Capítulo 39 - 48 horas
“Ya se me ocurrirá algo.”
La voz de Harry sonaba en mis oídos una y otra vez. Eso era lo que seguía diciendo. Mi confianza en sus palabras se estaba desgastando. Necesitaba algo mejor que eso. Las cosas entre nosotros habían cambiado drásticamente en un espacio de solo 48 horas. Todo había pasado muy rápido y eso me aterrorizaba. Deseaba que no fuera tan aprehensiva todo el tiempo pero eso se había convertido en parte de lo que soy. La más pequeña de las cosas me preocupaba.
Tras nuestra noche juntos, había estado solamente enfocada en lo mucho que quería estar cerca de Harry, y en lo mucho que lo amaba. No había dado mucho por las consecuencias de nuestra relación.
Estábamos cerca del hospital, cerca de mi madre, y me sudaban las palmas de las manos. Había hablado con Darren por teléfono y le había dicho que iba a ir. Pero de repente no estaba tan segura de sí estaba lista para verlos de nuevo, especialmente a mi madre. ¿Por qué estaba tan nerviosa por verla? Era mi madre. Siempre había sido la persona con la que más cómoda me sentía. Pero en ese momento era otra persona, o al menos me sentía de ese modo. Sentía como si me hubiera convertido en una de esas personas a las que ella criticaba constantemente y sobre las que me advertía.
Había perdido mi virginidad, voluntariamente. Me había puesto en medio de una pareja prometida y había causado que se rompiera. Todo en apenas 48 horas.
Mi madre no podía saber nada de esto. No quería dañar más su pobre corazón. Preferiría dejar mi culpabilidad comerme por dentro.
Sentí algo cálido en mi muslo y giré la cabeza hacia Harry. “¿Pensando de nuevo?”
Le di un asentimiento. Sus dedos se apretaron alrededor de mi muslo y sentí una oleada de calor. Las cosas serían más fáciles si nunca lo hubiera conocido. Pero entonces habría un enorme agujero en mi vida. “Necesitas darle a tu mente un descanso.” Dijo.
“Lo sé, solo estoy… nerviosa.” Le dije. Verde apareció en mi visión periférica y sus ojos volvieron a la carretera mientras empezaba a conducir. Todavía con su mano en mí.
“Es tu madre.” Rio. Me moví nerviosamente en el asiento del coche ante su toque. Él lo noto y me miró rápidamente, una sonrisa jugando en sus labios. Me estremecí cuando subió un poco más la mano. No ahora.
“¿Por qué ya no llevas vestidos?” Preguntó. Sabía que solo estaba desviar el tema lejos de mi estrés, pero sentí mis mejillas sonrojarse ante sus palabras. No me atrevía a pensar en lo diferente que sería la situación si hubiera decidido ponerme vestido en vez de vaqueros.
“¿Los vintage? Dijiste que parecían divertidos.” Respondí y sentí su manos deslizarse por el valle de mis muslos. Un gemido agudo se escapó de mis labios y enseguida me sentí avergonzada.
Harry sonrió ante mi reacción, su cara mostrando diversión mientras mantenía la vista en la carretera. Era guapísimo cuando sonreía, y realmente me gustaban esos hoyuelos. No, no. Ahora no era el momento.
“Te podría conseguir uno mejor… quizá uno un poco más corto.” Se encogió de hombros, entonces procedió a mover su mano, sintiéndome suavemente. Me encontré a mí misma mordiéndome el labio inferior para ocultar cualquier sonido que quisiera abandonar mi garganta. Cerré los ojos. Dios, esto estaba tan mal. Me sentí culpable por disfrutar esto.
“Está bien Lia… las cosas van a estar bien.” Dijo de una manera consoladora. ¿Cómo podría hacerme sentir de esta manera en cualquier momento y a cualquier hora? Nunca había sentido este tipo de emoción antes de conocerlo. El efecto que tenía sobre mí se había intensificado después de la noche anterior.
Sentí la ausencia del toque de Harry, y entonces un ligero deslumbramiento en mis parpados cerrados. Mis ojos se abrieron ante las nuevas sensaciones. Me di cuenta de que el Volkswagen había sido aparcado justo fuera del hospital. “Continuaremos luego.” Harry sonrió mientras soltaba su cinturón. Se acercó y plantó un beso en mi mejilla antes de salir del coche.
Le seguí y un bulto creció en mi garganta mientras miraba al edificio viejo. Nunca me había sentido tan nerviosa. Iba a ser extraño ver a mi madre, especialmente después de lo que acababa de pasar en el coche.
“Thalia, ¿Qué haces?” Harry ya estaba en las puertas de cristal. “Vamos.” Deseaba poder tener algo de la calma y la confianza que tenía él.
Me acerqué y paré en las puertas. Harry extendió la mano, ofreciéndose para sostener la mía. “Harry, ¿realmente crees que es buena idea?” Pregunte con un toque de sarcasmo.
