extra dos.

El pelinegro arregló su corbata y su peinado mirando el espejo retrovisor de su auto, era la primera vez que asistía a la casa de un compañero de trabajo y conocía a su familia.

Después de trabajar por cuatro meses había formado una buena amistad con uno de los mejores abogados del buffet donde trabajaba a medio tiempo al menos hasta que terminara su contrato de entrenamiento.

Tomó el ramo de flores y la bolsa rosa del asiento del copiloto y salió de su auto. Se encaminó a la puerta de la casa de su amigo y tocó el timbre. Esperó por un par de segundos hasta que un chico de estatura promedio de cabello rubio abrió la puerta llamando la atención del pelinegro.

Observó detenidamente al chico que le había abierto la puerta, su cabello rubio era largo llegando hasta los hombros, su rostro era adornado por lindas pecas que cubría desde sus mejillas hasta sus ojos, unos bellos ojos cafés y pestañas largas que le dan brillo a su rostro, sus labios rosados y gruesos formaban una sonrisa que sería incapaz de olvidar, éstos son algunos detalles que hicieron su corazón brincar de emoción al ver que existía un chico tan lindo en su entorno.

—¿Lo puedo ayudar en algo?—Incluso su voz sonaba maravillosa, el pelinegro sonrió distraído ante la belleza del chico

—Soy... soy Seo Changbin ¿Aquí vive Lee Minho?—Su voz salió temblorosa pero se mantuvo firme saliendo de su ensoñación

—Si, aquí es—El chico dejó pasar al invitado y cerró la puerta—Sígueme, todos están en el patio

—Está bien—Changbin con nerviosismo siguió al rubio hasta el patio donde se encontraban reunidos

—¡Minho tienes un invitado!—Gritó el rubio

—¡Oh! ¡Changbin!—El castaño caminó hacia el pelinegro—Gracias por venir Changbin—Sonrió y palmeó su espalda

—Gracias por invitarme Minho—Sonrió e hizo una reverencia

—Hola, bienvenido—Una mujer de cabello largo, color negro y lacio llegó junto a Minho y una pequeña envuelta en mantas

—Jiwon, él es Changbin—Presentó el castaño —Un amigo y compañero del trabajo, Changbin ella es Jiwon, mi esposa y la madre de mi hija—Miró al pequeño ser en los brazos de su esposa y descubrió su rostro—Ella es la pequeña Hye Ri, mi hija. Estamos celebrando su nacimiento

Changbin se acercó y miró el rostro de la pequeña, su rostro muy pequeño, pestañas largas y labios finos, su rostro lucia bastante rosado y sus ojos permanecía cerrados. El pelinegro sonrió y soltó un sonido de ternura ante lo pequeña y tierna que es la hija de su compañero.

—Es un gusto conocerla Señorita Lee—Hizo una reverencia y levantó la bolsa que sostenía entregándosela a Minho—Traje un regalo para ustedes

—No era necesario pero muchas gracias—El castaño tomó la bolsa y las flores que le ofrecía el pelinegro—Toma asiento, llegaste en buen momento

Minho caminó hacia dentro de la casa para dejar los obsequios de su amigo, Jiwon le ofreció un asiento al pelinegro junto al hermano de su esposo, el único lugar que se encontraba disponible.

—Hola de nuevo Cha...—El rubio frunció el ceño tratando de recordar el nombre del chico

—Changbin, Seo Changbin ¿Y usted?—El rubio rodó los ojos

—No me hables de usted, puedes tutearme—El rubio le ofreció su mano alegremente—Soy Felix, el hermano de Minho. Un gusto conocerte

—El gusto es mío—Tomó la mano de Felix y la sacudieron por un par de segundos

Durante la pequeña celebración por el nacimiento de la pequeña Hye Ri, Changbin miraba disimuladamente al chico a su lado, aquél que no sólo había abierto la puerta de la casa de su amigo si no también las puertas de su corazón, Había quedado fascinado con el chico, su físico le atrajo mucho pero después de una corta plática su corazón latía con rapidez al saber un poco más sobre el rubio, hermano de su amigo Minho.

