Capitulo. 17 💛
Atsushi estaba en el cuarto durmiendo un poco, se sentía cansado, desde que Akutagawa no le hace caso, no a podido dormir bien, aunque pareciese lo contrario, ese mismo día fue a la agencia y si bien se divirtió no era lo mismo, se sentía vacío, se removió un poco y abrió levemente los ojos, al hacerlo, se sentó en la cama y miro a todos lados, no había nadie, suspiro y salió a ver dónde están todos.
Paso por los pasillos tallandose los ojos, al llegar a la sala, no había absolutamente nadie al parecer, Chuya y Dazai habían salió, miro en la cocina y encontró una nota pegada en el refrigerador, decía que irían a un supermercado a traer cosas faltantes, Atsushi pudo leerlos gracias a qué tenía dibujos, volvió a dejar la nota en su lugar por si Akutagawa salía pero sabía que no oasaria y fue a la sala a esperar, se sentó en el sofa y tarareando, se sentía incómodo además de inquieto, todo el departamento estaba a oscuras por alguna razón, y eso no le gustaba al pequeño, intentaba no mirar a ningún lado que no fuera sus piernas por que le daba miedo estar solo.
Cuando de la nada un ruido se escuchó provenir de la ventana, Atsushi dio un leve brinco y apretó su pantalón, estaba aterrado. Armándose con un poco de valor, miro la ventana, más exactamente el balcón y empezó a temblar, no recordaba esa figura, pero por alguna razón su cuerpo emitió una alerta, tanto que por el miedo se levantó para ir corriendo a la habitación de Chuya y resguardarse, más al querer hacerlo se tropezó con sus piernas y se cayó, Atsushi se levantó del suelo adolorido, iba a irse pero escucho una voz.
Inútil, bueno para nada
Atsushi tembló y no pudo evitar comenzar a llorar, más no lo hacía fuerte solo pequeños gimoteos más su cuerpo ya no reaccionaba, solo se quedó ahí parado, esa frase y muchas más se escuchaban a su alrededor, sus lloriqueos aumentaron de volúmen haciendo que se escucharán hasta el cuarto de la única persona que estaba ahi.
Akutagawa se dirigió a ver qué sucedía, más que nada se preocupo de que el pequeño se hiciera daño, salió de la habitación, vio una luz azul, provenir de la sala, al acercarse y antes de poder decir algo, freno en seco y miro atentamente a Atsushi, detrás del pequeño quien lloraba, estaba un enorme tigre, quién estaba a la defensiva, rodeando protectoramente a Atsushi, y estaba dispuesto a atacar si Akutagawa hacía algo sospechoso, miro de reojo a Atsushi quien aun lloraba, y parecía ya no tener orejas ni cola, eso solo indicaba una cosa, su habilidad salió de su cuerpo o al menos la representación de la habilidad para defender a su amo.
Akutagawa se arrodilló lentamente, haciendo que la mirada del tigre se fijará más en él y comenzará a gruñir, al parecer, Atsushi aún no se daba cuenta del felino. El portador de Rashomon suspiro y miro detenidamente a Atsushi.
-Jinko... -El tigre gruño- Atsushi, ven
-N-No -cubrio sus oídos, con sus ojos cerrados -
-¿Por qué no?
-E-El está viéndome... todos...
-¿Él?, ¿De que hablas?
Atsushi apunto a la ventana del balcón y Akutagawa miro, el no veía nada, por lo que miro nuevamente al pequeño.
-¿Que viste?
-U-Una sombra... él... dijo cosas malas de mi... y luego otras voces salieron también...
-¿Voces? Atsushi no escucho nada
-¡Si las hay! - grito fuertemente haciendo que el tigre grulera más fuerte de igual manera mientras enseñába sus dientes-
-Te creo, ¿pero sabes? necesito que te acerques a mi
-N-No
-¡Jinko!
-¡NO QUIERO! -el tigre avanzo un poco a dirección de Akutagawa-
-Atsushi, ven y prometo no apartarme, pero por ahora necesito que vengas aquí, o tendremos un serio problema y está vez no sera por qué Chuya-san nos haga pagar por una pared o puerta rota
-¿Me golpearas? -Dijo ente lágrimas y hipos -
En otra situación Akutagawa hubiera contestado que si, pero este era algo importante, tanto para la seguridad del pequeño y de él.
-No lo haré, así que por favor ven
Atsushi al principio dudo pero abrió sus ojos mirando al pelinegro y después salió corriendo hacia Akutagawa para abrazarle, el pelinegro correspondió y después miro con sed de sangre al tigre, mientras ocultaba a Atsushi en su pecho y hacía que Rashomon tomara una forma sombría, el tigre miro a Atsushi, se echó en el suelo más tranquilo y poco a poco comenzó a desvanecerse.
Atsushi lloraba en el pecho de Akutagawa, quién acariciaba el cabello del menor, miro de reojo la ventana del balcón y e hizo una expresión de enojo y se aferró al pequeño, había visto algo en el reflejo.
-Pudrete, tu y ese orfanato, aunque tu ya estés muerto.
La figura de la ventana se desvaneció, Akutagawa seguía reconfortado al pequeño hasta que se quedó dormido, Akutagawa se sentó en el sofa y recostó la cabeza del pequeño en sus piernas, realmente le importaba poco el pequeño o al menos eso quería creer, normalmente dejaría llorando al pequeño y se reiría de su dolor pero está vez, sintió un dolor en su pecho verlo así, además de la preocupación de que la habilidad del pequeño le hiciera algo al verle tan inestable.
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