“No. Pero pareces estresada así que…”
Sonreí. “Está bien.”
Una vez que entramos, varias cabezas se giraron. Ojos dirigidos a Harry, observándolo completamente. Probablemente era por la ropa negra cara que llevaba, y por el Volkswagen en el que acabábamos de llegar. Una persona como Harry entrando en un hospital que no es de los mejores era poco común.
Pero Harry no se dio cuenta de la gente de la entrada, seguía erguido y mantenía la barbilla alta, evidentemente las miradas no le molestaban. Probablemente estaba acostumbrado.
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“Georgia Faye.” Repetí para que la recepcionista me escuchara. Las fuertes conversaciones y los lloros de los bebes y niños llenaban el aire.
“Está bien…. ¿y tu nombre?” La vieja recepcionista preguntó.
“Thalia Faye.” Respondí.
“¿Perdona?” Puso su mano alrededor de su oreja mientras se acercaba.
“Thalia Faye,” Alcé la voz.
“¿De nuevo?”
“Por el amor de Dios, ¡su nombre es Thalia Faye!” Harry irrumpió fuertemente.
“Oh, ya veo.” La cara de la mujer palideció y rápidamente miro hacia abajo, mirando un libro.
“Harry…” Me volví hacia él.
“¿Qué? El hospital entero podía oírte.” Se defendió. Sabía que solo se comportaba así porque estaba cansado. Ligeras bolsas bajo sus brillantes ojos. “Esperaré fuera hasta que acabes.” Saco una caja de cigarrillos y se dirigió hacia las puertas de cristal, pasando de las miradas curiosas.
“Ha sido trasladada de la zona de emergencias. Ve allí,” La recepcionista apuntó a un pasillo. “Está en la CRU-19”
“Muchas gracias.” Le sonreí. “Y disculpe por lo de antes.” Murmuré rápidamente antes de seguir sus indicaciones.
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Sentí un escalofrío cuando mi hermano pequeño abrió la puerta. Los ojos llorosos de Jakey se iluminaron y corrí para abrazarlo. “¡Te lo dije! ¡Te dije que vendría!” Dijo emocionado.
“Lo has hecho.” La voz de Darren sonó detrás de mí cuando entró en la habitación. No lo había visto fuera.
“Si, no fue fácil.” Dije con una pequeña risa, recordando los eventos de ayer. Todo parecía menos serio ahora.
Darren se encorvo un poco y deslizó sus brazos a mí alrededor. Me sentía como la antigua Thalia de nuevo, todo era tan familiar. Mi mirada viajo alrededor y mi corazón se encogió cuando vi a mi madre en la cama del hospital.
Lentamente me aleje, terminando nuestro nostálgico abrazo. Jakey me guio por la habitación y un fuerte olor a desinfectantes de invadió. “¿Mama?” Llamé débilmente, con cuidado de no asustarla.
“La han sacado del departamento de emergencias esta mañana.” Me informó Darren cuando se plantó tras de mí. “Está mejorando.”
Sonreí ante las buenas noticias. “¿Sabes cuándo va a ser dada de alta?”
“Creo que se tiene que quedar una semana. No estoy seguro.” Dijo mientras ponía una mano sobre su pelo puntiagudo. “¿Cómo te las has arreglado para venir?”
“¿Thalia?” Oí a mi madre llamarme débilmente y mi atención se dirigió a ella. Mis dedos cogieron las barras de la cama y la miré. Debajo de las vendas blancas que la rodeaban, había agujas atravesando su piel pálida. Tubos transparentes inundaron mi visión, estaban por todo su cuerpo. Una maquita pitaba al lado de la cama, mostraba su ritmo cardiaco. Me preguntaba si sería capaz de mostrar el mío.
“Mama, estoy aquí.” Dije, mi tono temblando. Su mano se alzó un poco y suavemente entrelazo mis dedos con los suyos. “¿Cómo te sientes?”
“Ahora mucho mejor.” Murmuró y sonrió. Alejé mis preocupaciones.
“Me voy a casa, mama.” Le dije.
“Lo sé. Darren me lo dijo.” Murmuró. “Lo siento tanto, Lia.” Lagrimas empezaron a nublar sus ojos grises.
“Mama, para. Estoy bien, estamos bien. Eso es lo que importa.” Le di una gran sonrisa.
“Voy a… hacerlo por ti.” Su suave voz se consumió y sus parpados se cerraron.
“¿Mama?” Me puse nerviosa.
“No te preocupes, solo esta somnolienta porque ha estado bajo anestésicos.” Me explicó Darren mientras ponía su mano en mi hombro. “De todas formas, ¿Qué has hecho para llegar hasta aquí? Pareces desgastada.”
Hice una mueca y me giré hacia él. “No sé ni por dónde empezar.”
“¿Dónde está el bastardo?” Darren cruzó los brazos sobre su pecho.
“Darren.” Advertí.
“Todavía me perturba que no hayas dicho ni una sola cosa negativa sobre él.” Movió su cabeza un poco. “¿Te ha traído aquí?”