—Por favor, por favor—Changbin rogó a su amigo mientras lo seguía hacia los elevadores

—No Changbin, no lo repetiré—Rodó los ojos

—Por favor Minho, sólo quiero su número—Ambos entraron al elevador y Minho apretó el botón hacia su piso

—No molestes a mi hermano Changbin, deja de insistir que no te daré su número no nada de información sobre él—El pelinegro suspiró

—Minho, escucha. Si me das el número de Felix dejaré de molestarte y te prometo...—Changbin fue interrumpido por el castaño y su mirada seria

—Escucha Changbin, no te daré su número así que deja de insistir y comienza a trabajar si quieres obtener el contrato de empleado permanente—Entró a su oficina dejando atrás a Changbin con una mueca

Changbin pensó que tal vez Minho no cedería tan rápido, con un bufido se dirigió a su cubículo y encendió su computadora para comenzar a trabajar. Esperaría a que el castaño tenga buen humor para pedirle nuevamente el número del chico rubio que lo conquistó.

Despues de la fiesta Changbin no pudo sacar de su mente el bonito rostro del chico rubio que incluso soñaba con él y su hermosa sonrisa reluciente, sus pecas destellando en el rostro al rededor de sus ojos y mejillas, sus ojos cerrándose al sonreír, un hermoso sueño.

—¡Changbin!—Un grito sorprendió al pelinegro y miró a la persona que llamaba su atención—La junta con el cliente está por comenzar y Minho quiere que estés presente

—Voy—Revisó los papeles en su escritorio buscando una libreta y corrió hacia la sala de juntas

Changbin estacionó el auto frente a la casa de Minho, suspiró arreglando su traje y mientras se miraba al espejo retrovisor hacía varios gestos coquetos.

Mimho lo había invitado a su casa para festejar el cumpleaños número tres de su hija, había estado planeando una fiesta en grande con familiares y amigos más cercanos y Changbin formaba parte de esa lista de amigos.

El pelinegro aceptó la invitación sin dudar aún con la condición que Minho le había puesto, no molestar a Felix.

Bajó del auto y abrió la puerta del asiento trasero, de ahí sacó una caja rosada con un moño gigante. Caminó con seguridad a la casa y entró siendo recibido por un grupo de niños jugando con muñecas y dinosaurios.

—Hola pequeños—Saludó y los esquivó caminando hacia su amigo que se encontraba hablando cómodamente con su padre—Hola Min

—Hola Bin, llegas a tiempo—Se abrazaron en forma de saludo—Hye Ri está tomándose fotos con todos mientras recibe sus regalos

—Genial, entonces iré con ella—Minho asintió y continuó platicando con su padre

Al llegar a la esquina donde la pequeña de tres años era abrazada y llena de regalos además de que su buen humor alegraba a todos y las fotografías salían perfectas, formó parte de la fila para entregar su regalo y felicitar a la pequeña.

—¡Tio Bin!—La castaña gritó emocionada mientras se estiraba sus manos para abrasarlo y recibir su regalo

—Feliz cumpleaños pequeña hermosa–Le ayudó a sostener el regalo y ambos posaron para tomar una foto

—Mami ¿Puedo ver el regalo del tío Bin?—Preguntó dando brincos con emoción

—Aún no cariño, los regalos son al final de la fiesta—Jiwon sonrió apenada hacia su hija—Gracias por venir Changbin, Hye Ri no dejaba de preguntar por ti

—Soy el tío favorito, creo que aun es muy pequeña para entenderlo y pelear por eso—La mujer rió

—Espero que disfrutes la fiesta, es infantil así que podrás encontrar a niños correr por doquier mientras juegan —Ambos rieron

Changbin buscaba con la vista al pecoso pero no lo veía por ningún lado, se dió cuenta que Felix aún no llegaba a su destino así que tomó un vaso rojo de platico y lo llenó de refresco.

Un rato después de conversar con su amigo y disfrutar la fiesta el hermano de Minho había llegado llamando la atención de todos los presentes pues traía un enorme regalo con él.

Una caja llena de muñecas y ropa para vestirlas emocionó a la pequeña, gritaba y sacaba todo de la caja, dió un fuerte abrazo a su tío y corrió con los demás niños.

