Capítulo 45 - Secretos

Me puse al lado de Harry mientras él trabajaba en el candado que mantenía la habitación sellada. Sentía que la seguridad no era necesaria pero estaba segura que él tenía sus razones, aunque no podía decirlo seguro.

Una vez la puerta estuvo abierta, Harry cabeceó hacia un lado. Lo miré, preguntando por otra aprobación. Harry deslizó los dedos entre los míos antes de apretar mi mano ligeramente. Debía entender mi vacilación. Las cosas se habían puesto feas entre nosotros la última vez que entre ahí. No estaba segura porque me quería dentro ahora.

Con mi mano fuertemente entrelazada con la de Harry, fui guiada dentro de la polvorienta habitación. La suciedad cosquilleó mis sentidos, y empecé a toser y a respirar con curiosidad. La atmosfera había empeorado notablemente. La pobre ventilación no parecía molestar a Harry, ya que se mantenía entretenido con mis estornudos. Rio descaradamente ante mi reacción tan sensitiva mientras buscaba el interruptor para encender las luces.

Pateó para cerrar la puerta antes de girarme para encararlo. Me cogió por sorpresa cuando Harry apretó ligeramente mi nariz. Sostuvo los dedos ahí un rato y cuando los quitó, los estornudos habían parado. “¿Mejor?” Preguntó.

Estaba perpleja por lo que acababa de hacer. “Sí.” Terminé riendo.

“Vamos.” Me mostró una rápida sonrisa mientras buscaba mi mano para cogerla de nuevo. Su piel siempre era más cálida que la mía, y de alguna manera hacia que su toque más cómodos.

Grandes lienzos nos rodeaban desordenadamente, la mayoría de ellos con una hermosa pintura, algunos vacíos. Miré las imágenes expuestas ansiosamente mientras me adentraba en la amplia habitación. Recordaba muchas de ellas, pero había varias piezas que no había visto todavía. Esperaba encontrar la pintura que hizo de mí pero no estaba en ningún sitio que se viera.

“Eso es impresionante, Harry.” Me encontré asombrada por una pintura en particular. Había capturado una escena en otoño, un camino de grava perdiéndose entre unos árboles vivamente coloreados. “Pero pensé que eran un secreto…” Mencioné, todavía confusa por el porque estaba aquí.

“Bueno si, en parte.” Murmuró mientras pasaba la mano por su nuca. “Quizá sonará cursi y esa mierda pero… me gusta poner ciertos sentimientos en las pinturas, ciertos momentos que han tenido un impacto en mí. He hecho eso en la mayoría de las piezas que ves aquí.” Gesticuló hacia las pinturas. “Así que son muy personales y las mantengo para mí mismo.”

“Por eso te enfadaste conmigo la última vez.” Concluí, agachando la cabeza para mirar mis uñas. “No tuve la oportunidad de decir lo siento-”

“No, yo lo siento.” Sentí sus manos rodear mi cintura desde atrás. “Siento haberte gritado ese día, y siento haberte gritado anoche.” Se disculpó.

“Estaba un poco agitada.” Admití.

“Lo sé, lo sé.” Dijo suavemente en mi pelo. “Voy a intentar ser menos capullo, ¿vale?”

Respondí con un asentimiento y lo escuche reírse contra mi cuello. “Me has enseñado que confías en mí, Lia. Quiero que sepas que confió en ti también, así que te traje aquí. Nunca he dejado que alguien entrara aquí.”

“¿Ni siquiera Kaylee?”

“Por supuesto que no.” Dijo seriamente. Sus palabras eras terapéuticas, y francamente me hacían sentir especial.

“Bueno, aprecio eso. Creo que tu trabajo es impresionante.” Dije mientras miraba alrededor, brevemente observando las otras pinturas. “Excepto esos. No me gustan mucho esos.” Mi mirada se mantuvo incomoda en las que contenían a chicas desnudas posando sensualmente, y casualmente estornudé. Solo esperaba que no fueran gente real que habían posado para Harry. Me puse más incómoda con mis propios pensamientos.

“Esperaba que dijeras eso.” Terminó la frase con una risa. “Pero tu visto bueno a las demás pinturas es suficiente para mí.” Mientras que la mayoría de cuadros estaban sujetos por caballetes de madera, vi la pintura más familiar descansando en el suelo – es único que había despertado mi curiosidad enormemente. Harry noto donde estaba fija mi atención, porque retiró las manos de mí y se arrodillo para coger la obra de arte abandonada.

“Debería contarte sobre esta.” Murmuró en voz baja mientras miraba hacia los antiestéticos dibujos de unos cortes ensangrentados. Harry se sentó en el suelo y yo le seguí.

“¿Te… cortabas a ti mismo?” Solté sin pensar. La idea de herirse a uno mismo me hacía encogerme, aunque había considerado hacerlo un par de veces. Pero nunca lo había hecho y sabía que nunca sería capaz.

“No.” Dijo, todavía mirando la pintura que sostenía. “Mi madre lo hizo.”

