Ocho.

"Sólo a nosotros"

-¡Niños!- exclamó el castaño con una enorme sonrisa mientras se dejaba abrazar cariñosamente por los menores.

Como si ellos tres fueran los únicos que existieran ahí. Solo ellos. Aunque por parte del adulto, sólo se sentía muy sorprendido. Y algo incómodo.

-¡Dipper! ¿Estás bien?- el mencionado se agachó un poco para estar a la altura de los menores, abrazándolos con aprecio. Y estos sólo correspondieron. Igualmente felices.

-¿Te encuentras bien Pino? No sabes cuánto nos dolió verte así. - comentó Bill con la mirada ciertamente dolida.

-Estoy un poco lastimado pero nada grave. ¿Ustedes están bien? No saben cuánto me preocupe al no encontrarlos. Fue mucha casualidad o suerte el verlos aquí.

-E-Estamos bien... - respondió Will un poco apenado con una sonrisa sincera.

-Lo que importa es que tú lo estés.

-Bill, Will... Los quiero mucho. Y-Yo... Los quiero... - repentinamente se puso al nervioso. Prosiguió. - Simplemente así... No quiero que nada les pase. Y Will... ¿Te sientes mejor? -lo miró directamente.

-Sólo tengo algo de tos y me duele un poco la cabeza. Pero nada que no pueda soportar. - le respondió tranquilo. No quería preocupar a su castaño.

-La ambulancia ya habrá llegado. ¡Hay que irnos rápido!-recodaron ambos menores.

Dipper asintió, su vista de fijo en aquel hombre de tercera edad que tenía cierto parecido con su tío Ford.

-Oh si... gracias señor... - dijo con sinceridad. Mostrando su gratitud y aprecio.

-Stanley. - dijo mirando comprensivo al chico. Prosiguió. -No me lo agradezcas muchacho. Espero y se recuperen pronto.

-Muchas gracias... ¿Stanley que...?- dijo con curiosidad pero a la vez intriga. No sería demasiada casualidad que...

-Stanley Pines. -

-Eres...- abrió los ojos de la conmoción. - ¡Tío! ¿No me reconoces? ¡Soy yo! Dipper Pines.- sonrió de alegría mientras se lanzaba a los brazos de su dichoso tío que todavía trataba de hacer memoria. Aunque se encontraba muy sorprendido por el repentino acto por parte del castaño.

Los gemelos de quedaban callados observando con confusión y un poco de celos la escenas tan... ¿Conmovedora?

Ambos Cipher sabían que estar hasta tal punto de celosos no era... para nada bueno.

-¿¡DIPPER!? ¡POR LAS CHIMICHANGAS! ¡SOBRINO CASI NO TE RECONOCÍ!

-¡¡¡TÍO!!!

-Pero tampoco grites que me dejas sordo. Ya, no seas tan dramático, esto no es una telenovela. - dijo mientras apartaba al más joven. Con un gesto algo irritado y de broma. Aunque por dentro estaba muy feliz por reencontrarse con un miembro de su familia. Y más uno que quería.

-Lo siento... - se disculpó avergonzado pero con una sonrisa dulce.

-¿¿Y?? ¿Cómo va tu hermana Mabel? Oh, mejor deben de ir al hospital. ¡Yo los llevó! Así me cuentas todo en el camino.

-Claro.

Bill y Will le comentaron sobre el momento en que despertaron hasta que llegaron ahí, mientras Stan preparaba sus cosas para irse.

-¿Discutieron? - asintieron los menores neutrales.- Supongo que es normal... son hermanos después de todo.

-Pero casi nunca nos peleamos por Muchas razones. Surgen consecuencias casi graves.- aclaró Will mientras sacaba un pequeño bufido.

-Durante estos 13 años de vida. Solo nos hemos peleado dos veces. Por suerte, ésta vez tan sólo discutimos.

-¿Cuándo fue la última vez que pelearon? Sólo interés.

-Ahm... fue a los 10 años. Y una de las consecuencias que puedo mencionar es el cabello de Will.- dijo Bill mientras señalaba el pelo azul de su hermano. Sonriendo burlón al recordar aquel suceso de hace años.

-Ohhh... ósea que el cabello de Will no es...

-Natural. Quizás luego te contemos el resto de la historia. Cuando regresemos a casa.- le interrumpió Bill.

