8. Buenas Noches.
Kai: ¡¿Se te confesó?!
Jay: ¡Callate Imbécil!
Ya era de mañana, y Jay buscaba desahogarse con alguien, platicar de lo que había pasado en la noche y para su mala suerte, Kai era el único con quien podría hacerlo ya que nadie más lo sabía y esperaba que tampoco sospecharan. Se habían ido a la cubierta, en la parte trasera del barco para poder hablar sin que fuesen escuchados, aunque tal vez igual tengan que hacerlo en susurros.
Kai: ¿Y qué más pasó?
Jay: N-nada... solo eso, pero ya no importa.
Kai: ¿Qué le dijiste?
Jay: Que necesitaba tiempo -escondió su rostro entre sus manos con vergüenza- ¡me quiero morir!
Kai: ¿Pero qué sientes?
Jay: No lo sé, no sé que siento... tú tienes experiencia así que quiero que me digas... ¿qué sentías por Lloyd? ¿qué te hizo entender que te gustaba?
A Kai se le enrojeció un poco el rostro por la pregunta tan directa por parte de Jay, a los dos les gustaba molestarse entre sí pero también quisiera aconsejarle... cosa que sus amigos tampoco hacían con él :v.
Kai: Lo que me hizo entender que yo estaba enamorado de Lloyd... fue simplemente que me doliese pensar que no está conmigo.
Jay: No capto.
Kai: Que yo quisiera tenerlo a mi lado, sentir el corazón palpitar cada vez que estaba cerca... me hizo entender que lo que yo sentía no solo era una amistad porque vamos... eso no piensan los amigos.
Jay: Ya capté, pero aún no sé que decir...
Kai: Explícame tú que es lo que sientes.
Jay: Pues... como tú dices... sentir el corazón palpitar o que me guste cuando se me acercaba o cuando quería estar conmigo... me siento seguro con él y... ey, ya no te daré tantos detalles.
Kai: Jaja, aaaaaay amigo, te puedo asegurar que están destinados -se recostó en la madera tapándose con un brazo el rostro por el sol, aunque no fuese tan intenso- solo aclaralo un poco más y luego dale la respuesta, pero yo te inclino más para un sí.
Jay: Tal vez...
Lo que ninguno sabía era que cierto azabache los estaba espiando a tan solo unos metros de distancia claro que escondido para que no lo viesen. Sonrió para sí mismo al escuchar lo que el pelirrojo era lo que sentía hacia él, totalmente satisfecho se dió la media vuelta para volver a entrar al Bounty.
°•°•°•°•°•°
En otra parte, cierta chica de cabellos cortos iba caminando por las calles de la ciudad mientras empujaba la carriola del pequeño niño, no lo sacaban mucho a pasear desde esa primera vez en la que le fueron a comprar sus nuevas cosas para el momento. Misako y Wu les dieron el día libre a todos para al menos estar seguros de que no haran una tontería... hoy.
Nya: ¿Y a dónde quieres ir? ¿el supermercado?
Lloyd: ...
Nya: Si, a mí también a veces se me hace aburrido... ¿el parque?
Lloyd: ...
Nya: ¿Muy común? ¿que tal la torre Borg?
Lloyd: ...
Nya: Seee, tampoco tengo ganas de ir ¿Dojo de Dareth?
Lloyd: Ño.
Nya: Ahí si hablas ¿no?
La chica levantó la mirada al escuchar unos gritos cerca de ahí. Provenía de un callejón y retrocedió un par de pasos, no tenía su traje de ninja y tomando en cuenta que tenía a Lloyd en modo bebé no era de mucha ayuda.
Volvió a bajar la mirada al escuchar pequeños soniditos que provocaba Lloyd con su boca, como pequeños suspiros en donde podía ver como su rostro reflejaba algo de miedo.
Nya: Tranquilo, iré un segundo ya vuelvo.
Se fijó que no haya nadie más y dejó la carriola a un lado pegado a una de las casas, se acercó de poco a poco al callejón y cuando ya estuvo cerca solo empezó a correr hasta quedar frente a este.
Nya: ¡Más vale que...! E-espera... ¿qué?
