✶ ᭡⠀: 𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗎𝗇𝗈 .
Su cabeza le estaba matando y su pecho tenia una dolorosa opresión. Con distintas emociones pensaba una y otra vez : ¿Qué habia hecho mal?
¿Fue tan mal padre? ¿Qué fue lo que hizo mal? ¿Debió ser más claro con sus charlas sobre educación sexual con su hijo? ¿Cómo era posible que su pequeño y amado hijo estuviera embarazado con tan solo 15 años?
¡Quince años!
Con la vista nublada por la nacientes lágrimas que querían salir de sus ojos, tomó un profundo respiro y observó la joven pareja.
Quería matar a Jooyeon.
Triste, enojado y aún confundido, contuvo las lágrimas, no era momento de llorar. Nuevamente observó a la parejita de adolescentes que se encontraba con la mirada gacha y las manos unidas sentados en el sillón. Jiseok le dirigió una leve mirada a su padre y finalmente se soltó a llorar completamente inconsolable.
¿Y cómo no?
Le había fallado a su padre y sin contar que con tan solo quince años ya estaba embarazado.
Desde el principio San estuvo renuente de dejar a su hijo salir con Jooyeon.
¡Sabía que debía alejarlo de él!
Pero finalmente decidió aceptar la relación de su hijo pese que para él (su pequeño bebé) aún no tenía la edad para tener novio. Jiseok simplemente había puesto su carita de cachorrito regañado y no tuvo otra opción de aceptar al "amor de su vida" de su hijo.
¡Malditas sean las clases de Guitarra!
Sí, porque ahí fue dónde Jiseok conoció a Jooyeon, en sus clases de guitarra.
Quería llorar nuevamente.
Sería abuelo...
¡Vaya mierda! ¡Tenía solo 31 años! ¡Aún era joven!
¿Lo entienden?
¡Joven!
Aunque de vez en cuando si le tronaban las rodillas...
¡Pero ese no era el punto!
Masajeando su cien observó detenidamente a la joven pareja, en especial a su hijo quien seguía llorando sin dirigirle la mirada. Suspiró con el corazón en la boca aún pensando en que decirles, amaba a Jiseok, su pequeño era su vida entera y definitivamente no lo dejaria solo en estos momentos. Nunca dejaria solo a su bebé.
Menos en esta nueva etapa dónde ya no serían solo ellos dos...
—Yo... Primero que nada y lo más importante— San inició —¿Quieres tener al bebé? ¿Deseas continuar con tu embarazo?— preguntó viendo el cuerpo tembloroso de su hijo, quien se aferraba a la mano de Lee. Seguir o no con el embarazo era solamente la decisión de Jiseok —Decidas lo que decidas yo te apoyaré tesoro.
El menor no pudo evitar sollozar ante la dulzura con la que su padre aún le hablaba.
—S-sí quiero tener al bebé papá, perdóname— susurro Jiseok.
San simplemente asintió respetando su decisión. En el fondo ya sabía que esa seria su respuesta.
—Jooyeon— esta vez se dirigió hacía el joven más grande —¿Cuál es tú posición ante esto? ¿Aún deseas permanecer junto a mi hijo? ¿Te harás cargo?
Preguntó puesto que realmente necesitaba saber que pasaba por la mente de Jooyeon, un embarazo no era un juego y claramente sus vidas cambiarian ante la llegada de su hijo.
—Me casaré con Jiseok— respondío Jooyeon firme y sin dudar —¡Amo a su hijo, señor! Y le doy mi palabra que seré un hombre responsable y entiendo perfectamente que en estos momentos no quiera verme pero...— miró a Jiseok con dulzura —Lucharé para hacer feliz a su hijo, trabajaré el triple si es necesario y me partire el lomo para darle una vida digna a mi familia, nunca les faltara nada.
Familia...
San quiso rodar los ojos y recalcarle a Jooyeon que Jiseok era suyo, su bebé y que su única familia era él, pero simplemente se mordió la lengua y decidió mantener la compostura.
Luego le recalcaria su lugar a ese niño.
San quiso ver algún titubeo de Jooyeon, pero este se mantuvo firme, así que solo atinó a nuevamente suspirar y admirar el hecho de que el chiquillo estuviera firme en hacerse cargo de sus acciones.
Lo admiraba, pero sabía que sería muy difícil puesto que apenas tenía 17 años (pronto 18) y repetía, la vida con un bebé siendo padres adolescentes no era fácil. En lo absoluto facil.
Él muy bien lo sabía.