-Aunque dónde tu estés siempre será como estar en casa. - añadió Will sonriendo en confianza y cariño.

-Eres nuestro hogar.

Esas palabras, por unos breves momentos provocaron un agradable cosquilleo en su interior. Cada vez más, la idea de dejarlos le parecía absurda. Aunque sabía que no podía quedarse con ellos por mucho más tiempo del acordado.

(...)

Stan se sentía indiferente y extraño. Notó la gran cercanía y cariño _ por no decir amor _ que traían aquellos gemelos por su sobrino. Y no sabía si era bueno o malo, ya que hace rato había sentido alguna clase de extraño ambiente que le alertaba del muy posible peligro que emanaban esos pequeños. Aunque la verdad ya no se veían de esa manera. Es como si sus personalidades cambiaran por completo con la sola presencia del castaño. Le parecía tan extraño e interesante. Pero no quería averiguar más sobre aquella conexión que tenían. No sería lo mejor por el momento.

El vehículo donde habían abordado los Cipher, sus dos guardias y su sobrino estaba rodeado por una patrulla y los cuerpos, debía suponer que la ambulancia ya se los había llevado.

Los cuatros se encontraban en una camioneta vieja, con la pintura roja desgastada y oxidada. Pero aun así parecía servir perfectamente. Si quitaba el mal olor que desprendía de los asientos traseros. Esos fueron varios minutos del recorrido. Stan maldecía que el hospital quedará tan endemoniadamente lejos de donde vivía.

Un silencio que pronto desaparecería en algún momento, donde Stan ya ansiaba que aquello ocurriera. Y sus plegarias parecían al fin ser escuchadas.

-Espero que Phill no esté enterado del accidente. Sé que se enojaría mucho.

-¿Quién es Phill?- preguntó mirando por el rabillo del ojo, el retrovisor sólo para comprobar las reacciones de los menores.

-El hermano mayor de Bill y Will. Él está en una reunión muy importante y nos dejó divertirnos en un parque de atracciones. Pero Will se enfermó y nos fuimos al hospital junto a dos guardias. Aunque paso el accidente y... Al menos se encuentran bien y pude volver a verte tío. - explicó Dipper un tanto serio.

-Si... Y... ¿Por qué cuidas de ellos?- preguntó al fin lleno de curiosidad.

-Ah, es mi trabajo. Soy su niñero. Además me encariñe demasiado con ellos. Jamás permitiría que les ocurriera algo grave.- esbozo una dulce sonrisa mientras acariciaba los cabellos de los menores y ellos sólo se dejaban hacer.

Por el momento, estaban callados y disfrutando del momento con su niñero. Daban uno que otro pequeño salto por los movimientos de la camioneta ya que el camino tenía varios huecos o el material del que estaba hecha la carretera no estaba en Buenas condiciones.

-¡Pino nunca nos abandonará!

-Él es nuestro. - Will hizo uno de sus pucheros mientras él junto a su hermano mayor, abrazaban al castaño, aspirando aquel olor que los embriagaba. Un olor a Pino con almendras. Era extraño pero a ellos les fascinaba lo extraño.

-Hehe, son tan lindos. Los quiero.- agregó con sus mejillas rojizas. Depositando les un beso en sus frentes. Les parecía irresistible no hacerlo. De cierto modo, ya empezaba dar les tales cariños.

-Ya veo...- volvió por completo su vista hacia la carretera.- ¿Cuánto tiempo llevas cuidándolos?

-Poco más de diez meses. - le contestó aún con una sonrisa amable.

-Vaya... y... ¿Por cuánto tiempo?- dijo otra pregunta Stan.

-¿Tiempo?- repitió Dipper sin entender muy bien o... quizás no quería comprender.

-¿De qué habla?- soltaron Bill y Will sin entender a lo que se refería. Pero presentía que lo que vendría a continuación no les agradaría en nada.

-El tiempo que se te ha asignado para cuidarlos. Ya sabes...- suspiro mientras se rascaba la nuca. Después prosiguió con su explicación.-Debo suponer que te contrataron por un tiempo, y hasta que ese tiempo no llegue a su límite, seguirás con ellos. ¿Por cuánto tiempo? ¿Hasta cuánto más seguirás con ellos, para luego retirarte?- soltó sin alguna mala intención.

