Hoy era uno de esos días en los que no podías parar de añorar algo o a alguien. Celia no podía parar de pensar en Gass, al haber hecho las paces con Randall y al haber completado su plan no podía parar de pensar en él.

Ella quería más a Mike que a Gass, pero seguía sintiendo algo por él, había sido su primer amigo, pero ahora no podía estar con él.

- ¿Qué te pasa hoy? - le dijo Val a esta - llevas todo el día..., como recordando algo.

- ¿Te acuerdas de mí historia sobre una pelea que tuve hace tiempo con Randall? Pues, echo un poco de menos a Gass, fue mi primer amigo...

Val la entendía pero quería que estuviese contenta.

- ¿Qué te parece si quedamos mañana por la tarde? Es que hoy no puedo, tengo clase de Ballet Monstruoso.

- ¡Claro! Podríamos pintar y bailar, y coger el maquillaje de nuestras mamis... - la cara de Celia volvía a estar iluminada, ahora estaba más contenta.

- Una cosa, ¿sabes el teléfono de los padres de Gass? Creo que estaba en mi academia de Ballet y me gustaría confirmarlo... - mintió Val, lo necesitaba para otra cosa.

- Claro, es este... - y le dió un papelito. Val se lo guardó en la mochila.

Las intenciones de Val no eran malvadas, quería hacerle un pequeño regalo con el pasado a su amiga, seguro que le haría ilusión.