—No es necesario que hablemos sobre casamiento— San negó sin ocultar su disgusto sobre el tema —Primero lo primero y aunque me cueste admitirlo... Confio en tu palabra Jooyeon. Ya que sé tu postura al respecto y que seguirás con mi hijo... Tendrán que seguir unas reglas, suena muy lindo lo de hacerte cargo pero la vida no es de color de rosa y son tan jóvenes que me temo que no puedan con todo. Creanme que me hubiera gustado contar con apoyo cuando pasé por lo mismo, y porque entiendo por lo que están pasando es que les pido que siguan ciertas reglas.
Ambos jóvenes asintieron atentos, finalmente Jiseok había dejado de llorar y miraba con ojitos tristes a su padre.
El corazón de San nuevamente dió un vuelco al ver a su pequeño triste, pero tenía que dejarlo tener una vida, crecer y conocer el mundo por si mismo.
Por más que le doliera...
Tenía que soltarlo un poco.
Sólo un poquito.
—Ambos vivirán aquí hasta que Jiseok tenga al bebé o Jooyeon consigas un buen lugar para vivir— habló bajo la completa atención y asombro de los menores —¿Qué? ¿Por qué el asombro? Den gracias que les estoy dando la opción de que se muden en el futuro...
Si por el fuera dejaria a Jooyeon vivir en la casa del perro.
—Dos... Jooyeon seguirás con la universidad, se que ingresaste y definitivamente dejarla no es una opción. Por el lado de Jiseok dejarás la escuela y te quedarás en casa para cuidarte debidamente — su hijo asintió sin refutar —Lee dejarás de dar clases de guitarra y trabajaras por las tardes en mi empresa.
—Pero señor... Gano bien con mis claes y-
—Niño creeme que no es nada económico tener hijos. Pañales, leche, ropa, pediatra, medicamentos y sin fin de cosas no te caen del cielo y mucho menos te salen baratas.
Respeto tu trabajo y admiro que con ello has salido a delante tú sólo, pero ahora tienes que velar por dos y las clases que das no siempre son frecuentes y por ende el dinero tampoco.
Supo que Jooyeon estaba finalmente deacuerdo cuando no dijo nada más.
—Tercero, cuando sea el tiempo de antojos yo estoy fuera— la pareja nuevamente le miró confundido —El embarazo... Es toda una incógnita, en especial los antojos. No pienso estar corriendo a altas horas de la noche por un huevo con sandia y atún y esos extraños antojos de embarazo, de eso tendrás que hacerte cargo solamente tú Lee.
Definitivamente lo dejaba solo en eso.
—Y por último y no menos importante, luego de los diez meses yo me haré cargo del cuidado de mi nieto y tú Jiseok retomarás tus estudios— apuntó a su hijo quien no decía palabra alguna —Lo hice una vez y no creo que con mi nieto sea diferente, de todas maneras posiblemente contrate a alguna niñera que me brinde apoyo. ¿Están de acuerdo?
Ambos asintieron en silencio.
Tendría que volver a cambiar pañales... ¡No puede ser! Ser vomitado inesperadamente, pasar por otra adolescencia, ¡Tendría que conocer a otro Jooyeon! (Aunque no sabía aún el sexo de su nieto) Dios santo...
Tal vez si necesitaría algo de ayuda extra.
Agotado y abrumado por todo, San se acercó a su hijo y sin dudarlo lo abrazó.
Jiseok volvió a estallar en lágrimas mientras no paraba de pedirle perdón.
Su bebé...
¿Cómo era posible que su bebé tendría a su propio bebé?
San finalmente se había permitido llorar, abrazando fuertemente a su hijo quien también asustado y abrumado por la situación, lloraba sin consuelo en los brazos de su padre.
—Aun recuerdo la primera vez que te vi... Eras tan pequeñito, tan hermoso y frágil Jiseok, tenía tanto miedo de lastimarte por lo chiquito que eras... Me preguntó si mi nieto será igual de pequeño cómo cuando tú naciste— susurró mientras lo arrullaba —Te amo con todo mi corazón, tesoro. No temas porque no te dejaré solo, a ti y a mi nieto nunca les faltará nada...
Tal vez la llegada de su nieto solo sería otro inicio de buena fortuna para la familia Choi.
Y mucho, mucho amor.
Y bueno... Aquí el intro de está historia
¿Qué les pareció? ¿Están de acuerdo con las decisiones de San?
Les leo corazones.
¡Gracias por leer! ♡
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