Foolish, juegos después]

El brasileño aparentó pensar un momento, aunque estaba asqueado por dentro. Incluso después de tan largo tiempo, seguían el dúo seguía unido tan unido como el primer día. No importaba, el no se iba a rendir tan fácilmente.

Le volvió a agarrar del brazo y bajo la mirada. Si no funcionaba por las buenas, en las tristes tendría que funcionar.

-Por favor! Vai ser rapido! Tudo beeem, se você não quer jogar, su entendo, a família é importante... mas que tal surpreendê-los?

[¡Por favor! ¡Va a ser rápido! Todo bieeen, si no quieres jugar, lo entiendo, la familia es importante... pero ¿qué tal sorprenderlos?]

El brasileño frunció los labios para después cambiar su expresión a una más ladina. Vegetta lo miró como sin inmutarse, simplemente, no estaba entendiendo nada.

- ¿Si...?

Forever dio un pequeño salto de alegría. Un si es que si. Por la emoción no se dio cuenta de que el español lo dijo por decir, sin comprender en donde se estaba metiendo.

No lo arrastro por mucho tiempo, las favelas eran pequeñas, y todo estaba muy junto. Aunque, cuando llegaron a uno de los puestos, Vegetta empezó a sentir que algo iba mal, había un corazón gigante utilizando el techo como suelo.

¡Por favor que no sea una tradición de hacer una boda falsa!

Empezó a temblar, de manera casi imperceptible pero igual de molesta, y quiso salirse de allí. Aunque Forever no lo dejó.

Estaba comenzando a cansarse, y eso no iba a ser bonito. ¿Estaba siendo demasiado permisivo ya? ¿O debería sacar sus armas?

No estaban los huevos, y como no veía a nadie, solo estaba Forever allí, un golpe, accidental, lo tenia cualquiera ¿no?

-Vem, vem! Espera aqui. Mas antes... Don't look!

[¡Ven, ven! Espera aquí. Pero antes... ¡No mires!]

El brasileño cubrió los ojos de Vegetta, ojos y orejas, con uno de los pañuelos que decoraba su propio traje.

El rubio estaba encantado como había quedado. Vegetta, allí estaba, en el stand de los besos, con una expresión tan dulce de desconcierto; con las cejas fruncidas y los labios en un pequeño puchero. Que, junto a la venda en los ojos y el pecho poco oculto por el peto, parecía un grandioso regalo, listo para desenvolverlo y devorarlo.

-¿Que leches...?

Antes de que el otro comenzase a hablar, Forever echó las cortinas del puesto ocultando a Vegetta de la vista de todos. Así, se marchó a la iglesia, donde escribió por el grupo de chat, que se reunieran todo el mundo, que comenzaban los juegos. Y comenzarían por un delicioso postre.

Mientras tanto, el español estaba incómodo. Podía escuchar sonidos distorsionados, como si se encontrase en un túnel y alguien a lo lejos le gritase. No le gustaba quedarse a la intemperie, sin sus sentidos como aliados. Sabía dónde se encontraba, pero... ¿y si alguien lo atacaba por la espalda? Franceses... ¿Si atacaba el virus? ¿La Federación? ¡Era un guerrero por el amor de Dios! ¿¡Como podría luchar si se encontraba sumergido en un completo vacío!?

Su corazón bombeaba sin descanso. No era pánico, simplemente, conocía los riesgos de estar allí parado. No era exagerar, era la experiencia que hablaba.

"¿Se podría saber en qué mierdas lo estaba metiendo ese Forever? ¡Solo quería encontrarse con Foolish!"

Estuvo a punto de levantarse, cuando sintió el aire de nuevo por su rostro. Escuchó chillidos y ruidos, que no hacían más que mezclarse, borrosos y sin sentido.

-¿Forever...?

Agarro la muñeca que sintió cerca de él, apretándola con fuerza. Antes que pudiera decir nada de nuevo, el pañuelo dejó al descubierto sus orejas, manteniendo en la oscuridad sus ojos todavía.

-Ey! Ey! Vegetta! It's hurt! It's hurt so much!!

[¡Ey! ¡Ey! ¡Vegetta! ¡Eso duele! ¡Eso duele muchísimo!]

-Bueno, si me explicases algo, no habría hurt alguno.

No dejaron hablar a Forever, cuando Foolish gritó emocionado de repente. Vegetta sonrió al escucharle, olvidando por completo el ataque de pánico que iba a sufrir en momentos anteriores.

-¡Foolish! Love! ¡He vuelto!

Aunque el español no lo pudo ver, escuchó como Foolish iba a responderle, pero lo interrumpían. Este comenzó a ladrar, molesto, y Vegetta quiso golpear a cualquiera que fuera el causante de ello.

-¡Ey...!

-Wait! Wait! Wait!! Just a sec! That it's not how it's supposed to be! Foolish, you need to calm down. Where are going to play a game! The first one of the day!

[¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¡Solo será un segundo! ¡Esto no es como supuestamente debería ser! Foolish, tienes que tranquilizarte. ¡Vamos a jugar a un juego! ¡El primero del día!]

-¿Que juego ni leches...?

-Okay! Now, everyone, please! Por favor! Listen to me!

[¡Vale! ¡Ahora, todos, por favor! ¡Por favor! ¡Escuchadme!]

Foolish y Vegetta tenían los ceños fruncidos parejos, perplejos; en cambio, los demás, al darse cuenta lo que estaba tramando Forever, comenzaron a silbar de alegría, riéndose de la situación.

-Here we are in front of, what you would expect, a Kiss booth. Vegetta has just arrive, so... The last one of arrive is the first one to start!

Forever continuó explicando sus razones, ganándose un par de palmadas amigables en la espalda y varios Good Job! emocionados.

Foolish no estaba del todo contento, le gustaba saber que la gente quería al español, pero no podrían tocarlo, que él era quien disfrutaba de sus besos y toques indecentes. Pero, eso... ¿Vegetta estaba de acuerdo? ¿Estaba siendo demasiado egoísta? A su lado, Bad se quedó en silencio, sin saber si molestarse por el libertinaje del ojimorado o aplaudirlo por ello.

Mientras que, el aludido, en sí, no había entendido nada de lo que habían hablado; algo que ya parecía común en QSMP.

-¿Se puede saber que estáis diciendo?

A sus palabras los demás se quedaron en silencio. BadBoy fue el primero en preguntar enfadado. ¡Ni si quiera se lo había dicho a Vegetta y ya los estaba esperanzando!

-Forever!? You didn't ask him!

[¿¡Forever!? ¡No le preguntaste!]

-Ah! You shits! Vegetta's lips are still just mine!

[¡Ajá! ¡Vosotros mierdas! ¡Los labios de Vegetta siguen siendo solo míos!]

Foolish se tapó la boca con sus manos nada más soltar esas palabras. Todos estallaron en carcajadas, incluido BadBoy, que intentaba esconder sus risas negando con la cabeza. Tampoco faltaron los comentarios burlones de Roier.

-Holy Shit! Dad! You are a jealous man!

[¡La mierda! ¡Pa'! ¡Eres un hombre celoso!]

Mijo! ¡Tu eres pendejo!

-Share is important, you know?

[Compartir es importante, ¿sabes?]

-Ahg! Shut the fuck up!

[¡Que te calles!]

Avergonzado, el angloparlante fue a esconderse detrás de su amante. Fue cómico ver, como, Foolish, tan alto que era él, tenía que agacharse lo máximo posible para saltar la mesa del stand. Inconsciente o no, en vez de esconderse detrás de Vegetta, se acurrucó en su regazo, pasando sus brazos sobre los grandes hombros del español. El servidor se quedó anonadado por su acción tan audaz.

-Vegetta! They are bothering me! ¡Ellos son... no... fuck... ellos están molestándome!

-¡Uiss! ¡Y ahora no los restriega en la cara! ¡You cochino! Dirty Dad!

Vegetta se había quedado paralizado, completamente sonrojado. Foolish nunca había comenzado el contacto por si mismo, y ahora estaba allí, junto a él... No se había dado cuenta de lo que echaba de menos un contacto así de dulce....

Sin querer que terminase ese momento, Vegetta, despacio, agachó su cabeza hasta quedar escondido entre los brazos del otro. Dio una respiración profunda. La piel de Foolish estaba cálida al tacto, como acurrucarse en edredones suaves en días de invierno Andorrano. Un paraíso en Tierra....

Quería llorar.

¿Como Foolish lo trataba tan bien?

La discusión seguía allí, ruidosa, pero el ojimorado dejó de escuchar, dejó de importarle la mezcla de idiomas, de que no había entendido nada desde que Forever dijo de algo de empezar un juego, de que se encontraba cansado emocionalmente después de pasar horas en la batalla, con su propio demonio ruidoso... Era diferente a cuando estaba solo en el stand con los sentidos anulados, ahora, se sentía en calma.

Con el corazón en la garganta, el apretó más sus brazos alrededor de Foolish.

-¿Vegetta...?

-Foolish... Te he echado de menos... mucho... muchísimo...

El tótem lo sorprendido, casi sin escucharlo de lo bajo que susurró. No entendió lo que dijo, pero, con solo oír el tono, podía entenderlo claramente.

-I missed you too! Welcome home!

[¡Te he echado de menos también! ¡Bienvenido a casa!]

Vegetta suspiró roto, húmedo, con las ganas de lagrimear aumentando a cada rato.

¿Alguna vez alguien le había dicho "Bienvenido a casa"? ¿Alguna vez había sido bienvenido a la vida de alguien? No lo creía.

Oh no.

Estaba llorando ya....

Jodido sensiblero...

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