Un grito ahogado cayó de mis labios. “¿Tu… madre?” De repente todo sentimiento de compasión que sentía por ella había desaparecido.

“Pero ella no quería herirme. El temperamento de mi padre estaba causando daños en ella. Abusaba de ella, físicamente, mayormente verbalmente, pero aun así… le presionó tanto que llegó un punto en el que ella estaba completamente rota. Intentó divorciarse muchas veces pero no era posible si mi padre no aceptaba. El no aceptaría. Buscó ayuda, enseñándole a la gente los moratones que le había hecho mi padre. No funcionaba, así que probó con algo más.”

“No lo entiendo…” Mi voz se apagó, encontrándome sin palabra.

“Nadie lo entendería pero yo lo hice, aunque tenía siente entonces. Era el único que veía toda la mierda por la que estaba pasando. Ella necesitaba una escapatoria, y yo entendía su desesperación. Me lo explicó primero, bueno, estaba borracha cuando me lo hizo pero obedecí. Me dijo que le diría a la gente que mi padre me las hizo, y seriamos libres. Admito que me traumatizo… la navaja suiza, la sangre sobre el suelo del baño. La escena se repite claramente en mi cabeza. Pero funcionó. Una vez que vieron esos cortes que mi padre supuestamente había hecho, el divorcio estaba garantizado. Pero como te imaginaras de este bonito lugar, no hubo nada más ni se llevó ni una investigación. Así que después de mucha conmoción, mi padre finalmente decidió dejarnos y mi madre y yo vivimos en paz hasta, ya sabes.” Lo estaba viendo en su estado más vulnerable.

“Aunque no me gusta hablar sobre ello. Quizá estuvo mal, quizá no pero es el pasado y me gustaría mantenerlo allí. Odio cualquier tipo de recordatorio pero,” Lanzó la pintura violentamente y lo vimos deslizarse por el suelo. “Sigue jodidamente ahí.”

“Siento haberte hecho hablar sobre ello.” Dije, metiendo algunos mechones sueltos de pelo detrás de mí oreja. Gateé hasta Harry y me encajé contra su cuerpo, deslizando mis brazos alrededor de su cuello intentando consolarle. Sus brazos rápidamente me rodearon, sosteniéndome cerca. Él pareció apreciar mi gesto. Mi madre solía contarme sobre casos como estos, era común aquí en Fleese donde las leyes estaban por todas partes. Divorciarse era una de las cosas más molestas que había. Pero esto era asqueroso, los extremos a los que llegaba la gente para hacerlo. Cualquier problema en un matrimonio no tenía nada que ver con los niños. ¿Cómo puede cualquier padre tener el corazón de hacer tal cosa? Solo podía imaginármela traumática experiencia que tenían que sufrir esos niños, por lo que Harry había pasado. Y eso sacaba a la luz lo fiel que era Harry a su madre a pesar de las cosas que hizo.

Hablando de padres… “¿Qué hora es?” Pregunté. “Mi madre… debe estar muy preocupada.” Me estresé, añadiendo espacio entre nosotros mientras me levantaba.

“Relájate, te dejaré allí de camino a la universidad.” Harry se levantó, mirando su reloj. “Parece que me he perdido dos clases hoy.” Dijo, de alguna manera feliz. Ahora que Kaylee no lo estaba ayudando en la universidad, tendría que trabajar duro para lograrlo por sí mismo. Pero no estaba segura de que lo estuviera haciendo.

“Tendríamos que ir yendo.” Dije mientras mi mente intentaba recordar las varias mentiras que había pensado la pasada noche.

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 Estaba inusualmente raro, pero el brillo del ambiente no me molestaba. Me mantuve cautelosa mientras pasaba el descuidado parque comunitario. Harry me había dejado una manzana de distancia del apartamento para asegurarse de que no nos vieran juntos. Me había dado un beso de despedida antes de que siguiéramos con nuestras vidas normales. No sabía cuándo lo vería de nuevo pero me había prometido que iba a ser pronto.

Apretando mí abrigo, giré y llegué a la familiar calle. Mi apartamento estaba solo a unos pasos pero pare de caminar cuando vi un coche de policía aparcado enfrente del café Peppercat. La policía nunca patrullaba, y si no poseías una mansión o un coche caro, nunca estaban disponibles cuando se les necesitaba.

Rápidamente crucé la calle, olvidando todas las normas de seguridad mientras solo miraba en dirección al café. La vista se aclaró. Detrás del cristal, vi cabezas girándose mientras me aproximaba. La campanilla sonó cuando entre, e instantáneamente fui el centro de atención. Mi corazón se hizo pesado mientras miraba a todo el mundo. Un oficial de policía en su uniforme me miraba de arriba abajo y Darren imitaba la escena pero parecía más resentido ya que estaba al lado de mi madre, cuyos ojos estaban hinchados e inyectados en sangre.

¿Qué había pasado?

