capitulo.12 💛
Y bueno, ¿que podía pasar?, que alguien no quisiera devolverlo, Gin al parecer se encariño mucho con el pequeño y eso que solo paso unas horas con el pequeño, el Akutagawa mayor trataba de convencer a Gin de devolverlo pero le era imposible y más por qué Atsushi por alguna extraña razón le tenía un terror a Akutagawa. Aunque siendo sinceros todos se imaginaban por qué, el pelinegro estaba casi gritando para que se lo entregaran y que esté dejara de llorar.
Cada vez que él le tomaba de la mano para llevárselo, Atsushi inmediatamente empezaba hacer un berrinche, lloraba a todo pulmón, se dejaba caer al suelo o inclusive le pedía ayuda a Gin haciendo que ambos hermanos discutieran por él pequeño, una escena muy rara en ambos hermanos.
-Gin, ya dame al maldito Jinko
-Pero el no quiere irse contigo, te tiene terror
-Eso es típico en el -interrumpió Chuya mirando al pequeño quien se aferraba a la chica- la novedad sería que no le tuviera miedo
-Atsushi-kun no le tiene miedo a Akutagawa, solo es prevención.
-¡Lo ves! Hasta Dazai-san y Chuya-san lo admiten, no puedo dejar que cuides de este pequeño no sabrás hacerlo -Dijo la chica mientras tomaba al pequeño en brazos-
-Te cuide a ti y estás bien
-Si pero yo soy tu hermana, él es tu enemigo, hay mucha diferencia en eso
-Como más razón me lo llevo de tu lado -reafirmando su punto- no te quiero cerca de él
-Es un niño, además eso debiste pensarlo antes de dejarlo a mi cargo
-Es un Jinko, muy peligroso que le ha sacado varios sustos a Chuya-san
Akutagawa siente un golpe en su cabeza por parte de Chuya, era una advertencia de que no dijera cosas innecesarias y menos si se trataba de él, Akutagawa solo desvío la mirada y después suspiro, con Rashōmon tomo a Atsushi quien se asustó y comenzó a pelear pero le fue imposible.
La menor de los hermanos se reuso por un momento al ver lo tenzo que estaba pero a último momento se dio, mientras los mayores suspiraba, Gin veía al pequeño preocupado, parecía una madre viendo a su hijo irse por primera vez al jardín de niños, Akutagawa le dio el pequeño a Chuya quien le tomo rápidamente en brazos y el pequeño se aferró fuertemente escondiendo su rostro en el pecho del pelinaranja, temblaba de miedo, sin más agradecieron a Gin y de fueron, Atsushi se despedía gimoteando y con su manita diciendo adios.
-Realmente no esperaba que no fuera a devolverlo -Comenzo la plática el más bajo de los tres, mientras consolaba al pequeño-
-Bueno ella tenía un buen punto para no hacerlo, Akutagawa no podría cuidarlo
-Bueno es verdad, por alguna razón Atsushi-kun le tiene algo de miedo...
-¿Le hiciste algo? -pregunto el castaño mientras miraba a el menor-
-A demás de tomarlo por la camisa y llevarlo arrastras con Gin no hice mas -se defendió Akutagawa-
-¿Una fobia anterior? Tal vez -Chuya miro a Dazai-
-No que yo sepa, solo le tiene precaución a Akutagawa, además de que odia que use a Rashōmon para cortarle alguna extremidad
-Debe ser eso, tal vez recuerde cosas de adulto
-Puede ser, debo preguntarle a Ranpo, por lo que...
Toma a Atsushi en brazos y se lo entrega a Akutagawa, quien le mira extrañado al igual que Chuya y antes que el pelinaranja diga algo o el pequeño pueda llorar, toma de la mano a Chuya y se va, no sin antes gritar al pelinegro que cuide de el hasta que ellos regresen que lo ven en el apartamento, que pueden tardar y que quiere al pequeño en buen estado, además de con todas sus extremidades o habría consecuencias.
Akutagawa no pudo protestar y miro al pequeño quien temblaba como pez fuera del agua o esos perro de otros países llamados Chihuahuas, resignado a qué el pequeño Jinko lloraría lo llevo a un parque cercano y lo dejo irse a jugar con la condición de que no se fuera o le pasaría algo malo.
Con aquella amenaza para nada dulce el pequeño se fue a jugar, mientras Akutagawa le veía recargando en un árbol, le daba curiosidad como el jugaría, puesto que el Jinko idiota que conocía era infantil, no sabía hasta que punto, pensó que estaría corriendo de un lado a otro y con los niños de alrededor pero no fue así.
Atsushi estaba apartado de los niños, de vez en cuando en la caja de arena, o en otros de los juegos de ahí, pero siempre evitando a todos, algo raro si conocías al Atsushi adulto, quien parecía tener facilidad para hacer amigos.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos gimoteos provenientes del pequeño, quien de la nada estaba siendo molestado por haberse sentado en un columpio "privado" para un niño de ahí, y comenzaron a insultar al pequeño, Akutagawa no era de las personas que defendían a los débiles, pero ver los ojos del pequeño con lágrimas las cuales el no había sido el causante le molestaba, se acercó y de la manera más amable y agresiva que el perro de la mafia sabía los mando al diablo.
Obviamente los pequeños salieron corriendo, pero Atsushi miraba maravillado a Akutagawa aún con lágrimas en sus ojitos, Akutagawa simplemente se dio la vuelta y comenzó a caminar, aún viendo si el pequeño lee seguía con la mirada
-Vamonos Jinko.
Atsushi se acercó a el corriendo y tomo el listón de su gabardina y sonrió sonrojado, le había tomado rápidamente confianza al defenderlo.
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