No había nada, ni rastro de que haya habido algo en algún instante, incluso había echo su gran entrada con pose de batalla pero que no fue necesaria. Se enderezó y miró con extrañeza el lugar pero se volvió a alarmar al escuchar el grito de un bebé.
Nya: Ay no ¡Lloyd, aguarda!
Se echó a correr hasta volver a llegar a la pista con dirección a la carriola, se acercó y se asustó bastante al no encontrarlo, su cinturón estaba rasgado.
Nya: No no no no no, Lloyd, ¿dónde estás?
Lloyd: ¡Nya!
Escuchó esa vocesita proveniente de por debajo de la misma carriola, estaba ahí abrazando sus piernas con la cabeza ligeramente levantada para ver a la azabache con sus ojitos llorosos, estaba temblando.
Nya: ¡Lloyd!
Lo sacó al instante y lo cargó en sus brazos dandole un pequeño abrazo para calmarlo, no estaba segura de nada de lo que había pasado y tampoco creía que podía recibir una respuesta concreta en esos momentos, pero igual decidió preguntar.
Lo separó ligeramente para ver como sus lágrimas se iban calmando.
Nya: ¿Qué viste?
Lloyd: Malo.
[…]
Otra vez llegó la noche, Nya decidió hablarles sobre lo que había ocurrido en la mañana y obviamente también se los contó al Sensei Wu y a Misako, tal vez puedan saber de algo.
Sensei Wu: ¿Desde hace cuánto que tiene ese comportamiento?
Nya: Un día después de que se hiciera pequeño.
Jay: Pero siempre que lo dejábamos gritaba la misma palabra, esa de "malo", pero eso ya nos da a entender de que puede que sea una amenaza.
Misako: ¿No se los quiso explicar de alguna manera?
Cole: ¿Cómo qué?
Zane: Tal vez se refiera a asimilarlo con un objeto, o tal vez intentar de dibujarlo, señas, algo así.
Kai: En realidad -sacó algo de su bolsillo- una vez él dibujo esto, no le encuentro mucha forma pero me decía que era el "malo"...
Nya: ¿Por qué no nos dijiste antes?
Kai: No creí que fuese algo importante sinceramente.
Sensei Wu: ¿Te hizo alguna referencia?
Kai: Algo así como soplar o decía viento y lo interpretaba, no entiendo a que se refería.
Sensei Wu: Muy bien Kai, dame el dibuno, veré si descifró que es.
Kai: Bien -se lo entrega-
Sensei Wu: Eso es todo, mañana ya podremos ir por el té y devolver a Lloyd a su tamaño normal. Kai, te toca cuidarlo.
El mencionado volvió hacia el pequeño que lo habían dejado sobre la alfombra jugando. Se agachó un poco llamando su atención. El resto de sus amigos se retiró para volver a sus actividades de siempre, para mala suerte y como si en serio fuese cosa del destino, el día de hoy les tocaba cocinar a Cole y a Jay, cada día se turnaban dos para hacerlo, por ejemplo, ayer les tocó a Zane y Nya, pero ya veremos luego que pasará con el par de tórtolos.
Kai: Hora de dormir, Lloyd.
El Ninja de Fuego lo cargó recogiendo consigo uno de sus peluches. Se fue a su cuarto y en la cama dejó al de ojos esmeralda que siguió jugando como si nada con su peluche.
Lloyd: Kai.
Kai: Dime pequeño.
Lloyd: ¿y el Malo?
Kai: Cálmate -se sentó a su lado- él no te hará nada mientras que yo esté aquí ¿entiendes? No dejaré que nadie te haga daño.
Si fuese el adolescente de antes se pudo haber sonrojado mucho pero ahora era solo un niño inocente que sonrió un poco con ternura y gateó para acercarse al castaño acomodando sus manos encima de la pierna del mayor y recostando su cabeza. Kai terminó por sonrojarse ante tal muestra de afecto por parte del niño rubio, pero le devolvió la sonrisa mientras empezaba a acariciarle de los cabellos.
