two

No era novedad que le dirigieran miradas de disgusto y desprecio, pero si lo era que su nuevo cuerpo fuera el receptor de estas.

A primera hora, como había dicho ayer, se levantó y se dispuso a llevar a Jake a que le hagan un control estando preocupado por su condición anímica.

Ver a un joven de su edad con un bebé en pésimas condiciones de salud no le daba buen visto de los médicos, aun si las enfermeras eran propensas a acercarse al infante con voces agudas y rostros graciosos para causar una risa, Jake sólo se aferraba tímidamente a su camisa en una tierna busqueda de esconderse de todas las miradas. Como si supieran lo que pensaban de él, de lo que pensaban de su cuidador.

Era absurdo considerarlo cuando apenas pasaba del año.

El primero en dictarle más que una sentencia silenciosa, fue el pediatra que se encargo de revisar al pequeño. El doctor hablaba suavemente jugando con el menor así no provocar su llanto, no pudo evitar mostrar su asombro cuando Jake era todo sonrisas y risas con el hombre de rostro endurecido a los adultos.

El doctor Song le vio con desagrado antes de pronunciar el veredicto del chequeo, estaba sumamente nervioso por lo que podría decirle pero incluso lo que dijo lo tomo por sorpresa.

—tiene indicios de desnutrición leve, afortunadamente no es lo suficientemente grave para ser irreparable ¿cuanto suele comer? Necesitare resetarle vitaminas, hierro y algunos jarabes para abrir el apetito

—eh...no lo sé

La mirada del doctor se volvió más dura.

—¿como no lo sabe?

—yo...su madre me lo dio el ayer, por eso no lo sé

Tal vez debió explicar más antes de que el doctor se hubiera armado su propia respuesta, su mirada aguda y llena de desprecio atemorizaba al joven.

—no solo está casi desnutrido y debido a eso no tiene ni el peso ni la altura adecuada para su edad, tambien tiene retrazo madurativo, al año se supone que balbucean y logran armar palabras como mamá o papá  ¿algo que decir al respecto?

Trago en seco, la frivolidad con la que el doctor lo trataba lo hizo percatarse del por qué, abrió los ojos tan sorprendido como horrorizado.

—¿cree que yo provoque esto?

—¿no es así? ¿No es usted el padre de este niño?

—no, yo...es complicado, ayer fue la primera vez que lo vi en mi vida, su madre lo... —miró a Jake, era un niño de un año pero no por eso es un tonto. No queria decir como su madre lo abandono en frente suya, cada vez que lo pensaba, estaba más reacido a la idea de darlo a la policía.

La idea inicial era que lo devolvieran con su familia pero su madre fue quien lo dejó botado en un basurero sin mirar atras, a riesgo que el niño no fuera encontrado a tiempo ni por las personas adecuadas.

Jake pudo morir por culpa de su propia madre.

Sin embargo, llevarlo a la policía seguía siendo una buena opción, tal vez podían encontrarle una familia, un buen lugar al que llamar hogar donde no tuviera que escalar una colina todos los días, donde no tuviera que dormir en un colchón sobre el piso, donde un chico sin experiencia se hiciera cargo de él.

El doctor Song entiendo -realmente no lo hizo- que el niño había sido abandonado por su madre con su padre quien no supo de su existencia hasta ese entonces, su semblante se suavizo mientras escribía las recetas en una hoja de papel y sacaba algunos remedios que ya tenia ahí, con una pequeña paleta que se la extendio a Jake sacandole una risita contenta que lo hizo sonreir.

—aquí están algunas de las vitaminas, el resto tendrás que conseguirlas por tu cuenta—se las dio—quiero ver a Jake este mismo día del siguiente mes para su chequeo diario, suerte chico—suspiró.

Daniel solo asintió tomando al pequeño entre sus brazos, Jake se despedía con la mano, emocionado por la paleta. Le había caído bien el doctor.

Park no tuvo el corazón de negar la nueva cita médica, es algo por lo que se disculparia más tarde, pero decir que Jake en días ya no estaría con él, no se sentía bien.

Ignorando el sabor amargo del pensamiento, decidió que al ver al pequeño bebé inquieto sería mejor pasar un rato por el parque para poder gasta allí su energía jugando entre los dos. El lugar estaba ciertamente casi vacío, nadie en su sano juicio iría la mañana de un sábado a un parque tan soleado y que suele estar rodeado de niños.

