Capitulo 6 - Atrapada
Lamí mis labios y los fruncí cuando fui consciente de lo seca que estaba mi boca. No podía hablar, dejando de protestar por las acciones de Harry. Mi muñeca seguía oprimida por su mano cuando alcanzamos la puerta de una habitación. Me culpé a mí misma de creer a ciegas que podía volver a casa. Era estúpido. Ellos pagaron una gran cantidad de dinero a Richard y a mi familia por mí. No me dejarían ir tan fácilmente.
Mi respiración aumentaba con casa desesperante segundo que pasaba. Cuando la puerta fue abierta, Harry tiró de mí fuertemente adentro antes de cerrarla de un portazo otra vez. Aun tenía el ceño fruncido mientras finalmente dejó ir mi mano y miraba por la habitación.
Escarbó por el bolsillo derecho de sus vaqueros mientras se acercaba al tocador. Sacó las llaves del coche y las lanzo descuidadamente encima. Mi corazón saltó cuando los ojos de Harry se clavaron en mi otra vez.
Solo noté lo cerca que estaba cuando sentí una respiración caliente en mi frente. “Quítate el vestido.” Demandó, su voz firme. Nerviosamente tragué, incapaz de pronunciar una sola palabra. ¿Qué estaba mal conmigo? Era en momento como estos en los que necesitaba ser firme en mi postura y luchar.
Pero no lo hice. No podía. Alguien se estaba aprovechando de mí y no estaba haciendo nada.
“Me estás hinchando las pelotas.” Murmuró.
Nunca había sido expuesta a nada tan…vil. Como mi madre solía llamarlo. Nunca discutimos sobre sexo en nuestra casa y no sabía nada sobre eso. Pero me enseñaron que era algo sucio, eso es todo. Solo estaba al tanto de lo básico desde una perspectiva biológica, cuando en séptimo grado en el programa de ciencias nos lo explicaron pero la total idea de ello me asustaba.
“Eres tan jodidamente difícil.” Maldijo fuertemente, sobresaltándome. Me encontré aterrorizada de él.
“Mírame.” Cuando mis manos fueron cogidas por las suyas, deje escapar un lloriqueo. “He dicho que me mires.”
Hice lo que me dijo, demasiado asustada para desobedecerle. Tímidamente levanté la vista a sus ojos. Era duro de decir de qué color eran mientras estaban oscurecidos por el pronunciado hueso de su ceja. “¿Por qué nadie me escucha? ¿Por qué?”
Mis dedos empezaron a retorcerse incontrolablemente. Los rasgos de Harry relajándose un poco mientras me miraba detenidamente. Su agarre en mis manos fue perdiéndose mientras sus ojos seguían su rastro.
Se veía sorprendido por mi intensidad, la rápida sacudida de mis manos aparentemente dejándolo confundido. Sus labios se partieron para decir algo mientras dejaba ir mis manos completamente pero acabó sin decir ni una palabra.
Sentí alivió cuando se alejó unos pasos de mí, mirando lejos mientras frotaba su nuca. Dejé escapar un suspiro de alivio.
Ambas manos fueron puestas en el tocador mientras miraba en el espejo. Intentaba quedarme quieta lo máximo posible, con miedo a que la atención de Harry se dirigiera a mi si hiciera algún tipo de movimiento o sonido.
Salió hecho una furia de la habitación y dio un portazo detrás de él. Nunca me he sentido tan aliviada.
No estoy segura de porque se fue pero sabía que lo que acababa de pasar era solo el principio. No podía predecir nada. Solo necesitaba un modo de protegerme.
Espere en la habitación unos minutos antes de abrir un poco la puerta. Eche un vistazo a través de la pequeña abertura para ver si no había nadie la vista. No veía a Harry por ningún lado por lo tanto salí. Caminé casualmente por el pasillo, dando pequeños pasos.
__________________________
“Oh, estoy acostumbrada.” La Sra. Briffen dijo entre sollozos. Palmeando sus párpados con una servilleta. “Ahora sabes lo problemático que es.”
“Con un padre que lo consiente tanto, era de esperar.” Dije, sentándome al lado de la llorosa mujer en mi cama. “Quizá deberías tomarte un descanso, Sra. Briffen. Olvidarte de esto. Si él es lo suficientemente decente, se disculpará contigo.”
Dejó escapar una risa. “Thalia, este chico nunca pide disculpas a nadie. Pero tienes razón, me voy a ir a la cama después de que acabe con los platos. Estoy tan contenta de irme mañana a casa.”
“¿Te vas a casa mañana?”
“Me voy a casa todos los fines de semana.” Explicó. “Oh, olvidé decírtelo.”
Me moví nerviosamente por la cama mientras pensaba en lo que acababa de decir. Si ella se iba a casa, iba a estar sola con Harry el fin de semana. Un escalofrío me recorrió con el pensamiento. ¿Por qué no me lo había dicho antes?
Cuando la Sra. Briffen salió de mi cuarto, me sentí perdida. Atrapada. Y sola.
Escavé en la bolsa que me había traído Jakey y me cambie por un jersey y unos vaqueros, intentando mantener las malas noticias fuera de mi mente. Noté que la Sra. Briffen se había dejado su pequeña servilleta en la cama. La dejé en el tocador antes de dejar mi pelo suelto, los rizos oscuros cayendo por mis hombros mientras me preparaba para ir a dormir.
Tiré de la manta de la cama cuando un toque en la puerta me sobresaltó. Era probablemente la Sra. Briffen volviendo a por su servilleta. Sin pensarlo mucho, abrí la puerta.
Instantáneamente empecé a arrepentirme. Me quedé completamente congelada enfrente de Harry.
Mi primer instinto fue cerrarla otra vez, la cual cosa intenté pero Harry la mantuvo abierta, su altura abrumándome. “Escúchame.” Sonó como una orden. “Sobre antes,”
Miré lejos, mis ojos moviéndose incómodamente.
“Estaba enfadado porque... eh… bueno yo solo…” Pauso un momento, su lengua rápidamente deslizándose fuera para humedecer sus labios. “Mira, no quiero que me tengas miedo. Y… lo siento. Si he sido un… estúpido.”
“Está bien.” Dije en voz baja.
“Y quería decir que no tolero extraños viniendo a mi casa. Sé que alguien ha estado aquí. Si atrapo a alguien, las cosas no serás muy bonitas.”
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top