-¿De qué habla viejo?- dijo Bill mirando con molestia el retrovisor para ver la expresión del mayor.

-¿¡VIEJO!?- exclamó Stan casi eufórico.

-Dipper es más que un niñero. El jamás nos dejaría. Por qué lo amamos. - respondió Bill muy seguro de sus palabras.

Aunque aquello que había dicho Stan con anterioridad había dejado pasmado a Dipper. Muy pensativo quizás.

-Lo amamos mucho. Él se quedará por siempre con nosotros.

-¿Verdad, Pino?

Las miradas de los menores se posaron en el castaño que parecía estar perdido. Sus ojos reflejaban una clase de vacío solitario. Stan se sentía más indiferente de lo que se pudo sentir alguna vez en su vida. Como si lo que acaba de decir no fuera algo bueno... para nada bueno.

"¿Qué debo decir?"

Pensaba. Sentía una tortura emocional que le secaba la garganta.

"Mentir... Mentir no es malo. ¿Verdad?"

-¡Pino! ¿Te sucede algo?

-Ah... estoy bien. Y... yo jamás los dejaría. Siempre me quedare con ustedes. Ni... Ni siquiera la misma muerte podrá separarme de ustedes. Porque yo... Los amo.

Sonrió.

Y eso fue suficiente para que los menores le creyeran. Stan decidió no mencionar más ese tema, o al menos no en presencia de los gemelos. Y después de un rato, ya habían llegado al hospital.

Dipper no debió mentir. Lo sabía pero... lo hizo. Simplemente aquello que dijo escapó de sus labios. Y ahora... deberá enfrentar las consecuencias de sus palabras.

¿Por qué? Por qué Mentir es malo. Sin importar que... Es malo.

Ya que provocaba que la burbuja donde se mantenían los menores se volviera más grande y no podrían salir de sus ilusiones.

La realidad es una ilusión.

(...)

Por suerte, ninguno de los tres había sufrido nada grave. Aunque no era el mismo caso en sus guardias. Y para no entrar en más detalles, digamos que ambos guardias necesitaban un remplazo rápido.

Phill no tardó en aparecer. Justo cuando le negociación había terminado y fue un éxito. Como se esperaba.

Se veía muy molesto y preocupado. Y Dipper lo comprendía, después de todo, es el hermano mayor de los gemelos.

Pero Phill supo comprender y entender la situación por lo que sólo le dio uno de sus sermones a sus hermanitos y a Dipper le agradeció por haberlos protegido. Algo en lo que se percató del castaño, era que, aunque Phill tuviera la reciente edad de 15, media lo mismo que él, que tenía ya 17 años. Ósea que...

-Vaya, soy un enano. - dijo para sus adentros soltando un suspiro desanimado.

Y sus sospechas fueron compradas cuándo lo revisaron, por lo que tuvieron que pesar lo y medirlo.

1.68 cm.

Si. Todo un enano.

-Es normal Pino. Los pasivos siempre son de estatura baja. No te preocupes. - Bill le sonrió comprensivo y amable.

-¿¡Cómo que no me preocupe!? ¡Espera! ¡Yo no soy ningún pasivo!

-Eso dicen los pasivos.

Antes de que Dipper pudiera decir algo más, su móvil sonó.

-Veo que no has cambiado el tono de llamada. My lady~ dijo Bill ronroneando con una sonrisa burlona.

-¡Ca-Cállate!- imploro el chico avergonzado. Pero sin saber por qué... le gusto que el menor le haya llamado así.

Bill soltó una leve carcajada. Y Will pues... sólo miraba hacia el horizonte. (?)

-¿Hola?- dijo Dipper con el móvil en mano.

Mientras el mayor hablaba con quién sabe quién, Bill y Will establecieron una conversación.

-Sabes Will, la cabaña del tío de nuestro amado no estaba nada mal...- comentó el rubio pensativo, llamado la atención del mencionado.

-¿Tú crees?

-Si. -asintió y agregó: Sólo necesita algunas mejoras. Pero pienso que sería un lugar perfecto para...

-Aunque cualquier lugar ésta bien. ¿No?- dijo como si supiera lo que su gemelo iba a decir. -No veo la necesidad de dejar nuestra mansión. Haríamos feliz a Dipper.

