Nunca nadie podría negar que la hermana menor de Kim Namjoon no era una belleza. Ciertamente lo era.

Desde sus epocas en el secundario que Namjoon debía aguantar comentarios desagradables de parte de sus compañeros. Muchos de ellos preguntando su edad, otros comentando lo linda que era y algunos osados, pidiendo su numero.

RM, como le decían sus amigos, era muy afortunado porqué, no solo tenía una linda hermana menor que -a sus ojos- era de lo mas dulce y encantadora, sino que tambien tenia un mejor amigo llamado Min Yoongi, el cuál amenazaba con su gélida mirada a cualquiera que se atreviera a hablar de la pequeña Jennie.

Yoongi conocio a Kim en la secundaria, cuando estaban en su ultimo año. El palido adolescente habia llegado cuando el año escolar habia comenzado y habia congeniado muy bien con el chico de profundos holluelos. Posteriormente, Namjoon le presento a Hoseok y cuando todos hablaron sobre lo que querían hacer con sus vidas, la amistad fue casi inmediata.

Un dieciséis de enero, el alto castaño llevó por primera vez a su nuevo mejor amigo y fue ese mismo dia cuando Yoongi cambió por completo.

Era el cumpleaños de la hermana menor de su amigo y ¿por qué mentirles? su belleza inocente y su dulce rostro infantil lo habían hechizado por completo.

Tenía dieciocho años cuando eso pasó y se odió a si mismo por ello. ¿Como siquiera podía pensar que la hermanita de Namjoon era linda? Es decir, cualquiera en su sano juicio lo haría pero... no de la manera en que Yoongi comenzo a ver a Jennie.

Y cuando descubrió que la menor era mas que un rostro bonito, todo se desmoronó. Era una cabellera sedosa, una sonrisa brillante, unas piernas de infarto y una personalidad hermosa. Un gusto exquisito por la musica y, secretamente, se lo atribuyó y agradeció a Namjoon.

A medida que Jennie fue creciendo, las cosas se fueron complicando aun mas. Como cuando cumplió quince y organizó una pijamada con amigas y bajo casi en ropa interior a buscar mas bebidas y justo él se encontraba en la cocina o como cuando viajaron a un country club con piscina para las vacaciones y llevaron a Yoongi, el mayor tuvo un tiempo muy dificil tratando de no observar a una Jennie de dieciséis en bikini.

Era una locura. El era el mejor amigo de Namjoon y seís años mayor que la chiquilla pero ¡mierda! que era hermosa por dentro y por fuera.

Casi se cachetea cuando se dio cuenta lo fijo que estaba mirando a Jennie. Se sentía mal, habia pasado muchos años en esa casa y, por mas tonto que pareciera, se sentía parte de la familia. Los Kim se habian encargado de hacerlo sentir comodo y a gusto con ellos, siempre incluyendolo y tratandolo como si fuera un hijo.

Casi podía saborear la palabra traidor en su lengua cuando la vio bajar por las escaleras. Notó como besaba la mejilla de Namjoon y luego se abrazaba a Hobi de manera cercana, gruñó por lo bajo cuando su top blanco se subió un poco.

Si bien su hermano mayor era el moreno de hoyuelos, Yoongi actuaba aun mas protector que el y en algunas ocasiones sus celos le causaron problemas.

Cuando se dio vuelta y ambos se miraron a los ojos, sonrió de lado al darse cuenta del tierno sonrojo en sus mejillas. Sabía que algo pasaba con Jennie. Podía mostrarse firme y seria con los amigos de Jungkook, podía ser amable y hogareña con los amigos de RM pero con él...

Con él era otro asunto.

Si Jennie pensaba que él no se daba cuenta de los pequeños detalles, estaba muy equivocada. Siempre le daba una galleta horneada extra, su vaso siempre estaba mas lleno, cuando armaban su cama los dias que se quedaba a dormir tenia la mejor almohada y las mejores sabanas y sabía que todo eso era parte de la castaña.

Hablaron un poco y el pelinegro aprovechó para poder compartir un poco mas de tiempo con ella. Una vez arriba ya no podía bajar hasta terminar, es mas, estaba muy seguro de que esta noche se quedaría a dormir allí.

Que gran problema.

Yoongi era bastante pelicular. Tenia su personalidad reservada, sus gustos musicales intachables y su actitud fria de chico malo pero si algo no podía evitar, era bajar al baño a las 3 de la madrugada. Un ritual extraño pero que debia cumplir para dormir tranquilo el resto de la noche.

¿Qué problemas podían haber en ir al baño en la madrugada? Tan facil y simple como los ejercicios de matemática que Jungkook traía a su casa.

Varias veces se habia topado con Jennie en la cocina, al parecer ella tambien contaba con un toc. Lo ponía nervioso. 3 de la mañana, con su sexy pijama y su voz sensual harían estallar sus pantalones. Deseaba que no pasara esta vez, debía terminar el maldito proyecto sin problemas.

No podía atrasarse. Debia graduarse, obtener su titulo universitario, buscar trabajo, ser contratado, tener su casa propia y ¿quien sabe? Tal vez... invitar a Jennie a una cita. La idea no sonaba tan descabellada hasta qué...

- Hermano, estas muy distraído hoy. -Namjoon palmeó su espalda. - ¿Estas bien?

- Claro. -carraspeó y frunció el ceño. - ¿Como me llamaste?

- Hermano. -se encogió de hombros. -Lo eres.

- ¿Lo soy?

- Claro que si, ambos son como de la familia, tonto.

Yoongi tragó saliva. Menos mal que Hope estaba en el baño porqué, lo que tenia de bueno y dulce, lo tenia tambien de perspicaz e intuitivo. Y Hoseok sospechaba de su actitud desde hace mucho tiempo.

- Somos familia... -comentó al aire.

- Eres mi hermano, Yoongi. -dijo mirandolo a los ojos para luego sonreir y volver su atencion a la notebook en sus piernas.

- Si, somos familia. -murmuró cerrando los ojos.

"Lo siento mucho, Namjoon".

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ahora si se viene lo chido...