—Ahí está mi chico—Murmuró con una sonrisa y miró a Minho seguir conversando con su familia, Felix se unió a la conversación por unos minutos y después se dirigió a la mesa de dulces

Changbin se puso alerta al ver al pecoso separarse de su familia, esperó por unos segundos hasta que Minho se distrajera nuevamente y cuando lo hizo corrió hacia Felix.

—Hola Lix—Tomó un vaso y unas pinzas comenzando a poner gomitas de dulce en el vaso—Te ves muy lindo

—Hola Changbin—Sonrió con timidez—Gracias—Felix tomó una barra de queso pero Changbin la tomó al mismo tiempo

—Parece que teníamos el mismo objetivo—Rió, el pecoso también rió pero su incomodidad era notable en ella

—Si, puedes quedártela—Soltó la barra de queso pero el pelinegro la colocó en el vaso de Felix

—No, disfruta de la barra de queso, son muy deliciosas—Revolvió el cabello del pecoso y miró hacia Minho quien seguía distraído—A cambio ¿Puedo tener tu número?—Sacó su teléfono de su bolsillo listo para anotar el número del pecoso

—Lo siento Changbin—Se encogió de hombros—Ahora me encuentro en una relación—El pelinegro formó un puchero y bajó su mano con la que sostenía el teléfono

—Pero llevo tres años en la fila esperando tener una cita contigo—Felix esquivó la mirada del pelinegro apenado por rechazarlo nuevamente

—Debo ir con Minho—Su tono cortado hizo sentir triste a Changbin. Felix tomó más dulces en su vaso y caminó a paso rápido hacia su hermano

Changbin con una sonrisa triste guardó su teléfono y continuó agarrando dulces de la mesa hasta que su vaso estuvo lleno, tomó asiento en una mesa con pocas personas en ella y trató de animarse.

La arena colarse entre sus pies se sentía bastante bien, el aire golpeando su rostro y el mar llegando a sus pies hacían que se sintiera libre y fresco.

Felix cerró los ojos sintiendo cómo el agua golpeaba contra sus pies y éstos se hundían, escuchó el sonido de las aves a lo lejos y el aire movía sus cabellos. Disfrutaba visitar la playa por la noche ya que no había ninguna persona cerca y el lugar se mantenía en silencio.

—Lix, es hora de irnos—El pelinegro llegó al lado del pecoso y lo tomó de la mano

—¿Podemos quedarnos un momento más?—Gritó dando vueltas con los brazos abiertos—Hace mucho no venía a la playa—Corrió hacia el borde del mar donde las olas no podían llegar

Changbin se acercó al pecoso y se sentó a su lado pasando su brazo por su espalda y dejando descansar su mano en el hombre del chico.

—Seguramente te aburriste mucho en la reunión, lo lamento—Besó su mejilla—Pero te agradezco mucho por acompañarme

—Eres mi esposo Bin, debería apoyarte y darte ánimos en todo para que seas feliz—Besó fugazmente la nariz del pelinegro—Por que si tu eres feliz yo lo soy—Sonrió haciendo que sus ojos se cerraran completamente

—Soy el hombre más feliz del mundo desde el momento en que aceptaste ser mi novio—Colocó su mano en la mejilla de su esposo y le brindó caricias

—Bueno... Yo no creo que ser el hombre más feliz del mundo—Felix desvió la mirada y formó un puchero—Aún nos falta algo para ser felices Bin ¿Sabes que es?—El pelinegro entrecerró los ojos y mantuvo una expresión pensativa

—¿Una nueva casa?—Felix negó—¿Un auto?—El pecoso volvió a negar, la sonrisa que tenía iba desapareciendo con cada idea que Changbin decía—¡Oh! Una mascota

Felix bufó y rodó los ojos rindiéndose, amaba a su esposo, a veces suele ser alguien bastante inteligente que podría dejarlo asombrado por mucho tiempo o con el conocimiento que tiene pero cuando se trata de indirectas era el peor captandolas y el menos inteligente.

—¿Porqué tienes esa expresión?—Frunció el ceño confundido—¿No quieres una mascota o una casa?