-Tienes razón. Dipper vivirá con nosotros. No importa dónde pero lo hará. Él no nos abandonaría. - agregó con una sonrisa. - Pero, por si acaso... - murmuró un tanto pensativo.

-¡Bill! ¡Will! - les llamo el amor de su vida, o niñero. Aunque el primer sobre nombre les suena mucho mejor.
Por lo tanto, Bill y Will dejaron de ponerse tipo la rosa de Guadalupe cuando el aire les pasa por su rostro, y se concentraron en el mayor.

-¿Qué pasa?- preguntaron al mismo tiempo observando con suma atención y cariño al castaño.

Ya había finalizado la llamada.

-Tengo que salir para acompañar a mi Tío.

-¡Te acompañamos!

-Lo lamento chicos, pero esta vez no... Tengo que ir solo. Tengo que hablar de algo sobre la familia con él. Por esta vez, iré solo.

-Pero Pino...

-¡Queremos ir contigo!- repitió el peli azul intrigado.

-Lo sé. Pero tengo que ir, además les juro que tan pronto llegamos a la cabaña, regresare rápido. Phill mandara una camioneta pata que venga a recogerme y sea más rápido. Será sólo por está vez. - informó el mayor.

-¿Nos estas ocultando algo?- preguntó Bill, cogiendo desprevenido a Dipper. Quién es puso un poco nervioso.

-¡Claro que no! Al regresar les prometo contar que hable con mi tío. Además Phill también quiere que se queden. Será sólo por está vez. ¿Si?

-Ah... está bien.

-¡Pero regresa pronto!-dijo Bill como si lo estuviera regañando.

-Claro que lo haré.

-¡Un beso de despedida!- pidió Bill bromista, aunque la sorpresa fue que su petición se llevó a cabo.

Dipper les regalo un tierno beso a ambos cerca de la comisura de sus labios. De inmediato, los menores se sonrojaron y aquel cosquilleo tan agradable los invadió.

-Aunque de todas formas nos volveremos a ver...- dijo apenas Will un poco avergonzado.

-No tardaré tanto. - dijo Dipper mientras les sonreía para tranquilizarlos.

-Más te vale.

(...)

Dipper se encontraba ya rumbo al hogar de su tío, y faltaba poco.

-Chico, ¿Qué vas hacer?

-¿De qué?- cuestiono sin entender muy bien.

-Con esos mocosos teñidos. Hablo en serio... No me creo eso de que te quedaras con ellos por siempre. ¿No?

-Bueno... no...

-¿Y por qué les mentiste?

-No soportaría verlos tristes... yo no quiero pero... son tan... Los voy a extrañar mucho. - dijo resignado. En sus palabras y su mirada, se podía apreciar la sinceridad.

-¿Cuánto tiempo más?- se atrevió a preguntar con notable seriedad y casi un deje de molestia.

-No más de un mes. - respondió extrañamente dolido.

-Vaya... espero que ellos... Logren aceptar la realidad.- se detuvo y prosiguió.- ¿Qué clase de conexión tienes con ellos? Por qué no soy ciego, y ellos te quieren demasiado hasta tal punto que nada ni nadie más les importe.-

-Sólo soy su... niñero.

-Cómo digas. ¿Qué harás después de retirarte?

-Regresare a California para estudiar en la mejor universidad y después ir como aprendiz de mi tío Ford. - respondió. Aunque aquello que dijo sonó muy deprimente y sin ánimos lo cual le resultaba extraño.

Hace unos meses le resultaba asombrosa la idea de ser el aprendiz de su tío Ford y dejar se der niñero, pero ahora... todo había cambiado de una manera que no le gustaba.

Stan y Dipper ya habían llegado. Detrás de ellos veían otro automóvil que había mandado Phill únicamente para Dipper cuándo regresara. El castaño acompañó a su tío hasta que esté entrará a la cabaña.

-Ah... Vaya...

-Y veo que... mi temor se cumplió. - admitió. Se sentía muy dolido. Cada pensamiento que surcaba en su mente estaba cargado de sentimientos tristes y sin ánimo alguno.

-¿Cuál?

-El amar a esos pequeños, ya que las despedidas son muy dolorosas.

Rato después salió de la cabaña y al instante entró una llamada.

-¿Hola?

-Pino. ¿Por qué tardas tanto?

-¡Ya te extrañamos!- escuchó el agudo grito del peli azul desde el otro lado de la Línea.