“Aquí está.” Una voz detrás de mí aclaró lo obvio. Me giré para encontrar a Walter Peppercat, el dueño del café. “¿Te importaría explicar que ha pasado aquí?”

“¿A- A que te refieres? Acabo de llegar.” Murmure mientras sentía los brazos de mi madre rodearme, emitiendo lloriqueos y descansando su cabeza en mi hombro.

“Ese es el punto. ¿Qué cojones te ha pasado?” Darren enfureció. “¿Tienes una idea de cómo lo ha pasado tu madre?”

“Darren es suficiente. Deberíamos estar agradecidos de que esté a salvo.” Mi madre dijo entrecortadamente antes de mirarme de nuevo. “¿Dónde has estado?”

“Mi antigua compañera de clase Sarah y su madre estaban en la ciudad y pararon por el café-”

“¿Pasaron a media noche?” Interrumpió Darren.

“N-Necesitaban direcciones a un motel.” Solté. Había planeado la historia esta mañana. Harry me había ayudado con ello. “Y decidí ayudarlas.”

“¿Así que te metiste en el coche y te quedaste con ellas toda la noche?” Dijo Darren. No se creía nada.

“¿Podrías dejar de interrumpirme y escuchar lo que tengo que decir?” Me frustré, el estrés creciendo en mí. “Era bastante tarde cuando llegamos al motel así que me invitaron a quedarme con ellas. Estaba realmente cansada y sabía que no era bueno para mí volverme sola por mi cuenta, así que pensé que lo mejor era quedarme allí. Además, no había visto a Sarah en años y-”

“Mira niña, no nos podría importar menos tu fiesta de pijamas con Sarah.” El policía se metió en la conversación. “Solo aclárame si eres la que destrozó la cocina así me podré ir.”

“¿La cocina?” Inquirí.

“El suelo está lleno de bandejas, tartas y crema.” Dijo Walter, su actitud algo irritada hoy.

“Oh.” Recordé mi ataque de rabia mientras la sensación de mareo crecía dentro de mí. Yo había destrozado la cocina. Y era la única cosa que había pasado realmente. “Si, fui yo. Estaba un poco estresada la pasada noche.” Dije mientras jugaba con mis dedos. Agaché la cabeza mientras sentía una asquerosa y cálida sensación creciendo en mi garganta. Inmediatamente recordé la pasta fría que había tomado la pasada noche.

“Ahí está, Sr. Peppercat. Ningún intruso. Solo una adolescente hormonada.” Dijo el policía juntando las manos. “Supongo que mi trabajo aquí ha terminado.”

Entonces corrí fuera del círculo, dejándolos a  todos perplejos. Me lancé al cuarto de baño más cercano y mis rodillas instantáneamente golpearon el suelo mientras el sabor ácido ocupaba mi boca. Me acerqué y una sensación casi abrasante dejó mi garganta y mi boca, una sensación chocante acompañada de una expulsión.

Esperé por una palmadita en la espalda pero nunca llegó. Mi madre y Darren estaban plantados fuera, apenas mirándome mientras ponía todos mis esfuerzos en levantarme del suelo. Me encaminé a la pila para asearme.

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El camino de vuelta al apartamento solo consistió en pedir perdón a mi madre por desaparecer sin decírselo. La culpa era terrible y sentía la necesidad de disculparme una y otra vez. Estaba agradecida de que Walter me dejara el día libre. Harry me había mantenido despierta la pasada noche y creo que solo había dormido cuatro horas. No estaba de humor para servir mesas o limpiarlas después de que la gente se fuera.

Mi madre estaba extrañamente callada y parecía estar pensando profundamente. Me preocupaba que se enterara de Harry. Pero lo que realmente de ponía nerviosa era como Darren no parecía creen ni una palabra de lo que había dicho. Harry había contestado una llamada de su ‘moderno’ móvil. Darren debía saber que algo estaba mal.

Pero como yo, él también tenía secretos. Harry tenía razón, Darren estaba tras algo sospechoso. Había perdido la confianza que tenía en él.

“¡Felicidades!” Salté cuando la puerta se abrió. Mi hermano alzó los brazos, moviéndolos en el aire en lo que parecía un intento de sorprenderme. De alguna manera lo había conseguido. “¡Os dije que estaba bien! Te estabas preocupando por nada, mama.” Dijo alegremente.

“¿Cumpleaños?” Murmuré. Había olvidado mi propio cumpleaños. 

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Holaaaa :) 

 400 votos y subo cap :)

Aqui teneis un nuevo capitulo de Baby Doll. No se si lo habia dicho pero no tengo un horario especifico de subida. Siento que sea así pero no se cuando terminaré los capitulos y no puedo estar apurada porque no llegue a la fecha limite. Yo voy traduciendo y cuando acabo el cap, lo subo. 

Y cambiando de tema. ¿Os esta gustando la novela? Se que nunca os hago preguntas asi pero me gustaria saber vuestra opinión. Tambien podeis preguntarme cualquier cosa y os respondere :D

Lorena ♥

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