No tenia idea si Jake sabia caminar, así que quiso hacer el intento al verlo estirar su manita al frente, dejó al infanta a sus pies y se agacho tomando sus manos pero Jake sólo permaneció sentado viendo a su alrededor con curiosidad. Como no tenía ropa de bebé, decidió romper -con mucho dolor- ropa que Jay le había regalo volviéndola apropiada para al pequeño, sólo tuvo que recortar un poco y ajustar con hilo y aguja. Le daba ternura como aun así le quedaba grande la ropa, pero la intención de abrigarlo se habia cumplido por lo que no fue tan malo, debia ser por eso que no quería pararse, quizás le pesaba.

Casi desnutrición.

Con preocupación y delicadeza, lo tomo en brazos sintiéndo cierta rabia en él, una rabia que no sabía que podía sentir.

Era obvio que había sido mal alimentado y probablemente habría sido ignorado por su propia madre, él nisiquiera balbuceaba demasiado.

¿Y si también había sido golpeado?

El doctor se lo habría dicho pero ¿y si se habia curado ya?

Estaba tan absorto en Jake, caminando hacia una banca libre mientras lo hacia jugar con sus manos que no se percató de una mirada fija y sorprendida en él.

—Jake ¿tienes hambre? Podríamos aprovechar y hacer las compras, tal vez comprarte un yogurt aun que... —observo la bolsa de remedios con una mueca, estaría muy cargado de cosas—creo que será mejor dejar esto primero y después ir ¿qué te parece?

Tomo la mirada brillosa del niño como un "sí".

—¡bien! Entonces vamos a jugar un rato ¿donde están lo juegos para niños aquí?

—¿Daniel Park?

Se heló por un segundo y por mero instinto tomo a Jake entre sus brazos apretandolo levemente a su pecho en gesto de protección, Eli sonrio aún confundido ante eso.

—¿Eli?—tartamudeo alivianandose, soltó Jake un poco mas él no tenia problemas con estar recostado en su pecho.

Por unos instantes, Eli se vio reflejado en Daniel pero no debía sacar conclusiones apresuradas.

—lo siento, me sobresalte un poco

—no hay por qué, yo fui quien te tomó por sorpresa—su vista viajo al pequeño que jugaba con las manos de su compañero—¿quién es este pequeñín?

—él es Jake—una sonrisa enorme apareció en su rostro, acariciando la diminuta mejilla colorada del niño así haciéndolo reír.

—hola Jake—quiso tomar su mano, con la misma sonrisa con la que le hablaba a Yenna, se sorprendió cuando el bebé se retrajo más a Daniel poniendo un gesto lloroso.

—lo siento, es algo tímido con la gente

Daniel se puso de pie y mecio a Jake en busca de calmarlo con pequeñas palmadas en el trasero, cosa que funcionó. Eli avalúo fijamente la forma de comportarse, pronto una sonrisa empatica surco sus labios.

—no hay problema, Yenna también era así pero conforme crece se hace más sociable

—¿Yenna?—cuestiono curioso sin dejar de mirar a su niño.

—mi hija

Y ahí es cuando se detuvo, con su boca ligeramente abierta por la sorpresa mientras que Eli solo lo veía. Más, pronto vio la oportunidad.

—¡Oh! ¿cuando comenzó a hablar ella?

—alrededor de los tres años, pero solía repetir algunas palabras antes de eso con frecuencia

—¿cuantos años tiene?

—pronto cumplirá los cuatro ¿cuantos tiene Jake?

—un año y medio—con orgullo, acaricio el cabello del nombrado sacandole risitas.

—¿solo son ustedes?

Daniel Park era muchas cosas y una de esas era distraído, incapaz de captar el ambiente del todo y cuando asintió con la vista perdida en Jake, no se percató el nuevo mal entendido en el que se metió.

A fin de cuentas, no era tan malo cuando Eli y él se la pasaron hablando y jugando con Jake mientras Daniel le consultaba cosas a Big Daddy. Por la poca experiencia de Daniel, Eli propuso una cita de juego entre sus hijos cosa que Daniel acepto sin pensar en que solo tendría a Jake un día más.

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