“No. He cogido un taxi.” Mentí. Él nunca entendería por lo que Harry y yo hemos pasado.
“¿Has dormido con él?” Mi cuerpo se tensó ante su pregunta.
Miré sobre el hombro de Darren a mi hermano, esperando que no estuviera escuchando nuestra conversación. Para mi alivio, estaba enroscado en el sofá, sonando dormido.
“¿Y bien?” Insistió Darren.
“¿Qué? No.” Mentí de nuevo y lo mire con las cejas fruncidas. Darren era prácticamente de mi familia pero me molestaba como siempre se metía en las cosas personales.
Suspiró. “Lo siento, Lia. Solo estoy preocupado por ti.”
“No tienes porque.” Le aseguré. “Vamos a irnos a otro lugar, de todas formas.” Cambié de tema.
“Lo sé, lo he planeado por ti. Hay un bloque de apartamentos lejos de tu casa actual. El alquiler es bajo, y es un sitio decente. De hecho es donde estoy viviendo. Una habitación estará lista para vosotros en dos días,” Miró al reloj. “Bueno un día desde ahora. Jakey está emocionado. Y por las cosas de financias, tenía algo ahorrado así que me he hecho cargo de ello por ahora. Puedo ayudar a apagar el alquiler.”
Instantáneamente me arrepentí de haberme molestado con Darren. “Gracias. No sé qué haría sin ti.” Le abracé. “Y voy a tener que conseguir un trabajo.” Suspiré, deslizando mis brazos fuera de él.
“El café donde estoy trabajando paga. Si estas interesada, puedo ayudarte a conseguir trabajo ahí.” ¿Habría algo donde no me pudiera ayudar?
“Suena bien.” Le sonreí. Entonces me acorde del colegio, y que nunca iba a acabarlo. Era devastador.
“Jakey se va a quedar en mi casa esta noche. ¿Qué hay de ti?” Preguntó Darren.
“Voy a ir a empaquetar mis cosas. Estaré de vuelta por la mañana.” Le dije.
“¿Vas a pasar la noche en la mansión?” Sentí un tono de disgusto en su voz.
“Aún no he empaquetado mis cosas, no tengo nada conmigo ahora. Y es tarde. Una noche no va a hacer ninguna diferencia. Harry probablemente ni siquiera estará en casa.” Mentí de nuevo.
Darren respondió con un simple asentimiento. “Solo ve con cuidado.”
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Mi estómago se llenó de culpabilidad cuando vi a Harry fuera de las puertas de cristal abiertas. Su espalda me encaraba mientras su cuerpo se apoyaba en la pared de fuera. Tenía su teléfono presionado a su oreja, mientras que su mano libre sostenía un cigarro. Me sentía horrible por mentirle a Darren. Solo esperaba que no se cruzara con Harry. Pero estaba segura de que no lo harían, ya que su taxi estaba esperando en la parte trasera del hospital. Debería estar en ese taxi con ellos.
El pensamiento desapareció mientras me acercaba a Harry. Me desconcerté cuando vi a una chica joven con un uniforme de enfermera acercarse a él. Ella le saludó con la mano. Harry miró hacia ella y alzó la barbilla rápidamente, preguntándose qué quería.
“Lo siento señor, pero no se puede fumar aquí.” Dijo algo tímida.
“Estoy fumando fuera. No es una gran cosa. Y estoy al teléfono ahora mismo.” Se giró para continuar la conversación por teléfono.
“Lo siento pero tiene que tirar eso.” Repitió.
“Te he dicho que estoy al teléfono, ¿quieres dejar de joderme?” Le soltó antes de poner el cigarro en su boca. La joven enfermera parecía estupefacta por su hostilidad. Sacudió la cabeza mientras se alejaba.
Harry había estado todo el día agresivo. Primero con Kaylee, luego la recepcionista, ahora la enfermera. Kaylee se lo había buscado y cuando le gritó a la recepcionista, supongo que su cansancio fue la causa. Era un poco escéptica esta vez. Él había sido cortante conmigo en alguna ocasión, pero esto llegaba a otro nivel. ¿Era de esta manera siempre con la gente? No había dejado la mansión, así que realmente nunca había visto a Harry interactuar con otra gente. Ver este lado de él revolvió mis pensamientos sobre Allison. ‘Un completo gilipollas.” Así fue como lo describió.
Paré de caminar cuando escuche unas impactantes palabras de su conversación telefónica. “Ella no es nada, tío. Solo necesitaba una razón para deshacerme de Kaylee.”
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Holu :)
Lo siento muchiiiiisimo por haber tardado tanto. Pero es que he estado super ocupada estas vacaciones preparando el viaje a Londres. Me voy mañana y no vuelvo hasta el lunes que viene. Pero cuando vuelva JURO que hare maratón. Y si no, os doy premiso para pegarme. Comentar si os esta gustando y vuestras opiniones :)
Lorena ♥
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