"Entonces papi Matthew estaba llorando porque está enfermito, le gritó a papá Jiwoong que estaba muy caliente y me asuste un poquito, no entendí todo muy bien pero cuando me di cuenta ya estábamos en el brumbrum y papá me trajo hasta acá"

—¿En serio? —exclamó Taerae con su mayor expresión de sopresa fingida, ante el bebé que se mantenía balbuceando incoherencias, lo cuál le causaba gracia.

"¡Si! Pero valió la pena porque me trajeron a tu casita"

—No te creo —siguió el juego el mayor, haciendo que el pequeño sentirse ofendido ante la incredulidad.

"Mirame tío Tae ¿tengo cara de bebé mentiroso?"

—Aww tú también eres lindo —y allí había muerto la magia, el omega se levantó de la silla dónde estaba sentado para caminar a la cocina, ya estaba en las horas que Gyuvin debía comer.

Tomó los suplementos del bolso del bebé e intentaba colocar el agua a hervir, mas con el pequeño en sus brazos era un poco dificil.

"Te convengo tío Tae, cuándo tío Gunwook ya esté viejo yo apenas estaré en plena juventud y seguramente estaré muy guapo"

Gyuvin se aferraba al cuello de la camisa del omega, pues sentía como este perdía un poco la fuerza del brazo que lo sostenía, así que esperaba no caer.

—Yo puedo sostener a Gyuvin si quieres —la voz del querido tío Gunwook resonó en la cocina, haciendo al omega voltear de inmediato.

"No gracias bro, me amo a mi mismo y todavía tengo mucho por vivir antes de caer en tus manos"

—Te lo agradecería —contestó el atareado Taerae, que tenía un poco de miedo de encender la cocina con el bebé en brazos.

Gunwook se acercó a tomarlo, Gyuvin se resistió un poco tirando de la camisa de Taerae, pero finalmente fue arrancado de sus brazos, y este lo cargaba como cualquier cosa menos un bebé, ¿dónde había quedado la delicadeza para con él bebé mimado? El mayor de sentó sobre la alfombra afelpada de la sala y sentó al niño al frente de él.

Gyuvin tomó un zapato que estaba allí tirado comenzando a jugar, mantiendo una coartada de bebé inocente, que pues, no lo era del todo. Gunwook lo miraba atentamente, como si estudiara su comportamiento.

—¿Pensaste que no me daría cuenta?
—habló el mayor hacía él, mostrandole una linda sonrisa.

"¿de que o que?"

—Nisiquiera tienes un aroma especifico y dejaste a Taerae impregnado de tu aroma a bebé, ¿cómo es que buscas marcarlo con tu olor? —estaba acusandolo, había sido atrapado esta vez—¿eres una clase de bebé superdotado o algo por el estilo?

"No lo sé bro, tú dime"

Gyuvin hasta ese punto tenía una cara de total aburrimiento mientras oía a su tío Gunwook hablar, es que ¿cómo se atrevía él a juzgar a un bebé en su sano juicio? El pequeño simplemente siguió jugando con el zapato agitandolo de arriba a abajo acompañandolo de balbuceos.

—Pero recuerda que yo siempre seré el favorito de Taerae —dijo y para Gyuvin aquello era una clara declaración de guerra.

"¿ah si?"

Formó un tierno puchero con sus labios, sus mejillas abultadas comenzaron a tornarse rojas, su puchero empezó a temblar.

—¿Que...?

Y fue allí que soltó el llanto, llorando como si algo le hubiera pasado, alertando de inmediato al omega en la cocina, que afortunadamente ya había terminado con su misión de preparar el biberón del bebé. Taerae se apresuró a llegar a la sala, observando al pequeño Kim sollozar incontrolable y Gunwook en frente sin saber que hacer.

—¿Que le hiciste, Gunwook? —preguntó preocupado yendo a tomar al pequeño, haciéndolo de inmediato, no hace falta decir que se había calmado rápidamente. Taerae limpió sus lágrimas —Oww ¿que te hizo el tío? Tío malo.

—¡Yo no hice nada! —reclamó el chico, pues por supuesto que era libre de culpa. Miraba como su omega dejaba besos en el suave cabello del pequeño malcriado.

Taerae simplemente dejó que Gyuvin recostara su cabeza en su hombro y le dio la espalda Gunwook, para ir a sentarse a un lugar cómodo donde pueda darle de comer al bebé.

Gunwook pudo ver de primer plano el rostro feliz del bebé, destilando inocencia, pero era difícil creerlo, el niño era el mismo demonio.
"¿cómo te quedó el ojo tío Gunwook?"