Bebé Izuku


Comienza la semana de cuidados para los nuevos bebés en los dormitorios, pero esta vez nos enfocaremos en las actividades de la inocente Ochako y su pequeño peliverde llorón.

...

Era temprano, muy temprano y todos se encontraban absortos en un sueño tranquilo y relajante.

Ochako se levantó con sigilo y a una hora antes de lo normal; quiso aprovechar que Izuku aún estaba dormido, así que con calma se levantó de la cama para ir al baño.
Pudo salir tranquilamente, pues para su suerte el pecoso aún estaba profundamente dormido, rápidamente se dirigió hacia su destino para hacer sus necesidades.

Al salir notó como un adormilado niño se encontraba ya semi-despierto tallándose los ojos con sus manos mientras hacia una especie de puchero que la castaña ya sabía qué significaba.

Se apresuró a acercarse a él para cargarlo y así evitar que llorase, por fortuna el niño no hizo ninguna especie de berrinche mañanero,

Lo llevó hasta el baño para cambiarle la ropa (la cual obviamente hizo Momo a gusto de cada una); esta vez era un trajecito de All Might que creyó que le gustaría al pequeño.

En cuanto lo tuvo puesto, el chiquillo comenzó a aplaudir y reír muy feliz, lo cual a Ochako le pareció extremadamente adorable y no se contuvo mucho tiempo, abrazándolo casi al instante para cargarlo y darle vueltas por unos momentos, haciéndolo reír a la par de ella.

Cuando terminó, ambos bajaron a la sala general, en donde los demás ya estaban desayunando.

La castaña se tomó el tiempo para preparar su desayuno y el de Izuku, mientras la muchacha de cabellos verdes y facciones de rana lo cuidaba con un poco de ayuda de Tokoyami, aunque éste último sólo hizo que el pequeño se alterara y amenazara con llorar, pero para suerte de todos Ochako interfirió a tiempo y se lo llevó para que comiera lo que le había preparado.

Después del desayuno le cambió las ropas al niño y decidió que irían a dar un paseo al parque y luego lo llevaría a ver a su madre un tiempo, aunque se sentía bastante nerviosa; por fortuna no era la única en sentirse así, pues las otras dos chicas encargada de los demás bebés harían lo mismo, y eso le quitaba un peso de encima.

Buscó sus mejores ropas y cuando estuvo al fin cambiada, tomó al peliverde en brazos y salió de los dormitorios junto a él hacia el parque.

Ochako: -Muy bien Deku-kun, al fin puedes jugar un ratito, pero no vayas a lastimarte, ¿entendido?

El pequeño sólo asintió con la cabeza rápidamente muy animado y salió corriendo hacia la resbaladilla que había por ahí.

La morena lo miraba jugar muy tranquilo en la arena, cuando de pronto una idea comenzó a imaginarse en su mente: Ese pequeño ya no tenía ese cabello verdoso tan característico de siempre sino era castaño, se veía un poco más gordito y vestía un traje ahora como el de Deku, incluso tenía las pecas del muchacho en su rostro.
Justo después de ver al infante en su mente aparecieron otros dos individuos: un muchacho alto y fornido de cabellera revuelta y color esmeralda y una chica castaña de cabello no más latgo que el suyo, ambos cargaron al bebé y estaban a punto de voltear para revelar sus rostros cuando escuchó un lloriqueo intenso que la hizo salir de sus pensamientos.

Se aproximó hasta el pequeño y lo cargo en brazos para posteriormente palmearle la espalda mientras lo mecía de forma maternal.

Ochako: -Ya bebé, no llores.
Aquí estoy.

Pero el pequeño no dejaba de sollozar y ella comenzaba a asustarse, pensó en qué era lo más prudente por hacer, así que tomó la pañalera que le había sido creada por Momo y comenzó a caminar rumbo a la dirección que Iida le había proporcionado para la visita a la madre de Midoriya.

Estaba muy nerviosa, pero no quería que el peliverde siguiera triste.

Pasaron unas horas y por fin arribaron a lote de departamentos donde residía su compañero antes de mudarse a los dormitorios.

Con un poco de temor se acercó a la puerta y la tocó levemente, mas no hubo respuesta.
Tocó de nuevo y esta vez la puerta se entre abrió por si sola, lo cual le pareció muy extraño.

Sin pensarlo dos veces entró a la residencia de mamá Midoriya y comenzó a inspeccionar la misma, sin darse cuenta que detrás de ella, una señora sostenía una sartén justo por encima de su cabeza, a punto de golpearle, sin embargo la risa del pequeño le alertó y se dio vuelta, conociendo así a la progenitora de su amigo.

Inko:  -¿Izu-Izuku?
¿Por qué mi hijo es un bebé de nuevo?
¿Y quién eres tú?

Ochako: -Lamento la llegada tan repentina señora Midoriya, pero...
Bueno, primero que nada mi nombre es Ochako Uraraka y soy compañera de Deku-kun.

Verá, surgió un pequeño problema...

Y así sin más comenzó a relatarle a la mayor un pequeño resúmen sobre lo que pasó con su hijo y otros de sus compañeros de clase.

Ochako: -Si quiere que él se quede aquí está perfecto, él parece haberse acostumbrado en poco tiempo a usted y yo la verdad no lo sé cuidar muy bien que digamos.

La mayor miró a su bebé y luego a la castaña, después suspiró y sonrió de una manera que sorprendió a la chica.

Inko: -Niña, cuida bien de mi niño hasta que se recupere.
Yo confío en que All Might encontrará la cura para lo que ellos tienen y no quiero separarlo de sus amigos ahora que es muy feliz.
Además, estoy segura que tú harás un buen trabajo, igual que tus amigas.

Por cierto, si tienes tiempo podemos tomarnos un té mientras te platico cómo deben cuidar a estos niños.

Emocionada, Uraraka aceptó de inmediato y pasó la tarde junto con la señora Inko escuchando sus consejos sobre como ser una buena madre.

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