-Oh perdón, sólo tengo que...

-¡Ven deprisa! ¡Te tenemos una sorpresa!- dijo Bill notablemente emocionado.

-¿Así?- soltó asombrado mientras sonreía inconscientemente.

-¡Pero regresa rápido!

-Oh bien. Ya voy.

(...)

Dipper iba de regreso al hospital en una camioneta, tal y como le había informado Phill, y se encontraba en un lugar con mucho tránsito.

Pidió al chófer que fuera lo más rápido posible, ya que quería ver cuánto antes la sorpresa de los menores. Ellos le llegaban a sacar una sincera y dulce sonrisa.

Y pensar que antes no los soportaba.

Sentía fastidio por el ambiente, las bocinas de los autos, el olor a gasolina, el fresco de la noche; todo era tan fastidioso.

Seguía pensando en cómo sería la despedida. De saber que sería tan complicada, jamás hubiera aceptado ser niñero.

Pero todos sus pensamientos se esfumaron cuándo por fin avanzó. El semáforo se puso en verde y avanzó junto a los autos detrás de él.

Pero sólo fue un movimiento el que hizo que, todo se derrumbará.

¿De dónde salió ese transporte? No pudo ni pensar la respuesta ya que quedo inconsciente.

Parecía que el universo quería verlo envuelto en accidentes aquel día.

El universo en un holograma.

(....)

El accidente fue tratado lo más rápido posible.

Los Cipher llevaron el cuerpo de Dipper al mejor hospital más cercano al ver que el de ese país no podía tratar de la manera que ellos querían el cuerpo del Pines.

Fueron a otro país.

El chico fue instalado _ junto al conductor de la camioneta_ a una habitación donde sería tratado.

"¿Por qué tarda tanto?"

Pensaron los menores quienes por dentro morían de agonía. Aunque resguardaban la esperanza de que todo saldría bien...

¿Verdad?

Todo saldrá bien...

Le respondía los guardias, doctores y enfermeras a lo que les preguntaban.

-Will, todo estará bien. - dijo Bill sereno para tranquilizarlo a su gemelo.

-¿Cómo estás seguro?

-Pino estará bien. Él no los prometió. No llores. Tienes que estar feliz para cuando el despierte. Sé que le gustará la sorpresa.

-Y... ¿Cuándo va a despertar? ¿Cuándo abrirá los ojos?- sus ojos se cristalizaron. Iba a llorar.

Y Bill también quería pero tenía que aguantar... O si no ambos se verían vulnerables... y tenían que, aunque Dipper estuviera durmiendo, demostrar los fuertes que eran.

Dipper está durmiendo... sólo eso.

-Cuando se recupere...

-Y si no...?

-Los doctores deben hacer algo. Si no... Ellos serán los que sufrirán. Porque Dipper no va a morir.- su mirada se tornó sería y en sus ojos se apreciaban el peligro puro.

(...)

-Doctor Bruce ¿Cómo se encuentra Dipper Pines?- pregunto preocupado Marcos, a lado se encontraba Phill quien tenía en ensamble muy serio, casi neutral. Aunque en el fondo albergara emociones un tanto angustiadas.

-Es algo muy serio y grave. Pero primero... ¿Son su familia o amigos?-. Pregunto el hombre. Se veía realmente joven, de cabellera rubia oscura.

Antes de que Marcos logrará abrir la boca para responder, otras voces lo callaron de inmediato.

-Somos su familia.- contestaron los menores, que aparecieron de repente sorprendiendo a los mayores.

-Bill, Will, no deben estar aquí. Es un asunto muy serio y de adultos.- comento el peli blanco quien se encontraba intranquilo con la situación. No deseaba que los gemelos estuvieron ahí cuando el doctor, Bruce, les diera la noticia.

-Si es sobre Dipper entonces a nosotros también nos importa mucho.- le respondió Bill a Marcos muy serio.

-Queremos saber lo que le ocurre a Dipper.

-Ah, ésta bien... Continúe Doctor.- se rindió dándole una seña a Bruce que prosiguiera, y este asintió.

-Bien. No es muy recomendable que unos niños escuchen esto, pero ya que insisten prosigo.

-Lo escuchamos.- respondieron los cuatros al unísono. Incluyendo Phill quien estaba muy callado.

-El joven Pines se encuentra en un estado vegetal.