—No es que no quiera todo lo que sugeriste pero eres muy malo captando indirectas, amor—Suspiró triste

—¿Quieres formar una familia?—Murmuró llamando toda la atención de su esposo—Solo bromeaba con lo de la casa, el auto y todo eso—Rió—Yo también quiero llenar ese vacío en nuestra casa y nuestro corazón

—Entonces... ¿Adoptaremos a un niño?—Changbin podía jurar qué los ojos de su esposo comenzaron a brillar mientras lo veía, una chispa en su corazón hacia que se sintiera cálido

—Tengo algo que mostrarte—Sacó su teléfono de su bolsillo—He pensado bastante sobre nuestra familia, si queremos adoptar debemos tener un espacio disponible para que sea su habitación

Le mostró su teléfono a su esposo, una imagen de dos pequeños en el área de juegos al aire libre y una chica adolescente sonreían y se abrazaban. Felix levantó las cejas y miró a su esposo con un puchero.

—¿Ellos...?—El pelinegro lo interrumpió

—Son hermanos—Dió un largo suspiro y sonrió—He estado asesorandome sobre la adopción con Minho y fui a ver a la directora del orfanato donde adoptaron a Seong y conocí a ellos

—¿Tu...?—Bufó al no poder terminar de formular una pregunta o frase

—Era una sorpresa para nuestro aniversario oen dos semanas, conviví con ellos y son realmente increíbles y adorables aunque la chica es un poco seria. Les hablé de ti y ellos están ansiosos por concoerte

—¿Adoptaremos a los tres?—Changbin asintió

—No quiero separar a los chicos, se sentirían muy tristes estando separados—Se encogió de hombros—Así que me gustaría que adoptemos a los tres, si tu quieres o podemos conocer a otros niños...

Felix se lanzó a los brazos del pelinegro haciendo notar que ya no podía ocultar sus lágrimas, se encontraba tan emocionado al saber que Changbin ya estaba en preparativos para adoptar y era perfecto para su segundo aniversario de bodas.

—Adoptemos a los tres, quiero que los tres vengan a vivir con nosotros—Besó con dulzura a su esposo—Debemos mudarnos, la casa no será suficiente para una familia de cinco personas

—Claro que es suficiente, los pequeños pueden dormir juntos y nuestra hija adolescente tendrá su propia habitación nosotros tenemos la nuestra así que todo encaja bien—Explicó el pelinegro y al final recibió otro beso de su esposo

—Gracias Binnie, esperare ansiosamente tener a esos pequeños con nosotros pero estaré más ansioso en presentarlos a nuestra familia—Rió—Wow, tus padres se volverán locos cuando se enteren que adoptamos a tres niños

—Dos niños y una adolescente, aún estudia la secundaria—Corrigió changbin ganándose un pequeño golpe en el pecho—Ouch

—Sigue siendo una niña

—Está bien, nuestros dos niños y nuestra niña—Rió atrayendo al rubio a su cuerpo en un abrazo—Te amo Lix, de haber aceptado mis sentimientos la primera vez habríamos tenido ya una familia y ahora estaríamos de viaje juntos

—Perdón Bin, Minho me protegía mucho. Quizá porque nunca le agradaron los idiotas con los que salía—Se encogió de hombros

—Ahora eres mi esposo y padre de mis hijos, le gané a todos esos idiotas que no supieron cuidarte—Su tono de voz había subido y se aferraba al rubio

Felix sonrió y besó a su esposo antes de que dijera más cosas y se altere, el pelinegro sostuvo la cintura de su esposo con una mano y la otra la llevó a su mejilla. Felix abrazó el cuello del pelinegro y profundizó su beso.

—Vamos al hotel—Changbin levantó en sus brazos a su esposo—Tenemos cosas que resolver

—¡Bin!—Changbin sonrió enormemente y caminó hacia el hotel con el rubí en sus brazos

¡Bienvenidxs al extra final!
¿Qué tal?

Al final, Changbin logró conquistar
a Felix y lograron vivir felices
a pesar de que no tuvieron un
buen comienzo.

Espero que hayan disfrutado
de Babysitter y que haya sido de
su agrado. Muchas gracias por
elegir leerla y por haberle dado amor.
Lxs leo en una próxima historia.

No olviden votar si les gustó, pueden
dejar un comentario haciéndome
saber que les agradó el extra.

¡Gracias por leer!

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