Prologue and Characters



El sonido del motor de un Bugatti azul eléctrico resonó por el camino de entrada que conducía a la imponente mansión Nichols, ubicada en lo alto de una colina privada. Los jardines impecables, las fuentes iluminadas y el diseño arquitectónico ultramoderno reflejaban la riqueza y la perfección que los padres de Tory habían construido en torno a su vida. Pero para ella, todo esto no era más que fachada: un escaparate vacío que intentaba ocultar las grietas en una familia que apenas podía llamarse así.

Desde pequeña, Tory había tenido todo lo que el dinero podía comprar: ropa de diseñador, viajes a lugares exóticos, autos de lujo antes siquiera de poder conducirlos legalmente. Su madre, Barbara Nichols, era una de las abogadas corporativas más poderosas del país, con fama de ser implacable tanto en la sala de juntas como en la vida. Su padre, Joel Nichols, era un cirujano plástico de renombre mundial, cuyo nombre aparecía con frecuencia en los tabloides, ya fuera por las estrellas de Hollywood que buscaban su "toque milagroso" o por los rumores de sus numerosas aventuras. Entre las interminables reuniones, los vuelos a destinos exóticos y los eventos de alta sociedad, sus padres apenas tenían tiempo para ella.

Al principio, Tory había intentado complacerlos. Sacaba buenas notas, ganaba premios, era la niña que cualquier padre soñaría tener. Pero no importaba cuánto esfuerzo pusiera, ellos siempre estaban demasiado ocupados para notarlo. Así que, a los quince años, cambió de estrategia. Si no podía llamar su atención siendo perfecta, entonces lo haría siendo imposible de ignorar.

Fiestas en casa que se descontrolaban, bromas pesadas a las amas de llaves, una tarjeta de crédito con cargos absurdos. En menos de un año, Tory se había ganado una reputación: la de la niña rebelde y caprichosa que siempre conseguía lo que quería, aunque fuera a través del caos.

La última gota había sido la fiesta de la semana pasada. Los invitados habían terminado nadando en la piscina con ropa de diseñador, alguien había destrozado una obra de arte carísima en el salón, y, para rematar, el Lamborghini de su padre había acabado hundido en el agua. Cuando sus padres regresaron, la escena era digna de un escándalo.No hubieron gritos ni castigos. Su madre, con el rostro perfectamente impecable y una copa de vino tinto en la mano, solo la miró con una mezcla de cansancio y fastidio.

Esa noche, Barbara y Joel no alzaron la voz, algo que a Tory le molestó aún más. En lugar de eso, su madre la observó desde el umbral con una expresión de completo cansancio.

—Esto no puede seguir así, Victoria.

Tory se estremeció al escuchar su nombre completo. Sabía que algo serio venía detrás de esas palabras.

—¿Qué van a hacer? —preguntó con sarcasmo, cruzándose de brazos—. ¿Mandarme a un internado en Suiza?.

—Ojalá fuera tan fácil —respondió Barbara, llevándose la copa de vino a los labios—. Pero no. No vamos a deshacernos de ti.

—Por ahora.—añadió Joel, ajustándose las gafas mientras revisaba su laptop.

Tory puso los ojos en blanco, acostumbrada a los comentarios pasivo-agresivos de su padre.

—¿Entonces qué? —espetó, apoyándose en la barra de la cocina—. ¿Van a contratar a otra ama de llaves que me odie?

—No exactamente —dijo su madre, sin mirarla.

—Contratamos a alguien para que se encargue de ti —intervino Joel, finalmente dejando su teléfono—. Alguien que te supervise, que se asegure de que sigas las reglas.

Tory frunció el ceño.

—¿Un niñero?

—Llámalo como quieras —replicó Barbara, dejando su copa sobre la mesa—. Pero estará aquí mañana.

—¡No necesito un niñero! —exclamó Tory, sintiendo cómo la frustración comenzaba a burbujear en su interior—. ¡Esto es ridículo!

—No, ridículo es el Lamborghini en la piscina —replicó Joel con una sonrisa cínica antes de salir del comedor.

—Prepárate, Victoria —fue todo lo que dijo Barbara antes de seguir a su esposo.

Esa noche, Tory no pudo dormir. Se imaginó a su nuevo "cuidador" como un hombre mayor, aburrido y gruñón, que probablemente usaría pantalones beige y daría sermones interminables sobre disciplina. Haría que renunciara en menos de una semana, lo tenía claro.

Cuando el timbre sonó al día siguiente, la rubia corrió a abrir la puerta, lista para comenzar su plan de sabotaje. Pero cuando abrió, el guion en su cabeza se desmoronó por completo.

Frente a ella estaba un joven de unos veintitantos, alto, con el cabello castaño despeinado de una manera que parecía calculadamente casual. Sus ojos claros la miraban con una mezcla de calma y confianza, y llevaba una camisa negra que dejaba claro que tenía unos brazos musculosos.

—¿Eres Victoria? —preguntó él con una sonrisa ladeada.

Tory tardó unos segundos en reaccionar.

—¿Y tú quién eres?

—Robert Keene —respondió, extendiéndole la mano—. Tu niñero.

Ella lo miró con incredulidad, sin mover un músculo.

—No. No puede ser.

—¿Por qué no? —preguntó él, todavía sonriendo.

—Porque... ¡no pareces un niñero!

—¿Y cómo se supone que debería parecer uno? —replicó, arqueando una ceja mientras bajaba su mano.

Tory lo miró de arriba abajo, todavía procesando la situación. Él no se parecía en nada al hombre aburrido que había imaginado. Y eso, por alguna razón, la inquietaba más.

—Esto no significa que voy a hacer lo que digas —dijo finalmente, cruzándose de brazos.

—Perfecto. Tampoco vine aquí para hacerte la vida fácil.

El tono relajado del chico, mezclado con esa confianza que parecía innata en él, logró sacar de quicio a Tory al instante.

—Te vas a arrepentir de aceptar este puto trabajo —advirtió, dando un paso hacia él.

Robby no se inmutó.

—¿Eso es una amenaza?

—Es un hecho.

—Bueno, prepárate, porque he lidiado con casos peores. Y créeme, "niñas mal" como tú no me intimidan.

Tory abrió la boca para responder, pero nada salió. Por primera vez, alguien parecía tener ventaja sobre ella. Sin embargo, estaba decidida: Robby Keene no sabía con quién se había metido. Esto sería guerra.




Characters

Robert (Robby) Keene

Veintiocho/Cuidador/Correcto

Victoria (Tory) Nichols

Diecinueve/modelo/problematica

Samantha Larusso
Dieciocho/cantante/daddy's girl

Miguel Diaz
Veintiuno/artista/empresario

Moon Kepple
Veinticinco/pacifista/veterinaria

Eli Mozkowitz
Veintitrés/guitarrista/ex deportista

Erick Nichols
Veinticuatro/ex-heredero/fiestero

Zara Malik
Veinticuatro/gymrat/florista

Yasmine Cochrane
Veinte/mommy's girl/diseñadora de modas


! | CONTENIDO +18 (lenguaje malsonante, contenido sexual, temas sensibles como la infidelidad)
! | DIALECTO ARGENTINO/URUGUAYO
! | HISTORIA CORTA.

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