Habían pasado ya 4 días desde que los chicos se transformaron en bebés, las chicas no podían manejar todo ellas solas por lo que tuvieron que informarle a su sensei de toda la situación, pensaron que se lo había tomado con calma, más no sabían que después de hablar con ellas, fué inmediatamente a regañar al hombre rubio por el cual todo había pasado.
Las tres recibieron un pequeño regaño por parte del director, pero a su vez fueron felicitadas por su fortaleza y determinación al cuidar de los pequeños que obviamente no eran tarea fácil para las tres, pero por sus últimas visitas a las familias de los chicos, pudieron ganar algunos consejos de parte de los padres de ellos, que posteriormente se compartieron entre sí para mejorar sus cuidados.

Ya todo estaba bastante tranquilo, incluso ellas estaban disfrutando de cuidarlos, sin embargo, algo empezó a pasar y era un poco extraño. Antes ya habían notado que los niños les entendían de vez en cuando y parecían reaccionar a cualquier cosa dicha por ellas, pero creían que sólo era algo que hacían los bebés, pero no era así, aparentemente ellos estaban medio conscientes de lo que sucedía y la primera en darse cuenta fué Camie, quién rápidamente informó a Momo de esto, lo que hizo sonrojar horriblemente a la muchacha, pues de vez en cuando se despertaba con una sensación de golpes en una zona bastante íntima, pero pensaba que sólo era la curiosidad del niño, más no era así.

Después de discutir un poco, decidieron llevar a los bebés con sus familias un día, mientras ellas irían a buscar a su profesor para que les diera una explicación de por qué aún no volvían a la normalidad sus compañeros, ya que él no se dignaba a ir a verlas y darles alguna nueva noticia de la condición de su investigación.

Las tres entonces emprendieron un pequeño viaje hasta la agencia de detectives del área, donde Aizawa les indicó que estaría All Might.
Ellas avisarían a su maestro acerca de la suposición de Camie acerca de los chicos, de quien sospechaban que sólo se estaban aprovechando de sus cuidados y si era así, eso los haría incluso peor que Mineta.

Después de dos largas horas de espera, las chicas se encontraron con un desesperado All Might, ya que faltaban 3 días para la fecha límite que el delincuente le había dado para volver a la normalidad a sus estudiantes y estaba preocupado, justo cuando estaba pensando en hacer una locura, (pues no estaba en condiciones de trabajar de nuevo como héroe y lo que le daban por su retiro no le bastaba para cubrir la exagerada cantidad que el ladrón exigía), aparecieron las chicas y comenzaron a comentar todo muy molestas por la actitud del mayor al ocultarles la información.

Toshinori: -Lo siento niñas, yo... Esto es por mi culpa y ustedes no tenían por qué enterarse de todo así, ese sujeto se aprovecha porque no estoy en condiciones para generar el dinero que pide como recompensa para devolver a la normalidad a los muchachos...

Ochako: -Ese sujeto es un abusador, ¿cómo va a pensar que un héroe retirado le va a dar tal cantidad?

Camie: -No, él es un imbécil porque lo que él hizo no necesita recompensa, debe tener un castigo y eso se lo voy a dar yo!

Momo: -Espera Camie, eso no es lo más apropiado que hacer, además, yo tengo una idea que quizá les parezca más justa a ustedes y a él no le va a convenir no hacer lo que nosotros demandamos.

Y con ese plan en mente, las chicas le comentaron a su profesor lo que tenían en mente, pero que necesitaban que no dijera nada de eso al criminal, para darle una sorpresa que probablemente no le gustaría.

Pasaron dos días más, tenían que reunir todo lo que necesitaban para que el plan de Momo funcionara, no fué sencillo lograr que las piezas claves aceptaran cooperar, porque dos de ellos eran demasiado inestables y estaban a punto de ir a golpear al sujeto responsable de lo que sus hijos estaban pasando, pero lograron calmar los para cuando llegara el momento.

Ya todos estaban listos; primero harían pasar a la señora Inko, después iría Mitsuki y si el tipo se rehusaba a cooperar con ellas, entonces estaba Enji, quien obviamente haría que el sujeto aceptara su propuesta, pero eso no lo sabrían hasta que sucediera.

Entonces, pusieron en marcha su plan, Inko entró aparentemente calmada a una sala que había preparado Tsukauchi para interrogar al tipo. Ella tomó asiento frente al tipo, que por medidas de Seguridad, estaba detrás de una ventana lo suficientemente resistente a cualquier cosa e incluso él estaba inmóvil, pues era arriesgado que alguien hablara con él de esa forma, pero la señora estaba bastante lista para comenzar a hacerlo.