Niall:

-... tienes que tené esto como resultado-la voz de Harry tomó totalmente mi atención con esas últimas palabras-¿Entendiste?-preguntó dirigiéndome una mirada severa.

-¿Me golpearias si te digo que no?-le pregunto clavando mi vista en sus rosados labios.

-¡Te lo eh explicado tres veces!-chillo lanzando su lápiz entre la hojas d su cuaderno-¿En que estabas pensando?-preguntó exasperado recargando su cabeza contra el asiento del sillón graxias a que estábamos sentados en el suelo de mi sala.

-En que sabor tendrán tus labios-solté sin pensar.

Y oh sorpresa.

La melena castaña se alzó con rapidez para dedicarme una mirada confundida.

-¿Qué?-pregunto incrédulo.

-Nada-dije volviendo a ver mi cuaderno.

-¿Por qué mierda dijiste eso?-preguntó el castaño.

-Me preguntaste que estaba pensando-dije alzando los hombros y frunciendo el ceño al ver el problema-. Es tu culpa por preguntar. Ahora ayúdame que no se como mierda se resuelve esto-dije poniendo mi cuaderno de matemáticas en frente de él.

Y así lo hizo.

Me ayudó a resolver los problemas que dejó el señor Fletcher y dejó de lado el comentario pasado.

Así duramos un par de horas.

Sin contar que en ocasiones mi mirada ae desviaba a sus rosados labios.

-El problema está en la hoja, no en mi boca, Horan-dijo el castaño son dejar de escribir en su libreta.

Con un leve sonrojo aparte mi mirada y me concentre en contestar.

Oh, dulce tutor con labios color sandía.