Esas palabras bastaron para que los menores sintieran un extraño y para nada agradable dolor que abrazaba sus corazones con fuerza. Bruce siguió explicando la situación entre otras cosas sobre el terrible estado del Pines.

Las cosas parecían empeorar.

Obviamente ellos estaban dispuestos a cualquier cosa para que su babysitter estuviera de regreso con ellos y siguieran conviviendo como antes.

Pero... en realidad... ¿Aquello sucedería?

Fue cuestión de tiempo para que las cosas, quizás mejorarán, aunque... Las cosas nunca son como uno siempre las quiere. O en este caso, como ellos dos Lo desean.

Bill y Will pasaban días, incluso semanas en el hospital, en esa habitación A.B.315 y aquello les afectaba de un modo muy consecuente.

Casi no comían ni dormían. Faltaban a la escuela para pasar todo el tiempo que ellos creían que era necesario. No querían perder el momento en que los ojos de su castaño se abrieran. El momento en que al fin despertaría. Querían ser los primeros en ser observados ante los ojos de Dipper.

Pero eso jamás sucedía... él no despertaba.

Aunque por lo que había dicho el Doctor Bruce, el estado en que se encuentra, cabe que haya una enorme posibilidad en que, aunque estaba inconsciente, podía escuchar lo que sucedía a su alrededor.

Pero tan sólo eran vagas esperanzas para los gemelos.

Phill podía percatar se de los paranoicos que lograban ser sus hermanos, y temía que ellos alcanzará esa fase. Perdían mucho estudio y tiempo en su niñero. Eso no le gustaba para nada.

Ellos tenían que seguir con sus estudios, y no perder más tiempo. Podían visitarlo hasta que esté diera indicios de levantarse. Y sabía perfectamente que convencerlos para que dejarán al Pines por varios momentos solo, sería el mayor problema que pudo haber enfrentado.

Aunque el pelirrojo no iba a ceder, podía ver como sufrían... él no se rendirá hasta que ellos lo olviden.

"Será lo mejor para ellos".

(...)

Los familiares de Dipper lo visitaban, pero incluso así, Bill y Will parecían los más cercanos que algún familiar del chico. Son demasiados posesivos. Como si ellos no quisiera compartir más el derecho de que alguien lo cuidase o estar tan siquiera en la misma habitación que el castaño. Era un verdadero conflicto cuándo veían a la enfermera acercarse. Eran muy tolerantes con el Doctor, ya que esté debía examinarlo.

Con los que no se ponían muy egoístas, eran con la madre del chico y su hermana. Sólo con ellas.

Pero no podían estar más tiempo con él, Phill los obligaba a irse. Y ellos al ser unos niños y no tenían la suficiente fuerza y derecho sobre el castaño, no podían hacerle en contra.

Bill y Will le dieron de sus ahorros, una gran suma de dinero a la familia Pines para que no desconectarán a Dipper cuándo ellos estuvieran lejos. Sin mencionar que Phill les dio mucho más dinero ya que...

Dipper había trabajo excelente como niñero. Y el tiempo que se le había asignado ya había sido... cumplido.

"Compra Oro"

(....)

No les gustaba mucho ver a su babysitter rodeado de aquellos aparatos, pero no se quejaban porque sabían que era muy necesario. Tenían que resistirse y aguantar. De hecho, habían aguantado durante estos días.

Por último, Phill les permitió escribir una carta a Dipper para que cuándo este despertará, la leyera. Aunque tanto como Bill y Will seguían, hasta el último momento, empeñados en no querer separarse de su babysitter.

Aunque las pocas esperanzas eran destrozadas con cada vez que eran arrastrados, técnicamente (por los guardias), lejos del hospital. El Cipher Mayor sólo quería que sus hermanos tomarán la responsabilidad, el cargo y el honor de tener el apellido de la familia, ser un Cipher nunca fue fácil. Debían seguir estudiando para ser lo mejor de lo mejor, por nada, su apellido era mundialmente famoso.

-Es sólo un berrinche.- dice Phill observando por la ventana el nublado cielo. Se encontraba molesto por la enorme irritación que sentía al escuchar los lloriqueos de sus hermanos.

Hacían bastante ruido por tan sólo una persona.

Aunque era comprensible para algunos...

Ya que esa persona no era menos que, Dipper.

Su niñero.

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