Kai: Te quiero -susurró-
Cuando se dió cuenta que el menor comenzaba a cerrar sus ojos, Kai se echó en la cama y con sus dos manos tomó a Lloyd por debajo de lo hombros jalandolo hacia arriba. En otras palabras, el ojiverde terminó sobre el pecho del castaño abrazandolo del mismo, mientras que Kai lo sujetaba con un brazo, podía escuchar su tranquila respiración que rozaba levemente con su cuello.
Kai: Buenas Noches, pequeño.
[…]
Ahí se encontraban, Cole y Jay que trataban de actuar lo más normal que pudieron, como si lo que hubiese pasado la noche anterior nunca hubiese ocurrido, a fin de cuentas no se tenían que desconcentrar ya que estaban cocinando, claro que Jay inspeccionaba que Cole no queme la cocina.
Jay: Ya sabes, solo quince minutos a fuego bajo, mientras vas moviendo.
Cole: No es necesario que me lo recuerdes a cada segundo, ni que fuera tan malo -ve la hora- faltan cinco.
Jay: La semana pasada quemaste el arroz porque lo dejaste veinte minutos a fuego alto .-.
Cole: Eh... se me fue... no me lo recuerdes.
Jay: Jaja okey va, por mientras iré haciendo el té y luego servimos.
Cole: Como digas.
El azabache siguió con el arroz hasta que se cumplieran los quince minutos y luego lo apagó, se acercó a la estantería de donde sacó siete platos y tazas para colocarlos sobre la mesa, llevó la olla y con un cucharón de madera comenzó a servir en los platos con cuidado de que no se le cayera ni uno del arroz chaufa.
Jay: Dije "servimos" -sonrió colocando la jarra del té al costado-
Cole: Pues ya está hecho, no quisiera hacerte trabajar tanto siendo tú quien hizo la mayor parte del trabajo.
Jay: Ni que fuese tanto... de una vez llevemos todo al comedor -apunto de salir-
Cole: Espera...
Jay: ¿Qué ocurre?
Cole: ¿Ya pensaste lo de anoche?
El pelirrojo se quedó quieto volviendo a recordar lo que en este corto tiempo decidió olvidar, esperaba que no le tocara el tema porque en realidad... si lo quería pero todavía no estaba muy seguro.
Jay: Y-yo... es que... sigue siendo complicado.
Cole: Solo dímelo, ¿la respuesta es no, verdad?
Jay: No, d-digo sí, q-quiero decir que no sé, porque yo... ¡Ay Cole! ¡Me pones en una situación complicada!
Apoyó sus manos en la mesa agachando la cabeza. El mayor ladeó su sonrisa pensando haber captado el mensaje.
Cole: Tranquilo, entiendo que no me puedas corresponder, solo espero que seas felíz con quien sea que estes.
Cole se dió la vuelta pero antes de que se fuera, Jay lo tomó del brazo obligándole a verlo, su corazón no fue quien habló en ese momento.
Jay: Lo siento.
Cole: No es tu culpa.
Se soltó cuidadosamente de su agarre y tomó dos platos en sus manos para ir a llevarlos al comedor. El corazón del azabache se había roto totalmente al saber la respuesta, había llegado a ilusionarse por lo que escuchó en la mañana pero al parecer lo que sintió el pelirrojo fue momentáneo. Lo que no sabía era que cuando él se fue, una lágrima traidora se resbaló por la mejilla de Jay, él si lo amaba y se sentía culpable por no haberle correspondido... eso era lo que quería pero no se atrevió a decir por alguna razón.
Fue como si su boca se hubiese movido sola por los nervios y terminó diciendo cualquier idiotez.
¿Cómo lo arreglaría?
•°•°•°•°•°•°•
Nya: Oye hermano, ya es hora de comer.
La azabache se acercó a la puerta de su hermano y tocó sin mucha fuerza.
Nya: ¿Kai?
La joven abrió lentamente la puerta encontrándose con una muy tierna escena. Lloyd durmiendo sobre su pecho mientras que los dos parecían sincronizados con sus respiraciones. Se rió en voz baja y lentamente fue cerrando la puerta.
Nya: Un plato menos... Buenas noches par de tórtolos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top